¡Alerta Especial! Es el Momento Decisivo—Actúe Ahora para Que el Etiquetado de los Transgénicos Sea una Realidad

Etiquetado de Transgenicos

Historia en Breve

  • El 27 de abril del 2015, un juez se pronunció en contra a la industria alimentaria, la cual era encabezada por la Asociación de Productores de Alimentos, para apoyar la ley de etiquetado de Transgénicos u Organismos Modificados Genéticamente de Vermont. La ley entrará en vigor el 1ro de Julio del 2016
  • Les queda una única opción a las compañías de tecnología química como GMA, Monsanto y otras: pasar la propuesta de ley Pompeo (HR 1599) en el 2015, la cual eliminaría el derecho a pasar las propuestas sobre el etiquetado de los alimentos OGM
  • Si vencemos la propuesta Pompeo, se etiquetarán los productos transgénicos en Estados Unidos. Es imperativo contactar a nuestros representantes y pedirles que voten en contra de la HR 1599

Por el Dr. Mercola

Actualmente, los estadounidenses se encuentran en una encrucijada: por un lado, se podrían etiquetar los alimentos genéticamente modificados (GM) en todo el país, y por el otro, se podría eliminar tal posibilidad.

Si nunca ha actuado acerca de este problema, le insto hacerlo ahora. Necesitamos que cada persona, a quien le importe este problema, presente su opinión muy claramente a sus representantes federales.

De acuerdo con las encuestas hechas recientemente por la Asociación de Consumidores de Orgánicos (OCA, por sus siglas en inglés), más del 90 por ciento de la población quiere saber expresamente qué hay en sus alimentos.

Recientemente se activaron aún más las demandas para etiquetar los organismos genéticamente modificados (OGM) cuando la prestigiosa Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud declaró que el glifosato era un "probable cancerígeno."1,2

Las investigaciones3 también han revelado que los ingredientes inertes como los adyuvantes etoxilados en los herbicidas a base de glifosato son “principios activos de toxicidad celular humana.” También se sospecha4 que Roundup podría interferir con la producción de hormonas, lo que podría llevar al desarrollo anormal del feto, al nacimiento de niños con bajo peso o abortos.

El glifosato, el ingrediente activo en el herbicida Roundup de Monsanto, se fumiga fuertemente en el 84% de los cultivos OGM, como en el de soya, maíz, canola y remolacha azucarera, todos los cuales son ingredientes clave en los alimentos procesados.

Después de revisar 44 estudios científicos, la mitad del panel IARC pensó que el glifosato debería clasificarse como un “cancerígeno conocido” del grupo 1, mientras que la otra mitad consideró que debería ser un “cancerígeno probable” del grupo 2.

Algunos grupos ambientales enviaron una carta5 a la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), en la cual pedían que la agencia reexaminara la seguridad del glifosato en cuanto a la determinación de la IARC.

Como afirmó Ronnie Cummins de la OCA,6 “Dado que cada semana se publican nuevos estudios de colegas condenando el glifosato, la IARC podría muy bien reclasificar el glifosato como un “cancerígeno conocido” en un futuro cercano.”

Pero no se logrará el etiquetado de los alimentos que le permitirán a usted evitar los OGM con sólo desearlo. Es absolutamente necesario actuar en este momento, y esta es la razón.

Gran Victoria en Vermont—Un Juez Federal Defiende la Ley de Etiquetado de Transgénicos

El 16 de abril del 2014, el senado de Vermont pasó la primera ley de etiquetado de OGM sin condiciones (H.112) por un margen avasallador—28-2. La ley fue aprobada por la Casa de Representantes el 23 de abril.

Inmediatamente, la ley fue atacada por la industria que, encabezada por la Asociación de Productores de Alimentos (GMA), demandó a Vermont para que bloqueara la implementación de la ley.

El 27 de abril del 2015, la juez Christina Reiss se pronunció a favor Vermont.7 La ley continúa y entrará en efecto el 1ro de Julio del 2016. Como se reportó por Vermont Right to Know GMOs:8

“La juez también descartó varias declaraciones de demandantes, como las aseveraciones de que la ley viola las cláusulas de comercio y que fue evitada expresamente por la ley federal.

