Cómo las Terapias Metabólicas Previenen y Tratan las Enfermedades Crónicas

Alzheimer

Historia en Breve

  • Cada vez más pruebas demuestran que enfermedades como el cáncer y Alzheimer son enfermedades metabólicas, lo que significa que las puede prevenir, tratarse y recuperarse de ellas, tal como ocurre con otros padecimientos metabólicos como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas
  • Ahora varios expertos e investigadores están convencidos de que la respuesta a las epidemias de cáncer y Alzheimer que van en aumento, es una dieta cetogénica y otro soporte metabólico, como el ayuno, tratamientos con oxígeno hiperbárico y la suplementación alimenticia
  • Durante el ayuno o la cetosis, el cerebro hace una transición para emplear cuerpos cetónicos derivados de las grasas alimenticias como su combustible principal, y las cetonas tienen poderosos efectos neuroprotectores y mejoran la función cerebral
  • Las células sanas tienen la flexibilidad metabólica para usar tanto glucosa como cetonas (que se obtienen de los alimentos, a partir de carbohidratos y grasas saludables, respectivamente), mientras que las células cancerosas no pueden usar cetonas como combustible ya que tienen dañadas sus mitocondrias
  • La cetosis nutricional previene y combate el cáncer al optimizar la función mitocondrial, disminuir los niveles de la glucosa e insulina en la sangre, aumentar la oxigenación tisular, reducir la generación de radicales libres, regular negativamente los oncogenes y positivamente los genes supresores tumorales

Por el Dr. Mercola

En los Estados Unidos, el cáncer se ha convertido en el principal problema de salud de la población. Según la Sociedad Americana del Cáncer, en nuestro país todos los días mueren más de 1600 personas a causa del cáncer; eso es más de 600 000 personas al año.

Cuando se incluye a toda la población mundial, ese número se multiplica por diez, y aumenta a más de 7.6 millones de personas. Las estadísticas sugieren que la mitad de todos los hombres y 4 de cada 10 mujeres desarrollarán cáncer durante sus vidas.

La enfermedad de Alzheimer es otra gran amenaza para la salud, que ha aumentado drásticamente en los últimos años. Entre 1999 y el 2014, la tasa de mortalidad por Alzheimer aumentó en un 55 %.

Según las últimas estadísticas, en los Estados Unidos, la enfermedad de Alzheimer cobra más de medio millón de vidas al año, y a menos de que haya cambios radicales, muchos expertos proyectan que la mitad de la población tarde o temprano la desarrollará.

Estas son estadísticas desalentadoras, pero hay esperanza. Cada vez más evidencia demuestra que estas dos enfermedades--al igual que muchas de las otras principales amenazas para la salud--son enfermedades metabólicas.

En realidad, esto es una buena noticia, porque significa que las puede prevenir, tratar y recuperarse de ellas como ocurre con otras afecciones metabólicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.

La Dieta Cetogénica Demuestra Ser Una Prometedora y Excelente Herramienta Contra las Enfermedades Crónicas

Ahora varios expertos e investigadores están convencidos de que la respuesta a las epidemias del cáncer y Alzheimer que van en aumento, es una dieta cetogénica y otro soporte metabólico.

La cetosis nutricional es el estado metabólico asociado con un aumento en la producción de cetonas en el hígado; es decir, el reflejo biológico de poder quemar grasas, y se define como tener cetonas en la sangre en un intervalo de 0.5 a 3.0 milimoles por litro.

En lo personal, creo que la terapia metabólica—que empieza con una dieta cetogénica--es un aspecto completamente crucial en el tratamiento y prevención de la demencia y el cáncer, y ojalá que algún día sea adoptada como la primera línea de tratamiento por la medicina convencional.

¿Qué es la Terapia Metabólica?

Terapia metabólica es un término general que incluye nutrición (sobre todo en forma de una dieta cetogénica), suplementos alimenticios, medicamentos que tienen influencia terapéutica en el metabolismo de la energía, ayuno, hipertermia, terapia con oxígeno hiperbárico, entre otros aspectos.

Hace poco platiqué con Dominic D'Agostino, Ph.D., es profesor asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad del Sur de Florida.

Él imparte cursos de farmacología molecular y fisiología, y se mantiene involucrado en varios estudios que investigan los tratamientos metabólicos para los trastornos neurológicos tales como las convulsiones, Alzheimer, esclerosis lateral amiotrófica y el cáncer, todos los cuales están relacionados con el metabolismo.

