Estudio a Gran Escala Demuestra que una Alimentación Rica en Grasa Promueve la Salud y Longevidad

Dieta Alta en Grasas

Historia en Breve

  • El alto consumo de grasas saludables – especialmente las grasas saturadas--mejora la salud y longevidad. Las personas que obtuvieron el 35 % de sus calorías diarias de las grasas saludables tuvieron una probabilidad 23 % menor de morir durante el periodo de seguimiento de 7 años, en comparación con las personas que sólo obtuvieron el 10 % de sus calorías de las grasas
  • Las personas que obtuvieron el 77 % de sus calorías diarias de los carbohidratos tuvieron una probabilidad 28 % mayor de morir durante el estudio, en comparación con las personas que sólo obtuvieron el 46 % de sus calorías de los carbohidratos
  • Otra investigación demuestra que tan sólo nueve días de llevar una alimentación baja en azúcar puede reducir en más de 20 % la grasa en el hígado

Por el Dr. Mercola

Las mitocondrias – las diminutas fábricas de energía dentro de sus células – generan trifosfato de adenosina (ATP por sus siglas en inglés), la energía que su cuerpo necesita para que sus sistemas funcionen correctamente.

Sus mitocondrias también son las responsables de la apoptosis (muerte celular programada) y sirven como importantes moléculas de señalización que ayudan a regular su expresión genética. Por lo tanto, el estado de sus mitocondrias desempeña un papel clave en la salud y en las enfermedades.

Una vez que las mitocondrias se dañan y comienzan a fallar, sus reservas de energía comienzan a disminuir, lo que provoca una gran variedad de síntomas, algunos de los más comunes son dolor de cabeza y fatiga. También lo deja más vulnerable a enfermedades degenerativas como el cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes y problemas neurodegenerativos.

Desafortunadamente, el daño mitocondrial es muy común en estos días, esto gracias a la prevalencia de dietas a base de alimentos procesados, inactividad, falta de exposición al sol y a los campos electromagnéticos no naturales provenientes de teléfonos celulares, ruters, repetidores y más.

Todos estos factores contribuyen a la disfunción mitocondrial. Sin embargo, independientemente de su edad, su cuerpo puede renovarse y regenerarse – siempre y cuando tenga el combustible adecuado para hacerlo.

La dieta cetogénica – que es baja en carbohidratos netos y rica en grasas saludables – es la clave para mejorar la función mitocondrial. Las grasas saludables también desempeñan un papel importante en el mantenimiento del sistema eléctrico de su cuerpo.

Cuando su cuerpo es capaz de quemar grasa como combustible, su hígado crea grasas solubles en agua conocidas como cetonas, que se queman más eficientemente que los carbohidratos, por lo tanto, crean menos especies reactivas del oxígeno (ROS por sus siglas en inglés) y radicales libres secundarios.

Las cetonas también reducen la inflamación, mejoran el metabolismo de la glucosa1 y ayudan a construir masa muscular.2

Estudio Internacional Confirma la Teoría sobre la Grasa como Combustible

Los beneficios de la dieta cetogénica cíclica se detallan en mi libro más reciente titulado “Fat for Fuel”.3 Mientras que mi libro fue revisado por una docena de expertos en salud y científicos, recientemente, un estudio internacional a gran escala (conocido como estudio PURE o Prospective Urban Rural Epidemiology),4,5 se suma a la teoría de que el alto consumo de grasas saludables – especialmente las grasas saturadas – mejora la salud y la longevidad.

Como lo reportó STAT News:6

Su equipo de investigación registro los hábitos alimenticios de 135 000 adultos en 18 países – incluyendo a los países de altos, medianos y bajos ingresos – y dio seguimiento a la salud de los participantes durante siete años en promedio.

Entre los participantes del estudio PURE, aquellos con el mayor consumo de grasa alimenticia (35 % de calorías diarias) tuvieron una probabilidad 23 % menor de morir durante el periodo de estudio en comparación con aquellos con el menor consumo de grasa (10 % de calorías diarias).

