Por el Dr. Mercola
Existe un sin número de padecimientos clasificados bajo el término general de enfermedades cardiovasculares. Este término incluye a las enfermedades de vasos sanguíneos, que elevan la posibilidad de desarrollar problemas en las arterias coronarias, arritmias y derrames cerebrales.1
Cada año, las enfermedades cardíacas se incluyen en la lista de enfermedades graves y representan una de las principales causas de muerte en los Estados Unidos.
Según la Asociación Americana del Corazón, casi 84 millones de personas en los Estados Unidos padecen algún tipo de enfermedad cardiovascular, que hoy en día acaba con la vida de 1 de cada 3 personas.2
Los costos directos e indirectos ascienden a casi 315 000 millones de dólares y se incrementan cada año. Casi un tercio de las muertes por enfermedades cardiovasculares ocurren antes de los 75 años de edad.
Los derrames cerebrales son una de las principales causas de discapacidad a largo plazo. Las mujeres tienen un mayor riesgo de por vida en comparación con los hombres y, en los Estados Unidos, en promedio, cada 40 segundos una persona sufre un derrame cerebral.
Los factores de riesgo para las enfermedades cardiacas incluyen a la presión arterial alta, tabaquismo, diabetes, obesidad e inactividad física.3
Ante la abrumadora cantidad de pacientes con riesgo de enfermedad cardiovascular y la cantidad de personas que muere cada año, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos creó recomendaciones con la esperanza de reducir el riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales por medio de la aspirina.4
Si bien, son seguidas por muchos, las investigaciones recientes sugieren que los posibles riesgos podrían superar cualquier beneficio percibido.
Los posibles beneficios de la aspirina podrían ser superados por los riesgos
La aspirina (ácido acetilsalicílico) es uno de los medicamentos modernos más antiguos, que fue comercializado por primera vez por la compañía Bayer en 1897.5 Muchos médicos recomiendan consumir una dosis mínima de aspirina todos los días para prevenir ataques cardiacos y derrames cerebrales en personas con factores de riesgo, o que han tenido un ataque cardiaco o derrame cerebral.
En fechas recientes, se publicó un grupo de tres estudios en el New England Journal of Medicine, que demostraban que tomar una dosis baja de aspirina todos los días no les proporciona beneficios significativos a los adultos mayores sanos.6
En cambio, los datos demuestran que esta estrategia podría incrementar la posibilidad de tener un daño grave. El primer estudio fue un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado por placebo de Monash University, en Australia.7
El estudio contó con la participación de casi 20 000 personas mayores de 70 años de edad de Australia y los Estados Unidos, que al inicio se consideraron saludables. La mitad de los participantes recibieron 100 mg de aspirina al día, y la otra mitad tomó un placebo.
El ensayo finalizó a una mediana de 4.7 años de seguimiento, ya que los investigadores determinaron que el uso continuo de aspirina no proporcionaría ningún beneficio con respecto al objetivo principal del estudio.
Los datos demostraron8 que utilizar aspirina en esta población no había prolongado una supervivencia libre de discapacidad durante un período de cinco años; no obstante, en realidad elevaba la tasa de hemorragia mayor (sangrado), que el placebo.
El segundo estudio9 confirmó estos resultados, al encontrar que el riesgo de hemorragia mayor era principalmente en el tracto gastrointestinal del intestino superior, así como sangrado intracraneal.
El tercer estudio10 descubrió un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas en adultos mayores aparentemente sanos que utilizaban aspirina. Lo curioso es que, estos datos principalmente atribuyeron la muerte a eventos relacionados con el cáncer.
Estos resultados apoyaron datos anteriores11 que demostraban que probablemente los beneficios de la terapia con aspirina en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular no superarían los riesgos.
Uno de los principales y posibles efectos adversos del uso de la aspirina es el sangrado, y el área más común es el estómago o intestinos. Las personas con antecedentes de úlceras estomacales, usuarios de medicamentos antiinflamatorios a largo plazo o medicamentos anticoagulantes a largo plazo podrían enfrentar un mayor riesgo.
