Por el Dr. Mercola
La mayoría de las personas nunca piensan en cómo una prenda de ropa obtuvo su color. Desafortunadamente, si no lo hace, podría exponerse inconscientemente a sustancias químicas peligrosas todos los días.
Los tintes para telas también constituyen una importante preocupación ambiental ya que contribuyen a la contaminación—para empezar, con frecuencia ocurre en países más pobres que tienen regulaciones flexibles en relación a las sustancias químicas tóxicas.
Rebecca Burgess, autora de “Harvesting Color: How to Find Plants and Make Natural Dyes” (La Recolección del Color: Cómo Encontrar las Plantas y Hacer Tintes Naturales), cuenta con 15 años de experiencia en esta área y es la Directora ejecutiva de Fibershed--una palabra que ella acuñó--que es un recurso para la creación de tintes orgánicos y seguros para los tejidos.
"Comencé este trabajo cuando me enseñaron en la facultad a capacitar a niños pequeños a usar los tintes", indica Burgess. "Era un programa de verano de arte textil [y] yo estaba a cargo de la instrucción directa para [un grupo de] niños de 9 años de edad.
Era un trabajo de verano. Me mostró el lado de las artes y oficios del teñido de textiles... Les ayudaba a utilizar estos compuestos para teñir las camisetas.
Teníamos que utilizar guantes. Tuve que usar una máscara. Las personas tenían que utilizar mandiles. No podíamos dejar que el polvo entrara en contacto con el aire.
Una vez que abríamos los recipientes que contenían el polvo, teníamos que ser sumamente cuidadosos para que no llegara a nuestros pulmones o piel. La lista de ingredientes no era muy clara.
El desglose molecular de lo que contenía el material no era muy claro, pero los fabricantes de los tintes advertían que el producto se utilizara con mucho cuidado de no inhalarlo ni exponerse a él, en especial, en relación a exponer la piel... Eso me activó una alarma. '¿Por qué permitiría que los niños manejaran un material para el cual tuvieran que cubrirse con máscaras y guantes [para usarlo]?' Mientras preparamos el tinte estamos protegidos.
Y después sacamos la camiseta del contenedor. La enjuagamos un poco, y luego nos la ponemos sobre nuestros cuerpos. ¿De alguna manera ESTÁ BIEN ponerse esto sobre la piel, pero no está bien tocar el polvo? Había un abismo entre lo que parecía una cuestión muy lógica con respecto a cuánto estábamos dispuestos a exponernos, y porqué hacíamos esto".
Tintes de Origen Vegetal Versus Tintes Sintéticos
En ese entonces, hace 21 años, Burgess utilizó el motor de búsqueda de la época (Ask Jeeves) para encontrar información sobre tintes alternativos, y descubrió que podría utilizar cosas como piel de cebolla, col y betabel.
Armada con pieles de cebolla, coles, betabeles y hojas de diente de león y zarzamoras cosechadas manualmente, Burgess se puso manos a la obra para aprender a crear tintes naturales.
"Apenas comencé a introducir productos alimenticios en nuestro programa textil. Los niños comenzaron a cortar vegetales y ponerlos en ollas con agua, calentarlos y aplicar el proceso de tie-dye en las camisetas, pero con col, col berza, cebolla, betabel, zarzamoras y diente de león.
Y después, podemos tomar ese líquido, enfriarlo y luego verterlo sobre el césped porque básicamente es un té".
Con el tiempo, Burgess descubrió que los tintes industriales contienen una serie de químicos fósiles originados del carbono, conocidos por ser disruptores endocrinos.
Una tesis de maestría que circulaba en ese momento por todo el campus de la Universidad de California (UC), en Davis, señaló que se necesitaban 400 libras de alquitrán de hulla para elaborar una sola onza de tinte azul. Curiosamente, en realidad, el primer tinte sintético se produjo por accidente.
"William Perkins buscaba una cura para la malaria y utilizaba alquitrán de hulla. En 1856, hubo una explosión en su laboratorio. Todo fue a parar a las paredes, y se percató de que en realidad podría ser [utilizado como] un tinte para tejidos...
