El yodo podría estimular el coeficiente intelectual

yodo

Historia en Breve

  • Probablemente la mayoría de las personas ya haya escuchado acerca del yodo, pero es posible que no se sepa lo importante que es para la salud, en especial la salud cerebral, ya que mejora la capacidad cognitiva, memoria, estado de ánimo y niveles de energía
  • Debido a que el cuerpo no puede producir yodo por sí solo, debe obtenerlo por medio de la alimentación o como suplemento alimenticio
  • Cuando el yodo es suplementado de forma adecuada puede ayudar a eliminar a las toxinas a las que podría estar expuesto el cuerpo, como los metales pesados y el fluoruro, al optimizar sus hormonas tiroideas, expresión genética y metabolismo
  • El yodo es un oligoelemento esencial y nootrópico de acción rápida, también conocido como "medicamento inteligente", que puede ayudar a reparar las neuronas dañadas, mejorar la función cerebral e incluso ayudar a prevenir la degeneración cerebral posterior

Por el Dr. Mercola

Quizás la mejor manera de indicar el significativo valor del yodo para la salud es que, cuando no hay suficiente cantidad —es decir, hay una deficiencia— ha demostrado ser la causa más común de daño cerebral prevenible en el mundo; y lo más sorprendente es que las investigaciones afirman que la deficiencia de yodo es completamente prevenible, al menos en el mundo occidental.

De hecho, incluso tener una disminución moderada en los niveles de yodo podría causar una pérdida de 10 a 15 puntos en el coeficiente intelectual (IQ), según un estudio.1 En el caso de las madres embarazadas —ya sea de forma intencionada o no— nutren la salud futura de sus bebés con sus propias elecciones alimenticias y estilo de vida.

Por lo tanto, es importante hacer todo lo posible para garantizar la salud general de un niño después de su nacimiento; no obstante, es absolutamente crucial mantener la salud mental de los fetos en desarrollo.

Las madres embarazadas deben obtener de forma imperativa cantidades adecuadas de yodo para el desarrollo del cerebro del bebé nonato, ya que incluso proveer pequeñas cantidades a través de la leche materna podría ayudar a los bebés en sus primeros meses críticos posteriores a su nacimiento, hasta el punto de ayudarlos a mejorar su coeficiente intelectual.2

En cuanto a todas las demás personas, aumentar el consumo de yodo puede mejorar la capacidad cognitiva.

En las regiones en desarrollo alrededor del mundo los niveles alarmantes de yodo son un problema usual; sin embargo, también se ha vuelto una problemática cada vez más frecuente en los países occidentales.

De hecho, un estudio revela que esta situación ya ocurre desde hace más de 20 años,3 y una quinta parte de la población de Europa —donde es inusual encontrar sal yodada— es deficiente en yodo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).4

La revista “Spirituality and Health” señala que uno de los beneficios más sobresalientes de tener niveles equilibrados de yodo, es que genera un efecto protector contra las toxinas tanto en bebés como adultos. Sin embargo, la población de los Estados Unidos no obtiene la cantidad suficiente. Adicionalmente:

“Por ejemplo, las vitaminas prenatales no necesariamente contienen yodo, y aunque es verdad que los alimentos procesados son altos en sodio, por lo general no contienen sal yodada.

La comida casera con sal de mesa podría proporcionar más yodo que los alimentos congelados y procesados. La sal del mar —que ahora se ha vuelto más popular que nunca— no siempre se encuentra enriquecida con yodo, y otra antigua fuente, el pan, ya no se encuentra fortificada con yodo”.5

Nootrópicos: un apoyo para optimizar la salud cerebral

Una sustancia denominada "nootrópica", también conocida como "medicamento inteligente", puede ayudar a reparar las neuronas dañadas y mejorar la función cerebral.

Los nootrópicos son los compuestos presentes en los alimentos o suplementos, que pueden mejorar la capacidad mental, como la memoria, capacidad de concentración, motivación o incluso estado de ánimo. El sitio web “Medical Daily” lo explica con más detalle:

"Los neurocientíficos han logrado una comprensión mucho más amplia del cerebro, y el resultado es que actualmente se encuentran en proceso muchos nuevos medicamentos para tratar regiones cerebrales específicas.

Sin embargo, el mismo conocimiento podría revelar cómo determinados suplementos podrían tener un efecto igualmente beneficioso para mejorar la función cerebral a largo plazo".6

El yodo es un oligoelemento esencial y nootrópico de acción rápida que puede ayudar a prevenir la degeneración cerebral posterior. Un aspecto importante es que se combina con el aminoácido tirosina para crear las hormonas tiroideas T4 (tiroxina), que contiene cuatro átomos de yodo, y T3 (triyodotironina), que contiene tres átomos. Según el sitio web “Nootropics Expert”:

"En el interior del cerebro, T4 se convierte en T3 con ayuda del selenio, que luego influye en la expresión genética que controla el metabolismo dentro de las células y activa las catecolaminas dopamina, norepinefrina y epinefrina.

