Alzheimer—Una Enfermedad Alimentada por el Azúcar

Diagnostico de Alzheimer

Historia en Breve

  • La reciente investigación sugiere que la enfermedad de Alzheimer esta intrincadamente conectada con la resistencia a la insulina; incluso la menor elevación de azúcar en la sangre está relacionada con un riesgo elevado a la demencia
  • Las personas con diabetes tienen un doble riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer. Las enfermedades cardiacas también elevan el riesgo, ya que las tres condiciones están arraigadas en la resistencia a la insulina
  • Tres estudios nuevos que se enfocaron en el ejercicio y el Alzheimer mostraron que el ejercicio no sólo puede reducir el riesgo de la enfermedad, también parece ser una parte importante del tratamiento

Por el Dr. Mercola

En 2013, 5.2 millones de personas en Estados Unidos fueron diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer, una forma grave de la demencia,1 y se estima que los diagnósticos de Alzheimer se triplicaran para el2050.2,3

Más de medio millón de personas en Estados Unidos mueren anualmente de la enfermedad cada año, por lo que es la tercera causa de muerte en los Estados Unidos, justo después de las enfermedades cardíacas y el cáncer.4,5

Teniendo en cuenta que no hay cura conocida y hay muy pocos tratamientos eficaces, es muy importante prestar atención a la prevención  si desea evitar convertirse en una estadística del Alzheimer.

La buena noticia es que su estilo de vida, como la alimentación, el ejercicio y el sueño pueden tener un impacto significativo en su riesgo.

Como lo señaló el Dr. Richard Lipton6 del Colegio de Medicina Albert Einstein, donde estudian los cambios saludables en el envejecimiento y estilo de vida "parecen más prometedores que los estudios en medicamentos que se han realizado hasta la fecha."

El Consumo Alto en Azúcar Aumenta el Riesgo de Alzheimer

Bastante investigación sugiere que nuestra actual alimentación está jugando un papel significativo en la prevalencia y aumento de la enfermedad de Alzheimer. Los alimentos procesados tienden a carecer de grasas saludables mientras que son altos en azúcar y esta combinación parece ser el centro del problema.

La mayoría de las personas (especialmente en Estados Unidos) llevan una alimentación a base de alimentos procesados, y esto prácticamente garantiza que terminara con proporciones invertidas de carbohidratos y grasas, por no decir que ambos normalmente son inferiores debido al procesamiento y la adulteración.

La conexión entre el azúcar y el Alzheimer se abordó por primera vez en 2005, cuando la enfermedad fue provisionalmente apodada como la "la diabetes tipo 3". En ese momento los investigadores descubrieron que el cerebro produce la insulina necesaria para la supervivencia de las células cerebrales.

Una proteína tóxica llamada ADDL elimina los receptores de insulina de las células nerviosas, convirtiéndolas de esta manera en resistentes a la insulina y dado que el ADDL se acumula, la memoria comienza a deteriorarse.

Una previa investigación también demostró que las personas con diabetes tienen un riesgo dos veces mayor de desarrollar enfermedad de Alzheimer.

Ahora, los investigadores nuevamente están  advirtiendo que el Alzheimer parece estar íntimamente ligado a la resistencia a la insulina. En un reciente estudio,7 los investigadores utilizaron escáneres cerebrales para evaluar 150 personas de mediana edad con alto riesgo de la enfermedad de Alzheimer, pero no mostraron indicios al principio del estudio.

Según lo informado por The Huffington Post:8

"Los escáneres cerebrales revelaron que una mayor resistencia a la insulina se relacionó a menos azúcar en partes clave del cerebro, a menudo afectadas por la enfermedad de Alzheimer.

La insulina es la hormona que ayuda al cuerpo a utilizar el azúcar de los alimentos que consume, y pueden convertirla ya sea en energía o almacenarla. La resistencia a la insulina es cuando la respuesta del cuerpo a un nivel regular de la hormona es menor, creando de esta manera la necesidad de más insulina.

"Si no tienen la cantidad necesaria de combustible, no podrá recordar algo o hacer algo", el autor principal del estudio es Auriel Willette...

'Esto es importante con la enfermedad de Alzheimer, ya que en el transcurso de la enfermedad existe una disminución progresiva en la cantidad de azúcar en la sangre utilizada en ciertas regiones cerebrales. Esas regiones terminan usando cada vez menos.

Los autores del estudio creen, que cuando esto sucede, ciertas partes del cerebro no pueden realizar los procesos complejos, como crear recuerdos".

