Cómo los Diferentes Tipos de Grasa Transforman su Cuerpo

Aceites Vegetales

Historia en Breve

  • En los últimos 50 años, la concentración de ácido linoleico en el tejido adiposo de las personas adultas de los Estados Unidos ha aumentado en un 136 %, de forma directamente proporcional al incremento del uso de aceites de semillas y vegetales
  • En lugar de las grasas naturales que fueron utilizadas sobre todo hasta mediados de la década de 1940, la mayoría de las personas en Estados Unidos están empleando aceites muy procesados, como el de soya, canola de las semillas de colza, así como de maíz, girasol, cártamo, semilla de algodón y cacahuate
  • En los Estados Unidos, la mayoría de la población sufre de un desequilibrio de ácidos grasos omega-3 y omega-6 que a menudo conduce a enfermedades cardiacas, diabetes, artritis y cáncer
  • Entre los años 1900 y 2010 la mortalidad disminuyó drásticamente pero las enfermedades cardíacas y el cáncer ascendieron a los puestos número uno y dos

Por el Dr. Mercola

Hace poco surgió un informe esclarecedor que revela que la concentración de ácido linoleico (LA, por sus siglas en inglés) en el tejido graso de los adultas de los Estados Unidos se ha disparado en un 136 % durante la última década.

No es tanto que las personas estén consumiendo más grasas, sino que las "grasas malas" están predominando.

Podría estar preguntándose porqué Estados Unidos parece estar más gordo y más enfermo que nunca cuando se le da tanta atención a la perdida de peso y a llevar una alimentación "más saludable".

Parte del problema es que la idea de "saludable" que tiene una persona, es muy diferente a la de otra y, a menudo, dista mucho de la realidad.

¿Es cierto que consumir alimentos "sin grasa" o "bajos en grasa" ayuda a perder peso? ¿Cómo es que no está funcionando? Y, ¿por qué las Recomendaciones Alimenticias de Estados Unidos,1 la Asociación Americana del Corazón y muchos médicos afirman que los aceites de semillas y vegetales son mejores para el corazón cuando hay tanta evidencia en contra?

Explicación de las Grasas Falsas y Verdaderas

El tejido adiposo, que es el término técnico para nombrar a la grasa, en realidad es una parte esencial del cuerpo porque contiene los vasos sanguíneos y las células nerviosas necesarias para almacenar energía y liberar hormonas. La grasa también protege a su cuerpo.

El ácido linoleico, que se encuentra concentrado en aceites de semillas o vegetales, tal como el aceite de maíz y canola, es la grasa poliinsaturada más frecuente en los alimentos de hoy en día, sin embargo, su manera de operar--la forma en que se acumula en el tejido graso--es lo que preocupa a los investigadores en la actualidad.

El neurobiólogo e investigador sobre obesidad, Stephan Guyenet, Ph.D. quien estudió esta preocupante tendencia, reunió los recursos con la co-investigadora Susan Carlson, Ph.D., investigadora de nutrición de la Universidad de Kansas con el fin de crear un artículo que revela que durante los últimos 50 años, la concentración de ácido linoleico en el tejido graso de los adultos de los Estados Unidos, ha aumentado hasta por un impactante 136 %.

Su investigación capturó los criterios de 37 estudios realizados entre los años 1960 y 2010, misma que destacó que el curso firme y constante de esas cinco décadas continúa hoy. También descubrieron una "fuerte correlación" entre el ácido linoleico que comemos y el ácido linoleico de nuestro tejido graso.

Además del aceite de soya y de canola (de las semillas de colza), los aceites que contienen ácido linoleico incluyen:

  • Aceite de maíz
  • Aceite de girasol
  • Aceite de cártamo
  • Aceite de semillas de algodón
  • Aceite de cacahuate

Tome en cuenta que las semillas como las de girasol son buenas porque están enteras y no han sido sometidos a los procesos químicos que se emplean para extraer sus aceites.

¿Qué Hay de Malo en los Aceites Vegetales?

La ironía es que los aceites vegetales a menudo se denominan como "saludables para el corazón", sin embargo, la ciencia no lo respalda. Todo su origen se basa en la vida útil del producto y en la economía.

