La importancia del biocarbón y los sistemas regenerativos para la salud del suelo

Biocarbón

Historia en Breve

  • Según las estimaciones, se ha perdido el 80 % del carbono en el suelo de áreas con una gran producción agrícola debido al arado destructivo, el pastoreo excesivo y el uso de fertilizantes y pesticidas químicos que reducen los niveles de carbono
  • Al reincorporar más carbono en el suelo y prevenir su pérdida, podemos abordar muchos de los problemas más acuciantes de la actualidad, lo que incluye las cada vez más escasas reservas de agua, la degeneración del suelo y la mala nutrición
  • La captación de carbono, también conocida como secuestro de carbono, puede reducir la carga de CO2 en la atmósfera, y una vez en el suelo, nutrirá activamente su salud y mejora su retención de agua
  • El carbono orgánico se almacena en el suelo al unirse solo a ciertas estructuras del mismo, y de forma paralela, su capacidad para absorber dióxido de carbono está directamente relacionada con su salud
  • Una forma de aumentar el carbono en su suelo es agregar biocarbón, este se elabora al calentar lentamente una biomasa dentro de un ambiente con poco oxígeno (como un horno) hasta que se queme todo menos el carbón

Por el Dr. Mercola

Es fácil olvidar que no hace mucho tiempo, toda la comida se cultivaba orgánicamente con técnicas que apoyaban al ecosistema y medioambiente. Esto cambió de manera radical en la década de 1940 cuando la Revolución Ecológica se afianzó y las técnicas agrícolas de las industrias dependientes de productos químicos se extendieron rápidamente hasta consolidarse como algo habitual.

La agricultura orgánica sustentó a la humanidad por milenios. En cambio, la agricultura industrial ha generado un sinfín de situaciones insostenibles en menos de 70 años, y la evidencia sugiere que quizás no llegaremos al final del siglo si seguimos por este camino.

Por fortuna, existen soluciones y una parte cada vez mayor de nuestras comunidades agrícolas está comenzando a prestar atención a las señales de advertencia.

Además, los consumidores son cada vez más conscientes de los problemas relacionados con la agricultura industrial y están demandando alimentos más nutritivos y de mayor calidad que se cultiven de una manera que ayude al medioambiente en lugar de privarlo de sus recursos.

"Dirt Rich" (Tierra Próspera), analiza estos problemas desde su origen y se centra en cómo podemos mejorar la calidad del suelo – en concreto, al reincorporar más carbono en el suelo y evitar su pérdida. Hoy por hoy se ha podido constatar que podemos resolver muchos de los problemas más acuciantes de nuestro entorno.

La agricultura industrial nos ha llevado por un camino peligroso

La destrucción de la capa superior del suelo, así como la erosión y la desertificación se ven exacerbadas por diversas prácticas industriales como la labranza, el uso de productos químicos, el monocultivo y la falta de cultivos de cobertura.

Maria-Helena Semedo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), advirtió que, si la capa superior del suelo sigue degradándose al ritmo actual, esta desaparecerá a nivel mundial en menos de 60 años.1

Dicho momento será nuestro fin, porque sin la capa superior del suelo es imposible cultivar alimentos sin importar cuántos químicos se utilicen. Otros problemas relacionados son la pérdida de la fertilidad y biodiversidad del suelo, las cuales están directamente relacionadas con la pérdida de carbono natural.

Según las estimaciones, ya se ha perdido el 80 % del carbono en el suelo de áreas con una gran producción agrícola2 debido al arado destructivo, el pastoreo excesivo y el uso de fertilizantes y pesticidas químicos que reducen los niveles de carbono. Estas prácticas, junto con los enfoques deficientes de gestión hidrológica, contribuyen al cambio climático.3

El hecho es que resulta preciso insistir en la importancia de la captación de carbono, también conocida como secuestro de carbono. Esta no solo reducirá la carga de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, sino que también, una vez en el suelo, nutrirá activamente su salud y mejorará su retención de agua.

Con base en algunas estimaciones, un simple aumento de carbono orgánico en el suelo del 1 % podría aumentar la capacidad de retención de agua de la tierra en 20 000 galones (75 708 litros) por acre.4 Además, todo el agua de la lluvia será absorbida y utilizada con mayor efectividad, en lugar de evaporarse en el aire o erosionar los suelos por una rápida escorrentía.