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Factores de Riesgo que Comparten la Enfermedad de Alzheimer y la Enfermedad Cardíaca

La resistencia a la insulina también aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas, así que no es sorprendente encontrar que la enfermedad cardíaca también esté relacionada con la enfermedad de Alzheimer.

La rigidez arterial (aterosclerosis) está relacionada con un proceso característico de la enfermedad de Alzheimer, conocido como la acumulación de placa beta-amiloide en el cerebro. Según el investigador, Timothy Hughes,9 "el proceso de envejecimiento vascular puede predisponer al cerebro a una mayor acumulación de placa amiloide."

Recientes investigaciones también indican que las enfermedades cardiacas aumentan sus probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer--de hecho, estas dos enfermedades comparten una serie de factores de riesgo.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Radiology, los factores de riesgo que comparten incluyen el tabaquismo, consumo de alcohol, diabetes, niveles elevados de azúcar en la sangre en ayunas y obesidad.10

Este tipo de hallazgos encajan con las conclusiones del neurólogo Dr. David Perlmutter, autor de los dos libros: Grain Brain y Brain Maker.

Con base en su investigación, el Dr. Perlmutter llego a la conclusión de que la enfermedad de Alzheimer es una indicación principalmente por elecciones en su estilo de vida y, en pocas palabras, cualquier cosa que promueva la resistencia a la insulina eventualmente  también aumentara su riesgo de enfermedad de Alzheimer.

El Alzheimer Está Directamente Relacionada a los Niveles Elevados de Azúcar en la Sangre

Un estudio11 publicado en el New England Journal of Medicineen agosto 2013 muestra que incluso una ligera elevación de azúcar en la sangre--un nivel entre 105 o 110—está relacionado a un mayor riesgo de demencia.

El Dr. Perlmutter cree que un nivel de azúcar en la sangre de 92 o superior es demasiado alto, y que el nivel ideal de azúcar en sangre en ayunas debe estar en los 70 - 85,  95 como máximo.

Si su nivel de azúcar en la sangre en ayunas es más de 95 mg/dl, sin duda alguna es el momento de abordar su alimentación para disminuirlo. Si está adaptado a la grasa, no hay razón bajar los niveles de azúcar en la sangre en ayunas por debajo de los 70, ya que su cuerpo es capaz de aprovechar la grasa corporal como fuente de energía.

Según el Dr. Perlmutter:

"Esta idea de que el cerebro necesita azúcar realmente es una noticia vieja. La grasa, específicamente cetonas, que su cuerpo produce al metabolizar la grasa, ahora es llamado el "Súper Combustible para el Cerebro".

Incluso hay un producto farmacéutico; un alimento médico que puede ser recetado, que eleva el nivel de cetonas o grasa en el torrente sanguíneo de los pacientes, actualmente ofrecido como un tratamiento para la enfermedad de Alzheimer.

¿Quién sabia? El punto es que al cerebro le encanta quemar grasa. Eso es lo que tenemos que cambiar... "

Tres Nuevos Estudios Destacan la Importancia del Ejercicio

En noticias relacionadas,12 tres nuevos estudios que se enfocaron en el ejercicio y el Alzheimer mostraron que el ejercicio no sólo puede reducir el riesgo de la enfermedad, también parece ser una parte importante del tratamiento.

Según María Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer:

"De acuerdo con los resultados que escuchamos del reporte... en AAIC en 2015, el ejercicio o la actividad física regular podría desempeñar un papel en proteger su cerebro contra la enfermedad de Alzheimer y otras demencias y también vivir mejor con la enfermedad en caso que la tenga."

Los resultados de estos estudios incluyen:

1. Los pacientes diagnosticados con Alzheimer leve a moderada que participaron en un programa de ejercicio supervisado de cuatro meses de duración,  tuvieron significativamente menos síntomas neuropsiquiátricos relacionado con la enfermedad en comparación con el grupo de control que no hizo ejercicio. Como se reportó en el artículo destacado:13

"En particular, los participantes que asistieron al 80 por ciento de las clases de ejercicio que hicieron ejercicio vigoroso, experimentaron mejoras significativas en su velocidad mental y atención."

2. El segundo estudio se centró en la manera en que el ejercicio afecta los ovillos neurofibrilares--lesiones cerebrales que son una de las características de la enfermedad de Alzheimer. Las lesiones cerebrales (ovillos neurofibrilares) se forman cuando la proteína tau se desvanece en hebras retorcidas, lo que termina matando a las células del cerebro.

Aquí, los adultos sedentarios diagnosticados con deterioro cognitivo leve fueron divididos aleatoriamente en uno de dos grupos. Cuatro veces a la semana, el primer grupo hizo ejercicios aeróbicos supervisados mientras que el otro grupo hizo ejercicios de estiramiento.

