Por el Dr. Mercola
¿Compra salmón de piscifactoría creyendo que es un acto ambientalmente responsable? Recapacite. Las piscifactorías son los homólogos acuáticos de las Operaciones Concentradas de Alimentación Animal (CAFO, por sus siglas en inglés) terrestres, y como tal generan las mismas preocupaciones ambientales, si no es que peores.
Dado que los criaderos de salmón se instalan a lo largo de las corrientes de salmón silvestre, estos representan una grave amenaza para las poblaciones de dicho tipo de salmón que transita por las mismas, lo que expone a los peces silvestres a enfermedades tales como el piojo de mar, enfermedad del páncreas,1 virus de la anemia infecciosa del salmón y el piscine reovirus.
Para obtener una breve reseña del tema, consulte el video de abajo titulado "Racing a Virus”2 (Criando un virus) – una grabación creada por Alexandra Morton, una bióloga marina de Canadá que por décadas ha estudiado el impacto que la crianza de salmón tiene sobre el salmón silvestre.
El piscine reovirus, es un virus sanguíneo sumamente contagioso que causa enfermedades cardíacas en los peces afectados. El virus se descubrió por primera vez en los criaderos de salmón localizados en Noruega y ha demostrado ser casi imposible de erradicar. Asimismo, con la propagación de esta enfermedad a las poblaciones silvestres, el salmón silvestre pronto podría extinguirse.
Video disponible solo en ingles
Las toxinas abundan en el salmón de piscifactoría
Cabe señalar que el salmón de piscifactoría también supone riesgos para la salud de quienes los consumen. De hecho, las pruebas toxicológicas revelan que el salmón de piscifactoría es uno de los alimentos más tóxicos del mundo, pues es 5 veces más tóxico que cualquier otro alimento analizado.3
Una evaluación global del salmón de piscifactoría que fue publicada en la edición de enero de 2004 de la revista Science4 encontró al menos 13 contaminantes orgánicos persistentes en los peces, como los PCB y las dioxinas.
Otras investigaciones5 revelan que las concentraciones de PCB en el salmón de piscifactoría son, en promedio, 8 veces más altas que en el salmón silvestre. Según los autores, "el análisis de riesgos indica que el consumo de salmón atlántico de piscifactoría puede presentar riesgos para la salud que merman los efectos beneficiosos de consumir pescado".
Otro grupo de científicos concluyó que:6 "El consumo de salmón de piscifactoría a frecuencias relativamente bajas genera una exposición elevada a dioxinas y compuestos similares a las mismas con una elevación proporcional en las estimaciones del riesgo para la salud".
El salmón de piscifactoría contiene grasas dañinas
Una de las razones por las que el salmón de piscifactoría contiene niveles mucho más altos de toxinas en comparación con el salmón silvestre es porque el alimento que se les da está sumamente contaminado.
Por otro lado, el salmón de piscifactoría contiene niveles mucho más altos de grasa, que se une y acumula estas toxinas. El salmón silvestre contiene alrededor de 5 a 7 % de grasa, mientras que la variedad de piscifactoría puede contener entre 14.5 y 34 %.
El contenido exagerado de grasa en el salmón de piscifactoría es una consecuencia directa del alimento procesado con alto contenido de grasa que se le da a dicho tipo de salmón. Su alimentación también genera proporciones radicalmente sesgadas de grasas omega-3 y omega-6.7
En lugar de ser una maravillosa fuente de grasas omega-3 saludables, el salmón de piscifactoría contiene muchos más omega-6 que omega-3.
La mitad de un filete de salmón silvestre del Atlántico contiene aproximadamente 3 996 miligramos (mg) de omega-3 y 341 mg de omega-6.8 La mitad de un filete de salmón de piscifactoría del Atlántico contiene solo un poco más de omega-3 – 4 961 mg – pero un asombroso 1 944 mg de omega-6;9 más de 5.5 veces más en comparación con el salmón silvestre.
Esta proporción desequilibrada puede tener consecuencias negativas en la salud, pues la mayoría de las personas tienen deficiencia de omega-3 y obtienen más omega-6 de la que necesitan gracias a los alimentos procesados, que suelen ser altos en grasas omega-6 dañadas.
El nivel elevado de omega-6 en el salmón de piscifactoría también se deriva del alimento que se les da a los peces, que contiene ingredientes inapropiados para su especie como harina de aves de corral, harina de pescado, grasa de aves, aceite de pescado, trigo entero, harina de soya, harina de maíz con gluten, harina de plumas y aceite de colza.10
Básicamente, el salmón está siendo provisto con una alimentación de comida chatarra sumamente procesada y rica tanto en contaminantes tóxicos como medicamentos, así que su composición nutricional es un mero reflejo de esto.
