Por el Dr. Mercola
A nivel mundial, la desnutrición es la causa principal de muerte antes de los 5 años de edad y tres estudios nuevos sugieren que optimizar el microbioma de los niños – las colonias de bacterias que residen en el intestino – podría ser clave para combatir esta tragedia.1
Como lo señaló Science News:2
"La comida también desempeña un papel importante, pero no tanto como se pensaba, dice el biólogo Brett Finlay de la Universidad de Columbia Británica, quien no estuvo involucrado en el nuevo trabajo.
"Las personas solían pensar que el simple hecho de alimentar a los niños era suficiente", dice Finlay. "Pero eso no funcionaba". En lugar de eso, ciertos microbios intestinales podrían ser necesarios para proteger a los niños de sufrir de una mala alimentación".
De hecho, la investigación sugiere que muchas personas son deficientes de baterías intestinales saludables, lo que hace de esto algo a considerar seriamente si no se está sintiendo en forma óptima, tanto física como psicológicamente.
Las bacterias en su intestino tienen efectos de salud de gran alcance y en cascada. Se ha encontrado que las bacterias intestinales no sólo influyen en el procesamiento y utilización de nutrientes3,4 e incluso en ayudar a proteger contra enfermedades transmitidas por los alimentos,5 sino que también es bien sabido que un microbioma desequilibrado puede debilitar su sistema inmunológico.
Optimizar los Microbios Intestinales Podría Protegerlo de la Desnutrición
Como lo reportó The Washington Post:6
"En estudios previos,7 Gordon y sus colegas encontraron una conexión entre la microbiota intestinal en la infancia… y un desarrollo exitoso.
Los niños que tenían desnutrición tendían a tener microbios intestinales similares a los niños más pequeños que ellos, como si el "órgano" microbiano se hubiera atrofiado al igual que el resto de su cuerpo…"
Para investigar qué pasa primero – la desnutrición o el retraso en el crecimiento de microbios – los investigadores implantaron microbios fecales de niños sanos y desnutridos en ratones libres de gérmenes. A todos los ratones se les dio el mismo tipo de alimentación, muy similar a la alimentación típica de un niño en Malawi.
A pesar de la falta de una nutrición adecuada en la alimentación, los ratones que recibieron microbios intestinales de niños sanos crecieron más, lo que sugiere que las bacterias intestinales saludables en realidad podrían contrarrestar una alimentación baja en nutrientes.
Las Bacterias Intestinales Influyen en la Hormona del Factor de Crecimiento
Otro estudio8 reciente descubrió una conexión similar entre el microbioma y la nutrición. Como en el estudio mencionado anteriormente, con todas las cosas iguales en términos de alimentación, los ratones con baterías saludables en sus intestinos crecieron mejor que los ratones libres de gérmenes.
Curiosamente, como se reportó en el artículo presentado, aquí encontraron que los microbios intestinales tuvieron una influencia hormonal:9
"Todos los ratones experimentales produjeron la misma cantidad de la hormona del factor de crecimiento, pero las personas sin bacterias intestinales no tuvieron tanta de la hormona de crecimiento secundaria que por lo general se produce.
Al darles a los ratones esta hormona secundaria como suplemento volvió a aumentar su crecimiento, incluso cuando no tenían microbios intestinales. Y encontraron al menos una cepa de la bacteria Lactobaciullus que le dio a los ratones con menos microbios un impulso hormonal instantáneo".
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La Relación Entre la Leche Materna y las Bacterias Intestinales
Un tercer estudio,10 publicado en la revista Cell, investigó la relación entre el microbioma de un niño y su capacidad de beneficiarse de la leche materna. Primero, observaron la composición nutricional de la leche materna de madres Malawi de bebés sanos y desnutridos.
La leche materna de las madres de bebés sanos tuvo una mayor cantidad de azúcares que contienen ácido siálico, que se cree es importante para el desarrollo cerebral.