Desde entonces, todos los tintes... se derivan de una combinación de carbono fósil y metales pesados. Eso, en sí mismo, fue cómo empezamos nuestro proceso de tintes industriales.
Por supuesto que el proceso ha evolucionado. Existen procesos que extraen los metales pesados de los tintes. A éstos se les llama tintes ácidos. Pero fin de cuentas, todos los tintes contienen disruptores endocrinos... [Las hormonas son] sustancias químicas mensajeras.
Si son mezclados podrían crear una gran cantidad de problemas de salud, desde cáncer a enfermedades autoinmunes, hasta problemas de aprendizaje como consecuencia.
Algunas personas dicen que se produce un impacto multigeneracional... daños en el ADN entre generaciones... La ciencia revisada por pares acerca de la disrupción endocrina es muy clara.
Aun no tenemos suficiente información sobre cuántas partes por trillón, partes por billón o partes por millón de estos disruptores endocrinos se encuentran en los tejidos cuando los ponemos sobre nuestra piel, porque simplemente es un cuerpo de investigación desconocido.
¿Quién pagará las consecuencias de esto? La industria no lo hará. Nos enfrentamos a una cuestión desconocida pero sabemos que hay riesgos. Tenemos suficientes estudios científicos para saber que existen riesgos. Por eso defiendo el uso de tintes de origen vegetal".
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¿La Ropa Teñida Realmente Podría Afectar Su Salud?
Hoy en día, todas las fibras celulósicas, protéicas y sintéticas, tales como el nilón y poliéster utilizan tintes azoicos sintéticos. Incluso las camisetas de algodón orgánico utilizan tintes sintéticos para obtener los colores rosa, verde y azul.
De acuerdo con Burgess, actualmente hasta el 70 % de los tintes utilizados a nivel global está constituido por tintes azoicos, los cuales se encuentran entre los más peligrosos. Contienen metales pesados y son muy difíciles de eliminar.
Es raro encontrar artículos certificados por la Norma Textil Orgánica Global (GOTS, por sus siglas en inglés). GOTS, que también certifica los tintes, es el certificado del estándar de referencia de los productos orgánicos. Realmente, es la mejor y más sustentada certificación que podría obtener.
Si bien, permite algunos materiales sintéticos, incluyendo algunos tintes, estos son estrictamente regulados.
Ahora bien, el hecho de que los tintes azoicos sintéticos sean tóxicos por si solos no es una cuestión controversial, pero, ¿en realidad podrían afectar su salud si los utiliza sobre su cuerpo, sobre todo después de que una a prenda de ropa haya sido lavada unas cuantas veces?
"Esa pregunta es algo que me he estado preguntando durante más de una década", indica Burgess. "Los estudios científicos que he encontrado son muy antiguos.
Encontré algunas investigaciones sobre niños que supuestamente murieron por usar pañales de tela estampados con tinta. La tinta penetró en la zona del riñón de los niños.
Estas investigaciones se realizaron en los años 20. Después de eso, no pude encontrar ningunos estudios modernos que demostraran que la absorción a través de la piel tuviera efectos tóxicos en los usuarios de tintes sintéticos...
La pregunta es ¿qué tan grandes son las moléculas de los tintes? ¿podrían penetrar a través de la piel después de haber lavado la ropa? Lavamos lo que definiríamos como los componentes moleculares antiadherentes del tinte.
Los elementos que se encuentran unidos a la ropa ¿acaso representan un riesgo? ¿podrían entrar a través de la piel si están molecularmente unidos? Estas son todas las preguntas que aún quedan por responderse."
En otras palabras, realmente, nadie ha examinado esta cuestión para evaluar los verdaderos riesgos. Burgess, quien investiga para hacer un próximo libro sobre tintes para textiles, les ha planteado algunas preguntas sobre cuestiones de salud reproductiva a los médicos de Monte Sinaí y la Universidad de California en San Francisco (UCSF, por sus siglas en inglés), quienes enfocan gran parte de su atención en el impacto de las sustancias químicas.