D'Agostino se enfoca en los efectos biológicos de la cetosis nutricional y en los suplementos de cetonas y ha llegado a considerar el ayuno como una ayuda terapéutica para mejorar el metabolismo cerebral.

En mi último libro, "Fat for Fuel" (Grasas Como Combustible) presento un programa llamado terapia metabólica mitocondrial (MMT, por sus siglas en inglés), que es una forma de terapia metabólica.

Con el fin de favorecer a sus mitocondrias, la MMT no solo incluye la cetosis cíclica, sino también una variedad de otras estrategias además de la alimentación, tales como la termogénesis inducida por el frío, fotobiología, desintoxicación, ejercicio y prevención de la exposición a los campos electromagnéticos (EMFs, por sus siglas en inglés).

D'Agostino dice que las terapias metabólicas tienen la capacidad de tratar una amplia gama de patologías, no solo el cáncer, lo que las hace aún más valiosas desde el punto de vista clínico.

"De una forma u otra, la mayoría de los padecimientos, en especial las afecciones cerebrales--enfermedades neurodegenerativas--están relacionadas fisiopatológicamente con la desregulación de la energía", dice D'Agostino.

"Entonces, por lo regular, una terapia metabólica puede mejorar el metabolismo de la energía del cerebro ante estos déficits metabólicos".

Lo que esto significa es que, aunque podría estar abordando un problema en específico, como el cáncer, la terapia también mejorará otros aspectos de su salud, incluida su función cerebral. Entonces, es una situación con ventajas múltiples.

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Las Cetonas Alimentan Su Cuerpo y Cerebro Mientras Deja de Comer

Como me explicó D'Agostino, hace años que se pensaba que el cerebro solo podía funcionar con glucosa, sin embargo, estudios que analizaron los efectos de la hambruna demostraron lo contrario.

De hecho, durante la privación de los alimentos, como sucede en un episodio de ayuno, el cerebro cambia a cetonas provenientes de las grasas de los alimentos, como su combustible principal, y dichas cetonas realmente mejoran su función cerebral.

Si lleva la alimentación regular, que tiende a ser más alta en carbohidratos netos que en grasas, su cerebro empleará glucosa, casi exclusivamente, como su combustible principal.

D'Agostino cita un estudio en el que los participantes con sobrepeso ayunaron durante 40 días. Después de la primera semana, sus cetonas se dispararon, superando a la glucosa como la principal fuente de combustible para el cuerpo (y el cerebro).

Los estudios también han demostrado que durante el ayuno, al menos dos tercios o más de la energía que su cuerpo produce, se deriva de los cuerpos cetónicos. "Entonces, las cetonas funcionan como un combustible alternativo para el cerebro [cuando] la glucosa no está disponible", explica D'Agostino.

Ahora, para la mayoría de las personas, colocar a su cuerpo en modo de inanición al practicar ayunos de agua más largos, no es una opción atractiva. La buena noticia es que una dieta cetogénica imita los efectos del ayuno debido a que eleva las cetonas y reduce los niveles de glucosa en la sangre.

La clave de la cetosis nutricional es doble: debe reducir drásticamente la cantidad de carbohidratos netos que consume (carbohidratos totales menos fibra) y debe consumir una cantidad significativa de grasas alimenticias saludables.

Esta combinación es lo que eleva su nivel de cetonas y disminuye su glucosa e insulina. También moviliza la energía almacenada en las células de grasa, por lo que una dieta cetogénica generalmente produce una reducción significativa de peso corporal.

Los Beneficios de la Suplementación con Cetonas

Las cetonas hechas por su cuerpo se llaman endógenas. Pero también puede suministrarle a su cuerpo sales cetonas exógenas, ésteres o precursores de cetonas como el aceite de triglicéridos de cadena media (MCT), el aceite de coco contiene algunos MCT, pero el aceite puro de MCT es una fuente más concentrada de grasas de cadena más corta que es más fácil convertir a cetonas.

La mayoría de las marcas comerciales de aceite MCT contienen solo dos de los ácidos grasos que se encuentran en el aceite de coco: grasas de ocho carbonos (C8) y 10 carbonos (C10). Por lo general, contienen una combinación de 50/50 de ambas longitudes de cadena, aproximadamente.