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Un análisis a la captación de carbono

Elevar la cantidad de carbono en el suelo ─también conocido como captación de carbono o retención de carbono─ mejorará la calidad del suelo y al mismo tiempo combatirá el cambio climático.

De hecho, las 6 pulgadas (16 cm) de la capa superior del suelo son el ecosistema más valioso e incomprendido en la faz de la Tierra. Para entender a la perfección la importancia que tiene para nuestra supervivencia, debe conocer el papel que desempeña el carbono para mantener el equilibrio ecológico.

Cabe señalar, que la materia orgánica rica en carbono es lo que le da al suelo su capacidad de retención de agua, así como su estructura y fertilidad, por lo que es crucial reincorporar materia orgánica al suelo.

Incluso los microbios del suelo necesitan carbono para prosperar, por lo que la lenta y constante reducción de carbono de nuestros suelos provocará inevitablemente el colapso ecológico.5 Cuando los suelos se ven privados de carbono y microbios críticos, se vuelven infértiles y desprovistos del ecosistema microbiano.

La capacidad del suelo para absorber carbono está directamente relacionada con su salud

El carbono orgánico se almacena en el suelo al unirse solo a ciertas estructuras del mismo, y de forma paralela, su capacidad para absorber CO2 está directamente relacionada con su salud;6 por lo tanto, la preservación y la restauración del suelo deben incorporarse a los modelos climáticos de la actualidad.7

Gran parte del enfoque que tiene la reducción de gases de efecto invernadero consiste en la reducción de emisiones de carbono, sin embargo, ahora que contamos con información en pleno desarrollo sobre el almacenamiento de carbono en los suelos, se debe prestar mayor atención a la captación de carbono y la restauración del suelo.

En la actualidad, solo queda el 3 % de las praderas de pastos altos en América del Norte, lo que genera una pérdida masiva de carbono que va del suelo hacia la atmósfera. Asimismo, los humedales son fundamentales ya que mantienen el carbono bajo el agua donde no puede escapar.

Muchos científicos aseguran que las prácticas agrícolas regenerativas pueden retroceder el reloj del carbono, lo que podría reducir el CO2 atmosférico y aumentar la productividad del suelo, así como su resistencia a las inundaciones, plagas y sequía. De acuerdo con Yale:8

"La importancia del carbono en el suelo –cómo se lixivia de la tierra y cómo se puede revertir dicho proceso– es objeto de una investigación científica cada vez más exhaustiva, con importantes implicaciones en el esfuerzo por desacelerar el rápido aumento del dióxido de carbono en la atmósfera.

Los científicos señalan que existe más carbono en el suelo que en la atmósfera y toda la vida vegetal combinadas; hay 2 500 000 millones de toneladas de carbono en el suelo, en comparación con los 800 000 millones de toneladas en la atmósfera y los 560 000 millones de toneladas en plantas y animales.

Y en comparación con muchas reparaciones de geoingeniería propuestas, almacenar el carbono en el suelo es algo sencillo: Es cuestión de devolver el carbono al lugar que pertenece".

Rattan Lal, director del Centro de Gestión y Captación de Carbono de la Universidad Estatal de Ohio, también ha comentado lo siguiente al respecto:9

"Las principales prioridades son restaurar las tierras degradadas y erosionadas, así como evitar la deforestación y el cultivo de turberas, que son una importante reserva de carbono y se descomponen fácilmente con el drenaje y el cultivo...

Reincorporar el carbono a los suelos es necesario, no solo para compensar los combustibles fósiles, sino también para alimentar a nuestra población mundial que cada vez es más extensa. No podremos alimentar a las personas si el suelo se degrada".

La agricultura industrial evita la captación de carbono

Las plantas extraen CO2 de la atmósfera y lo transmiten hacia el suelo a través de la fotosíntesis, la cual es un método mucho más eficiente en comparación con cualquier otro esquema de reducción de carbono que el hombre haya podido idear.

Las plantas convierten este CO2 en un combustible de carbono que utilizan para estimular y promover su propio crecimiento. Hasta el 40 % de ese combustible de carbono también va a las raíces de la planta, donde se filtra hacia el suelo.

