La amenaza inminente de la contaminación plástica es, sin duda, uno de los mayores desafíos para la humanidad. Cada año se producen más de 381 millones de toneladas de plástico a nivel mundial, y actualmente se encuentra en el suelo, los lagos, los ríos y los océanos, así como en el cuerpo humano y la vida silvestre.
Según el Environmental Health News, "Dos tercios de todos los plásticos producidos permanecen en el medioambiente", lo que ayuda a explicar por qué el agua del grifo, el agua embotellada, la sal marina y una variedad de mariscos traen consigo una "ración adicional" de microplásticos.
Sorprendentemente, aunque la mayor parte de la atención de los medios se ha enfocado en la contaminación plástica dentro del océano, las estimaciones sugieren que se liberan de cuatro a 23 veces más plásticos en la tierra que en el océano a través de fertilizantes biosólidos.
Un problema principal es el hecho de que el plástico puede demorar hasta 1000 años en descomponerse. Los investigadores estiman que una sola cápsula plástica de café puede tardar hasta 500 años, la duración del Imperio Romano. Según lo informado por Environmental Health News, existen riesgos para la salud relacionados con cada fase en el ciclo de vida del plástico:
- La extracción de combustibles fósiles provoca la contaminación del aire y el agua, así como una serie de otros efectos directos para las comunidades, como mayor tráfico y la construcción de tuberías (más del 99 % del plástico fabricado en la actualidad se crea con combustibles fósiles).
- La refinación y producción de resinas plásticas y aditivos libera compuestos cancerígenos y otros tóxicos, algunos de los cuales "pueden ser difíciles de detectar", ya que "son incoloros y tienden a expedir un olor leve o nulo".
- Los productos y envases plásticos, al interactuar con el consumidor, conducen a la inhalación y el consumo de partículas tóxicas o plásticas.
- La incineración plástica libera compuestos tóxicos.
- La degradación del plástico transfiere los microplásticos a las personas, la vida silvestre, el suelo y el agua.
Las 'lágrimas de sirena' son un contaminante plástico principal
Un contaminante plástico principal que quizás no conozca son las 'lágrimas de sirena': pequeños gránulos de plástico que conforman la materia prima de productos plásticos de todo tipo. Con tamaños que varían desde granos microscópicos hasta gránulos de tamaño milimétrico, actualmente podemos encontrarlos en lagos, ríos y océanos de todo el mundo.
Estos pequeños gránulos no pueden biodegradarse, lo que les permite perdurar y acumularse en el medioambiente por generaciones. Cómo producto crudo, ¿cómo llegan estos gránulos al ambiente? Resulta que existen innumerables maneras para que estos gránulos se filtren, y se han encontrado derrames en todo el proceso de fabricación.
Aunque la investigación es limitada, un estudio estima que las compañías de producción del Reino Unido pierden entre 5000 millones y 53 000 millones de gránulos al año a causa de derrames accidentales durante la producción, transporte, procesamiento y gestión de desechos.
De manera inquietante, los vacíos legales en los permisos de aguas residuales han permitido a las empresas eliminar estos gránulos de plástico en las vías fluviales durante años.
De hecho, California es el único estado de los Estados Unidos que regula específicamente la contaminación por gránulos de plástico. Por desgracia, la falta de personal significa que su cumplimiento es poco estricto.
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Las 'lágrimas de sirena' se encuentran en todas partes
Según lo informado por la Agencia de Investigación Ambiental, un accidente de envío que involucró a dos embarcaciones en el 2017 resultó en el derrame de 49 toneladas métricas de 'lágrimas de sirena' (conocidas en inglés como nurdles).
Esto equivale a cerca de 3400 millones de gránulos individuales en el mar. Aproximadamente 2000 kilómetros de costa sudafricana (1243 millas) fueron posteriormente cubiertas con gránulos de plástico.
Del mismo modo, la isla Lamma de Hong Kong se inundó de 'lágrimas de sirena' en el 2012 después de que un tifón derribara los contenedores del barco de envío. Según las estimaciones danesas, las 'lágrimas de sirena' son "la segunda fuente directa de contaminación por microplásticos en el océano, por peso".
Al igual que muchos otros desechos oceánicos, las 'lágrimas de sirena' terminan congregándose en giros oceánicos. Existen cinco giros en todo el mundo, pero el principal punto de recolección de "lágrimas de sirena" es el giro del Océano Pacífico, conocido coloquialmente como la gran isla de basura del Pacífico.