Prefiero tomar C8 (también conocido como ácido caprílico) solo, ya que se convierte en cetonas mucho más rápidamente que las grasas C10, y puede ser más fácil de digerir.

El aceite de coco proporciona una mezcla de todas las grasas de cadena media, incluidas las C6, C8, C10 y C12, la última de las cuales también se conoce como ácido láurico, que representa más de la mitad de la grasa que contiene el aceite de coco. Hay beneficios para todos estos ácidos grasos. Sin embargo, el aceite MCT es más eficaz para aumentar los niveles de cetonas.

Los MCT se procesan de forma diferente a las grasas de cadena larga de su alimentación. Por lo general, una grasa que entra a su cuerpo debe mezclarse con la bilis que libera la vesícula biliar y las enzimas pancreáticas actúan sobre ella con el fin de descomponerla en el sistema digestivo.

Las MCT no necesitan bilis ni enzimas pancreáticas. Una vez que llegan a su intestino, se propagan a través de la membrana intestinal en el torrente sanguíneo y se transportan directamente al hígado, que convierte el aceite en cetonas, de manera natural.

Luego, el hígado libera las cetonas de regreso en el torrente sanguíneo, donde se transportan hacia todo el cuerpo. Incluso pueden atravesar la barrera hematoencefálica para suministrarle energía al cerebro.

D'Agostino dice que la investigación demuestra que el aceite de MCT puede mejorar la función cognitiva en personas con deterioro cognitivo leve. El aceite de MCT elevará su nivel de cetonas, incluso si no ayuna ni lleva una dieta cetogénica. El efecto no va a ser tan drástico como cuando ayuna o lleva una dieta cetogénica, pero puede simular un ligero estado de cetosis.

D'Agostino también revisa el uso de sales cetonas y ésteres cetónicos sintéticos, que utiliza en su propia investigación. Las pruebas revelan que la administración de una sola dosis de cetonas sintéticas acetoacéticas provoca una elevación rápida de los ésteres de cetona en 30 minutos que se mantiene durante más de cuatro horas.

Algunos de los estudios de D'Agostino demuestran que la cetosis nutricional puede mantenerse hasta por 12 horas con cetonas suplementarias.

Según D'Agostino, "la cetosis terapéutica, hasta 2.5 milimoles [por litro], es difícil de mantener, sin embargo, con la suplementación alimenticia de cetonas descubrimos que es posible. Por lo tanto, podemos liberar cetonas durante 15 a 30 minutos con la administración de estos agentes cetogénicos sintéticos".

La suplementación con cetonas también provoca una disminución significativa de la glucosa durante los 30 a 60 minutos siguientes a la administración. De hecho, la glucosa se reduce en mayor grado que lo que se puede lograr con medicamentos antiglucémicos como la metformina.

Con Frecuencia una Dieta Cetogénica Es Mejor que los Medicamentos Para el Tratamiento de la Epilepsia

La epilepsia es un trastorno neurológico que se caracteriza por provocar las descargas eléctricas anormales en el cerebro que desencadenan convulsiones. La Epilepsy Foundation sugiere que la epilepsia es la cuarta afección neurológica más común y se estima que afecta a 65 millones de personas en todo el mundo.1

En los Estados Unidos, cerca de 150 000 personas son diagnosticados con epilepsia cada año, y los niños y adultos mayores experimentan las tasas de incidencia más elevadas.2 La cetosis nutricional ha demostrado ser un tratamiento muy efectivo para muchas personas con epilepsia, especialmente los niños que no responden bien a los medicamentos utilizados.

La investigación demuestra que en ratas la administración de ésteres cetónicos sintéticos aumenta en un sorprendente 575 % la resistencia a las convulsiones, "lo cual está por encima y más allá de cualquier medicamento anticonvulsivo que se haya probado en este modelo", señala D'Agostino.

Continúa para describir y explicar el mecanismo anticonvulsivo y neuroprotector de las cetonas. En resumen, tanto una dieta cetogénica como la suplementación con cetonas sintéticas alteran la proporción de ácido gamma amino butírico (GABA, por sus siglas en inglés) y glutamato en el cerebro.

El glutamato es un neurotransmisor excitador que se utiliza para producir GABA, el cual tiene un efecto inhibidor. La relación entre el glutamato (excitador) y el GABA (inhibidor) determina la excitabilidad neta de sus neuronas cerebrales.