Las tasas de diversas enfermedades cardiovasculares fueron esencialmente las mismas entre el grupo que consumió grasas, mientras que los derrames cerebrales fueron menos comunes entre el grupo con el mayor consumo de grasas.

Sin embargo, contrarío a la creencia popular, los resultados sobre el consumo de carbohidratos fueron en una dirección opuesta.

Es decir, los participantes de PURE con el mayor consumo de carbohidratos (77 % de calorías diarias) tuvieron una probabilidad 28 % mayor de morir en comparación con los participantes con un menor consumo de carbohidratos (46 % de calorías diarias)”.

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Una Alimentación Baja en Fructosa Reduce Significativamente la Grasa en el Hígado en Cuestión de Días

En noticias relacionadas, otro estudio reciente demostró que tan sólo nueve días de llevar una alimentación baja en azúcar puede reducir en más de 20 % la grasa en el hígado – una reducción que según la coautora del estudio, Susan Noworolski, es algo “sin precedentes”.

La fructosa procesada contenida en la soda, jugos de fruta y alimentos procesados es una de los principales culpables detrás de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD por sus siglas en inglés), un problema de salud que cada vez afecta a más niños. En las últimas dos décadas, se han duplicado las tasas de NAFLD entre los niños.

De acuerdo con el autor principal Jean-Marc Schwarz:

Nuestro estudio demuestra claramente que el azúcar se convierte en grasa, lo que podría explicar la epidemia de hígado graso entre los niños que consumen soda y alimentos con azucares añadidos.

También encontramos que el hígado graso es un problema que puede revertirse al eliminar la fructosa añadida de nuestra alimentación”.

La NAFDL aumenta su riesgo de diabetes tipo 2. La recomendación convencional para las personas con diabetes tipo 2 es una alimentación baja en grasas, sin embargo, esta y otras investigaciones refutan esta recomendación.7

Por el contrario, se ha demostrado que una alimentación rica en grasas y baja en carbohidratos mejora los niveles de azúcar y lípidos en la sangre.8

El Dr. Robert Lustig (que no estuvo involucrado en este estudio pero durante muchos años, ha estudiado el papel de la fructosa en las enfermedades) comentó acerca de estos resultados y dijo, “muchas personas piensan que la fructosa proporciona calorías vacías.

Pero no es así, son calorías tóxicas porque sólo se metabolizan en el hígado y el hígado las convierte el exceso en grasa”.

La Asociación Americana del Corazón Ha Estado Equivocada

En junio, la Asociación Americana del Corazón (AHA) sorprendió a todas las personas que se preocupan por su salud en todo el mundo al declarar que el aceite de coco es peligroso y recomendó a las personas remplazarlo por la mantequilla o margarina con el fin de proteger su corazón.9

De acuerdo con la AHA, remplazar las grasas saturadas con grasas poliinsaturadas como la margarina y el aceite vegetal podría reducir en un 30 % su riesgo de enfermedades cardíacas.

Esta recomendación es bastante cuestionable si consideramos que la margarina y los aceites vegetales poliinsaturados10 han sido científicamente identificados como el tipo de grasas que CAUSAN enfermedades cardíacas y otros problemas de salud, mientras que las grasas saturadas han demostrado todo lo contrario.

Los aceites vegetales son particularmente dañinos cuando se utilizan para cocinar, ya que al calentarse producen productos de oxidación tóxicos como los aldehídos cíclicos.

También son ricos en grasas poliinsaturadas dañadas como las omega-6. En grandes cantidades, estas grasas no pueden quemarse en forma de combustible. En lugar de eso, se acumulan en las membranas celulares y mitocondriales en donde son altamente susceptibles al daño oxidativo.

En pocas palabras, las margarinas y los aceites vegetales causan disfunción metabólica y mitocondrial, ¡así que no tienen nada de saludables!

La comisión asesora de la AHA fue enviada a cardiólogos de todo el mundo, no sólo en los Estados Unidos. En general, la AHA recomienda limitar su consumo diario de grasas saturadas 6 % o menos de sus calorías diarias11 – una cantidad que se encuentra muy por debajo del 50 % o más que necesitan la mayoría de las personas para tener una salud óptima.

