Las enzimas son esenciales para su salud y para ralentizar las enfermedades inflamatorias

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

enzimas digestivas enfermedades inflamatorias

Historia en Breve

  • Las enzimas son necesarias para la digestión, para todas las células de su cuerpo y para TODOS los procesos fisiológicos
  • Las enzimas disminuyen la cantidad de energía que se necesita para que ocurra una reacción bioquímica
  • Las enzimas que no se utilizan para la digestión están disponibles para ayudar con otros procesos fisiológicos muy importantes
  • Su sistema inmunológico comienza en su intestino; si usted tiene problemas digestivos y con las enzimas, es probable que su sistema inmunológico no esté funcionando como debería
  • Aunque tomar un suplemento de enzimas podría ser útil, ningún producto fabricado puede duplicar los efectos positivos de una alimentación rica en nutrientes

Probablemente ya ha escuchado hablar sobre las enzimas y sabe lo importantes que son para la digestión. Pero, quizá usted no esté enterado de lo necesarias que son para todas las células de su cuerpo y para TODOS los procesos fisiológicos.

Las enzimas están compuestas por aminoácidos y son segregadas por su cuerpo para ayudar a catalizar funciones que normalmente no se producen a temperaturas fisiológicas.

Se han identificado más de 3000 enzimas diferentes y algunos expertos creen que podrían existir otras 50 000 que aún no han sido descubiertas. Cada enzima tiene funciones diferentes: son el equivalente de 3000 llaves especializadas diseñadas para abrir 3000 candados diferentes. En esta analogía, los candados son las reacciones bioquímicas.

Las enzimas impulsan los procesos biológicos necesarios para que su cuerpo construya materias primas, nutrientes, elimine las sustancias químicas no deseadas y la miríada de otros procesos biológicos que tienen lugar y usted ni se lo imagina.

Para empezar, aquí hay algunas de las actividades en su cuerpo para las cuales se necesitan enzimas:

Producir energía

Absorber oxígeno

Combatir infecciones y sanar heridas

Reducir la inflamación

Obtener nutrientes de las células

Desechar los desperdicios tóxicos

Convertir las grasas en la sangre, regular el colesterol y los niveles de triglicéridos

Disolver los coágulos de sangre

Regular las hormonas de manera adecuada

Disminuir el proceso de envejecimiento

Y, ¡las enzimas en pequeñas cantidades pueden tener un impacto profundo! Las enzimas son los catalizadores que provocan que muchas de las reacciones químicas tengan lugar; sin embargo, las enzimas no se "gastan" en esas reacciones. Simplemente, se limitan a ayudar (aceleran las reacciones) algunas veces provocan millones de reacciones por segundo.

Las enzimas disminuyen la cantidad de energía que se necesita para que ocurra una reacción. Sin ellas, algunas reacciones simplemente no se llevarían a cabo. Pero las enzimas no trabajan solas, ya que dependen de otros elementos que las ayudan a cumplir sus tareas, como ciertas vitaminas y minerales. Estos elementos son conocidos como "coenzimas".

Probablemente esté familiarizado con una de ellas en especial: la coenzima Q10 o CoQ10. La CoQ10 se encuentra en la mitocondria (centros de poder) de sus células, en donde se encarga de producir ATP, la principal fuente de energía de las células. Otro ejemplo es el magnesio, que tiene participación en más de 300 reacciones enzimáticas.

El Concepto de 'potencial de enzimas'

El Dr. Edward Howell, quien escribiese el libro Enzyme Nutrition, pasó toda su vida profesional estudiando las enzimas y puede ser acreditado por la investigación de las catalización de enzimas. Sea verdad o no, Howell creía que nacemos con una capacidad limitada para producir enzimas y la expansión de su vida depende de que tan bien preservemos el 'potencial de enzimas'.

Su teoría era que si no se obtienen las enzimas suficientes de los alimentos que comemos, se crea una gran tensión en el sistema digestivo para "hacerse cargo de lo que hay que hacer"; por ejemplo, producir solo las enzimas necesarias para realizar la tarea.

Entonces, una deficiencia de enzimas digestivas reduce la disponibilidad de las enzimas metabólicas. Howell creía que este déficit de enzimas metabólicas era la causa principal de la mayoría de los problemas de salud crónicos.