Cuando se encuentra en un estado de cetosis, la proporción de GABA y glutamato es más alta que cuando no está en cetosis, la cual tiene un efecto estabilizador y neuroprotector en su cerebro.

Según lo explica D'Agostino, "no solo le proporciona más energía a su cerebro, sino que también evita que esté en un estado de excitación excesiva que podría desencadenar un ataque".

Padecimientos y Enfermedades que Pueden Beneficiarse de las Cetonas

La investigación de D'Agostino también muestra que las cetonas suprimen la generación de especies reactivas del oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) y dañan a los radicales libres al mejorar la función mitocondrial. Explica: "Las mitocondrias son los organismos de energía dentro de las células. También son el punto de producción de radicales libres.

Al mejorar su eficiencia mitocondrial--a medida que el oxígeno pasa a través de las mitocondrias para producir energía--menos de ese oxígeno se convierte en un radical libre de oxígeno". Es decir, uno de los mecanismos neuroprotectores de las cetonas es su capacidad para reducir las ROS.

Esto también tiene implicaciones directas en el desarrollo del cáncer. Las ROS se generan principalmente al unirse a la coenzima Q en la cadena de transporte de electrones. Tanto la glucosa como los ácidos grasos producen FADH2, que puede generar ROS.

Por el contrario, los cuerpos cetónicos que provienen de las grasas producen solo NADH, lo que aumenta el intervalo redox al unirse de a la coenzima Q y a su vez reduce la producción de ROS. Por lo tanto, los cuerpos cetónicos se consideran un combustible "más limpio" que la glucosa.

Ahora, si sus mitocondrias generan menos ROS, tendrá menos daño mitocondrial y de su ADN. Entonces, cambiar el combustible que está alimentando a su cuerpo no es el único componente clave para el tratamiento del cáncer, sino que, desde mi punto de vista, es la principal forma de evitar que el cáncer se desarrolle desde el principio.

Las cetonas--ya sea por cetosis nutricional o por el uso de un suplemento de cetonas--también mejoran el metabolismo energético del cerebro y aumentan las reservas de energía en el cerebro. Estos efectos terapéuticos se pueden explotar en beneficio de muchos padecimientos y enfermedades distintos, que incluyen:

Hipoxia (que puede ser resultado de un derrame cerebral, viaje espacial o incluso una exposición a gran altitud)

Síndrome de deficiencia del transportador de glucosa (un trastorno genético convulsivo)

Síndrome de Angelman (un desorden convulsivo y disfunción motora)

Enfermedad de Lou Gehrig o esclerosis lateral amiotrófica (ALS, por sus siglas en inglés)

Alzheimer

Parkinson

Epilepsia

Lesión por trauma cerebral

Mala cicatrización

Cáncer

Algunos de estos síndromes, en particular el síndrome de deficiencia del transportador de glucosa y el síndrome de Angleman, requieren que los pacientes sigan una dieta cetogénica muy estricta para evitar convulsiones.

La investigación de D'Agostino sugiere que es posible utilizar cetonas suplementarias, lo cual permite que estos pacientes puedan ser menos estrictos con su alimentación, sin renunciar a los beneficios de la cetosis nutricional estricta. Con respecto a la cicatrización, se ha demostrado que las cetonas aumentan la profusión de sangre en el área herida, lo cual facilita la cicatrización.

El Efecto de las Cetonas Sobre las Células Cancerosas

D'Agostino ha demostrado que el oxígeno, a niveles que no son tóxicos para las células sanas, es tóxico para las células cancerosas. En esencia, las células del cáncer son más vulnerables a la toxicidad por oxígeno. Su equipo también ha demostrado que las cetonas son tóxicas para las células cancerosas.

Cuando las células cancerosas se colocan en una placa de Petri y solo se alimentan de cetonas, simplemente mueren. Por otro lado, las células saludables se desarrollarán mejor en presencia de cetonas sin glucosa.

Lo que esta y otras investigaciones nos dicen es que las células saludables, incluidas las células cerebrales, tienen un alto grado de flexibilidad metabólica y pueden desarrollarse con glucosa o cetonas (obtenidas a través de sus alimentos con carbohidratos o grasas saludables, respectivamente).

No sucede lo mismo con las células cancerosas. Las fallas en su metabolismo debido al daño mitocondrial, les impiden metabolizar las cetonas. Por esta razón, la glucosa es el combustible principal que permite que las células cancerosas prosperen.