Una vez más, los ratones libres de gérmenes recibieron microbios de los niños desnutridos y después se alimentaron con un tipo de alimentación similar a la de un niño pequeño de Malawi.
Otro grupo de ratones recibieron ácido siálico además de alimentación estándar, mientras que un tercer grupo recibió una fórmula similar a la fórmula infantil comercial.
Los tres grupos tuvieron los mismos microbios intestinales y todos recibieron la misma cantidad de calorías, sin embargo los ratones del grupo que recibió ácido siálico en cantidades comparables a las que obtendría un niño de la leche materna, crecieron más que los demás.
Los investigadores presumen que "los beneficios de crecimiento pueden depender de los productos creados por las bacterias a medida que consumen ácido siálico", pero siguen habiendo preguntas por responder. Como lo explicó Jeffrey Gordon, que dirigió el estudio:
"Hay redes alimentarias en la comunidad microbiana y estas bacterias que viven en el ácido siálico son los consumidores primarios. Lo transforman en productos utilizados por otros microbios en la comunidad. Necesitamos estar seguros que ninguno de los consumidores secundarios sean peligrosos".
Los consumidores secundarios a los que él se refiere son los patógenos potencialmente peligrosos, que son bastante prominentes en los intestinos de los niños que viven en áreas que carecen de agua limpia y saneamiento básico. Como se señaló en el artículo presentado:
"Los investigadores no pueden recomendar darles a estos niños más ácido siálico – o cualquier aditivo alimenticio relacionado con microbios- sin investigar más al respecto, ya que esto podría darle el poder a los patógenos para conquistar sus intestinos".
Los Vegetales Verdes Promueven Bacterias Intestinales Saludables
En noticias relacionadas, los investigadores encontraron que los vegetales de hoja verde contienen un cierto tipo de azúcar que alimenta las bacterias intestinales saludables, que a su vez ayudan a combatir a los microbios dañinos.11 El azúcar, llamada sulfoquinovosa (SQ) se produce en las plantas por la fotosíntesis.
Las bacterias intestinales extraen el azufre y el cabrón de la SQ para nutrirse, utilizando una enzima llamada YihQ, que en realidad es producida por la bacteria E. coli. Aunque por lo general, la E. coli se relaciona con enfermedades transmitidas por los alimentos, hay muchas cepas diferentes de E. coli y sólo algunas son dañinas.12
El YihQ derivado de la E. coli descompone el azúcar, lo que permite que las bacterias la metabolicen en varios componentes. Como lo reportó Medical News Today:13
"Las bacterias utilizan la SQ como una fuente de carbón y azufre. El azufre es importante para la construcción de proteínas – los bloques de construcción esenciales para todos los organismos vivos – explican los autores, quienes señalan que la SQ es la única molécula de azúcar que contiene azufre.
El autor principal, el Dr. Ethan Goddard-Borger… dice: "Cada vez que comemos vegetales de hoja verde, consumimos cantidades significativas de azúcar SQ, que es utilizada como una fuente de energía por las bacterias intestinales benéficas"…
Las cepas cruciales y protectoras de Escherichia coli y otras bacterias benéficas en el intestino… utilizan SQ como un fuente de energía. Estas bacterias proporcionan una barrera protectora que "previene el crecimiento y colonización de las bacterias malas, porque las bacterias buenas están tomando todo el espacio habitable", añade el Dr. Goddard-Borger.
De acuerdo con el Dr. Goddard-Borger, esta investigación podría ofrecer "pistas vitales" para desarrollar nuevos tipos de antibióticos. Los investigadores sugieren que enzimas como YihQ podrían utilizarse con un sistema de administración para que los antibióticos combatan selectivamente las bacterias dañinas sin dañar a las bacterias benéficas.
Al considerar los riesgos relacionados con los antibióticos convencionales que indiscriminadamente matan todo tipo de bacterias, esta podría ser una mejora significativa.