De acuerdo con estos expertos, al parecer las sustancias químicas tales como las que se encuentran en los tintes, afectan a las madres embarazadas y los bebés nonatos.
Los efectos son visibles y se sabe que las sustancias químicas están presentes en los tintes, sin embargo, aún quedan preguntas sobre si entran en el cuerpo y cómo podrían hacerlo en caso de utilizar una prenda teñida.
Burgess cita un interesante estudio alemán que demuestra que, incluso, cuando todas las fuentes conocidas de sustancias químicas disruptoras endocrinas fueron eliminadas, las mujeres aún continuaban excretando metabolitos de sustancias químicas que alteraban su sistema endocrino.
Así que, de alguna manera todavía se encontraban expuestas a ellas. ¿Podría deberse a las prendas de vestir?
"En el artículo, indican que, ‘Una de las exposiciones que no hemos analizado son los tejidos de las prendas de vestir que utilizan las mujeres. Este es un campo que requiere mayor investigación, y ¿quién lo hace? Realmente nos gustaría saber ya que esta es una cuestión importante", indica Burgess.
La Pelusa y el Polvo Podrían Ser los Principales Culpables
Curiosamente, Burgess considera que la pelusa y el polvo originado de las telas, los cuales podrían entrar en el cuerpo al ser inhalados, podrían constituir un problema mucho mayor que la absorción directa a través de la piel.
Si consideramos las muchas preguntas sin respuesta, una de las maneras más fáciles de reducir la posible exposición, si todavía no ha hecho la transición a utilizar ropa orgánica teñida con tintes de origen vegetal, es comprar textiles que sean blancos o no estén teñidos. Burgess señala que:
"El algodón que se cultiva principalmente es de color blanco. La lana es blanca. La mayoría del cáñamo, ramio y lino se blanquea con peróxido de hidrógeno, si es un proceso ecológico, o algo un poco más fuerte si no lo es.
Pero la mayoría de las fibras textiles de calidad terminan siendo blancas aunque originalmente no lo sean. Es probable que esto sea lo más seguro. El [suéter tejido a mano] que estoy utilizando en este momento simplemente es del color de las ovejas".
Ahora, si se supone que las sustancias químicas sintéticas pueden pasar a través de la piel, entonces uno de los temas de mayor preocupación serían las prendas interiores, tales como la ropa interior y los brasieres.
Si acaba de hacer la transición a utilizar ropa orgánica, un buen punto de partida sería reemplazar su ropa interior por una versión sin teñir de color blanco. Nunca pensé en esto antes de entrevistar a Burgess, y de inmediato implementé esta estrategia. Además, muy pronto tendremos ropa interior orgánica de color blanco en nuestra tienda.
Lo ideal es renunciar al color y comprar artículos que no se hayan teñido. Desafortunadamente, podría ser un verdadero desafío encontrar este tipo de artículos, pero la industria ha empezado poco a poco a responder a la demanda de los clientes por lo que se espera que la disponibilidad aumente en el futuro.
Somos una de las empresas que planean ofrecer ropa interior orgánica sin teñir con certificado GOTS. Esperamos tener las prendas disponibles para finales del 2017. Los beneficios de esta línea se destinarán a apoyar a la campaña Regeneration International’s Care What You Wear.
La Comercialización de los Tintes Vegetales
Hace veinte años, en el mercado comercial no existían prendas teñidas con colorantes de origen vegetal. Incluso, por lo general, los artículos hechos a mano eran teñidos sintéticamente.
Ahora, eso ha empezado a cambiar, aunque de forma lenta. Recientemente, Patagonia presentó en el mercado una camisa y camiseta sin mangas, para hombre, teñidas con tintes naturales. El color de las telas teñidas con plantas difiere de los colores obtenidos con los tintes sintéticos, ya que los colores de origen vegetal no se separan en pigmentos individuales, como en el caso de los tintes sintéticos.