Aquí es donde se convierte en alimento para los microorganismos. De esta manera, la planta nutre al suelo de la misma forma que el suelo nutre a la planta. Tal y como lo mencionamos previamente, ya hemos perdido hasta el 80 % del carbono en el suelo de áreas con una gran producción agrícola – un hecho que destaca la imperiosa necesidad de mejorar la captación de carbono.10

El biocarbón es una forma de aumentar el contenido de carbono en su suelo

El documental está disponible solo en inglés

El acceso exclusivo y completo al documental Dirt Rich ha TERMINADO; sin embargo, puede comprar una copia. Para más detalles, HAGA CLIC AQUÍ.

¿Cómo puede aumentar la cantidad de carbono en su suelo? Una forma, es usar biocarbón. El biocarbón se elabora al calentar lentamente una biomasa dentro de un ambiente con poco oxígeno, como un horno, hasta que se queme todo menos el carbón. El biocarbón que se produzca –parecido al carbón vegetal– se agregará a la composta, aserrín o desechos de pescado, antes de ser colocado en el suelo.

Desde tiempos antiquísimos, el fuego ha sido el propulsor del ciclo de carbono en la tierra. Los fuegos naturales iniciados por algún rayo, quemaban grandes zonas de plantas y árboles, esto reintegraba el carbono al suelo en forma de carbón. Hoy en día, casi todas las sociedades ponen en marcha medidas para prevenir los incendios forestales y restringen de sobremanera las prácticas agrícolas de incineración.

La primera escena del documental es en la gran isla de Hawái, donde un agricultor local demuestra cómo hace su propio biocarbón en una simple fosa en llamas. El agricultor también se lo vende a otros, pero señala que, si bien los beneficios ambientales representan en su opinión una de las principales razones por las que el biocarbón es tan grandioso, es casi imposible venderlo por ese mismo motivo.

Es muy difícil ganarse la vida como agricultor, por lo tanto, a menos que pueda aumentar las ganancias, los agricultores no suelen estar dispuestos a comprarlo. Sin embargo, cuando logran ver cómo los beneficios ambientales también terminan proyectándose en su bolsillo, la dinámica cambia y permite que se produzca un beneficioso intercambio recíproco entre el agricultor y el medioambiente.

Los realizadores del documental continuaron la grabación en Sonoma, California, donde David Morell, vicepresidente del Sonoma Ecology Center, señala que, por más "mágico" que parezca el biocarbón, eso también es, irónicamente, uno de sus mayores inconvenientes.

Tiene tantos impactos positivos que parece ser demasiado bueno para ser verdad. Para aquellos que nunca lo han utilizado, puede sonar como un discurso de venta sobrevalorado.

A pesar de la renuencia inicial, es difícil poner en duda sus efectos. Un factor importante que finalmente convenció a algunos agricultores de California es que, al mejorar la calidad del suelo, se reduce significativamente la cantidad de agua que se necesita para obtener una buena cosecha.

Los cultivos de cobertura reducen las emisiones de carbono

Además de agregar biocarbón, otra estrategia básica que ayuda a capturar carbono en el suelo es utilizar cultivos de cobertura. Dicho de otra forma, el suelo nunca debe quedar expuesto ya que sin sistemas radiculares que mantengan el suelo en su lugar, la erosión se acelerará. Las hierbas mixtas también nutren el microbioma del suelo, el cual necesita la interacción vegetal.

La naturaleza detesta el monocultivo. En 1 pie cuadrado de praderas impolutas existen alrededor de 140 plantas, y este es el tipo de biodiversidad natural que los agricultores regenerativos buscan imitar. Tal y como lo señala Regeneration International:11

"Almacenar carbono en el suelo y mantener un acolchado agrícola vivo y perenne (árboles, pastos, animales de pastoreo, etc.) trae consigo una gran cantidad de beneficios, que incluyen: una mayor fertilidad y actividad biológica del suelo, mejor vida silvestre y hábitat de polinizadores, menor vulnerabilidad a las enfermedades, mayor rendimiento de los cultivos, mayor resistencia a las sequías e inundaciones, y mayor capacidad de filtración y retención de agua".