Publicidad
Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimoSabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo

Principios básicos sobre las enzimas

Existen tres categorías básicas de las enzimas:

  • Digestivas
  • Metabólicas
  • A base de alimentos

Las enzimas digestivas —como su nombre lo dice— ayudan a descomponer los alimentos en partes pequeñas para que pueda ser absorbido, transportado y utilizado por cada célula en su cuerpo. Las enzimas digestivas son extracelulares, es decir, se encuentran fuera de las células.

Las enzimas metabólicas son intracelulares, es decir se encuentran dentro de las células, en donde ayudan a las células a realizar una variedad de funciones relacionadas con su reproducción y reposición. Su páncreas produce la mayoría de las enzimas digestivas y metabólicas.

Afortunadamente, usted obtiene (o debería obtener) muchas enzimas de los alimentos que consume, en particular, de los alimentos crudos. Este tipo de alimentos ayudan directamente con el proceso digestivo.

Mientras más alimentos crudos consuma, menor será la carga de enzimas que necesitará producir su cuerpo, no solo para la digestión sino para prácticamente todo. Las enzimas que no se utilizan para la digestión están disponibles para ayudar con otros procesos fisiológicos muy importantes.

El viaje que hace la comida para llegar hasta el sistema digestivo

Una vez que es consumida, su comida empieza un complicado viaje de varias fases para descomponer y convertir los nutrientes que su cuerpo puede utilizar. Este proceso es llamado digestión y las enzimas desempeñan un papel clave para que se lleve a cabo.

Existen ocho enzimas digestivas principales, cada una diseñada para ayudar a descomponer distintos tipos de alimentos:

1. Proteasa: digiere proteínas

2. Amilasa: digiere carbohidratos

3. Lipasa: digiere grasas

4. Celulasa: descompone la fibra

5. Maltasa: convierte los azúcares complejos de granos a glucosa

6. Lactasa: digiere el azúcar de la leche (lactosa) en productos lácteos

7. Fitasa: ayuda con la digestión en general, en especial con la producción de la vitamina B

8. Sacarosa: digiere la mayoría de los azúcares

La digestión comienza en su boca, gracias a la saliva. Su boca es el lugar en donde las enzimas (principalmente la amilasa) comienzan a ejercer sus acciones. La amilasa en su saliva comienza a descomponer los carbohidratos.

En cuanto sus alimentos pasan por su estómago, las proteínas son digeridas por la proteasa. De ahí, el alimento pasa por su intestino delgado, en donde la lipasa empieza a descomponer las grasas y la amilasa acaba con los carbohidratos.

El 90 % su digestión y absorción tienen lugar en su intestino delgado. A partir de ahí, los micronutrientes son absorbidos en el torrente sanguíneo por medio de millones de pequeñas vellosidades en la pared de su intestino. Pero ¿qué pasa cuando este proceso falla? Sufre de malestares o desarrolla enfermedades.

La deficiencia de enzimas es una consecuencia de la mala alimentación actual

La producción insuficiente de enzimas es la causa de muchos de los 'problemas estomacales' en nuestros países. Por tanto, que el 90 % de la comida de los estadounidenses sean alimentos procesados es sencillamente aterrador.

Una alimentación rica en alimentos procesados, azucarados y altamente cocinados, en combinación con uno uso excesivo de los medicamentos farmacéuticos como los antibióticos, agotan la capacidad de su cuerpo para producir enzimas.

Las enzimas podrían ser relativamente grandes, pero su estructura proteínica es frágil. Los aminoácidos en la cadena molecular se unen para crear ciertos patrones y formas, lo que le da a las enzimas características y funciones únicas.

Cuando algo altera la estructura de la cadena, la enzima se vuelve 'desnaturalizada': cambia de forma y pierde su capacidad para trabajar. Calentar sus alimentos a más de 46.5 °C (116 °F) hace que la mayoría de las enzimas se vuelvan inactivas. Esta es una de las razones por la que es tan importante comer sus alimentos crudos.

Los alimentos crudos son ricos en enzimas y consumirlos disminuye la carga de su cuerpo para producir sus propias enzimas. Mientras más alimentos crudos pueda consumir, mejor. Lo ideal es que el 75 % de las enzimas digestivas provengan de sus alimentos.