Fibra Vegetal – Otro Importante Componente Alimenticio para un Intestino Saludable
Los microbios en su cuerpo consumen los mismos alimentos que usted y como regla general, los benéficos tienden a alimentarse de los alimentos que son conocidos por beneficiar su salud y viceversa.
El azúcar, por ejemplo, es el alimento preferido de los hongos que producen infecciones y sinusitis, mientras que los alimentos saludables ricos en probióticos como los vegetales fermentados benefician a las poblaciones de bacterias saludables, por lo tanto evitan que las colonias potencialmente patogénicas tomen el control.
Además de la SQ encontrada en los vegetales de hoja verde, otros vegetales son una excelente fuente de fibra, que es otra importante fuente de alimento para las bacterias intestinales saludables.
Algunos de los microbios en su intestino en realizad se especializan en fermentar la fibra soluble encontrada en las legumbres, frutas y vegetales y los subproductos de esta actividad de fermentación ayudan a nutrir las células que recubren su colon, por lo tanto previene los problemas relacionados con el síndrome de intestino permeable.
Los subproductos de fermentación más importantes son los ácidos grasos de cadena corta como el butirato, propionato y acetato. Estas grasas de cadena corta ayudan a nutrir y recalibrar su sistema inmunológico, por lo tanto ayudan a prevenir trastornos inflamatorios como el asma y la enfermedad de Crohn.14,15
Estas grasas también aumentan las células inmunes especializadas llamadas células regulatorias T, que ayudan a prevenir respuestas autoinmunes. A través de un proceso llamado hematopoiesis, también están involucradas en la formación de otros tipos de células sanguíneas en su cuerpo.
Estas grasas también sirven como sustratos fáciles para que su hígado produzca cetonas, que alimentan eficientemente su mitocondria y sirven como importantes y poderosas señales metabólicas.
El Peligro de una Alimentación Baja en Fibra
Desafortunadamente, pocas personas que viven en los Estados Unidos obtienen la cantidad recomendada de fibra al día de 30-32 gramos y cuando carecemos de fibra, estas bacterias benéficas comienzan a morir de hambre.
Una reciente investigación16,17,18 demuestra que un tipo de alimentación baja en fibra causa "olas de extinción" en el intestino de ratones y que esta alteración en la flora intestinal se transmite a las demás generaciones. Hasta el 60 % de las especies de microbios en el grupo bajo en fría sufrió una severa reducción.
En algunos casos los números se mantuvieron bajos incluso después de que a los ratones se les volvió a dar comidas ricas en fibra, lo que sugiere que puede ser complicado volver a poblar ciertas bacterias intestinales un vez que se ha acabado con ellas. Por otra parte, las demás generaciones en el grupo bajo en fibra terminaron con una menor diversidad que sus padres, lo que sugiere un problema con las demás generaciones. De acuerdo con los autores:
"Después de varias generaciones, una alimentación baja en MAC [alimentación de carbohidratos accesibles para la microbiota] dio como resultado una pérdida progresiva de la diversidad, lo cual no pudo recuperarse después de reintroducir MACs alimenticios.
Para restaurar la microbiota en su estado original se requirió de la administración de los taxones faltantes [nota del editor: es decir trasplante fecal] en combinación con el consumo de MAC".
Estudios previos19 ya han confirmado que el microbioma humano ha sido sometido a cambios significativos a lo largo de la historia, junto con cambios en la alimentación. Se han encontrado claras diferencias en el microbioma intestinal entre habitantes de zonas rurales, ciudades occidentales y cazadores-recolectores.
Como regla general, las personas que llevan una alimentación a base de plantas tienden a tener una mayor diversidad en su microbioma intestinal, en comparación con las personas que no consumen tantos vegetales y frutas frescas y comen muchos alimentos procesados.