En una planta o vegetal, el pigmento consiste en una mezcla de diferentes colores. Por ejemplo, una planta no solo es rosa, hay morados y rojos mezclados, por lo que el color final es más matizado y variado que una pieza teñida de forma sintética, donde el color estará muy saturado y monocromático.
Como señala Burgess, "hay un espectro completo de compuestos que crean el rosa. Es por eso que los tintes naturales me parecen muy hermosos. Patagonia también opina lo mismo que yo".
Asimismo, durante el año pasado, Eileen Fisher presentó una línea de tintes naturales para mujeres. Una mujer de Tennessee, con el nombre de Sarah Bellos, también dirige una compañía llamada Stony Creek Color, que produce el índigo japonés (Persicaria tinctoria) a escala comercial.
Cone Mills, una de las últimas plantas de producción de tela de mezclilla a gran escala en los Estados Unidos ha comenzado a utilizar este pigmento de color índigo en su producción de algodón y mezclilla. Por lo tanto, los cambios ya se están realizando.
La Transición Hacia los Tintes Naturales
Durante la última década, Burgess ha hecho un gran esfuerzo de divulgación pública al hablar con corporaciones e impartir de cuatro a cinco talleres por mes. La mayor parte de su carrera se ha centrado en enseñarle a las personas a elaborar tintes naturales como una práctica cultural que tenga un lugar justo al lado de la medicina holística.
"Yo diría que, hoy en día, hacer estos colorantes es casi como preparar un té medicinal... Los tejidos, al igual que la medicina, son parte de una tradición ayurvédica que se remonta a hace 5 000 años... donde se prescribía el uso de ropa teñida con cúrcuma a personas que padecían artritis reumatoide...
La tradición ayurvédica prescribiría el uso de índigo para los que tenían un pensamiento inflexible--[las personas que no tenían] la capacidad de percibir un futuro más matizado o dinámico por sí mismos...
Quiero contextualizar el valor de este trabajo. Lo que me gustaría hacer es compartir una presentación de una hora de duración sobre porqué preparar este té es de gran valor para la salud personal y global.
[I]ncluso, aunque impartiera una clase en un jardín botánico, habría líderes de la industria ahí. Terminaría encontrándome con alguien que fuera diseñador de materiales para Target.
En mis clases se encontraban un par de las mujeres cuyos esposos comercializaban en Patagonia. Creo que simplemente se corrió [la voz]. Así que, en efecto, formo parte de un movimiento. Pero creo que este se ha extendido durante un poco más de una década. Este movimiento comenzó en los años 60 y 70.
Las tradiciones sobre los tejidos y los tintes naturales tuvieron un resurgimiento en esa era de contracultura... Que impactó de nuevo a principios de los años 90, pero era muy comercial, no se enfocaba en lo artesanal.
Considero que lo que hacemos en la actualidad es sintetizar el trabajo del movimiento comercial de los años 90, antes del NAFTA, Tratado de Libre Comercio de América del Norte, Movimiento Americano de Textiles Orgánicos. Lo sintetizamos con el Movimiento Artesanal de los años 60 y 70. Considero que ahora recibe el resultado de esta unión industrial-artesanal.
Ha empezado a observar que las personas llevan el proceso artesanal a las industrias más grandes. El debate actual es cómo hacerlo.
Pero, hay muchos de nosotros que somos partidarios de este proceso. En el año 2009, escribí un libro sobre los tintes naturales. Desde entonces, muchos de mis amigos han escrito libros sobre este tema. Eso es maravilloso. En el área del Norte de California, hay cuatro o cinco de nosotros que se enfocan muy diligentemente en este trabajo".
El Cultivo de Plantas Biodinámicas Para Hacer Tintes Ayuda a Mejorar la Calidad del Suelo
Aparte de su propia salud, los tintes de origen vegetal también benefician a nuestro medio ambiente, siempre que se enfoque de verdad y también considere cómo se cultivan las plantas utilizadas para elaborar los tintes.
Precisamente, esto es lo que hace Burgess. Por ejemplo, en términos ideales, el índigo se cultiva no solo de acuerdo con los estándares orgánicos, sino también con base en las normas biodinámicas, que son mucho más amplias. La agricultura biodinámica incluye el uso de tantos insumos agrarios como sea posible, en vez de importar las materias.
