De acuerdo con un estudio que comparó a 182 personas con Parkinson y 185 personas sanas, optimizar los niveles de vitamina D puede ayudar a reducir algunos síntomas de la enfermedad, como caídas, problemas de sueño, depresión y ansiedad. Anteriormente se demostró que la deficiencia de vitamina D es común en personas con enfermedad de Parkinson, y este estudio no encontró ninguna diferencia.
Aquellos con Parkinson contaban con menores niveles de vitamina D en comparación con las personas sin esta enfermedad. Además, los pacientes con Parkinson que cuentan con menores niveles de vitamina D sufrieron de insomnio y de un mayor número de caídas, y es más probable que lidien con síntomas de depresión y ansiedad.
Las personas con enfermedad de Parkinson también mostraron una densidad mineral ósea (DMO) significativamente menor en la columna lumbar y el cuello femoral, aunque no se encontró ninguna relación entre los niveles de DMO y vitamina D.
En general, el estudio, publicado en la revista Acta Neurologica Scandinavia, sugiere que la suplementación con vitamina D puede ser efectiva para aliviar los síntomas no motores del Parkinson. El autor principal del estudio, el Dr. Chun Feng Liu, explico lo siguiente en un comunicado de prensa:
"Dado que numerosos síntomas no motores imponen una carga a las personas con Parkinson y a aquellos que los rodean, la vitamina D podría ser una terapia adicional para mejorar estos síntomas desatendidos".
Relación que existe entre la enfermedad de Parkinson y la vitamina D
Existe una fuerte relación entre la "vitamina del sol", también conocida como vitamina D, y la enfermedad de Parkinson, que es el segundo trastorno neurodegenerativo más común en los Estados Unidos (el Alzheimer ocupa el primer lugar).
En el 2011, se reveló que los hombres que trabajaban al aire libre contaban con un menor riesgo de desarrollar Parkinson. Aunque el estudio no midió los niveles de vitamina D de estos hombres, la luz solar es la mejor fuente de vitamina D, y estos hombres que pasaban la mayor parte del día en el exterior probablemente contaban con niveles más elevados de vitamina D que sus compañeros que trabajaban en interiores.
Ese año, se publicó una investigación que demostró que la deficiencia de vitamina D era más común en personas con Parkinson o alzheimer que en personas sanas. En particular, el 55 % de las personas con enfermedad de Parkinson contaban con niveles insuficientes de vitamina D, en comparación con el 36 % de las personas saludables y el 41 % de las personas con Alzheimer.
En el 2013, "el trabajo al aire libre se relacionó inversamente con el riesgo de desarrollar EP" (aunque el estudio concluyó que no había un factor "sustancial" en el desarrollo de EP), mientras que una revisión de la literatura y un metanálisis del 2019 también concluyeron que la insuficiencia y deficiencia de vitamina D, junto con una menor exposición al sol, se relacionaron significativamente con un mayor riesgo de enfermedad de Parkinson.
¿Cómo influye la vitamina D en el Parkinson?
En cuanto a las razones por las cuales la vitamina D puede ser beneficiosa para el Parkinson, es importante comprender que la vitamina D ahora se considera como una hormona de gran importancia en múltiples aspectos de salud, desde la respuesta inflamatoria hasta la regulación de sistema cardíaco y vascular. Los investigadores explicaron lo siguiente en el Medical Science Monitor:
"La vitamina D realiza sus funciones biológicas al unirse a los receptores de vitamina D (VDR), los cuales forman parte de la súper familia de receptores de las hormonas esteroides. Los VDR se expresan ampliamente en numerosos tejidos, incluyendo los riñones, huesos, intestinos, músculos, páncreas y sistema nervioso central.
Se ha propuesto que la deficiencia de vitamina D actúa como un supresor de la expresión génica, mientras que el gen tirosina hidroxilasa (TH) es uno de los genes más importantes que se suprime con la deficiencia de vitamina D, el cual desempeña un papel esencial en la regulación de la biosíntesis de dopamina y la expresión de factores neurotróficos".
En la enfermedad de Parkinson, se deterioran las neuronas en el área de la sustancia nigra del cerebro. La dopamina se produce por las células en la sustancia nigra, la cual también es responsable de indicar que la médula espinal necesita controlar los músculos del cuerpo. Cuando las neuronas en esta área se degeneran, la cantidad de dopamina disponible se reduce.