Cuando hay una disfunción tiroidea —que a menudo se debe a una deficiencia de yodo— genera una mala cognición, dificultad para aprender, problemas para recordar, depresión y ansiedad".7

Uno de los aspectos más relevantes del yodo es su importancia para los receptores cerebrales, llamados neurotransmisores--en su regulación, producción y uso.

Con base en lo anterior, el yodo es necesario para poder producir las hormonas T4 y T3, y los receptores de hormonas tiroideas del cerebro ayudan a regular la producción y uso de todos los neurotransmisores esenciales. Cuando hay una deficiencia de yodo, pueden presentarse los síntomas de hipotiroidismo, como por ejemplo:

Insomnio

Problemas de concentración

Sensibilidad al frío

Fatiga

Depresión

Dolor articular y muscular

Piel y cabello seco

Períodos menstruales severos y frecuentes en mujeres

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¿Cómo podría la sal yodada ayudar a incrementar el coeficiente intelectual?

En los Estados Unidos, los consumidores han obtenido los beneficios de la sal de mesa yodada en forma de yoduro de potasio desde 1924 para reducir el incremento en los casos de bocio, que consiste en el agrandamiento de la glándula tiroides.

Sus beneficios han sido significativos para la salud cognitiva, que encontraron tres economistas cuando observaron el coeficiente intelectual de los niños nacidos justo antes y después de 1924.

La revista Discover Magazine lo denominó como "un experimento natural", ya que los registros militares de alrededor de 2 millones de reclutas varones nacidos entre 1921 y 1927 proporcionaron lo que necesitaban:

“Todos los reclutas realizaron una prueba de inteligencia estandarizada como parte de su alistamiento. Los investigadores no tuvieron acceso a los puntajes de las pruebas, pero recurrieron a otra estrategia muy perspicaz para determinarlo; es decir, los reclutas más inteligentes fueron asignados a las Fuerzas Aéreas, mientras que los menos brillantes fueron asignados a las Fuerzas Terrestres.

Eso permitió que los investigadores pudieran inferir los puntajes de las pruebas--en función de la sección a la que eran designados los reclutas.

Los datos de coeficiente intelectual fueron combinados con la fecha de nacimiento y ciudad natal, ya que los niveles de yodo en el suelo y agua podían variar significativamente de un lugar a otro.

Para estimar qué regiones eran naturalmente altas y bajas en yodo, los investigadores recurrieron a las estadísticas nacionales recopiladas después de la Primera Guerra Mundial sobre la prevalencia del bocio.”8

Lo curioso es que cuando los investigadores informaron sobre sus hallazgos a la Oficina Nacional de Investigación Económica, encontraron una estadística bastante perturbadora; es decir, 10 000 muertes ocurridas en las décadas posteriores a 1924, atribuidas a una abrupta suplementación de yodo en las personas con deficiencia, que según encontraron, puede causar muertes relacionadas con la tiroides.

Pero la tendencia cambió, y tanto la deficiencia de yodo como los síntomas relacionados fueron "eliminados casi de la noche a la mañana".9

Además, el "Efecto Flynn", demostrado por un incremento de 3 puntos en los niveles de coeficiente intelectual colectivo en poblaciones completas de países desarrollados durante el siglo XX, demostró que la sal fortificada con yodo había sido una idea notablemente saludable.

¿Cuáles podrían ser los efectos de la carencia o suplementación del yodo?

Cuando el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) no recomienda suplementos o los alimentos no son fortificados con yodo, incluso para las madres embarazadas, los efectos de la deficiencia de yodo pueden ser bastante evidentes. De hecho, uno de sus síntomas, cretinismo, puede causar sordera, así como un retraso severo en el desarrollo físico y mental.

El tema de suplementar con yodo es reforzado con un poco de información de un estudio de "relación costo-efectivadad" publicado en la revista Lancet Diabetes and Endocrinology,10 que encontró que proporcionarles mayores niveles de yodo a las mujeres embarazadas ocasionaría que el NHS ahorrara alrededor de £ 200 (267 dólares) por cada mujer, en costos por servicios de salud y podría aumentar en 1.22 puntos el coeficiente intelectual de su hijo.

De hecho, el estudio con sede en el Reino Unido cita el potencial general del "beneficio social" de alrededor de £ 4500 (6008 dólares) por niño durante su vida, y también abordó el hecho de que, durante el embarazo y la lactancia, deben incrementarse los niveles de yodo.

“Los resultados de estudios previos demuestran que la capacidad cognitiva de los niños podría ser dañada de forma irreversible como resultado de una leve deficiencia de yodo durante el embarazo de las madres.

Un menor puntaje en el coeficiente de inteligencia (IQ) podría generar amplias implicaciones en los costos económicos y sociales, ya que el nivel de inteligencia puede influir en su bienestar, ingresos y resultados educativos.”11

No hace falta decir que no se trata de cómo podría beneficiarse el estado, sino de las implicaciones de cada niño en particular, y he aquí la razón, cincuenta millones de personas en todo el mundo han sufrido daño cerebral debido a una deficiencia de yodo, señaló la OMS.12

Science Daily cita la observación aleccionadora de los autores del estudio, que indican que “la deficiencia de yodo durante el embarazo sigue siendo la principal causa de retraso prevenible alrededor del mundo. Incluso una leve deficiencia de yodo durante el embarazo estuvo relacionada con niños con coeficientes intelectuales más bajos”.13

Asimismo, una adecuada suplementación de yodo puede ayudar a eliminar a las toxinas que podría estar expuesto el cuerpo, como los metales pesados y el fluoruro.