"[A]demás, uno de mis puntos focales es la agricultura sin labranza, para proteger el microbioma de la tierra... Las bolsas de aire de los suelos son muy importantes para la salud de los microorganismos.
De igual manera, estas bolsas de oxígeno crean la capacidad de retención del agua. Cuando lo cambiamos y compactamos, cuando lo pisamos o cuando le pasamos por encima con un tractor pesado, mermamos sus condiciones de vida.
El hecho de que haya una menor diversidad de vida en los suelos significa que las plantas no tienen acceso a los mismos micronutrientes, porque las plantas les permiten [a las redes fúngicas], a través de los exudados de las raíces, tener acceso a los carbohidratos.
Estas redes fúngicas se nutren de los exudados de las raíces de las plantas—al tomarlas como forraje y combustible, y al salir y acceder a las remotas microbolsas de nutrientes que podrían existir a muchas millas de distancia del árbol o la planta, y llevar estos oligoelementos de nuevo a la planta.
Esto es lo que sucede en un sistema en el que no se aplican fertilizantes nitrogenados, que son como comida rápida para una planta.
Pero, cuando realmente se permite la coexistencia de estas bolsas de aire, microorganismos y redes fúngicas, se le permite a las plantas mantener todos estos micronutrientes... que no necesariamente entran en un sistema que labre los suelos y aplique compuestos sintéticos.
En cuanto a los tintes naturales, obtengo unos tintes con colores mucho más fuertes con una menor cantidad de plantas, si la tierra se encuentra muy saludable, que es cuando el suelo es poroso, dinámico y tiene una gran cantidad de microfauna.
La ética que utilizamos para la producción de alimentos en torno a la salud de los suelos, es la misma ética que aplico en mi proceso agrícola para elaborar los tejidos. Realmente, no lo percibo como una cuestión muy diferente al proceso agrícola alimenticio, incluso en relación a los suelos...
Este es un sistema integrativo de tintes para tejidos a base de fibras alimenticias. Un hábitat polinizador se convierte en parte de esto--setos, donde se cultivan especies de plantas que albergan insectos benéficos.
El policultivo crea mucha más productividad y muchas áreas diferentes en las que podría aplicarse--medicina, comida y tintes. Creo que los policultivos son la única manera de dirigirnos hacia el futuro".
¿Qué es Fibershed?
Como se ha mencionado anteriormente, Burgess es la Directora ejecutiva de Fibershed, que es una palabra acuñada por ella. Un Fibershed es una geografía estratégica que permite agrupar, producir, cultivar, criar, y recolectar todo lo necesario para tener una base de recursos textiles. Fibershed es como un depósito de alimentos, pero para tejidos.
Aborda la geografía estratégica que ayuda a vestirle, porque, de hecho, la tierra es la responsable de equiparnos con lo que finalmente se convierte en prendas de vestir. En la actualidad, alrededor del 70 % de la fibra que se encuentra en la mayoría de los closets de las personas es sintética y se deriva de carbono fósil.
Desde el punto de vista de la cultura predominante, nos enfrentamos a un gran esfuerzo de educación pública para instruir a las personas sobre el hecho de que al despojarnos del carbono fósil también necesitamos reequilibrar nuestro ciclo de carbono.
"Tenemos que desprendernos no solo de los sistemas de energía y carbono fósil que alimentan nuestra economía comercial y residencial, sino también debemos desprendernos de estas formas modernas para producir los colores", dice Burgess, al agregar que:
"De hecho, tenemos que desprendernos de estas fibras de rendimiento moderno que están elaboradas a base de carbono fósil. Están hechas de alquitrán de hulla. Ya no tenemos la capacidad para quemar carbono fósil.
Solo queda un punto de saturación en la salud de nuestros océanos y una acidificación a 407 ppm de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera de nuestro planeta. Hemos agotado nuestra antigua luz solar. Tenemos que hacer una transición.