Una investigación realizada por Thomas Seyfried, Ph.D., profesor de biología en la Universidad de Boston y experto e investigador líder en el campo del metabolismo del cáncer y la cetosis nutricional, demuestra que el crecimiento de tumores está estrechamente relacionado con sus niveles de glucosa en la sangre.

Cuando los niveles de glucosa y glutamina son bajos y los niveles de cetonas son altos, el tumor crece muy poco y a medida que aumentan los niveles de glucosa, el crecimiento del tumor aumenta junto con ellos. De hecho, la prueba de PET con fluorodesoxiglucosa es una tecnología que muestra el consumo de glucosa en el tejido, lo que le permite identificar y rastrear la agresividad de los tumores cancerosos.

Todos los Cánceres Surgen de la Disfunción Mitocondrial

Independientemente del cáncer, las células cancerosas tienen el mismo fenotipo metabólico--todas sufren de consumo excesivo de glucosa, que es el resultado de una disfunción mitocondrial.

Las cetonas se metabolizan por completo dentro de la membrana mitocondrial, por lo que sus mitocondrias deben ser completamente funcionales para producir energía a partir de las cetonas, y esta es la funcionalidad de la que carecen todas las células cancerosas.

Ahora, además de una dieta inadecuada, sus mitocondrias también pueden deteriorarse debido a varios desencadenantes químicos y ambientales, por eso es tan importante consumir alimentos enteros y orgánicos (con el fin de evitar los pesticidas y aditivos alimenticios sintéticos) y prevenir las exposiciones a los químicos provenientes de los artículos y productos para el hogar y de cuidado personal de uso diario.

Además, según lo explica D'Agostino, sus mitocondrias se deterioran y se vuelven cada vez más disfuncionales a medida que avanza en edad, y, dado que las mitocondrias producen al menos un 90 % de la energía celular, conforme su función mitocondrial comienza a deteriorase, el metabolismo de la glucosa se regula positivamente para compensar esa disminución en la producción de energía.

A medida que la función mitocondrial disminuye, también se desestabiliza el genoma nuclear, que desencadena la activación de los oncogenes--genes que causan cáncer.

También puede inhibir los genes supresores de tumores. Con la activación de los oncogenes, también incrementa la actividad enzimática de la glucólisis, lo que permite una mayor generación de energía a partir del azúcar.

Como señaló D'Agostino, "si todo cáncer surge de la disfunción mitocondrial, entonces reemplazar las mitocondrias dañadas con mitocondrias normales debería prevenirlo".

En otras palabras, una mitocondria que produce suficiente respiración, es decir, energía, debe suprimir el crecimiento de tumores sin importar el número y tipo de mutaciones... presentes en el núcleo de las células cancerosas".

En síntesis, en esto consisten las terapias metabólicas debido a que las mitocondrias saludables actúan como un supresor definitivo de los tumores. La investigación incluso demuestra que las mitocondrias sanas suprimen el crecimiento tumoral aún en presencia de un oncogén en el núcleo celular.

Como ya se mencionó, la función mitocondrial puede mejorarse de diferentes maneras, pero cuando se trata de su alimentación, una dieta baja en carbohidratos y rica en grasas saludables y/o el ayuno, son las claves para favorecer su salud mitocondrial.

Según D'Agostino, en las ratas, los mejores resultados se obtuvieron de una combinación de dieta cetogénica, suplementos de cetónicos y terapia con oxígeno hiperbárico.

En resumen, la razón para emplear una dieta cetogénica y otras terapias metabólicas es, en primer lugar, tratar y reparar los defectos mitocondriales que provocan padecimientos o enfermedades. De nuevo, la cetosis nutricional previene y combate el cáncer al:

Optimizar la función y biogénesis mitocondrial, así como la producción de energía

Disminuir los niveles de glucosa en la sangre, glucólisis y gluconeogénesis

Disminuir sus niveles de insulina

Aumentar la oxigenación tisular

Reducir la producción de ROS y radicales libres secundarios

Regular negativamente los oncogenes y positivamente los genes supresores de tumores

Cómo Evaluar la Salud de Sus Mitocondrias

Entonces, ¿cómo puede medir la salud de sus mitocondrias? Hay un par de formas de hacerlo. Seyfried publicó un documento sobre el medidor (GKI)3 del índice de cetonas de glucosa en una revista de libre acceso, al que cualquier persona puede acceder.

