Los Productos Químicos Tóxicos que Hay en los Tampones Podrían Aumentar sus Riesgos Para la Salud

Tampones

Historia en Breve

  • Los años de silencio sobre los productos de higiene femenina han facilitado que sus fabricantes los produzcan sin demasiado escrutinio en los procesos y productos químicos que utilizan
  • Activistas se manifestaron en Washington para apoyar un proyecto de ley que exige a los fabricantes divulgar los ingredientes de los tampones y toallas sanitarias, y otro que se dirige a los Institutos Nacionales de Salud con el fin de determinar si esos productos químicos representan un riesgo para la salud
  • Busque productos hechos de fibras naturales orgánicas y sin productos químicos tóxicos, o considere hacer sus propias toallas reutilizables en casa

Por el Dr. Mercola

Hasta la última década el tema de la menstruación no se discutía en compañía mixta. Las mujeres ocultaban sus productos de higiene femenina y utilizaban palabras clave para referirse a su período y cólicos menstruales. Las discusiones sobre los ingredientes en estos productos tampoco se discutían abiertamente.

Sin embargo, al reconocer el peligro que enfrentan las mujeres con algunos de estos productos, los activistas han trabajado mucho para normalizar la conversación acerca de los períodos menstruales con el fin de mejorar los productos disponibles.

La conversación abierta ha dado lugar a muchas alternativas naturales para elegir productos de cuidado personal en lugar de los que contienen ingredientes tóxicos, como lociones, desodorantes y cosméticos.

Sin embargo, no se puede decir lo mismo de los productos femeninos. Periodo Equity1 y Women's Voices for the Earth (WVE) están trabajando para cambiar esto.

Los activistas están pidiendo nuevas normas y están dispuestos a manifestarse en Washington para asegurarse de que los políticos tomen en cuenta sus preocupaciones, las cuales incluyen la regulación de los ingredientes de los productos femeninos.

Están pidiendo que los ingredientes sean analizados con el fin de garantizar la seguridad de las mujeres, quienes utilizan protección menstrual hasta 500 veces en su vida.

Los Productos de Higiene Femenina se Clasifican como Productos Médicos

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, regula los tampones y toallas sanitarias como productos médicos,2 una categoría que ofrece a sus fabricantes ciertas protecciones y además posee un gravamen específico.

Como se comentó en el pequeño vídeo anterior, muchos productos de higiene femenina contienen productos químicos tóxicos.

Los fabricantes de productos médicos no están obligados a revelar todos los ingredientes de sus productos, sin embargo, la FDA recomienda que proporcionen información general acerca de la composición del material utilizado para producirlos.3

Mencionar los ingredientes individuales no es necesario, sin embargo, se recomienda enlistar sus materiales como algodón, rayón o nylon. Es decir, los fabricantes que producen materiales que usted podría estar colocando directamente sobre su piel durante varias horas seguidas no están obligados a decir exactamente lo que hay en sus productos.

La FDA hace recomendaciones pero los fabricantes no están obligados a seguirlas siquiera.4 Hoy en día, casi todo el algodón es transgénico (GE) y está repleto de pesticidas debido a que no es un producto consumible.

Sin embargo, si tomamos en cuenta la naturaleza altamente permeable de la pared vaginal, insertar un tampón de algodón transgénico en su vagina varias veces al mes, podría ser peor que ingerir los pesticidas de los alimentos transgénicos.

Los ingredientes que componen la fragancia añadida a algunos de estos productos que pertenecen a la categoría de cosméticos tampoco están regulados.5 Una vez más, la FDA no regula sus ingredientes y los fabricantes no están obligados a publicar dichos ingredientes al consumidor.

Presión Política para la Publicación de los Ingredientes de los Productos Femeninos

Hace poco se presentó un proyecto de ley ante la Cámara de Representantes, llamado Ley del Derecho a Saber de los Productos Menstruales de 2017,6 el cual requeriría que los fabricantes de productos de higiene femenina enlistaran todos sus ingredientes en el envase.

La reciente manifestación que se realizó en Washington para apoyar este proyecto de ley fue organizado por WVE quien publicó un informe llamado "Chem Fatale" en el año 2013 en el cual detallaba los productos químicos tóxicos que hay en los productos de cuidado femenino.7

La representante Grace Meng del distrito de Nueva York, declaró:8 "Queremos que las mujeres tengamos la posibilidad de saber qué productos químicos hay en los productos que entran en contacto directo con nuestros cuerpos".

Los tampones y las toallas sanitarias se producen y comercializan para las mujeres, con la promesa de que les darán una "sensación de frescura" o "mayor confianza",9 además promueven una buena salud y mayor atractivo sexual.

Sin embargo, un análisis más detallado revela que los productos diseñados para estar en estrecha proximidad a una parte absorbente del cuerpo femenino se venden con ingredientes que tienen poca o ninguna información que certifique la seguridad de las mujeres.

Esta industria de 3 mil millones de dólares produce productos que son utilizados hasta por un 85 % de las mujeres, distribuyendo productos químicos con grandes vacíos de información.