La organización Fibershed consiste en esta profunda idea de '¿Qué es esta geografía estratégica? Es un concepto muy antiguo. Pero la idea es lograr que las personas comiencen a tener consciencia sobre las fibras que provienen de los recursos de la tierra.
Los temas más importantes relacionados con esto son cómo hacemos esa transición a estas fibras terrestres y cómo no depender de los transgénicos o la biología sintética.
Realmente intento lograr que las personas se enfoquen en conservar las variedades y la herencia genética resistente, extender la polinización de materiales y centrar nuestros sistemas terrestres y en el fortalecimiento de nuestras economías locales, que para mí es una estrategia para corregir el cambio climático, desacidificar los océanos, y aliviar parte de la división política en torno a las comunidades urbanas y rurales.
Porque cuando se desarrolla un Fibershed, empieza a necesitar que la parte agrícola e industrial de su comunidad comience a trabajar en conjunto. Si los productores y diseñadores de alto nivel colaboran, se produce una enorme sanación cultural".
El Reto del Armario Que lo Inició Todo
Realmente, el concepto Fibershed comenzó con un problema anual con el vestuario. Burgess llevó a los estudiantes de la facultad de diseño a las granjas y ranchos de críanza de cabras, ovejas, alpacas, vacas y caballos.
El agricultor y el diseñador trabajaron juntos para producir una prenda de vestir con los recursos de esta granja o rancho, que posteriormente, Burgess utilizó durante un año.
Lo había grabado en video y fotografiado profesionalmente para que las personas pudieran observar en qué consistían realmente estas colaboraciones urbanas y rurales. Estas colaboraciones y esfuerzos en equipo crearon mucha buena voluntad entre las dos industrias, durante el proceso.
"Dirigí una empresa Kickstarter con el objetivo recaudar el dinero suficiente para ayudar a todos a hacer estos proyectos de investigación y desarrollo. Desde entonces, hemos visto que las empresas han empezado a hacerlo. He tenido productores que vienen a las salas de juntas por marcas urbanas, para decidir cuál será la estrategia climática que aplicarán.
Un productor, que no estaba tan interesado en hablar sobre el cambio climático, llegó a una sala de juntas con materiales y diseños para una importante marca, una corporación transnacional, y [dijo] 'La ganadería y agricultura son un proceso heroico. Podemos ser parte de su solución para el cambio climático. Somos economías basadas en la tierra. Podemos aislar el carbono. Cultivamos materiales que consideramos que serán sumamente valiosos para su cadena de suministro.
Están dispuestos a abrir un diálogo y hablar abiertamente sobre el cambio climático desde la perspectiva de un productor. Han orientado a las comunidades urbanas para dialogar sobre este tema. Porque, en realidad, lo que quieren es un vínculo económico.
¿Cómo lograr que la lana entre en esa cadena de suministro? ¿Cómo conseguir que el algodón orgánico entre en la cadena de suministro? Esto abre las puertas de la percepción circundante... sobre lo que piensa acerca de estas personas.
Simplemente, le proporciona tiempo para convivir con estas personas. En realidad, es algo muy poderoso. He visto muchas transformaciones."
El Retorno de las Prácticas Textiles Culturales
De acuerdo con Burgess, actualmente, observamos la aparición de tintes orgánicos a base de plantas en la industria textil comercial. Todavía tenemos un largo camino por recorrer. Ella estima que si sustituyéramos el actual uso del pigmento azul sintético por azul de origen vegetal, necesitaríamos alrededor de 56 millones de hectáreas (138.4 millones de acres) de índigo.
Esto implica cultivar una enorme cantidad de índigo. Pero, además, ella considera que necesitamos tener un debate cultural sobre donde utilizamos este color.
En cuanto a los tejidos, antes de utilizar el carbono fósil, los europeos se vestían con tejidos hechos de ortiga, lino, cáñamo y lana de oveja. En el norte de África y América del Sur, se vestían con algodón. En India y China, se vestían con algodón y cáñamo. Todos estos materiales no estaban teñidos y tenían el color de la fibra sin procesar, en su mayoría eran tonos blancos y grises.