Sin embargo, se hizo rápidamente evidente que la AHA era la responsable de seleccionar cuidadosamente datos desactualizados con el fin de respaldar esta recomendación obsoleta.12

De hecho, la AHA basa su anticuada recomendación en estudios de décadas pasadas. Los cuatro estudios que decidieron incluir datan de la década de 1960 y principios de 1970 – época en la que apareció y propagó el mito sobre la dieta baja en grasas.

Por otra parte, ninguno de estos estudios incluyó el aceite de coco, lo que significa que la AHA no tiene bases para afirmar que el aceite de coco en una grasa dañina.

Desde la década de 1970, la ciencia nutricional ha tenido avances significativos y los estudios han demostrado repetidamente que las dietas ricas en grasa NO promueven las enfermedades cardíacas. El estudio mencionado anteriormente es tan sólo uno de los muchos estudios que lo demuestran.

¿Por Qué la AHA se Aferra a la Ciencia Desactualizada?

Seguramente se está preguntando, por qué la AHA decidió ignorar décadas de estudios científicos que demuestran que las grasas saturadas no tienen ningún impacto en la salud del corazón.

Pues al analizarlo de cerca podemos darnos cuenta que esta recomendación sobre los aceites vegetales llega al mismo tiempo que las noticias sobre una vacuna para reducir los niveles de colesterol.13,14 Si las personas sólo consumieran grasas saturadas saludables como el aceite de coco y mantequilla, no habría necesidad de crear una vacuna.

Por supuesto que, detrás de todo esto también hay otros incentivos financieros, por no mencionar la negativa por admitir que la recomendación que le han dado a casi dos generaciones de personas podría haber dañado a millones.

Como lo señaló Nina Teicholz, una periodista de investigación y autora de “The Big Fat Surprise: Why Butter, Meat, and Cheese Belong in a Healthy Diet”:15

Para mí, la recomendación hecha por la AHA en junio fue desconcertante. ¿Cómo sus científicos han examinado los mismos estudios que yo y no han cambiado su postura sobre las grasas saturadas?

Un cardiólogo y yo analizamos los aspectos prácticos del artículo de la AHA y llegamos a la conclusión que: probablemente son los intereses comerciales y no la ciencia sólida lo que ha llevado a esta recomendación, así como la necesidad de la AHA de respaldar la recomendación para un “corazón sano” que han estado dando durante casi 70 años…

El hecho de que la AHA se niegue tanto a actualizar su visión sobre las grasas saturadas a pesar de toda la ciencia legitima, podría reflejar la inquebrantable devoción de la asociación por una creencia que ha promovido durante décadas.

O podría deberse a que dependen en gran medida del financiamiento de las industrias interesadas en este tema como lo es el fabricante de aceites vegetales Procter & Gamble, creador de Crisco…

Recientemente, Bayer, dueño de la soya LibertyLink, acordó darle más de $500 000 dólares a la AHA, quizá para compensar el apoyo que este grupo le ha dado al aceite de soya, que hoy en día, es por mucho el ingrediente más común en los “aceites vegetales” consumidos en los Estados Unidos”.

Los Beneficios de la Dieta Cetogénica Cíclica

La dieta MMT es una dieta cetogénica cíclica, rica en grasas saludables y fibra, baja en carbohidratos netos con una cantidad moderada de proteína. Este componente cíclico es muy importante porque la cetosis a largo plazo tiene sus inconvenientes que pueden impactar negativamente en su salud y longevidad. Una de las razones principales del componente cíclico de la cetosis se debe a que la “magia metabólica” en la mitocondria ocurre durante la fase de realimentación, no durante la fase de inanición.

Lo ideal es que una vez que haya establecido la cetosis, regrese al consumo de 100 a 150 gramos de carbohidratos los días de la semana que practique su entrenamiento de fuerza. La MMT tiene muchos beneficios realmente importantes y podría ser la respuesta que ha estado buscando si tiene problemas de peso o un problema de salud crónico. Algunos de los beneficios más importantes de este programa son:

Pérdida de peso

Al rebalancear la química corporal, se producen una pérdida y/o un mayor control del peso, casi sin esfuerzo. Los estudios han demostrado que llevar una dieta cetogénica podría duplicar la pérdida de peso, en comparación con una dieta baja en grasas.16 Al reducir el apetito y los antojos de carbohidratos, también disminuye el riesgo de comer en exceso.