Además del calor, las enzimas también son muy sensibles a los cambios en el pH, que es la razón por la que las diferentes enzimas trabajan en diferentes partes de su tracto digestivo, en base al pH que cada enzima necesita para funcionar.

La deficiencia de enzimas da como resultado la mala digestión y la mala absorción de nutrientes. Esto provoca una variedad de síntomas gastrointestinales, incluyendo:

La malabsorción crónica puede provocar una variedad de enfermedades. Piénselo: si su cuerpo no tiene los bloques de construcción nutricionales básicos que necesita, su salud y capacidad para recuperarse de una enfermedad se verá comprometida.

Además de descomponer los alimentos, las enzimas (la proteasa en particular) pueden ayudar a sanar el intestino, controlar los patógenos y reforzar el sistema inmunológico. Su sistema inmunológico comienza en su intestino; si usted tiene problemas digestivos y con las enzimas, es probable que su sistema inmunológico no esté funcionando como debería.

Para complicar las cosas, su capacidad para producir enzimas también disminuye con la edad.

¿Cómo afecta el envejecimiento su capacidad para producir enzimas?

Investigaciones han demostrado que la producción natural de enzimas comienza a deteriorarse al momento en el que está a punto de cumplir veinte años. Los estudios demuestran que, cada diez años, la producción de enzimas disminuye un 13 %.

Así que, para los 40 años, su producción de enzimas podría ser 25 % menor de lo que era cuando era niño. Y para cuando tenga 70 años, usted podría producir solo un tercio de las enzimas que necesita.

Para empeorar las cosas, su estómago produce menos ácido clorhídrico a medida en que envejece y el ácido clorhídrico es crucial para la activación de las enzimas digestivas.

Cuando la digestión de alimentos requiere de una fuerte demanda, los suministros de enzimas se agotan y la capacidad de producir más enzimas se ve comprometida. ¿Por qué es esto importante? La gran demanda de enzimas digestivas reduce la producción de enzimas metabólicas, las cuales son necesarias para que las células de su cuerpo puedan funcionar.

Los diferentes roles de las enzimas metabólicas

Ahora que conoce la importancia de las enzimas digestivas y su papel para obtener nutrientes, echémosle un vistazo a otro tipo de actividad enzimática: sus enzimas metabólicas.

Las enzimas metabólicas están estrechamente relacionadas con los siguientes sistemas: circulatorio, linfático, cardíaco, neurológico, endocrino, renal, hepático y reproductivo. También mantiene su piel, huesos, articulaciones, músculos y otros tejidos.

Cada una de sus 10 trillones de células depende de estas enzimas y su capacidad para catalizar la producción de energía. Como lo dije anteriormente, cada una de estas enzimas está altamente especializada en una función de su estructura molecular en particular.

Considere estos dos ejemplos:

  • La ARN polimerasa es una enzima que su cuerpo utiliza para trascribir el ADN en ARN, que es utilizado para producir proteínas
  • La enzima lisosomal, producida en el lisosoma de cada célula (también conocida como "la bolsa del suicidio"), descompone las macromoléculas y otras partículas extrañas que la célula ha ingerido (como bacterias) para que puedan ser eliminadas. ¡El lisosoma es un triturador de basura microscópica!

Una de las funciones más importantes de las enzimas metabólicas se lleva a cabo en su sangre. Si lo piensa, tiene sentido. Sabemos que las bacterias, hongos y parásitos están compuestos de proteína, ya que es el escudo que cubre los virus. Las enzimas en su sangre —la proteasa principalmente (enzimas proteolíticas)— sirven para descomponer los cuerpos extraños a base de proteína y limpiar la sangre de manera efectiva.

Como limpiadoras de sangre, estas enzimas combaten las inflamaciones crónicas, que si no se combaten pueden provocar cualquier tipo de enfermedad autoinmune, desde enfermedades cardiovasculares hasta cáncer.