Otro proyecto de ley--La Ley de Seguridad de los Productos de Higiene Femenina Robin Danielson (H.R. 1708)10,11--fue presentada por primera vez por la congresista Carolyn B. Maloney, del distrito de Nueva York, en el año 2015, y una vez más en 2017 como H.R. 2379.

La ley propuesta se dirigiría a Los Institutos Nacionales de Salud con el fin de que determinen si los productos químicos utilizados en la producción de productos de higiene femenina representan un riesgo para la salud de las mujeres que los utilizan.12

Esta es la décima vez que se presenta dicho proyecto de ley y nunca ha salido del comité. La historia indica que podría ser necesario contar con más manifestaciones y apoyo público para que se aprueben los cambios propuestos a la legislación sobre la protección de la salud de las mujeres y niñas.

Un tercer proyecto de ley, La Ley de Equidad Menstrual para Todos de 2017 (H.R. 972), fue presentada por la Representante Grace Meng.13 Esta ley se centra en garantizar el acceso a los productos menstruales a mujeres de escasos recursos, como mujeres sin hogar, presas y en hogares de pocos ingresos.

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¿Hay Niveles Tolerables de Dioxina?

Un precio a pagar en el negocio de los tampones y toallas sanitarias son los productos químicos tóxicos que se emplean para fabricarlos y dejarlos súper blancos. El proceso de purificación y blanqueamiento con productos derivados del cloro puede dejar huellas de dioxinas.14 De acuerdo con el informe "Chem Fatale" de WVE:

"La exposición a dioxinas y furanos se ha relacionado con cáncer, daño reproductivo y alteración endocrina. Por desgracia... los resultados de las pruebas revelan que en los tampones hay tanto dioxinas como residuos de pesticidas".

Las dioxinas son contaminantes orgánicos perdurables que son altamente tóxicos, dañan su sistema inmunológico y pueden interferir con su sistema hormonal.15 Casi el 90 % de su exposición a las dioxinas es a través de los alimentos debido a que tardan mucho en descomponerse, lo cual permite que el producto químico se distribuya a través de la cadena alimenticia.

El análisis de la FDA sobre las dioxinas en tampones descubrió una "absorción tolerable de dioxinas"16 que se basa en la ingesta mensual tolerable de dioxinas que fue establecida por el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios.

Sin embargo, la toxicidad de las dioxinas y su perdurabilidad en el medio ambiente le llevaría a creer que no debería haber un nivel tolerable.

Dado que las dioxinas son altamente tóxicas, causan problemas significativos en el desarrollo, la reproducción17 y el sistema inmunológico, y como la mayoría de las personas están expuestas por el medio ambiente y su alimentación, la Organización Mundial de la Salud recomienda que la mejor prevención es mediante un control estricto de los procesos industriales con el fin de reducir la formación de dioxinas.18

Parecería que el establecer niveles mensuales de exposición tolerable para un compuesto orgánico que es perdurable y permite a los fabricantes liberar productos con estos productos químicos tóxicos, no protege adecuadamente la salud de las personas que utilizan los productos.

Un reciente análisis de WVE que adquirió los documentos de patente pública de Proctor & Gamble (fabricante de Tampax y Always), demostró que los siguientes productos químicos podrían estar presentes en los tampones:19

Guata de celulosa rizada

Fusión de polímeros

Fibras químicamente rigidizadas, fibras de poliéster, musgo de turba, espuma

Envolturas de tejidos y laminados

Geles súper absorbentes y espumas de células abiertas

Mirido-3-miristato (como lubricante) (Patente # 5 591 123)

Zeolitas naturales y sintéticas (como partículas para absorber el olor) (Patente # 5 161 686)

Alcohol etoxilado

Agentes antibacterianos sin nombre (Patente # 8 585 668)

Químicos cancerígenos como: estireno, piridina, metil eugenol y butilhidroxianisol (productos perfumados)

Ftalatos de preocupación (DEP y DINP) (productos perfumados)

Almizcles sintéticos (posibles disruptores hormonales) (productos perfumados)

Ésteres de glicerol, polisorbato-20 (como activos para dispersar la fragancia)

Numerosos alérgenos (productos perfumados)

Video disponible solo en ingles

De Regreso a Biología: La Exposición Vaginal a los Químicos es Única

El tejido vaginal de una mujer es mucho más permeable que el resto de su piel, esto hace que sean especialmente vulnerables a los productos químicos y otros irritantes que se presionan contra esos tejidos susceptibles durante varias horas seguidas.

El tejido vaginal está lleno de vasos sanguíneos y linfáticos, esto hace que sea una entrada directa para los productos químicos hacia el resto del cuerpo. El informe de la WVE "Chem Fatale", lo toma en cuenta y reporta:20

"De hecho, hay un importante interés en los sistemas administración de medicamentos vía vaginal porque la vagina es un lugar muy eficaz para transferir medicamentos directamente a la sangre sin antes metabolizarlos".