Además de su incapacidad para degradarse, las 'lágrimas de sirena' (como otros microplásticos) actúan como esponjas para productos químicos tóxicos. Las aves, los peces, las ballenas y los animales que se alimentan por filtración consumen estas partículas tóxicas, que se asemejan mucho a los huevos de los peces flotantes.
Además de su influencia tóxica, las 'lágrimas de sirena' y otros pedazos de plástico pueden causar hambre mientras se acumulan en el estómago y engañan al animal para que piense que se encuentra satisfecho. No hace falta decir que los microplásticos y sus toxinas se acumulan más arriba en la cadena alimenticia, ya que los depredadores más grandes consumen criaturas más pequeñas.
¿Somos capaces de detener el ciclo de la contaminación plástica?
¿Cómo se puede romper este ciclo tóxico? La mejor solución sería eliminar los plásticos por completo, al utilizar una combinación de reciclaje y reemplazo de plásticos con papel y vidrio. Por desgracia, los Estados Unidos se dirigen a la dirección opuesta, con planes de abrir más de 300 nuevas fábricas de plástico.
Según lo informado por Quartz, las compañías de petróleo y gas como Exxon y Shell se encuentran optando por la producción de plástico como una manera de impulsar el crecimiento a medida que disminuyen los precios del gas natural.
Un informe del Center for International Environmental Law proyecta que la producción de etileno y propileno (utilizado en la producción de plástico) crecerá entre un 33 % y 36 % para el 2025.
El informe también señala que China se encuentra "invirtiendo fuertemente en infraestructura de plásticos", al igual que Europa y Medio Oriente, y que "esta expansión masiva podría bloquear la producción de plástico durante décadas, al socavar los esfuerzos para reducir el consumo y revertir la crisis plástica".
Royal Dutch Shell se encuentra construyendo actualmente una nueva fábrica de plásticos al norte de Pittsburg, Pennsylvania. Como se explica en el artículo de Quartz:
"La planta Shell se basará en un proceso conocido como 'craqueo de etano', donde el etanol, una vez percibido como un subproducto inutilizable de la extracción de gas, puede ser 'craqueado' molecularmente, donde se reorganizan los átomos de carbono e hidrógeno para formar etileno, que es el principal componente del plástico.
Cuando esté lista, la nueva instalación captará 1.8 millones de toneladas (1.6 toneladas métricas) de plástico al año".
Todos consumimos e inhalamos plástico diariamente
Estudios demuestran la magnitud del problema de la contaminación por microplásticos al mostrar que una persona promedio consume e inhala partículas de plástico de manera diaria.
Más recientemente, un estudio dirigido por el Fondo Mundial para la Naturaleza y realizado por la Universidad de Newcastle, Australia, encontró que las personas, en promedio, consumen el peso equivalente a una tarjeta de crédito (cerca de 5 gramos) de plástico a la semana.
Las rutas principales de este consumo son el agua y los mariscos, según el informe. Otra investigación realizada por la organización de periodismo sin fines de lucro Orb Media encontró que las principales marcas de agua embotellada (como Evian, Aquafina, Dasani y San Pellegrino) contenían cantidades significativas de microplásticos.
Del mismo modo, la investigación publicada en Environmental Science & Technology sugiere que las personas que consumen agua embotellada exclusivamente pueden consumir más microplásticos que aquellas que consumen agua del grifo.
Otra investigación reciente sugiere que la persona promedio inhala 11.3 piezas microscópicas cada hora. Según el coautor Jes Vollertsen, "la primera evidencia de exposición humana al microplástico es por medio del aire en interiores".
Las partículas de plástico identificadas en el aire en interiores incluyen fibras sintéticas como poliéster, polietileno y nylon, así como partículas no sintéticas compuestas de proteínas y celulosa.
Tal como sucede en el medioambiente, el plástico tampoco se descompone dentro del cuerpo humano. También se sabe que muchos de los productos químicos utilizados en la fabricación de plásticos interrumpen el desarrollo embrionario, desregulan las hormonas y la expresión génica, causan daño a los órganos y se han relacionado con la obesidad, las enfermedades cardíacas y el cáncer.