Las enzimas reducen la inflamación en su cuerpo de las siguientes formas:

  1. Descomponiendo las proteínas extrañas en la sangre que causan inflamación y facilitando su eliminación a través de torrente sanguíneo y sistema linfático
  2. Removiendo la "fibrina", un material coagulante que puede prolongar la inflamación
  3. Reduciendo el edema en las regiones inflamadas

Lo que sigue es que cualquier enfermedad causada por la inflamación —que son prácticamente todas las enfermedades crónicas a las que nos enfrentamos hoy en día— puede verse afectada de manera positiva por el aumento en los niveles de enzimas funcionales en su sangre.

Aunque tomar un suplemento de enzimas podría ser útil, NINGÚN producto fabricado puede duplicar los efectos positivos de una alimentación rica en nutrientes.

Aumente sus niveles de enzimas de manera natural

Existen cuatro maneras de aumentar de manera natural sus niveles de enzimas:

  1. Aumentar el consumo de alimentos crudos
  2. Comer menos calorías
  3. Masticar bien la comida
  4. Evitar mascar chicle

La mejor manera para obtener las enzimas es consumiendo al menos el 75 % de sus alimentos crudos. Muchos tendrán que intentar alcanzar esta meta poco a poco.

Aunque todos los alimentos crudos contienen enzimas, los alimentos que más enzimas contienen son los que retoñan (semillas y legumbres). El retoño aumenta el contenido de enzimas en estos alimentos enormemente.

Además de los alimentos que retoñan, otros alimentos ricos en enzimas son:

Papaya, piña, mango, kiwi y uvas

Aguacate

Miel cruda (de hecho las enzimas provienen de la saliva de la abeja)

Polen de abeja

Aceite de oliva extravirgen y aceite de coco

Carne y lácteos crudos

La mejor manera de aumentar las enzimas metabólicas es proporcionándole a su cuerpo las materias primas y la energía que necesita para producirlas. Comer este tipo de alimentos le ayudará a su cuerpo con los aminoácidos y enzimas necesarias para aumentar la producción natural de enzimas.

Otra manera de disminuir la demanda de enzimas del cuerpo es reduciendo el consumo calórico. ¿Sabía que la persona promedio gasta el 80 % de su energía digiriendo los alimentos?

Reduciendo el consumo excesivo, así como consumiendo más alimentos reales, le ayudará a reducir la necesidad de más enzimas digestivas, lo que permitirá que su cuerpo utilice más energía produciendo enzimas metabólicas.

Esto nos lleva a nos lleva a la forma de masticar. Lejos del placer estético de una comida sin prisa, están las razones fisiológicas de masticar los alimentos correctamente.

Masticar estimula la producción de saliva y mientras más tiempo pase masticando, más tiempo tendrán las enzimas para trabajar en su boca, disminuyendo la carga de trabajo de su estómago e intestino delgado. Masticar también estimula un reflejo que envía un mensaje al páncreas y a otros órganos digestivos: "Prepárense que ya vamos".

Es importante recalcar que masticar chicle es bastante dañino para su salud, ya que masticar chicle engaña al cuerpo haciéndolo creer que está digiriendo algo. Esto hace que se produzcan enzimas digestivas innecesariamente. ¿Para qué desperdiciar esos preciados recursos?

La suplementación con enzimas digestivas

Si usted sufre de hinchazón ocasional, malestar abdominal leve y estreñimiento ocasional y sospecha que su producción de enzimas es baja, es posible que quiera considerar un suplemento de enzimas digestivas, además de consumir más alimentos crudos.

Las enzimas digestivas se deben tomar junto con una comida. Hay cientos de marcas en el mercado, así que, ¿cómo elegir una buena? Usted debe buscar una fórmula de enzima con las siguientes características:

  • Debe contener una mezcla de diferentes tipos de enzimas para ayudar a digerir todos los diferentes componentes de su alimentación (incluyendo la lipasa, proteasa, y amilasa)
  • Los ingredientes deben ser de alta calidad, totalmente naturales y libres de alérgenos y aditivos
  • El suplemento debe llevar una etiqueta con la fuerza enzimática de cada ingrediente, no solo su peso
  • Debe estar hecha por una empresa de renombre con el riguroso control de calidad y pruebas de potencia

Además de los suplementos de enzimas digestivas, hay otras maneras de utilizar las enzimas orales: para uso sistémico. Esto requiere la toma de enzimas entre comidas para que puedan ser absorbidas a través de su intestino y en el torrente sanguíneo, donde las células pueden utilizarlas metabólicamente.