El Parto Natural y la Lactancia Ayudan a Optimizar la Salud de Su Hijo
Es importante entender que la composición microbiana de un niño se ve influenciada directamente desde el nacimiento, ya que muchas bacterias se transfieren al bebé cuando pasa por el canal del parto.20
Además, de una alimentación deficiente, la popularidad cada vez menor de los partos naturales desempeña un papel significativo en la disminución de las especies de microbios encontradas en las personas nacidas y criadas en países desarrollados.
Aunque las cesáreas tienen un gran número de riesgos conocidos, su efecto negativo en el intestino del bebé debido a la falta de exposición bacteriana generalmente es pasado por alto. Esto es trágico, ya que el microbioma de su bebé tiene el potencial de impactar en su salud de por vida. Los bebés nacidos por cesárea tienen mayor riego de asma, obesidad y diabetes tipo 1, por ejemplo,
La falta de lactancia agrava el problema. La leche materna humana contiene oligosacáridos (cadenas de azúcares únicas y complejas), su función principal es nutrir la flora intestinal de su bebé y estos no se encuentran en absoluto en las fórmulas infantiles comerciales.
La lactancia materna ha demostrado proteger contra los mismos problemas de salud relacionados con la cesárea. Cuando no se tiene un parto natural y no se da leche materna al bebé, entonces su flora intestinal está gravemente comprometida.
Esto, como puede ver, tiene el potencial de afectar la salud de su hijo de muchas formas diferentes, incluyendo el potencial de impactar en su capacidad para utilizar nutrientes.
Optimice Su Microbioma Con Probióticos y Fibra
Una de las formas más sencillas de mejorar su salud intestinal es al consumir alimentos REALES, incluyendo una gran cantidad de vegetales orgánicos de preferencia cultivados localmente, junto con alimentos fermentados tradicionalmente.
Este tipo de alimentación le proporcionará mucho de lo que necesita – prebióticos, probióticos y fibra – y muy poco de lo que no necesita, azúcar, pesticidas e ingredientes artificiales que encabezan la lista de ingredientes que dañan la flora intestinal. La col fermentada hecha con un cultivo iniciador sería una gran solución, es muy económica y fácil de almacenar.
Cada vez es más la evidencia que apunta al hecho de que, a menos que tenga un intestino saludable, su salud sufrirá en algún grado y recuperarse de las enfermedades puede ser muy difícil.
Los estudios han demostrado que una alimentación rica en fibra (especialmente de fibra soluble) puede reducir el riesgo de muerte prematura por cualquier causa y esto probablemente se deba a que ayuda a reducir su riesgo de muchas enfermedades crónicas, incluyendo diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, derrame cerebral y cáncer.
Como lo evidenciaron los tres estudios de los que hablamos anteriormente, el microbioma de un niño también puede desempeñar un papel sumamente importante en la desnutrición. Si el intestino de su bebé está muy desequilibrado, su salud podría verse afectada negativamente incluso si lleva una alimentación razonablemente nutritiva.
Claramente, el problema de la desnutrición es frecuente en los países en desarrollo, pero incluso los occidentales pueden tener este problema, cortesía del consumo excesivo de alimentos procesados.
Además de la alimentación, hay otros factores de estilo de vida como el ejercicio y el uso de medicamentos que pueden tener un impacto, para bien o para mal. Decisiones en el embarazo como una cesaría o amamantar a su bebé también pueden tener efectos de salud a largo plazo en su hijo – todo porque estas decisiones afectan el microbioma de su hijo.
Cuando se trata de fibra, creo que 25-50 gramos por 1,000 calorías consumidas es una meta saludable. Buenas fuentes de fibra soluble e insoluble, incluyen:
✓
Cáscara de semilla de Psyllium, linaza y semillas de chía |
✓ ayas |
✓ Vegetales como brócoli y coles de Bruselas |
✓ Vegetales de raíz y tubérculos incluyendo cebollas, papas y jícamas |
✓ Nueces de macadamia y Pecanas |
✓ Ejotes |
✓ Judías verdes |
✓ Coliflor |
✓ Cacao sin cascara |