Quizás, la lana de oveja tiene la mayor variedad de colores--desde el tono negro hasta el gris, café, crema y blanco. Para cambiar aún más el color, todo lo que tiene que hacer es mezclarlo con ortiga, lino o cáñamo. “Podría crear un [efecto] desigual muy dinámico, por la forma en que hace girar las fibras juntas”, dice Burgess.
"Simplemente, mi solución es utilizar el color del material como proviene de la planta y, en realidad no añadir más color a esa mezcla.
Lo último que quiero decir sobre la cuestión vegetal y cómo podemos aumentar el acceso a los tintes naturales [es utilizar] materiales que estén a punto de ser convertidos en composta. De las semillas de aguacate se puede obtener el color rosa, y es hermoso.
Hay un libro llamado 'Natural Color: Vibrant Plant Dye Projects for Your Home and Wardrobe' (El Color Natural: Proyectos Vibrantes a Base de Tintes Vegetales Para el Hogar y Guardarropa), de Sasha Duerr. Ella es una artista con la que trabajo...
Su obra tiene algunos procesos realmente agradables sobre el tinte a base de la semilla del aguacate; que hasta donde puedo decir, ha sido una receta que se ha utilizado desde los años 70 y 80. Tan solo corto en trozos la semilla del aguacate y la pongo en una olla con agua.
Le agrego un poco de un alcalino, tal como bicarbonato de sodio o caparazones de ostras, y luego la caliento hasta 180 grados, durante 30 a 45 minutos.
Eso es prehervir y es lo que producirá el color rosa que comenzará a provenir del aguacate. La piel de las cebollas es otro material para composta que podría utilizar”.
La Perspectiva a Futuro
La visión de Fibershed para la siguiente década también es compartida por Regeneration International y otras organizaciones que se enfocan en aislar el carbono y restaurar el medio ambiente a través de implementar una agricultura regenerativa.
“Pensamos en [estos sistemas Fibershed] como almacenes de alimentos y agua”, indica Burgess. "Nos organizamos con base en la disponibilidad de la tierra y el agua. No gestionamos la naturaleza para ofertarla. Trabajamos en armonía con los procesos que ya existen.
Mejoramos la capacidad de retención del agua y los frágiles sistemas áridos, para que podamos producir lo que necesitamos, incluso en áreas donde se producen 10 pulgadas o menos de lluvia por año...
Una vez más, considero que estos estados de producción natural crean las economías locales. Cuando hay un producto que puede cultivar, también tiene algo que puede consumir, utilizar y negociar...
Creo que, verdaderamente, uno de los objetivos de hacer este trabajo es aplicarlo como si quisiéramos crear más empleos en las comunidades rurales. Queremos que las personas se sientan apoyadas y nutridas. Queremos comprarles productos y apoyar su excelente labor en la tierra.
Creo que, en 10 años, nuestro trabajo es percibir realmente esos vínculos políticos y culturales construidos a través del comercio e intercambio, pero basándonos en estos suelos restaurados.
Por medio de economías sociales y bioculturales regeneradas, y después hacer intercambios con base en el valor, y no en el mínimo común denominador—una actitud imperial--que consiste en 'utilizaré a esta comunidad para producir prendas de vestir para mí durante 10 años.
Hasta que decidan crear un sindicato, y luego los desecharé como un hueso de pollo, e iré a Camboya, después a Vietnam y luego, al archipiélago de Indonesia'. Así ha sido la industria textil; simplemente continúan aplicando el mínimo común denominador y dejando una estela de destrucción a lo largo de su paso.
Tratamos de revertir esa tendencia de explotación imperial, al enfocarnos en cómo trabajar y cómo formar parte de una comunidad que trabaja y hace una labor significativa en la tierra y entre ellos mismos.
Por supuesto, algunos de nosotros no trabajaremos en la tierra, sin embargo, podríamos comprar productos que provengan de la tierra, con una mente educada y una forma reflexiva de abordar el consumismo".