No sólo los productos químicos se absorben con rapidez, sino que algunas sustancias similares a las hormonas obtienen una "exposición superior a la esperada"21 y evitan el metabolismo hepático de primer paso al que los medicamentos administrados por vía oral se someterían normalmente.22

La estructura física de la pared vaginal también aumenta la probabilidad de absorción en el torrente sanguíneo, ya que las rugas (una serie de rugosidades en la pared vaginal) aumentan su superficie y ayudan a retener la exposición química e incrementar la absorción.23

Por lo tanto, la exposición directa de su sistema sin la depuración hepática de primer paso puede aumentar la toxicidad de los productos químicos que causan cáncer, por ello se ha hecho poca investigación con respecto a la exposición vaginal directa.

Por lo tanto, la contaminación por pesticidas, subproductos químicos tóxicos y productos químicos sin especificar representa un riesgo oculto para la salud femenina.

El Síndrome de Shock Tóxico

Los tampones también pueden crear un entorno favorable para el crecimiento de bacterias dentro de la vagina.

El uso de tampones puede aumentar el riesgo de micro desgarros en la pared, lo cual permite que las bacterias entren directamente en el torrente sanguíneo y aumenten el riesgo de sufrir síndrome de shock tóxico (TSS, por sus siglas en inglés).

El TSS puede ser causado por bacterias como el Staphylococcus aureus (staph) o por estreptococos del grupo A, y puede ser potencialmente mortal.

Es importante reconocer los síntomas de la enfermedad, ya que el tratamiento temprano mejora los resultados. Busque ayuda médica si surge alguno de los siguientes síntomas mientras usa un tampón:

Fiebre alta repentina

Vómito

Diarrea

Presión arterial baja

Convulsiones

Sarpullido en las palmas o plantas de los pies

Dolores musculares

Enrojecimiento de los ojos, boca y/o garganta

El Impuesto a los Tampones

Para colmo de los perjuicios, aunque los productos de higiene femenina están regulados como un producto médico, tienen un impuesto que, a diferencia de otros productos médicos, se paga en el mostrador.

Según el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, el impuesto sobre las ventas de los productos médicos es pagado por el fabricante:24

"Por lo general, no se exige nada a los consumidores individuales porque el impuesto se aplica a la venta de un producto médico gravable por el fabricante o importador, el fabricante o importador es el responsable de informar y pagar el impuesto".

Nueva York, Illinois, Connecticut y el Distrito de Columbia han comenzado a tomar medidas para eliminar el impuesto para el consumidor en las ventas de tampones porque son una necesidad médica para las mujeres con un ciclo menstrual en funcionamiento.25

Alternativas Más Seguras para el Cuidado Femenino

Muchos de los productos de cuidado femenino que se encuentran en los estantes del supermercado se elaboran con rayón, viscosa y pulpa de celulosa que se obtiene de la madera--y no con algodón, y mucho menos algodón orgánico.

El rayón y la viscosa tienen fibras altamente absorbentes que pueden adherirse a las paredes vaginales cuando se retira el tampón. Estas fibras sueltas permanecen dentro de la vagina y aumentan el riesgo de absorber una mayor cantidad de toxinas de la tela.

Es importante tener en cuenta que al parecer los tampones hechos con rayón no representan un mayor riesgo de TSS que el algodón.

Es su nivel de absorbencia lo que tiene la mayor asociación.26 Entre mayor es la capacidad de absorción y entre más tiempo deje el tampón en su lugar, mayor es el riesgo de desarrollar una infección bacteriana que puede dar lugar a un TSS.

Afortunadamente, hay alternativas más seguras para las mujeres, incluyendo productos hechos con algodón orgánico certificado. Cuando busque alternativas naturales, busque las que sean libres de cloro, sintéticos y toxinas.

Los productos naturales también deben ser hipoalergénicos y sin fragancia, lo cual reduce su riesgo de experimentar una reacción. Otra alternativa es la Diva Cup que funciona de manera similar a un diafragma, lo cual le permite evitar los tampones por completo.

En los Estados Unidos, las primeras toallas desechables estuvieron disponibles en el año 1896,27 antes de eso las mujeres usaban toallas reutilizables que cosían y lavaban en casa. Aunque las toallas reutilizables no se anuncian en la televisión, y podrían asustarle con sólo pensarlo, pueden elaborarse con materiales orgánicos y naturales y son muy funcionales.

En los últimos 20 años, el diseño y la función de las toallas desechables ha avanzado bastante. Considere la posibilidad de aprovechar las mejoras en el diseño para elaborar sus propias toallas en casa, lo cual reduce su exposición a los productos químicos tóxicos y el costo económico y ambiental extra de utilizar productos desechables.

Tome Acción

Si está interesado en obtener información más completa, comuníquese con sus representantes en el Congreso y pídales que apoyen la Ley del Derecho a Saber de los Productos Menstruales de 2017 (H.R. 2416). Seventh Generation creó un sitio web que hace que escribir tweets dirigidos a sus representantes sea muy fácil.