Puede usar ese medidor para evaluar la salud y la vitalidad de sus mitocondrias. El medidor GKI analiza su proporción glucosa/cetonas. Las cetonas se deben medir en la sangre, no en la orina, y debe ingresar su glucosa en milimoles, no en miligramos por decilitro (mg/dL).

Si tiene una proporción de glucosa a cetonas de 1.0 o menos, sabrá que tiene mitocondrias saludables. Ahora, obtener un 1.0 puede ser difícil. La última vez que ayune por cuatro días, en el último día mi glucosa estaba en 40 (2.2 mmol/l) y mis cetonas en 8, lo que me dio como resultado una proporción de 0.27, muy por debajo del umbral de 1.0.

Es probable que necesite practicar un ayuno de agua completo, tal como yo lo hice para obtener ese nivel tan bajo. Sin embargo, no es necesario que permanezca en una zona demasiado baja durante mucho tiempo. Por otra parte, si tiene cáncer, deberá alcanzar ese marcador en la medida de lo posible.

Como lo explicó Seyfried en una entrevista previa,4 puede reducir su nivel de azúcar en la sangre al practicar el ayuno de agua durante tres o cuatro días y luego tomar un poco de cetonas exógenas, como el aceite MCT.

Además, para prevenir el cáncer, no es necesario que permanezca en este nivel tan bajo durante más de cinco días cada seis meses, como guía general. Si ya tiene cáncer, deberá permanecer en un nivel bajo durante más tiempo. Como lo explicó Seyfried:

"Hemos realizado algunos interesantes análisis de regresión lineal sobre la supervivencia de ratones con cáncer y el uso del GKI... Definitivamente hay una relación estadística acerca de cuánto tiempo puede mantener su GKI [y] cuánto tiempo puede sobrevivir con un cáncer muy agresivo. Es claro que solo es un sistema de biomarcadores que les permite a las personas ayudar a combatir su propio cáncer".

Recursos Útiles Para Implementar la Terapia Metabólica

Si termina tan convencido de las cualidades de esta teoría como yo, hay varios recursos muy buenos que puede consultar para aprender más sobre la implementación práctica de varias terapias metabólicas. Como se mencionó, "Fat for Fuel" detalla mi programa completo que está dirigido a optimizar la función mitocondrial. También ofrezco un curso en línea sobre MMT para acompañar el libro.

El curso consta de siete lecciones integrales para enseñarle las claves para combatir las enfermedades crónicas y optimizar su salud y esperanza de vida. Si usted o un ser querido tiene cáncer, también reforzará cualquier tratamiento oncológico que pudiera estar llevando.

Un componente clave que diferencia la MMT de la mayoría de los otros planes de alimentación cetogénica es su énfasis en la cetosis CÍCLICA.

Una vez que su cuerpo comience a quemar grasas como combustible, deberá hacer la transición a una dieta cetogénica cíclica debido a que el estado de cetosis continuo a largo plazo tiene algunos serios inconvenientes que podrían mermar su salud y longevidad.

En realidad, la "magia metabólica" de las mitocondrias ocurre durante la fase de realimentación, no durante la fase de privación de los alimentos. Por desgracia, no puede alcanzar esa magia a menos que pase por la fase de inanición. Otros recursos útiles incluyen los siguientes:

  • DietaryTherapies.com: un recurso proporcionado por Miriam Kalamian, una nutricionista que ha trabajado con Seyfried desde el principio, y ha asesorado a muchos pacientes con cáncer acerca la dieta cetogénica que recomienda. También colaboró ​​conmigo en la creación de mi curso de MMT
  • The Charlie Foundation for Ketogenic Therapies:5 La Fundación Charlie que fue recomendada por D'Agostino, es un recurso para las personas que buscan ayuda para una variedad de padecimientos que incluyen epilepsia, migrañas, depresión, trastornos neurológicos y cáncer.
  • MetabolicOptimization.com:6 Un blog creado por D'Agostino y Travis Christofferson, autor de "Tripping Over the Truth: The Return of the Metabolic Theory of Cancer Illuminates a New and Hopeful Path to a Cure". Aquí puede encontrar entrevistas con científicos involucrados en la investigación cetogénica y mucho más