Astillas: otra sencilla manera de mejorar la salud del suelo

Otra alternativa asequible que mejorará radicalmente la calidad del suelo y el contenido de nutrientes de sus alimentos es cubrir con mantillo de astillas. Solo necesita colocar en la capa superior de su jardín algunas astillas de madera que no estén descompuestas junto con cualquier otra cosa que encuentre a la redonda como una combinación de hojas, ramitas y ramas.

Las astillas empezarán a descomponerse gradualmente y serán digeridas continuamente por una gran variedad de bacterias, hongos y nematodos en el suelo, que es justo lo que ocurre en la naturaleza. Después de un año o fracción, se desarrollará un suelo lozano debajo de las astillas que con gusto apoyará a árboles, vegetales o cualquier otra cosa que trate de cultivar.

Cuanto más tiempo deje las astillas y más profundo las amontone, la capa superior del suelo se volverá más gruesa. Asimismo, las astillas también reducen significativamente la necesidad de riego y eliminan la necesidad de fertilizantes.

Si se les permite compostar adecuadamente (no deben ser removidas al rastrillar o arar), pueden formar cantidades masivas de humus, que es un componente del suelo saludable. La mayor parte del humus, que solo se forma en la naturaleza,12 consiste de carbono en moléculas complejas o áridos, y en vista de que los microorganismos no pueden descomponerlo más, es muy estable.

De hecho, el humus puede persistir en el suelo durante cientos e incluso miles de años. A diferencia del carbono "activo" de la capa superior del suelo, que está en continuo flujo entre los huéspedes microbianos y la atmósfera. Algunas de las características que hacen que el humus sea tan beneficioso son:

  • El humus puede contener hasta 90 % de su peso en agua, tal y como si se tratase de una esponja enorme
  • Gracias a su carga negativa, muchos nutrientes de las plantas se le adhieren (nitrógeno, calcio, magnesio, fósforo y otros), lo que evita que se derrubien y actúen como fertilizantes naturales de liberación lenta.
  • El humus mejora enormemente la estructura del suelo, lo cual lo hace suelto y friable y ayuda a que las plantas se enraícen, proporcionándoles así un mejor acceso a nutrientes, agua y oxígeno.
  • El humus también ayuda a filtrar productos químicos tóxicos fuera del suelo, esto es similar a los sistemas de filtración de agua a base de carbono que filtran las toxinas de su agua

Hoy más que nunca se necesita implantar la agricultura regenerativa

La agricultura basada en productos químicos ha provocado la destrucción de las economías rurales, los polinizadores y la biodiversidad, contaminación del agua, aire y los alimentos, el abatimiento de los mantos acuíferos, erosión e infertilidad del suelo y desestabilización climática, así como el deterioro de los nutrientes y la salud pública.

Incluso el gobierno admite que en la actualidad casi la mitad de los adultos en los Estados Unidos viven con una o más enfermedades crónicas, muchas de las cuales tienen su origen en una alimentación deficiente de nutrientes.13

Las investigaciones14 han demostrado que los alimentos orgánicos contienen mayores cantidades de antioxidantes, sobre todo en sistemas regenerativos sin labranza,15 asimismo, llevar una alimentación con un alto contenido de antioxidantes se relaciona con un menor riesgo de enfermedades crónicas.

Por lo antes mencionado, si buscamos mejorar nuestra salud, debemos mejorar nuestra nutrición, y para ello literalmente debemos abordar la comida desde sus raíces.

Un suelo sano y rico en microbios que esté sujeto a prácticas orgánicas regenerativas y enfocadas en él, produce cultivos con mayores nutrientes, sin los cuales sería muy difícil mantener la salud, si no es que imposible.

Por suerte y pese a ser utilizada por una clara minoría, la agricultura regenerativa ha ido creciendo exponencialmente con cada año que pasa. Es evidente que es nuestra mejor opción, ya que además de abordar el aumento de los niveles de CO2, también aborda la fertilidad del suelo, la nutrición y la salud tanto ecológica como humana.

Lo que debemos aprender es cómo volver a estar más sincronizados con la naturaleza para ayudar al suelo y al planeta en conjunto. Después de todo, es el único que tenemos.

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