Menor inflamación

Cuando las grasas alimenticias son quemadas como combustible, liberan un número mucho menor de ROS y radicales libres secundarios, en comparación con el azúcar. Además, las cetonas son inhibidores muy eficaces de la histona desacetilasa (HDAC, por sus siglas en inglés), que reducen eficazmente las respuestas inflamatorias.

De hecho, se han desarrollado muchos medicamentos para tratar enfermedades inflamatorias relacionadas con el sistema inmunológico, que son inhibidores de HDAC. Una estrategia más segura y más racional sería utilizar una dieta cetogénica, ya que es uno de los métodos más eficaces para reducir los niveles de inflamación, a través de inhibir a la HDAC.

Menor riesgo de cáncer

Aunque todas las células (incluyendo a las células cancerígenas) podrían utilizar la glucosa como combustible, las células cancerígenas carecen de la flexibilidad metabólica para utilizar cetonas para cumplir con sus necesidades energéticas, a diferencia de las células normales.

Una vez que su cuerpo entra en un estado de cetosis nutricional, las células cancerígenas son más susceptibles a ser eliminadas por su cuerpo a través de un proceso llamado autofagia.

Una dieta cetogénica cíclica es una herramienta fundamental y esencial que necesita ser integrada en el control de casi todos los tipos de cáncer.

Mayor masa muscular

Las cetonas reponen los aminoácidos de cadena ramificada, al dejar niveles más elevados de ellos, lo que promueve el desarrollo de masa muscular.17 Sin embargo, debe tener cuidado y asegurarse de realizar la cetosis cíclica. La cetosis crónica ocasionará una pérdida muscular, ya que su cuerpo afecta a la vía mTOR, que es importante para el crecimiento anabólico.

Esta vía necesita ser estimulada, solo que eso no debe ser constantemente, ya que muchas personas llevan una alimentación alta en proteínas.

Menores niveles de insulina

Mantener menores niveles de insulina ayuda a prevenir la resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y enfermedades relacionadas.

La investigación ha demostrado que las personas que padecen diabetes y llevan una dieta cetogénica baja en carbohidratos, son capaces de reducir significativamente su dependencia a los medicamentos para la diabetes, e inclusive podrían revertir esta enfermedad.18

Al disminuir la resistencia a la insulina también reducirá su riesgo de la enfermedad de Alzheimer. Las recientes investigaciones refuerzan aún más la existencia de un vínculo entre la resistencia a la insulina y la demencia, particularmente entre las personas que ya padecen enfermedades cardiacas.19,20,21

Claridad mental

Una de las primeras cosas que las personas realmente notan, una vez que empiezan a quemar grasas como combustible, es que cualquier "niebla cerebral" que padezcan, desaparece, y de repente pueden pensar de una forma más clara. Como se mencionó anteriormente, las cetonas son el combustible preferido para su cerebro; por lo tanto, estas mejoran la claridad mental.

Mayor longevidad

Una de las razones por las que puede sobrevivir un largo período de tiempo sin consumir alimentos se debe al proceso de la cetosis, que evita la degradación de las proteínas.22

Un efecto muy constante observado en las personas que llevan una dieta cetogénica, es que elevan los niveles de leucina en la sangre y otras proteínas estructurales importantes, lo que permite que estas proteínas realicen una serie de importantes funciones de señalización.

Las cetonas también replican la esperanza de vida, al extender las propiedades de restricción calórica23 (en ayunas), que incluye mejorar el metabolismo de la glucosa; disminuir la Inflamación; eliminar las células inmunológicas que funcionan mal;24 reducir los niveles de IGF-1, uno de los factores que regulan las vías de desarrollo y genes de crecimiento, y es un factor importante en el envejecimiento acelerado; regeneración celular/intracelular, y el rejuvenecimiento (autofagia y mitofagia).25