Probablemente el aspecto más importante de la resolución es que el requerimiento de la ley de que los OGM estén etiquetados está bajo la primera enmienda constitucional.

“Los gigantes de los alimentos OGM no están acostumbrados a perder, pero el estado de Vermont les golpeó el trasero,” dijo Paul Burns, director ejecutivo de VPIRG. “Los consumidores de todo el país sin duda se darán cuenta.”

Cualquier apelación u otro proceso legal que la GMA intente se mantendrá hasta después del 1ro de Julio del 2016, fecha en la que se requiere que se etiqueten los OGM.

Sin duda alguna, Monsanto y la GMA llevarán esto hasta la suprema corte, pero durante el proceso tendrán que comenzar a etiquetar sus productos. Esta es una victoria enorme y el equipo de Vermont merece gran reconocimiento por parte de todos nosotros.

Publicidad
Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimoSabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo

¡Venzamos la Propuesta de Ley Pompeo y el Etiquetado de Transgénicos Podrá Hacerse Realidad!

Les queda una única opción a las compañías de tecnología química como GMA, Monsanto y otras: pasar la propuesta de ley Pompeo (HR 1599) en el 2015, la cual eliminaría el derecho a pasar las propuestas del etiquetado de los alimentos OGM.

La ley también permite que las compañías sin escrúpulos de alimentos y bebidas sigan etiquetando sus alimentos contaminados con OGM como “natural” o “completamente natural.”

La ley Pompeo, irónicamente llamada “la Ley Segura y Correcta de Etiquetado de Alimentos,” propone que ya no se utilice el etiquetado incorrecto de los alimentos, al evitar que usted de cualquier manera conozca qué alimentos podrían contener OGM. Los críticos de la ley la han apodado como la ley Oscura (DARK), alias “la ley para negar a los estadounidenses el derecho de saber” (“Deny Americans the Right-to-Know” Act), lo cual es exactamente lo que hace.

La acción MÁS importante que puede hacer cualquier persona a la que le preocupen los OGM es evitar que se apruebe la ley Pompeo, y el resultado muy probablemente determinará el futuro de la agricultura. Es la decisión entre un sistema alimentario regenerativo o uno degenerativo; una decisión entre monocultivo o diversidad, entre obesidad o bienestar, entre contaminación o nutrición.

La ley DARK Act (HR 1599) fue presentada por Mike Pompeo, congresista patrocinado por Koch (R-KS4). Y mientras que supuestamente los republicanos se “mantienen unidos” para defender los derechos del estado, muchos de ellos se están uniendo a Pompeo para eliminar los derechos de los estados y para eliminar el derecho de los ciudadanos a saber sobre los alimentos genéticamente modificados.

Es una posición republicana indefendible, y ellos necesitan saber de esta hipocresía. Como afirmó Colin O´Neil, director de asuntos gubernamentales en el Centro de Seguridad de los Alimentos el año pasado:9 “La elección del congresista Pompeo como su campeón muestra en realidad lo extrema que es esta propuesta.”

Necesitamos que todos presionen a sus representantes federales y que les pidan que voten en CONTRA de la ley Pompeo. Necesitamos hacer todo lo que podamos para evitar que pase esta ley.

No Caiga en las Tácticas Vacías de los Grupos Engañosos que Buscan Generar el Miedo

Una de las primeras justificaciones para eliminar los derechos en los estados e implementar sus propias leyes de etiquetado es que un “arreglo” de leyes10 estatales creará caos y gastos excesivos. Estos argumentos son completamente insensatos.

El grupo que encabeza la industria “Coalición por Alimentos Seguros y Económicos” intenta engañar a los estadounidenses sobre la necesidad de etiquetar a los OGM, al proponer irónicamente que las etiquetas confundirán a las personas y aumentarán los precios de los alimentos. También afirman que la decisión del estado de etiquetar los OGM forzará a las compañías de alimentos a crear múltiples cadenas de suministros, depósitos y mecanismos de entrega para cumplir. Todas estas nociones son falsas y probablemente el último punto sea la mayor falacia.