Los aceites vegetales permanecen estables a temperatura ambiente, esto les añade comodidad y caducidad, lo cual es bueno para los fabricantes y minoristas.

El proceso de hidrogenación, otro problema que ha surgido al procesar los aceites de semillas para crear formas de aceite más sólidas para producir margarina y manteca hidrogenada, es otro tema, sin embargo, está relacionado con los problemas de salud derivados de las formas en que se producen los aceites vegetales.

Con la adopción de aceites poliinsaturados, las grasas naturales como la mantequilla con la que fueron criados nuestros antepasados se dejaron de lado.

Como Estados Unidos se volcó hacia los aceites vegetales, que son una fuente concentrada de ácido linoleico, el LA en la grasa corporal escaló a una proporción considerablemente similar. HandPicked Nation informó:

"Antes de 1920 las enfermedades cardiacas eran inusuales en los Estados Unidos, pero durante los siguientes cuarenta años, la incidencia aumentó dramáticamente y a mediados de la década de 1950 las enfermedades del corazón fueron la principal causa de muerte entre las personas de este país.

Entre 1910 y 1970, la proporción de grasa animal tradicional en la alimentación estadounidense disminuyó del 83 % al 62 % y el consumo de mantequilla se desplomó de 18 a cuatro libras por persona al año".2

Durante el mismo período, el denominado uso "más saludable" de margarinas, mantecas hidrogenadas y aceites refinados aumentó alrededor de 400 % en popularidad. (Al mismo tiempo, el consumo de azúcar y alimentos procesados se incrementó en cerca del 60%).

Es interesante que en comparación con los europeos, su contenido de LA en el tejido graso no sólo es más bajo que el de la mayoría de las personas en Estados Unidos, sino que también el suyo se encuentra en el lugar donde estaba el nuestro en 1970.3

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Un artículo publicado en Online Today, "Healthy Animal Fats"4 explica lo que obtiene al ultilizar aceites vegetales refinados que requieren un procesamiento intenso, tanto mecánica como químicamente.

El procedimiento, así como los materiales utilizados deben ser un presagio de lo que traerán a su salud al ingerir prácticamente cualquier cosa que haya pasado por este proceso:

"La pulpa de la semilla y el aceite se someten a un baño de hexano, un solvente que se produce al refinar petróleo crudo.

Las impurezas se eliminan tratando el aceite con sosa cáustica (hidróxido de sodio) o sosa comercial (carbonato sódico). Finalmente, se decolora y desodoriza para eliminar sedimentos y compuestos volátiles.

Toda esta mezcla química produce un producto que se ha relacionado con la inflamación general dentro del cuerpo, niveles elevados de triglicéridos en sangre y alteraciones en la respuesta insulínica".

Grasas Omega-3 y Omega-6: ¿Cuál es la Diferencia?

Durante décadas, se han producido cambios relacionados con las cantidades de grasas omega-6 y omega-3 (EPA y DHA) que consumimos.

Las investigaciones indican que nuestros antepasados cazadores-recolectores consumían una mezcla equilibrada de grasas omega-3 y omega-6, y en su mayoría, estaban libres de las enfermedades modernas como las enfermedades cardiacas, el cáncer y la diabetes.5

Más tarde la revolución industrial, a mediados de 1800, generó un cambio hacia las grasas omega-6 y la fabricación de aceites vegetales aumentó en cada década. Hoy en día, los estudios demuestran que la proporción es tan alta como 25:1 a favor de las grasas omega-6.6

Para definir las grasas poliinsaturadas omega-6 y omega-3, "poli" significa mucho, lo cual hace referencia a sus múltiples enlaces.

Debido a que nuestros cuerpos no pueden producirlas, necesitamos obtenerlas a través de nuestra alimentación. Es por eso que se les llama "esenciales" y tienen un papel fundamental en nuestros cuerpos, desde la coagulación de la sangre hasta el combate contra la inflamación.

Así es su Cuerpo con las Grasas Incorrectas: Lo que Hacen los 'Falsos' Aceites

Las investigaciones demuestran que antes de 1920, las enfermedades cardíacas eran algo fuera de lo común. En el año 2012, The Atlantic citó una tabla publicada por The New England Journal of Medicine, que establece las 10 principales causas de muerte entre los años 1900 y 2010.