Las enzimas sistémicas

Llevar las enzimas del tracto digestivo al torrente sanguíneo no es tan fácil como parece. Como ya lo hemos discutido, las enzimas son muy susceptibles a la desnaturalización y deben ser ayudadas para sobrevivir al ambiente altamente ácido del estómago.

Muchas veces reciben un "recubrimiento entérico" para ayudarlas a sobrevivir al viaje del tracto digestivo. Y después, está el problema de la absorción.

Durante casi 100 años, el dogma médico insistió que las enzimas tomadas de manera oral eran muy largas para poder pasar la pared del tracto digestivo.

Sin embargo, existen muchas investigaciones que afirman que pueden pasar a través del intestino, torrente sanguíneo y sistema linfático, en donde pueden ofrecer sus servicios hacia el resto del cuerpo.

Ahora que sabemos que esto es posible, las enzimas sistemáticas orales han sido utilizadas para tratar problemas que van desde lesiones deportivas, artritis, enfermedades cardíacas hasta cáncer, particularmente en los países europeos.

Con el fin de utilizar las enzimas sistémicamente, es crucial que estas sean ingeridas con el estómago vacío. De otra forma, su cuerpo lo utilizará para digerir los alimentos, en lugar de absorberlo en la sangre y que trabaje ahí.

Echemos un vistazo a cómo las enzimas sistémicas pueden beneficiar su salud examinado la aplicación de dos de los principales problemas de salud que enfrentamos en la actualidad: las enfermedades cardíacas y el cáncer.

Cómo las enzimas sistémicas combaten las enfermedades cardíacas

En la actualidad es bien conocido que los ataques cardíacos y derrames cerebrales están relacionados con la inflamación, que es la razón por la que la proteína C-reactiva (marcador de inflamación) puede ser predictivo en eventos cardíacos.

Sin embargo, investigadores franceses propusieron que la bacteria podría ser un factor causal en las enfermedades coronarias. Se encontraron niveles muy altos de bacteria en sus pacientes con placas arteriales, lo que posiblemente explica las elevaciones de la proteína C- reactiva. La proteína C-reactiva trabaja deteniendo la propagación de la bacteria en su cuerpo.

Puesto que las enzimas inhiben la agregación plaquetaria, ayuda a que su sistema inmunológico combata los patógenos y a romper la fibrina (lo que provoca los coágulos), podrían ofrecer importantes beneficios para las enfermedades vasculares como lo trombosis, flebitis y varices.

Las enzimas sistemáticas para el tratamiento del cáncer

El uso de enzimas para tratar el cáncer tiene sus raíces en la década de 1911 con el libro The Enzyme Treatment of Cancer and Its Scientific Basis de John Beard, quien creía que el cáncer era el resultado de la disminución de las enzimas pancreáticas, lo que impide la respuesta inmune. Un estudio realizado en 1999 sugirió que Beard podría haber tenido razón.

Algunas de las maneras en que las enzimas proteolíticas pueden ser útiles para combatir el cáncer son:

  • Aumentando las citocinas, en particular el factor interferón y necrosis tumoral, que son guerreros importantes que destruyen las células del cáncer.
  • Disminuyendo la inflamación.
  • Disolviendo la fibrina. Las células cancerosas se esconden debajo de una capa de fibrina para no ser detectados. Una vez que las células cancerosas están a la vista, pueden ser atacadas por el sistema inmunológico. También se cree que la fibrina hace que las células de cáncer se "unan", lo que aumenta la probabilidad de metástasis.
  • Estudios alemanes han demostrado que las enzimas sistemáticas aumentan la potencia de los macrófagos y mata las células 12 veces.

Espero que ahora pueda apreciar la importancia de las enzimas para su salud en general, incluso a nivel celular. Una vez que entienda esto, podría comenzar a darse cuenta de la importancia de comer alimentos frescos, crudos y orgánicos. Incluso podría probar algunos vegetales en forma de jugo verde para obtener más nutrientes y enzimas en su cuerpo.

Existe el dicho: "Usted es lo que come"; sin embargo, decir que "usted es lo que digiere" es algo mucho más acertado.