Después de seis meses, el grupo que hizo ejercicio aeróbico tenia reducciones estadísticamente significativas en los niveles de tau en comparación con el grupo que sólo hizo estiramientos. También experimentaron una mejor atención, planificación y función ejecutiva, cortesía de un mejor flujo sanguíneo en las regiones del cerebro relacionadas con la memoria y el procesamiento. De acuerdo con la co-autora Laura Baker:

"Estos hallazgos son importantes porque sugieren fuertemente que una intervención potente en el estilo de vida como el ejercicio aeróbico puede afectar los cambios en el cerebro relacionados con el Alzheimer. Ningún medicamento actualmente aprobado puede imitar estos efectos." [El énfasis es mío]

3. En el tercer estudio, los pacientes con ligero deterioro cognitivo vascular (la segunda causa de demencia) que hicieron ejercicio aeróbico supervisado por seis meses mejoraron significativamente su función cognitiva en comparación con los pacientes que recibieron el tratamiento estándar. La  investigadora principal, Teresa Liu-Ambrose señaló que:

"El hecho de que el ejercicio aeróbico puede mejorar la función cognitiva en VCI significa que las personas con la condición tienen la esperanza de que pronto pueda ser una herramienta aprobada que pueden usar para prolongar su independencia y mejorar su calidad de vida."

También se ha sugerido que el ejercicio puede desencadenar un cambio en la manera en que es metabolizada la proteína precursora de amiloide,14 disminuyendo de esta manera la aparición y progresión de la enfermedad de Alzheimer. El ejercicio también aumenta los niveles de la proteína PGC-1 alfa. La investigación ha demostrado que las personas con Alzheimer tienen menos PGC-1 alfa en el cerebro,15 y las células que contienen más de la proteína producen menos de la proteína amiloide tóxica que está relacionada con la enfermedad de Alzheimer.

El ejercicio también crea a un crecimiento del hipocampo y mejor memoria.16 En general, parece bastante claro que el ejercicio es una parte importante para cualquier plan de prevención de la enfermedad de Alzheimer. Para obtener orientación sobre cómo establecer un régimen de ejercicios eficaz, por favor revise mi Técnica Peak Fitness para mis recomendaciones específicas.

La Calidad y Cantidad del Sueño También Desempeñan un Papel Importante

Un número de estudios han relacionado la falta de sueño o mal sueño a un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer. Una razón de esto es porque el sistema de eliminación de residuos de su cerebro sólo funciona durante el sueño profundo.17,18 Este sistema de eliminación de residuos ha sido nombrado el sistema glinfático.19,20,21,22,23 Al bombear el líquido cefalorraquídeo a través de los tejidos del cerebro, el sistema glinfático elimina los residuos (incluyendo las proteínas beta- amiloide dañinas) de su cerebro al sistema circulatorio del cuerpo, donde después serán eliminados.

Sin embargo, para que realicen eficientemente esta función, tiene que entrar en un sueño profundo durante un tiempo lo suficientemente largo. Durante el sueño, el sistema glinfático se hace 10 veces más activo que durante el tiempo que está despierto. Sus células cerebrales también se contraen en un 60 por ciento, lo que permite una mayor eficacia de la eliminación de residuos. Durante el día, la constante actividad cerebral hace que las células del cerebro se inflamen hasta que ocupan poco más del 85 por ciento del volumen de su cerebro,24 rechazando de esta manera la eliminación eficaz de residuos.

No es sorprendente que, como se señala CNN, la falta de sueño parece impulsar la acumulación de placas amiloides en el cerebro. En resumen, las personas que duermen poco tienden a tener una mayor cantidad de placas amiloides en el cerebro, que a su vez están relacionadas con un peor rendimiento en pruebas de memoria. Como tal, la falta de sueño en realidad puede ser un signo indicador precoz de la acumulación de amiloide, lo que podría estar causando cambios cerebrales muy sutiles mucho antes de que se desarrolle la enfermedad.

Entonces, ¿Qué cantidad de sueño se necesita para una salud óptima? De acuerdo con una revisión de 300 estudios que evaluaron los resultados del sueño y salud, las últimas guías del sueño indican que los adultos mayores de 18 a 64 necesitan de 7 a 9 horas y las personas de la tercera edad mayores de 65 necesitan de 7 a 8 horas cada noche.