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La aspirina y bacterias intestinales podrían elevar el riesgo de hemorragia gastrointestinal
Un estudio reciente, publicado en Medical Journal of Australia encontró que las personas con una infección causada por Helicobacter pylori (H. pylori) que toman bajas dosis de aspirina presentaban un riesgo aún mayor de hemorragia gastrointestinal superior, que los que tomaban aspirina sin padecer la infección.12
La H. pylori es una bacteria con forma de espiral que puede adherirse al revestimiento epialítico del estómago.13 Es responsable de más del 90 % de las úlceras duodenales y del 80 % de las úlceras gástricas. Casi dos tercios de la población mundial se encuentran infectada, pero no todas las personas infectadas manifiestan los síntomas.
Para diagnosticar la infección causada por H. pylori se utilizan diversos métodos, incluyendo una prueba sanguínea que mide anticuerpos específicos, o una prueba de aliento después de consumir una bebida marcada con carbono específico. Ya que la H. pylori metaboliza la urea de forma rápida, el carbono marcado se absorbe y luego se puede medir en la respiración.14
En un metaanálisis de cuatro estudios de alta calidad, los investigadores encontraron que las hemorragias gastrointestinales superiores fueron más frecuentes en los que tomaban aspirina y que fueron infectados con H. Pylori, en comparación con los que no la tomaban.
Si bien, los investigadores encontraron que el riesgo casi se duplicaba, la naturaleza exacta de la interacción fue confusa. Los autores plantearon la hipótesis de que la relación podría ser antagónica, lo que sugiere que:15
"Desde una perspectiva fisiopatológica, la interacción puede ser antagónica más que aditiva o sinérgica; por ejemplo, la infección por H. pylori podría estimular la producción de prostaglandinas de la mucosa gástrica, que puede contrarrestar el agotamiento de los niveles como resultado de inhibir la ciclooxigenasa-1 de la mucosa gracias a la aspirina".
Sin embargo, ya que es costoso y requiere mucho tiempo para hacer pruebas y tratar las infecciones causadas por H. pylori, los investigadores consideraron que no era práctico tratar a todos los pacientes que padecían H. pylori con bajas dosis de aspirina.
En cambio, sugirieron que los pacientes que tenían un mayor riesgo de presentar complicaciones por úlceras fueran monitoreados de forma cuidadosa o que se implementaran otras formas de tratamiento.16
¿Cómo funciona la aspirina?
La aspirina es el primer medicamento antiinflamatorio no esteroideo (NSAID, por sus siglas en inglés) descubierto y utilizado para reducir el dolor e inflamación en padecimientos musculares, dolor de muelas y dolor de cabeza.17
Su función consiste en bloquear sustancias naturales conocidas como ciclooxigenasa-1 (COX-1) y ciclooxigenasa-2 (COX-2). Estas enzimas producen prostaglandinas, una molécula tipo hormonal que puede desencadenar la inflamación.18
La aspirina funciona de una manera única, en comparación con otros NSAID, ya que se divide en dos partes. Una parte se une a la enzima y la otra bloquea la reacción que produce las prostaglandinas.19 Una prostaglandina en particular, la enzima tromboxano A2, provoca que las plaquetas se adhieran, lo cual puede elevar la posibilidad de la formación de coágulos.
Ya que la aspirina inhibe la COX-1, y por lo tanto la producción de tromboxano A2, puede interrumpir los eventos en cadena y disminuir la formación de coágulos.20
La aspirina se ha utilizado como un medicamento antiplaquetario para evitar que se formen coágulos de sangre y prevenir ataques cardíacos o derrames cerebrales causados por coágulos. Ese es el resultado deseado cuando se utiliza como medida preventiva para enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, también es la base del efecto secundario y significativo de la hemorragia gastrointestinal e intracraneal, ya que las plaquetas son necesarias para detener el sangrado causado por una lesión menor.
Los factores de riesgo que los médicos han utilizado para determinar si la prevención con aspirina podría ser útil, incluyen a la hipertensión, diabetes, tabaquismo y niveles elevados de colesterol.21
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos recomienda que los adultos de entre 50 y 59 años de edad que no presentan un elevado riesgo de sangrado y podrían vivir al menos otros 10 años, tomen dosis bajas de aspirina para prevenir enfermedades cardiovasculares.22
Las prostaglandinas pueden ayudar a proteger el revestimiento estomacal por medio de la producción de biocarbonato neutralizante de ácido y mucosa protectora. Al inhibir la COX-1 puede disminuir la cantidad de estas prostaglandinas e incrementar el riesgo de sangrado y úlceras.23
Cuando se inhibe la COX-1 puede aumentar la presión arterial o provocar una disfunción renal, en especial en los adultos mayores o en pacientes con enfermedad renal previa.