"El desequilibrio bioquímico se manifiesta con síntomas clínicos comunes que incluyen temblor en reposo, rigidez, bradicinesia, es decir, lentitud gradual del movimiento espontáneo y pérdida de reflejos posturales o, en otras palabras, falta de equilibrio y coordinación motora", anotaron los investigadores.
Según un estudio del JAMA Neurology (anteriormente Archives of Neurology), se sabe que la vitamina D desempeña un papel importante en los procesos que pueden verse alterados por la enfermedad de Parkinson, incluyendo la neurotrofina, la síntesis de óxido nítrico inducible, la síntesis y la apoptosis de glutatión y monoamina,
La relación que existe entre el Parkinson y la vitamina D es tan fuerte que un estudio encontró que las personas con niveles elevados de vitamina D (definidos con un nivel mínimo de > 20 ng / ml) tenían un riesgo 65 % menor de desarrollar Parkinson en comparación con aquellos con menores niveles de vitamina D (<8 ng / ml).
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Optimizar los niveles de vitamina D es beneficioso para la salud general
Optimizar los niveles de vitamina D es una estrategia que puede mejorar la salud de innumerables maneras, incluso más allá de su papel en la prevención de Parkinson y el alivio de sus síntomas. La deficiencia de vitamina D se ha visto implicada en problemas como esclerosis múltiple e insuficiencia cardíaca crónica.
La vitamina D también reduce significativamente el estrés oxidativo del sistema vascular, lo que puede prevenir el desarrollo de enfermedades cardiacas. Además, optimizar los niveles de vitamina D es una de las mejores estrategias para prevenir la gripe, así como para reducir el riesgo de desarrollar cáncer.
Investigaciones anteriores descubrieron que un nivel de vitamina D de 47 ng/ml se encontraba relacionado con un riesgo 50 % menor de cáncer de mama. Además, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego informaron que incrementar los niveles de vitamina D a 40 ng/ml puede reducir el riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer invasivo hasta un 67 %.
Maneras de optimizar los niveles de vitamina D
La exposición regular al sol es una manera ideal de optimizar los niveles de vitamina D (además de obtener otros beneficios de la exposición solar), pero muchas personas experimentan dificultades para exponerse al sol, ya sea por el trabajo en interiores, el clima o las limitaciones físicas.
Como tal, muchas personas necesitan consumir un suplemento oral de vitamina D3, especialmente durante el invierno. La única manera de determinar si es necesario añadir un suplemento, así como la cantidad, es por medio de una prueba, la cual se debe realizar a principios de la primavera, y a principios del otoño cuando los niveles se encuentran en su punto más alto y más bajo. Esto es particularmente importante si está embarazada o planea embarazarse, o si tiene cáncer o enfermedad de Parkinson.
El nivel deseado es entre 60 y 80 ng/ml, mientras que 40 ng/ml es suficiente para prevenir una amplia gama de enfermedades, incluyendo al cáncer.
La investigación sugiere que se necesitarían 9.600 UIs de vitamina D al día para lograr que el 97.5 % de la población alcance los 40 ng/ml, pero los requisitos individuales pueden variar ampliamente; es necesario que evalúe sus niveles para determinar la dosis correcta que necesita para alcanzar los niveles adecuados.
GrassrootsHealth ofrece estas pruebas por medio de un kit de prueba de vitamina D como parte de su investigación patrocinada por los consumidores. Con esta suscripción se apoya esta investigación que puede ayudar a millones de personas en los próximos años. (Todos los ingresos de estos kits van directamente a GrassrootsHealth. No obtengo ningún beneficio de estos kits, únicamente proporciono esta información como un servicio para mis lectores).
Causas adicionales de la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson está en aumento. En el 2010, se registró un estimado de 680 000 personas de 45 años de edad o más con enfermedad de Parkinson en los Estados Unidos, y se espera que dicho número aumente a cerca de 930 000 personas en el 2020 y a 1 238 millones para el 2030.
Aún se desconocen las causas, pero "se ha informado que los factores genéticos y ambientales contribuyen al desarrollo de la enfermedad de Parkinson, incluyendo las mutaciones genéticas específicas, el género, la exposición a pesticidas y el uso de antagonistas de calcio".
Los pesticidas pueden contribuir a la muerte de las neuronas dopaminérgicas, e incluso una menor exposición puede imitar los efectos de las mutaciones que causan la enfermedad de Parkinson.