Los niños en edad escolar necesitan de 10 a 13 horas, y los adolescentes, que tienden a ser los que menos duermen, necesitan de 8 a 10 horas de sueño por noche. Teniendo en cuenta las consecuencias de la falta de sueño durante décadas, sería prudente abordar los hábitos del sueño de sus hijos desde el principio y enseñarles el valor de dormir lo suficiente, regular y consistentemente.

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Consideraciones Alimentarias Clave para la Prevención de Alzheimer

Regresando a donde comenzamos, la investigación25 de la Clínica Mayo ha revelado que las dietas ricas en carbohidratos están relacionadas a un riesgo del 89 por ciento mayor de demencia, mientras que las dietas altas en grasa se relacionaron a un riesgo menor del 44 por ciento.

Esta combinación de muy poca azúcar y carbohidratos, junto con una mayor cantidad de grasa saludable es esencial no sólo para abordar la enfermedad de Alzheimer, sino la diabetes y las enfermedades cardiacas, así, ya que todas estas condiciones están enraizadas en la resistencia a la  insulina y leptina.

Entender esto puede hacer que su vida sea mucho más fácil. No es necesario memorizar lo que puede y no hacer con cada enfermedad que trata de evitar; todo lo que tiene que hacer es cambiar a un modo de pensar enfocado en optimizar la salud. Posteriormente, la prevención de enfermedades se convierte en un "efecto secundario". Mi Plan de Nutrición puede preparar el camino hacia esta dirección. En resumen, los siguientes cuatro instrucciones alimentarias son clave para prevenir el Alzheimer:

Coma ALIEMTOS REALES, de preferencia orgánicos. Evite los alimentos procesados de todo tipo, ya que contienen una serie de ingredientes dañinos para el cerebro, incluyendo el azúcar refinada, fructosa procesada, granos (particularmente gluten) transgénicos (GM), ingredientes y pesticidas como el glifosato (herbicida que se piensa que es peor que el DDT, y el DDT ya se ha relacionado con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer).

Si ya tiene resistencia a la insulina/leptina u otro trastorno relacionado, lo ideal sería que mantuviera los niveles de azúcar añadido a un mínimo y su fructosa total por debajo de los 25 gramos por día, o tan bajos como 15 gramos por día. Optar por productos orgánicos le ayudará a evitar los pesticidas y herbicidas sintéticos.

Incluso es más importante elegir carnes de animales alimentado con pastura y productos de origen animal, ya que los animales criados en las operaciones concentradas de alimentación de animales (CAFO) son rutinariamente alimentados con granos transgénicos contaminados con pesticidas, además de una variedad de medicamentos.

Algunos investigadores incluso han sugerido que la enfermedad de Alzheimer puede ser una forma de acción lenta de la enfermedad de las vacas locas, adquirida por el consumo de carnes contaminadas; y la enfermedad de las vacas locas se origina en el sistema CAFO, que obliga a los herbívoros a comer partes de los animales...

Reemplace los carbohidratos refinados con grasas saludables. Su cerebro no necesita carbohidratos y azúcares; las grasas saludables como las grasas saturadas omega-3  de origen animal son mucho más importantes para la función óptima del cerebro. Las grasas saludables que puede incluir en su alimentación incluyen:

Aguacates

Mantequilla hecha de leche orgánica sin procesar de animales alimentados con pastura

Lácteos crudos

Yemas de huevo de  orgánico de gallinas de pastoreo

Cocos y aceite de coco (el aceite de coco parece prometedor como un tratamiento efectivo para el Alzheimer)

Aceites de nueces orgánicas sin proceso de calefacción

Nueces crudas, como las pecanas y macadamia, que son bajas en proteínas y altas en grasas saludables

Carnes de res o pollo de animales alimentados con pastura

Evite todas las grasas trans o grasas hidrogenadas que hayan sido modificadas de tal manera que alarguen su longevidad, incluyendo margarinas, aceites vegetales y mantequilla untable.

Evite el gluten y la caseína (principalmente el trigo y productos lácteos pasteurizados, pero no la grasa de los productos lácteos, como la mantequilla). Las investigaciones demuestran que su barrera hematoencefálica, se ve afectada de forma negativa por el gluten.

El gluten también hace a su intestino más permeable, lo que permite que las proteínas entren en su torrente sanguíneo, debilitando su sistema inmunológico y promoviendo la inflamación y la autoinmunidad, ambos desempeñan un papel muy importante en el desarrollo del Alzheimer.

Optimice su flora intestinal, al evitar los alimentos procesados, (azúcar, ingredientes transgénicos, pesticidas y varios aditivos alimentarios, afectan sus bacterias saludables) antibióticos y productos antibacteriales, agua fluorada o clorada y al comer regularmente alimentos tradicionalmente fermentados junto con un suplemento probiótico de alta calidad y de alta calidad en caso de ser necesario.