¿Cómo podría el cuerpo asimilar el yodo?

El yodo —que no debe confundirse con el yoduro— es la molécula que las células absorben en el cuerpo, pero no se puede obtener fácilmente a través de los alimentos y suplementos. El yoduro, que es más estable, es la forma que usualmente contienen los suplementos. El cuerpo convierte la molécula de yoduro en yodo, que es la forma activa que requiere la glándula tiroides.

No necesita mucha cantidad de yodo para mantener niveles saludables en el cuerpo, pero si es fundamental obtener un poco de forma cotidiana para mantener optimizada la función de los órganos.

Como mencioné anteriormente, el yodo ayuda a sintetizar las hormonas tiroideas, que regulan casi todos los sistemas. Incluso, muchas de las hormonas que secreta la glándula tiroides pueden ayudar a sustentar el metabolismo y producción de energía.

En otras palabras, todo el cuerpo depende de que las hormonas tiroideas continúen produciéndose y optimizando la función de la glándula tiroides, que es controlada por la glándula pituitaria, que a su vez, es dirigida por el hipotálamo.

Como explica el sitio web “Healthline”, el hipotálamo “rige funciones fisiológicas como la regulación de la temperatura, sensación de sed, hambre, sueño, estado de ánimo, deseo sexual y liberación de otras hormonas en el cuerpo”.14

Básicamente, este “orden de comandos”, por así decirlo, es necesario para poder determinar cuando haya bajos niveles de las hormonas tiroideas, y liberar mayor cantidad.

Esa es la razón por la que es tan importante el yodo en los niños, para promover su salud tiroidea, incluso antes de que nazcan, el cual será un requerimiento de por vida, y hace una diferencia para estimular un crecimiento y desarrollo neurológico normal y saludable.

Perclorato: una nueva preocupación causada por una antigua tradición

Un estudio realizado en 2014 sugiere que tal vez los fuegos artificiales de las festividades no sean una exhibición tan inofensiva como creíamos. De hecho, sus consecuencias no solo incluyen la contaminación del aire y residuos de bario, cobalto, plomo y estroncio, sino también de un químico poco conocido llamado perclorato, informó The Conversation.15

El perclorato es una sustancia de riesgo porque puede tener efectos perjudiciales en el desarrollo cerebral, según indicó un estudio16 publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, en el cual participaron 21 000 mujeres embarazadas del Reino Unido e Italia; quienes no solo presentaron altos niveles de perclorato, sino también bajos niveles de yodo.

De forma subsecuente, se descubrió que sus bebés exhibían un riesgo significativamente mayor de disminución del coeficiente intelectual.

También, tenemos a los retardantes de llama, que se han relacionado con el carcinoma papilar tiroideo, el tipo más común de cáncer de tiroides, en especial entre las mujeres posmenopáusicas.

En términos de carcinogenicidad, los peores ejemplos de retardantes de llama son los polibromados, difenil éter (PBDE) y organofosfato, que podrían disminuir la hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés).17

¿Cuáles son los suplementos y alimentos altos en yodo?

Por lo general, muchos países, incluyendo a los Estados Unidos, fortifican la sal de mesa con yodo.

Por lo que si desea incrementar sus niveles de yodo a través de sus alimentos, algunas de las opciones con mayor contenido de yodo incluyen a la leche de vaca orgánica sin pasteurizar, de vacas criadas en pastizales; vegetales marinos, como el kelp y las algas marinas dulse; yogur orgánico, de animales alimentados con pastura; huevos orgánicos, de gallinas camperas; y sal del mar céltico.

Otros alimentos que también tienen altos niveles de yodo son los arándanos orgánicos, fresas y queso orgánico, fresco y sin pasteurizar.18

Debe considerar que muchos médicos les indican a sus pacientes reducir su consumo de sal, o incluso eliminarla por completo de su alimentación, como una estrategia equivocada para reducir el riesgo de hipertensión arterial y enfermedades cardíacas.

En realidad, la proporción equilibrada de potasio a sodio puede influir ampliamente, por lo que no debe evitar la sal hasta que sepa las verdaderas repercusiones.

Ahora, la OMS les recomienda a todos los adultos tomar 150 microgramos (mcg) de yodo al día, y 250 mcg para las mujeres que están embarazadas y amamantando.19 En este mundo en constante cambio, donde hay todo tipo de riesgos, desde suelos carentes de nutrientes, hasta aditivos químicos en el aire y agua, a veces podría parecer difícil lograr el bienestar.

Sin embargo, el surgimiento de investigaciones que pueden ayudarle a tomar decisiones informadas sobre cómo proceder para optimizar su salud, así como la de sus hijos y nietos, representa una oportunidad para actualizar sus conocimientos.

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