En un estudio, cuando los investigadores expusieron las neuronas productoras de dopamina a dos tipos de pesticidas (paraquat y maneb), observaron un impedimento motriz de las mitocondrias, lo que provocó un agotamiento de energía neuronal. Numerosos factores también pueden influir en este riesgo, incluyendo los siguientes:
- Microbios intestinales: La investigación publicada en la revista Neuron sugiere que la enfermedad de Parkinson puede originarse en las células intestinales y trasladarse al cerebro a través del nervio vago, que es el décimo nervio craneal que se extiende desde el tronco cerebral hasta el abdomen. Por lo tanto, apoyar la salud intestinal es un factor importante para reducir el riesgo de Parkinson.
- Alimentación: Consumir solanáceas o verduras solanáceas, especialmente pimientos, puede ayudar a proteger contra la enfermedad de Parkinson. Asimismo, suena prometedor implementar una alimentación cetogénica, la cual se enfoca en un consumo mínimo de carbohidratos, así como cantidades moderadas de proteínas y un alto consumo de grasas saludables.
- Ejercicio: Un estudio sueco, el cual incluyó 43 368 personas, concluyó que más de seis horas de ejercicio moderado a la semana puede reducir el riesgo de desarrollar Parkinson hasta un 43 % en comparación con ejercitarse menos de dos horas a la semana.
- Evitar los traumatismos craneoencefálicos: Según una investigación publicada en Neurology, 3 incluso una conmoción cerebral leve o una lesión cerebral traumática leve, la cual se define como una pérdida de conciencia durante hasta 30 minutos o una alteración de la conciencia o amnesia durante 24 horas, aumenta el riesgo de Parkinson hasta un 56 %. Aunque es difícil evitar algunos traumatismos craneales, los hallazgos tienen implicaciones para los atletas y otras personas que pueden enfrentar el riesgo de conmociones cerebrales regularmente.
- Evite las exposiciones tóxicas: Además de los pesticidas, la exposición a toxinas como solventes y metales también puede estar relacionada con la enfermedad de Parkinson.
La enfermedad de Parkinson es una afección progresiva sin ninguna cura conocida, por lo que es importante tomar medidas preventivas, incluyendo optimizar los niveles de vitamina D. En el caso de la vitamina D, vale la pena saber que también puede ayudar a reducir los síntomas en las personas con esta enfermedad, particularmente en el caso de los síntomas no motores como caídas, problemas de sueño, depresión y ansiedad.
La importancia de la vitamina D para la prevención de enfermedades
La creciente evidencia demuestra que la vitamina D es bastante importante para la prevención de enfermedades y el mantenimiento de una buena salud. Existen cerca de 30 000 genes en el cuerpo humano y la vitamina D afecta a casi 3 000 de ellos, tal como a los receptores de vitamina D ubicados en todo el cuerpo.
Según un estudio a gran escala, los niveles óptimos de vitamina D pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer hasta un 60 %. Mantener niveles óptimos puede ayudar a prevenir al menos 16 tipos diferentes de cáncer, incluyendo el cáncer de páncreas, pulmón, ovario, próstata y piel.
Las pruebas de vitamina D pueden ayudar a optimizar la salud
Entonces, sin importar la enfermedad o afección, la vitamina D parece ser bastante importante. Razón por la cual me entusiasma tanto el D * Action Project de GrassrootsHealth. El Dr. Robert Heaney es el director de investigación de GrassrootsHealth y forma parte del diseño de este proyecto, así como del análisis de los resultados de la investigación.
GrassrootsHealth demuestra cómo puede actuar sobre la ciencia conocida con un consenso de expertos sin esperar el letargo institucional. Ha demostrado que cualquiera puede encargarse de su salud al combinar la medición (de los niveles de vitamina D) con la elección personal de tomar acciones y el valor educativo de las medidas individuales.
Para difundir este movimiento de salud a más comunidades, el proyecto necesita su participación. Para participar, solo debe comprar el Kit de prueba de Vitamina D y seguir las instrucciones de registro incluidas. (Por favor, tome en consideración que el 100 % de los ingresos de los kits se destina a financiar el proyecto de investigación. No cobramos un solo centavo como distribuidor de los kits de prueba).
Como participante, debe aceptar comprobar sus niveles de vitamina D dos veces al año durante un estudio de cinco años y compartir su estado de salud para demostrar el impacto de este nutriente en la salud pública. Hay un costo de US$ 65 cada seis meses como patrocinio para este proyecto de investigación, que incluye un kit de prueba casero e informes electrónicos sobre su progreso continuo. Recibirá un correo electrónico de seguimiento cada seis meses para recordarle que es momento "de su próxima prueba y encuesta de salud".