La nattoquinasa podría disminuir la formación de coágulos sin causar efectos secundarios
El natto es un producto hecho a base de soya fermentada que se ha consumido como un alimento tradicional en Japón durante miles de años.24 La nattoquinasa es producida por la bacteria Bacillus subtilis durante la fermentación de la soya para producir el natto.
Algunos de los beneficios descubiertos han incluido los efectos dramáticos en la ruptura de coágulos sanguíneos, al reducir la producción de coágulos sanguíneos y beneficiar los padecimientos de sinusitis persistente. La nattoquinasa ha sido una forma poderosa--sin la ayuda de medicamentos convencionales--de disminuir la rinosinusitis crónica bajo condiciones de estudio.25
Los estudios clínicos han determinado que la nattoquinasa puede disolver el exceso de fibrina en los vasos sanguíneos, lo cual puede mejorar la circulación y reducir el riesgo de coagulación grave.
Además, podría reducir la viscosidad en la sangre y mejorar el flujo sanguíneo; y, por consiguiente, disminuir la presión arterial. La nattoquinasa es un trombolítico fuerte, similar a la aspirina, pero sin los mismos efectos secundarios graves.
Según un estudio, el consumo de nattoquinasa estuvo relacionado con una disminución en la presión arterial sistólica y diastólica.26
Los estudios con la participación de seres humanos y en animales han demostrado que puede apoyar al sistema circulatorio, adelgazar la sangre y disolver los coágulos. También, ha sido eficaz para reducir la trombosis venosa profunda, o coágulos sanguíneos, en personas que viajan en vehículos o realizan vuelos a largas distancias.27
Si bien, el uso de aspirina y estatinas podría tener una larga lista de efectos secundarios graves, el uso de nattoquinasa, que se ha utilizado durante siglos con pocos efectos secundarios informados, hasta hace muy poco entró en la fase II de los ensayos de estudios clínicos en los Estados Unidos para la prevención aterotrombótica.
Los estudios han demostrado que administrar dosis únicas puede disminuir el aumento de la ruptura de coágulos y anticoagulación.28
Disminuya su riesgo cardiovascular al implementar estos simples cambios en su estilo de vida
Hay un sin número de factores con la capacidad de influir en su salud cardiovascular. La alimentación, ejercicio y sueño desempeñan un papel esencial.
Un estudio que analizaba la longevidad, confirmó que tener bajos niveles de inflamación corporal era un predictor más poderoso de tener una vida más larga. Los niveles inflamatorios también podrían influir en la capacidad para mantener la función cognitiva y vivir de forma independiente.
Su primer paso es evitar alimentos procesados, que a menudo tienen altos niveles de agentes inflamatorios como azúcares refinados y grasas procesadas. La alimentación es la responsable de casi el 80 % de los beneficios que se obtiene al llevar un estilo de vida saludable y mantener los niveles de inflamación bajo control.
Si no está seguro de cómo implementar los cambios necesarios para disminuir los niveles de inflamación y, por lo tanto, su riesgo de contraer diversas enfermedades, le sugiero que siga mi Plan de Nutrición Optimizado y gratuito. El plan comienza en una fase de principiante y le guiará sistemáticamente paso por paso hasta llegar a un nivel avanzado.
El ejercicio y movimientos regulares ayudan a normalizar los niveles de insulina y evitar la resistencia a la insulina. Si bien, podría pensar en la actividad física como una rutina de ejercicio cotidiano, las actividades que realiza fuera del gimnasio también desempeñan un papel igualmente importante en su salud y bienestar general.
El adulto promedio pasa sentado casi 10 horas diarias. Este nivel de inactividad no se puede contrarrestar simplemente al llevar un entrenamiento de 60 minutos todos los días. El permanecer sentado de forma crónica representa un factor de riesgo independiente para padecer resistencia a la insulina y tener una muerte prematura, aun cuando se alimente bien y haga ejercicio de forma regular.29
Para obtener más información sobre como integrar el ejercicio y alimentación para combatir la inflamación, junto con una lista de los alimentos antiinflamatorios que puede considerar incluir en su plan alimenticio, consulte mi artículo anterior, "El ejercicio y la alimentación combaten la inflamación y permiten que tenga una vida más larga".