Entonces, aunque los investigadores afirman que aún se desconocen los efectos sobre la salud de todo este plástico en nuestra alimentación, parece lógico sospechar que pueden causar estragos en la salud pública, especialmente en las personas más jóvenes que se encuentran expuestas desde el nacimiento.
Pete Myers, Ph. D., fundador y científico jefe de la organización sin fines de lucro Environmental Health Sciences y profesor adjunto de química en la Carnegie Mellon University, le explicó a Consumer Reports: "Tiene que haber algún efecto". Añadiendo lo siguiente:
"Existe evidencia, al menos en animales, de que los microplásticos pueden atravesar la membrana que protege el cerebro de numerosos cuerpos extraños que ingresan al torrente sanguíneo.
Asimismo, existe alguna evidencia de que las madres pueden trasladar microplásticos a través de la placenta a un feto en desarrollo, según una investigación no publicada pero presentada en una conferencia en el Centro Rutgers para la Urban Environmental Sustainability.
Según Myers, algunas de estas partículas microplásticas también podrían filtrar el bisfenol A (BPA) y los ftalatos.
[Jodi] Flaws, [Ph. D. y directora asociada del Programa Interdisciplinario de Toxicología Ambiental de la Universidad de Illinois] explica que las partículas pueden acumular PCB, los cuales se relacionan con efectos nocivos para la salud, incluyendo diferentes tipos de cáncer, debilidad en el sistema inmunológico, problemas reproductivos y más.
Y una vez que estos químicos se encuentran dentro de nosotros, incluso las dosis bajas desarrollan un efecto negativo".
La contaminación plástica en los Estados Unidos empeoró demasiado
El plástico se considera más económico y más conveniente que las alternativas convencionales como el vidrio, pero "económico" es relativo. El costo real del plástico de un solo uso para la salud humana y ambiental es desmesurado, y la carga de dicho costo se distribuye de manera irregular.
Algunos de los productores de plástico más grandes del mundo a menudo envían sus desechos a las naciones más pobres para su reciclaje, como Tailandia, Malasia y Vietnam, que tienen pocas o ninguna normativa ambiental sobre cómo se procesan y eliminan dichos desechos.
Desde 1991, casi la mitad de los desechos plásticos del mundo se habían enviado a China, pero a partir del 2018, China dejó de aceptar las importaciones de desechos plásticos, al aceptar que ya no quería ser el "basurero mundial". Como resultado, se estima que 111 millones de toneladas de plástico no tendrán destino para el 2030.
Un artículo del NPR de agosto del 2019 cita a John Caturano, gerente principal de sustentabilidad para programas de empaquetado en Nestlé Waters North America: "La botella de agua se ha convertido en el abrigo de mink o en la cajetilla de cigarrillos. Socialmente no es muy aceptable para los jóvenes, y eso es aterrador".
Su comentario fue exteriorizado en marzo del 2019 durante una reunión entre ejecutivos de compañías que fabrican o empaquetan sus productos en plástico. La reunión tenía como objetivo plantear las soluciones para el aumento de la contaminación plástica debido a que China ya no aceptaría la basura de los Estados Unidos.
La economía circular de los plásticos podría ser nuestra salvación
La situación en los Estados Unidos es aún más grave debido a que no implementamos estándares de reciclaje más estrictos. Según un análisis del 2017, únicamente el 9 % de todos los desechos plásticos se reciclan en los Estados Unidos, según con el informe del National Geographic:
"La producción en masa de plásticos, la cual comenzó hace apenas seis décadas, se ha acelerado tan rápidamente que ha creado 8.3 millones de toneladas métricas, la mayoría en productos desechables que terminan en la basura.
De estas 8.3 millones de toneladas métricas que se han producido, 6.3 millones se han convertido en desechos plásticos. De eso, solo el 9 % ha sido reciclado. La gran mayoría (79 %) se acumula en basureros o termina en el medioambiente como basura. Lo que significa que, en algún momento, gran parte termina en los océanos, el basurero final".
Mientras que algunos consideran que la única manera de salir de este problema de la contaminación plástica es eliminar el plástico por completo, otros optan por una mejora en el sistema de reciclaje. Según lo informado por NPR:
" La economía circular' es ahora un eslogan que algunos consideran como la forma de detener el desorden plástico. La idea es esencialmente la siguiente: la sociedad necesita plástico, pero las personas necesitan reciclar mucho más para utilizar el plástico una y otra vez.