Son engañosos y le mienten a usted al no decirle que las compañías simplemente no etiquetarían un producto como OGM al venderlo en un estado, y no cuando se vende en otro. Las leyes estatales obligan efectivamente a las compañías a etiquetar sus alimentos por todo Estados Unidos, sin importar el estado en el que se vendan. Si se hiciera de cualquier otra forma sería como cometer un suicidio en las relaciones públicas.

También quieren que usted crea que el cumplimiento será increíblemente difícil, cuando en realidad el cumplimiento será igual en todos los estados, porque los principales grupos de defensa que actualmente ayudan a permitir el etiquetado de OGM apoyan y seguirán apoyando el cumplimiento idéntico de todas las leyes estatales que sean aprobadas.

Todo lo que un productor necesita hacer es indicar en la etiqueta, “Producido con ingredientes transgénicos.” Es todo lo que se necesita. Sin embargo, la imposición de estas leyes debe permanecer en cada estado. Los estados de diferentes tamaños tienen diferentes maneras y eficacia para determinar cómo es mejor implementar sus leyes (los estados deciden sobre la pena capital, ¿por qué no habrían de determinar cómo implementar sus propias leyes de etiquetado de alimentos?)

La Ley Pompeo Intenta Legalizar el Fraude

Es importante identificar que no etiquetar los alimentos transgénicos es fraude, así que la ley Pompeo está esencialmente intentando legalizarla. Por ejemplo, el salmón combinado con anguila no es lo que usted esperaría al ver en la etiqueta ‘salmón.’ Es una cruza entre salmón y anguila, algo similar a un “anguilmón” y debe ser divulgado. El no revelar este hecho es un fraude porque va en contra de la expectativa del consumidor.

No se debe poner la carga en los pescadores tradicionales de salmón para que certifiquen su pescado provisto por la naturaleza como libre de OGM; el peso de una declaración verdadera de lo que el producto realmente es debe caer sobre el titular de la patente y el productor de estos organismos transgénicos.

Se debe aplicar la misma lógica a los cultivos. Por ejemplo, las investigaciones11 han mostrado que hay diferencias de composición significativas entre la soya genéticamente modificada (GM) y las variedades naturales. En oposición con lo que afirma la industria, el estudio encontró que también hay diferencia en cuanto a la calidad nutricional, siendo la soya orgánica aquella con el perfil nutricional más saludable. De acuerdo con los autores, “Este estudio rechaza que la soya genéticamente modificada sea “equivalente sustancialmente” a la soya que no es transgénica.”

Por cerca de 20 años la población estadounidense ha sido expuesta a estos alimentos altamente experimentales y sin probar. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) afirma que los OGM pueden asumirse seguros, y que hubo un “consenso científico avasallador” que apoya su decisión de categorizar los OGM como generalmente reconocidos como seguros (GRAS, por sus siglas en inglés) en el 1992. Sin embargo, las evidencias muestran que esta es una mentira descarada.

Steven Druker revela esto y mucho más en su libro Genes alterados, una verdad torcida: cómo el atrevimiento a modificar genéticamente nuestros alimentos ha subvertido la ciencia, corrompido al gobierno y engañado sistemáticamente a la población (Altered Genes, Twisted Truth: How the Venture to Genetically Engineer Our Food Has Subverted Science, Corrupted Government, and Systematically Deceived the Public).

La industria continua contestando con las viejas palabras “consenso científico avasallador” en cuanto a que los OGM son seguros, cuando en realidad no existe tal consenso. Para recalcar y que se tome conciencia, el 24 de enero 300 científicos, investigadores, médicos y eruditos firmaron una declaración que fue publicada en el diario revisado en pares de Environmental Sciences Europe,12 en la cual se asevera inequívocamente que no hay un consenso científico acerca de la seguridad de los OGM.