Hay dos cosas destacables: en general la mortalidad disminuyó dramáticamente pero las enfermedades cardíacas y el cáncer se elevaron hasta alcanzar los lugares 1 y 2.7 The Atlantic atribuyó parte del incremento de estas enfermedades a los estilos de vida sedentarios.

Sin embargo, el aumento en el consumo de omega-6 y el abandono del omega-3 ha tenido un efecto negativo, especialmente en términos de inflamación y enfermedades del corazón.

Aunque "Big Pharma" y los médicos saben muy bien que podrían sólo alentar a los pacientes a reducir su consumo de omega-6, en cambio, prescriben medicamentos y recomiendan remedios de venta libre.

El desglose es bastante sencillo: el cáncer y las enfermedades cardíacas cobraron la vida del 18 % de la población. En 2010, ese número incrementó en un 63 %. Otra manera de decirlo es que de cada 100 000 personas, la proporción de muertes pasó de 201 antes a 380 ahora.

El American Journal of Clinical Nutrition8 ofreció una horrible lista de enfermedades inflamatorias que están en aumento; la lista surgió de un estudio que se centró en el resultado directo del desequilibrio en los ácidos grasos:

Obesidad

Diabetes tipo 2

Síndrome del intestino irritable

Enfermedad inflamatoria intestinal

Artritis reumatoide

Cáncer

Enfermedades Cardiovasculares

Síndrome metabólico

Asma

Degeneración macular

Trastornos Psiquiátricos

Enfermedades autoinmunes

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Las grasas omega-3 y omega-6 tienen diferentes funciones, sobre todo con respecto a la inflamación. Como lo denominó un estudio, el omega-6 puede causar inflamación, mientras que el omega-3 la combate.9 Sin embargo:

"La inflamación es esencial para nuestra supervivencia. Ayuda a proteger nuestros cuerpos de infecciones y lesiones, pero también puede causar severos daños y contribuir a las enfermedades cuando la respuesta inflamatoria es inapropiada o excesiva".10

Entonces, ¿cómo evitar comer algo que es malo, en especial cuando, a menudo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, es tan rápida al defender alimentos que han demostrado estar claramente en mal concepto?

Una forma es estar consciente de los ingredientes que contienen los alimentos procesados que consume--y evitarlos por completo si es posible.

La investigación de Guyenet sobre cómo las grasas incorrectas cambian nuestro cuerpo se agrava por el hecho de que los aceites vegetales (que pertenecen al omega-6) se encuentran en muchos alimentos, y no sólo en forma de margarina y mantecas hidrogenadas.

Están en las galletas, snacks empaquetados, cremas para el café, alimentos fritos, productos horneados ya hechos, masa lista para usar y revestimientos para empanadas.

Además de los aceites vegetales, hay muchas otros inconvenientes que pueden derivarse del equilibrio nutricional que su cuerpo necesita. El azúcar y la soda son dos de los mayores problemas, sin embargo, hay otras cosas que pueden hacer a un lado un buen plan de nutrición.

Es por eso que es tan importante armarse con la información que usted y su familia necesitan para prevenir enfermedades y mantener su salud y bienestar. Estas son algunas cosas que puede hacer desde ahora para tomar el control de su salud y disfrutar su vida:

  • Aumente su consumo de grasas omega-3 de fuentes como sardinas, anchoas, salmón silvestre de Alaska y aceite de kril de alta calidad.
  • Utilice mantequilla y aceite de oliva virgen de primera presión. Para cocinar, el aceite de coco es excelente porque no se quema con rapidez y contiene múltiples ventajas para la salud.
  • Lea con cuidado las etiquetas. Investigue términos como "hidrogenación", "grasas trans", "jarabe de maíz de alta fructosa" y colorante para alimentos Red 40
  • Evite los alimentos procesados, incluidos los aceites vegetales procesados.
  • Consuma alimentos reales, no procesados ni artificiales. Para comenzar, los alimentos "reales" incluyen verduras cultivadas de forma orgánica, frutas con moderación, alimentos germinados, carne y huevo de animales alimentados con pastura; hierbas y salmón salvaje de Alaska.
  • Busque y consuma frutas, vegetales, carne, huevo y otros alimentos orgánicos lo más a menudo posible.