Eso eliminaría una gran cantidad de desperdicio y reduciría una gran cantidad de plástico nuevo que se fabrica cada año".
Sin embargo, aunque las compañías se encuentran progresando cuando se trata de reutilizar el plástico, el costo es un inconveniente.
Según TerraCycle, una empresa de reciclaje de Nueva Jersey que aparece en la historia del NPR, el uso de plástico reciclado puede costar hasta tres veces más que el plástico virgen. Estados Unidos no cuenta con suficientes recicladores para mantenerse al día con el impacto, un efecto secundario de décadas de subcontratación con China.
Los productos biodegradables no son lo que parecen
En los últimos años, numerosas compañías se han comprometido a abordar la situación de los desechos plásticos al hacer la transición a productos más biodegradables.
Por desgracia, ahora estamos descubriendo que algunas de estas alternativas "ecológicas" son todo lo contrario. Un ejemplo perfecto de esto son los recipientes "biodegradables" y "compostables", así como los envases para llevar que se encuentran en numerosos restaurantes.
Pruebas recientes revelan que, aunque estos recipientes a base de fibra son biodegradables, se encuentran recubiertos con sustancias per y polifluoroalquilo que repelan la grasa (PFAS), los cuales son químicos altamente tóxicos relacionados con la disfunción inmune y el cáncer, que nunca se degradan.
Estos químicos no solo pueden transferirse del recipiente a los alimentos, sino que, al considerarlos como biodegradables y seguros, también se pueden utilizar como abono, lo que crea un círculo vicioso donde los químicos contaminan y arruinan el abono, el cual se mezcla con el suelo más tarde y contaminan los alimentos que se cultivan en él.
Finalmente, los químicos terminan en sus platillos nuevamente, pero dentro de los alimentos.
De acuerdo con New Food Economy, la ciudad de San Francisco prohibirá los recipientes fabricados con PFAS a partir del 1 de enero del 2020, mientras que la Ley de Envasado de Alimentos Saludables de Washington, promulgada en el 2018, prohibirá todos los PFAS en los envases de papel para alimentos, a partir del 2022.
Un inconveniente de esta Ley es que la prohibición no entrará en vigor hasta que una alternativa más segura se encuentre comercialmente disponible.
Cómo reducir la exposición al plástico
Puede ser extremadamente difícil evitar el plástico, y probablemente no sea posible evitar una exposición completa. Sin embargo, ciertamente puede minimizar su exposición al tomar algunas medidas lógicas.
Una estrategia básica es optar por productos disponibles en envases de vidrio en lugar de plástico cada que sea posible. Otra opción es buscar alternativas libres de plástico de elementos comunes como juguetes y cepillos de dientes. Otras sugerencias brindadas por Consumer Reports incluyen las siguientes:
• Consumir agua del grifo en lugar de agua embotellada — como se mencionó anteriormente, el agua embotellada tiende a tener mayores cantidades de desechos plásticos que el agua del grifo.
Asimismo, se recomienda filtrar el agua del grifo, no solo para eliminar los posibles desechos plásticos, sino también para evitar los muchos contaminantes químicos y metales pesados que se encuentran en la mayoría de los suministros de agua.
• Evite recalentar los alimentos en recipientes de plástico — en su lugar, caliente los alimentos en una olla en la estufa, en un sartén apto para hornos o en un recipiente de vidrio si utiliza microondas.
• Almacene los alimentos contenedores de vidrio en lugar de plástico — Consumer Reports advierte específicamente el uso de envases de plástico para alimentos marcados con los códigos de reciclaje 3, 6 y 7, ya que contienen ftalatos, estireno y bisfenoles.
• Cambie los alimentos procesados por alimentos frescos — la mayoría de las envolturas y contenedores, incluyendo latas, contienen plástico.
• Aspire de manera regular — los productos químicos encontrados en los microplásticos y plásticos se encuentran en la mayoría del polvo doméstico, los cuales pueden terminar siendo digeridos o inhalados.
Por lo tanto, se recomienda mantener su hogar lo más libre de polvo posible, especialmente si hay niños pequeños que pasan mucho tiempo en el piso. Idealmente, utilice una aspiradora equipada con un filtro HEPA.