Además, el ensayo titulado No Scientific Consensus on GMO (No Hay un Consenso Científico sobre la Seguridad de los OGM), declara que la afirmación acerca del consenso científico sobre la seguridad de los OGM en realidad es “una creación artificial que ha sido perpetuada falsamente.” El ensayo también hace notar que tal afirmación “es engañosa y representa erróneamente o ignora totalmente las evidencias científicas actuales disponibles y la gran diversidad de opiniones científicas que existen sobre este tema.”

De hecho, en una próxima entrevista con el Dr. Anthony Samsel, revela que pudo forzar a Monsanto a enviarle documentos de su primera investigación en 1981, la cual muestra claramente que el glifosato causó tumores en casi todas las ratas que fueron expuestas a él. En vista de esto, ¿podría haber cualquier duda de que la ley Pompeo, que eliminaría el derecho a saber si se consumen OGM, es un esfuerzo desesperado de legalizar un fraude que se ha cometido por décadas?

Los Transgénicos Han Provocado un Incremento Masivo en el Uso de Pesticidas Tóxicos— ¡No Menos!

De acuerdo con el grupo engañoso de la industria Coalición por alimentos seguros y económicos, los OGM reducen el uso de agua y de pesticidas. Cualquiera que hoy en día crea este punto de vista de las relaciones publicas no conoce las estadísticas, que claramente muestran que ninguna de estas dos declaraciones son verdaderas.

Como se hizo notar en el 2012 en un artículo de Tom Philpott,13 la tecnología de Monsanto Roundup Ready “ha provocado un verdadero monsón de herbicidas, tanto en un incremento de los índices de aplicación de Roundup, como… en el aumento del uso de otros herbicidas más tóxicos.”

El artículo de Philpott contiene estadísticas reveladoras recabadas por Chuck Benbrook, profesor de investigación en el Centro de Agricultura Sustentable y Recursos Naturales de la Universidad del Estado de Washington. Benbrook descubrió que:

  • En general, la tecnología GM aumentó el uso de herbicidas a 527 millones de libras (cerca del 11 por ciento) entre 1996 (cuando los cultivos de Roundup Ready se iniciaron públicamente) y el 2011.
  • El uso de herbicidas disminuyó cerca del 2% entre 1996 y el 1999, pero poco tiempo después, conforme las hierbas comenzaron a desarrollar resistencia contra el químico, los índices de la aplicación subieron hasta el cielo.
  • El rápido incremento de la resistencia de las hierbas está aumentando el volumen de herbicida que se necesita, cerca de 25 por ciento anual. Las aprobaciones recientes de 2,4-D y los cultivos GM resistentes al dicamba pueden llevar a otro aumento de 50 por ciento, de acuerdo con investigaciones publicadas en Ciencias Ambientales Europeas.14
  • En el 2002, el uso de glifosato en la soya de Roundup Ready aumentó 21 por ciento. En general, los granjeros estadounidenses incrementaron el uso de glifosato 19 millones de libras ese año.
  • Para el 2011, los granjeros con cultivos de Roundup Ready (maíz, soya y algodón) usaron 24 por ciento más Roundup que aquellos que plantaron versiones no-GM de los mismos cultivos, ya que para ese momento, la resistencia al glifosato se había vuelto común. Los granjeros también comenzaron a recurrir a herbicidas antiguos, más tóxicos, como el 2,4-D.

Las Toxinas en los Suministros Alimenticios Son los Principales Contribuyentes a las Enfermedades Crónicas

Como hizo notar el Dr. Joseph E. Pizzorno,15 presidente fundador de la universidad naturopathic Bastyr y exconsejero del presidente Clinton sobre medicina complementaria y alternativa, “las toxinas en los suministros modernos de alimentos son un “contribuyente principal de casi todas las enfermedades crónicas, y en algunos casos la causa de ellas.” David Bellinger, profesor de neurología en la Escuela Médica de Harvard, estima que los estadounidenses han perdido un total de 16.9 millones de puntos de IQ debido a la exposición a los pesticidas de organofosforados.16

La Organización Mundial de la Salud (WHO, por sus siglas en inglés) ha reconocido que el glifosato es un cancerígeno humano, e investigaciones convincentes muestran que las abejas y mariposas—polinizadores fundamentales de los cultivos alimenticios—están desapareciendo en índices alarmantes debido a los pesticidas tóxicos asociados con estos monocultivos de OGM. También se ha descubierto que el glifosato es altamente tóxico para la tierra alrededor de la raíz de las plantas (la rizosfera), las plantas del bosque, anfibios, pescados, ambientes acuáticos, y mamíferos17—y es causante de problemas reproductivos y afecta el sistema endócrino.