El Dr. David Perlmutter explora la convincente conexión entre el microbioma y la salud del cerebro en su libro "Brain Maker: The Power of Gut Microbes to Heal and Protect Your Brain for Life", que lo relaciona a un numero de enfermedades neurológicas incluyendo el Alzheimer.

Otras Estrategias para Prevenir el Alzheimer

Además de las instrucciones alimenticias clave que acabamos de mencionar, junto con el ejercicio regular y suficiente sueño reparador, las siguientes sugerencias pueden ser también útiles para la prevención de la enfermedad de Alzheimer:

1. Ayuno Intermitente

Las cetonas son metabolizadas cuando consume carbohidratos con aceite de coco y otras grasas saludables. El ayuno intermitente es una herramienta poderosa para ayudarle a su cuerpo a recordar la manera de quemar grasa y solucionar la resistencia a la insulina/leptina que el factor principal que contribuye a la enfermedad de Alzheimer.

2. Mejore sus niveles de magnesio

Una investigación preliminar sugiere fuertemente una disminución en los síntomas de Alzheimer con tan solo aumentar los niveles de magnesio en el cerebro. Desafortunadamente, la mayoría de los suplementos de magnesio no superan los niveles sanguíneos en el cerebro, pero uno nuevo, el treonato magnesio, parece y resulta prometedor para el tratamiento de esta condición y puede ser superior a otras formas.

3. Lleve una alimentación rica en folato

Los vegetales, sin lugar a dudas, son la mejor fuente de folato y debe comer todos los vegetales crudos y frescos. Evite los suplementos de ácido fólico, que es una versión sintética inferior de folato.

4. Optimice sus niveles de vitamina D por medio de la exposición al sol

Tener los niveles adecuados de vitamina D es sumamente importante para el funcionamiento apropiado del sistema inmunológico para combatir la inflamación que está relacionada con el Alzheimer. Si por alguna razón no puede tomarlo de manera segura, asegúrese de tomar diariamente un suplemento de vitamina D para mantener sus niveles entre 40 a 50 ng/ml. Los adultos por lo regular necesitan 8,000 unidades de vitamina D.

5. Evite o elimine el mercurio de su cuerpo

Las amalgamas dentales, las cuales el 50 por ciento de su composición es mercurio, son una de las principales fuentes de toxicidad por metales pesados. Sin embargo, debería estar sano antes de practicarse una extracción. Una vez que haya implementado los cambios alimentarios descritos en mi plan nutricional, puede seguir el protocolo de desintoxicación de mercurio y después encontrar un dentista biológico que le extraiga sus amalgamas.

6. Evite el aluminio de su cuerpo

Las fuentes de aluminio incluyen los antitranspirantes, utensilios antiadherentes, coadyuvantes de vacunas, etc. Para obtener recomendación de como desintoxicarse de aluminio, por favor vea mi artículo anterior El Primer Caso Práctico que Muestra la Relación Entre el Alzheimer y la Toxicidad por Aluminio. Existen algunas sugerencias de que ciertas aguas minerales alta en acido silícico podría ayudarle a su cuerpo a eliminar el aluminio.

7. Evite las vacunas contra la gripe

La mayoría de las vacunas contra la gripe contienen mercurio y aluminio.

8. Evite los anticolinérgicos y los medicamentos de estatinas

Los medicamentos que bloquean la acetilcolina, un neurotransmisor del sistema nervioso, han demostrado aumentar el riesgo de demencia. Estos medicamentos incluyen ciertos analgésicos para dolor nocturno, antihistaminas, pastillas para dormir, ciertos antidepresivos, medicamentos para controlar la incontinencia y ciertos analgésicos narcóticos.

Los medicamentos de estatinas son particularmente problemáticos porque suprimen la síntesis de colesterol, agotan su cerebro de coenzima Q10, vitamina K 2 y neurotransmisores, también previenen la entrega adecuada de ácidos grasos esenciales y antioxidantes solubles en grasa para su cerebro inhibiendo la producción de biomoléculas indispensables conocidas como lipoproteína de baja densidad.

9. Desafíe a su mente todos los días

La estimulación mental, especialmente aprender algo nuevo, como aprender a tocar un instrumento o un nuevo idioma, está relacionada con una disminución del riesgo de Alzheimer. Los investigadores sospechan que el desafío mental ayuda a fortalecer el cerebro, haciéndolo menos susceptible a lesiones relacionadas con la enfermedad de Alzheimer.

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