Incluso SI los cultivos genéticamente modificados pudieran producir más productos para alimentar a la creciente población (y las investigaciones muestran que la agricultura orgánica es, de hecho, más eficiente al crear mayores cosechas a menor gasto), ¿de qué servirá producir más alimentos si todo es tóxico—de igual manera para los microbios, insectos, animales y seres humanos? Pregúntese a sí mismo, ¿quién se beneficia de la idea de que “necesitamos” la modificación genética para sobrevivir? Esta noción ha sido fabricada y, en realidad, no tiene una base sólida.

Si considera que los que las personas en Estados Unidos consumen en promedio 193 libras de alimentos genéticamente modificados cada año,18 los problemas de la equivalencia de composición y la contaminación de glifosato son sin lugar a dudas igualmente importantes.

Evitar los Alimentos Tóxicos Es Imperativo para una Salud Óptima

La industria de tecnología química, encabezada por Monsanto, ha logrado convertir los alimentos literalmente en veneno. El glifosato, que sabemos que contamina la planta sistemáticamente ya que está integrado en cada célula de la planta y no puede lavarse, tiene varios efectos biológicos devastadores, como los siguientes:

Deficiencias nutricionales, ya que el glifosato inmoviliza ciertos nutrientes y altera la composición nutricional del cultivo tratado Perturba la biosíntesis de los aminoácidos aromáticos (estos son aminoácidos esenciales que no se producen en el cuerpo y deben ser suministrados a través de la alimentación)
Exposición incrementada a las toxinas (esto incluye altos niveles de glifosato y formaldehido en los alimentos mismos) Deficiencia en el transporte de sulfato y en el metabolismo de sulfuro; deficiencia de sulfato
Toxicidad sistémica—un efecto secundario de la perturbación extrema de la función microbial en todo el cuerpo; en particular de los microbios benéficos, lo que permite el sobrecrecimiento de agentes patógenos Disbiosis intestinal (desequilibrio en la bacteria intestinal, inflamación, intestino permeable, alergias a alimentos, como la intolerancia al gluten)
Aumento de los efectos dañinos de las toxinas ambientales y otros residuos químicos transmitidos a través de los alimentos como resultado de que el glifosato apaga la función de las enzimas purificadoras Creación de amoniaco (un producto derivado que se crea cuando algunos microbios descomponen el glifosato), que puede generar inflamación del cerebro asociado al autismo y al Alzheimer

Idealmente, usted estaría mejor al optar por productos con la etiqueta USDA 100% orgánico al comprar alimentos procesados para evitar la exposición a agroquímicos, los cuales ciertamente no se limitan a Roundup. Sin embargo, no cometa el error de confundir la etiqueta “natural” con los estándares orgánicos.

La etiqueta “natural” no está basada en ningún estándar y es frecuentemente utilizada erróneamente por los vendedores de productos GM. También sería sensato dejar de utilizar Roundup en su hogar, donde los niños y mascotas pueden entrar en contacto con él simplemente al pasar por esa área.

Más Mentiras Sobre la Tecnología Química de “Bio-Ag”

Contrariamente a la propaganda de la industria, los OGM sólo están empeorando una situación mala de por sí. La agricultura química es en sí misma un peligro para la salud humana y ambiental, y debe hacerse algo al respecto si queremos tomar el control de las desenfrenadas estadísticas de las enfermedades. Los cultivos GM son agricultura química que utiliza esteroides. He aquí más inconvenientes que la industria intenta barrer debajo de la alfombra:

  1. Los fertilizantes sintéticos están contaminando nuestra agua, incluyendo el agua para beber, lo que crea una amenaza directa a la salud humana.
  2. Los mantos acuíferos se están vaciando para regar el maíz, más de la mitad de ellos se utiliza para crear etanol—un hecho que hace que el argumento sobre “alimentar al mundo” sea absurdo.
  3. El glifosato no sólo es cancerígeno, sino que también promueve la resistencia a los antibióticos, como lo muestra un estudio innovador.19,20 Se mostró que Roundup incrementa la capacidad de resistencia a los antibióticos del e coli y la salmonela—dos bacterias responsables de una gran cantidad de males transmitidos por los alimentos.
  4. La dicamba y el 2,4-D también mostraron promover la resistencia a los antibióticos, lo cual es particularmente relevante en vista de la reciente aprobación de una nueva generación de cultivos GM resistentes no sólo al glifosato, sino también a uno o ambos de estos pesticidas.

    Esta investigación insinúa que combatir las malas hierbas y la resistencia a los pesticidas causada por los cultivos GM de Roundup Ready al utilizar variedades resistentes a la dicamba y el 2,4-D probablemente acelerará el proceso de creación de patógenos resistentes a varios medicamentos, los cuales ya asesinan a 23,000 estadounidenses cada año. Los expertos advierten que pronto podríamos llegar al punto donde TODOS los antibióticos fallen, y una vez que eso pase, será el final de la medicina moderna tal y como la conocemos.

    Es bastante crucial entender que la contaminación con glifosato en los cultivos GM es sistémica, lo que significa que está presente en cada célula de la planta, de la raíz a la punta. No es sólo cuestión de contaminación tópica—aunque esto ciertamente se añade al nivel de contaminación.

    Normalmente, usted necesita lavar concienzudamente sus alimentos para eliminar residuos tópicos, pero no se puede eliminar el glifosato de los productos GM, ya que ha sido absorbido por las células de la planta. Y tampoco pueden eliminarlo los fabricantes de alimentos y de comida para animales que utilizan ingredientes GM en sus productos.

  5. Se utilizan millones de acres de maíz y soya GM para crear venenos para humanos, jarabe de maíz alto en fructuosa (HFCS, por sus siglas en inglés) y aceite vegetal hidrogenado (grasas trans) —otro hecho que hace que el argumento sobre “alimentar a la creciente población” sea completamente absurdo. La gran mayoría de cultivos GM que crecen en Estados Unidos (maíz, soya, canola, y remolacha azucarera) se utilizan para crear ingredientes baratos para alimentos procesados que son extremadamente inferiores en términos de nutrición a los alimentos orgánicos enteros.
  6. Mientras que la industria crea esta fachada de abastecer al mundo con alimentos críticamente necesarios, en realidad están produciendo alimentos que, se ha probado científicamente, promueven la obesidad, disfunción metabólica y están relacionados con las enfermedades crónicas—todo esto mientras generan ganancias gigantescas de las semillas patentadas y ventas de pesticidas.

  7. La mayoría del maíz y la soya GM cultivada se utiliza para apoyar a las Operaciones Concentradas de Alimentación de Animales (CAFO, por sus siglas en inglés), que son la fuente principal de resistencia a los antibióticos y asesina a miles de estadounidenses cada año.

Otros Países Podrían Perder Mucho Debido al “Suministro de Monsanto” en la Legislación De Fast Track en Estados Unidos

Como explica Ben Lilliston en una entrevista reciente, Fast Track (también conocida como autoridad de comercio público, o TPA por sus siglas en inglés) le brinda al presidente el derecho de negociar y finalizar el acuerdo comercial, en el cual el congreso votará por completo. Y, una vez que el acuerdo se haya finalizado, no se podrá hacer ninguna enmienda.

Bajo la constitución de Estados Unidos, el congreso tiene el derecho a involucrarse en los acuerdos comerciales previos y a establecer los parámetros de negociación. Bajo Fast Track, el congreso pierde este derecho y permite que el presidente negocie a su propia voluntad. De acuerdo con un comunicado de prensa reciente:21

“El representante Peter DeFazio (D-OR) habló hoy en contra de una provisión enterrada bajo la autoridad de comercio público (TPA), legislación que le permitiría al gobierno o a las corporaciones multinacionales atacar al estado o las leyes nacionales, que piden el etiquetado de alimentos genéticamente modificados... La administración de Obama pide al congreso una posición idónea de su autoridad para negociar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP), un acuerdo de comercio libre con la Unión Europea.

“Llamémoslo la pistola humeante,” dijo DeFazio. “Prueba de que los acuerdos de comercio libre masivos y de rápido avance, como el TPP, se han escrito por y para las corporaciones multinacionales, como el gigante de la agricultura, Monsanto.

En lugar de utilizar los acuerdos comerciales como una oportunidad para proteger y reforzar los derechos del consumidor al unir a los países que requieren que se etiqueten los alimentos genéticamente modificados, esta administración quiere beneficiar a las corporaciones millonarias a expensas de la población.”

La provisión en cuestión se encuentra dentro de los Objetivos de la Negociación de Acuerdos y requiere que los negociantes estadounidenses luchen por que los acuerdos comerciales tengan reglas que eliminen las “barreras” del mercado. Una de estas barreras es el etiquetado de los alimentos GM, el cual es requerido ya en 64 países.

Algunos de nuestros socios comerciales más grandes, como Japón, China, Brasil, y la Unión Europea, perderán bastante debido a esta legislación. Como afirma Colin O´Neil, director de asuntos gubernamentales en el Centro de Seguridad de los Alimentos:

“En este momento en que las personas en Estados Unidos quieren en extremo el derecho de saber lo que compran y con lo que alimentan a sus familias, es abominable que el congreso elimine el derecho de otros países de que los alimentos genéticamente modificados sean etiquetados. Cada país ha justificadamente requerido que se etiqueten los alimentos GM; lo único que no puede justificarse es por qué los consumidores estadounidenses no tienen el derecho que poseen otros 64 países alrededor del mundo.”

Es Tiempo de Tomar Acciones Decisivas

Le insto a que actúe y se organice. Haga saber a sus representantes que usted no aceptará un voto a favor de la HR 1599 (alias Ley Dark), y que no serán reelegidos si votan a favor de ésta. Esta podría ser la acción más importante que puede realizar este año, así que por favor, no deje de hacerlo. Esta es nuestra oportunidad de que se etiqueten los OGM en Estados Unidos—pero DEBEMOS detener la ley Pompeo para que se haga realidad. Es el momento decisivo.

La victoria de Vermont contra GMA ha establecido los precedentes de que las leyes estatales de etiquetado de los OGM son constitucionales, y no hay nada que Monsanto y sus colaboradores puedan hacer al respecto. Y, como mencioné anteriormente, las compañías de alimentos simplemente no producirán dos tipos diferentes de empaques, unos con la etiqueta GM y otros sin ella, dependiendo del estado en el que el producto esté destinado a venderse.

Lo que sucederá es que se etiquetará el producto como OGM sin importar dónde será vendido, y si se ven amenazadas las ventas, comenzarán a eliminar los ingredientes GM para evitar el tan temido etiquetado.

La razón de que la industria amenace con aumentar los precios de los alimentos y con cadenas complicadas de distribución es porque saben esto, y quieren evitar tener que reemplazar los ingredientes OGM. ¿Hubo aumento en los precios cuando se etiquetaron las grasas trans? ¿Notó usted aumento en los precios cuando se tuvo que mostrar en el empaque cualquier otro ingrediente? ¿No? ¿Entonces por qué esperaríamos un aumento ahora?

El hecho es que, Monsanto y sus secuaces intentan proteger una gigantesca gallina de huevos de oro y múltiples polluelos—semillas patentadas, pesticidas, e ingredientes subsidiados con impuestos bajos con los cuales producen alimentos procesados—todo lo cual nos daña a nosotros mientras que los beneficia a ellos. No hay nada seguro o correcto acerca de la “Ley Segura y Correcta de Etiquetado de Alimentos de Pompeo,” y debemos hacerle saber a nuestros representantes que no la toleraremos.

Haga clic aquí y sea el primero en comentar sobre este artículo
Publique su comentario