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La sustancia sintética para neumáticos que es añadida al alimento del salmón tiene un perfil de inocuidad cuestionable
Una sustancia química de especial interés que se encuentra en el salmón de piscifactoría (pero no en el silvestre) es la etoxiquina,11 desarrollada por Monsanto en la década de 1950. Esta sustancias es un estabilizador de caucho (utilizada en la producción de neumáticos), pesticidas, conservadores y antioxidantes.
Aunque no tiene los beneficios que normalmente están relacionados con los antioxidantes alimenticios, sí previene la oxidación de las grasas, por lo cual se utiliza en diferentes tipos de comida para animales, como alimento para peces y para mascotas.12 Tal y como lo explica Nutraceutical Business Review:13
"A nivel mundial, la etoxiquina no está aprobada para su uso como un aditivo alimenticio directo en alimentos para consumo humano; por lo tanto, la etoxiquina no debería ser detectable en el suministro de alimentos. Específicamente para la industria de omega-3, algunas comidas de kril y aceites de pescado crudos destinados para el alimento animal se conservan utilizando etoxiquina ...
El límite en piensos (incluida el de peces, pero excluyendo la comida para perros) establecido por la Unión Europea (UE) es de 150 ppm de etoxiquina sola o la suma de BHA (hidroxianisol butilado, BHA por sus siglas en inglés), BHT (hidroxitolueno butilado, BHT por sus siglas en inglés) y etoxiquina.
El contenido máximo de etoxiquina permitido en alimento para perros es de 100 ppm y la mezcla de etoxiquina con BHA y BHT está permitida, siempre y cuando la mezcla total no exceda los 150 ppm.
De acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), la etoxiquina se considera ‘tóxica para los organismos acuáticos con base en los datos de toxicidad aguda provistos para peces, dafnias y algas.’”
Los efectos de la etoxiquina
En la producción de alimentos para humanos, la etoxiquina se utiliza después de la cosecha para evitar escaldaduras (pardeamiento) en peras y manzanas, así como conservador del color para el chile en polvo, paprika y ají en polvo.14,15
Algunos de los efectos secundarios de la exposición directa a esta sustancia es irritación en la piel y ojos, reacciones alérgicas, depresión, efectos reproductivos, daño hepático y renal, así como problemas de la tiroides, asimismo, se sabe que es "dañina si se come".16
De forma paralela, los estudios han demostrado que afecta negativamente el metabolismo celular, sobre todo las vías metabólicas de las células tanto renales como hepáticas de las ratas y las mitocondrias en los corazones y riñones de los bovinos.
Como se señaló en una revisión, "los autores aludieron que [la etoxiquina] interactuó con el sitio I de la cadena respiratoria mitocondrial y provocó la inhibición del consumo de oxígeno en las mitocondrias de los riñones y las células hepáticas cuando la glucosa era un sustrato respiratorio. El efecto fue dependiente de la dosis".17
De acuerdo con Chemical News, "aunque la etoxiquina no ha sido sujeto a pruebas en cuanto a su potencial carcinogénico, un químico estrechamente relacionado, la 1,2-dihidro-2,2,4-trimetilquinolina, mostró cierta evidencia de actividad carcinogénica en ratas. La única sugerencia de un posible efecto carcinogénico provino de un estudio realizado por Manson et al. (1987)".18
Lo que Chemical News no menciona es que el único estudio realizado para evaluar los efectos de la etoxiquina en la salud humana, también encontró efectos cancerígenos.
Este estudio enfocado en la salud humana fue parte de una tesis realizada por Victoria Bohne, una ex investigadora del Norwegian National Institute of Nutrition and Seafood Research (NIFES, por sus siglas en inglés) en Noruega, que hizo diversos descubrimientos inquietantes, como el hecho de que la etoxiquina puede atravesar la barrera hematoencefálica.
Finalmente fue presionada para presentar su renuncia ante el NIFES tras intentar falsificar y minimizar sus hallazgos.
La EFSA también ha señalado que, aunque no existen datos suficientes para llegar a una conclusión sobre la inocuidad de la etoxiquina, uno de sus metabolitos, la etoxiquinquinona imina, es "posiblemente un genotóxico" y se sospecha que la impureza p-fenetidina producida durante el proceso de fabricación es mutagénica, lo que significa que puede dañar su ADN.19 De acuerdo con lo señalado en una revisión realizada en 2013:20
"La posible carcinogenicidad de [la etoxiquina] probablemente esté relacionada con su actividad prooxidante y la inducción de radicales de oxígeno reactivo que causan daño en el ADN. Por lo general, el daño en el ADN es reparado por el sistema de reparación celular, pero si es grave o existen demasiadas lesiones, esto provoca la muerte celular programada (apoptosis).
Sin embargo, en ocasiones la vía de la muerte celular programada está dañada, por lo que cuando fallan los mecanismos de defensa, no hay forma de evitar que una célula se convierta en cancerígena. Algunos estudios in vitro mostraron efectos citotóxicos de [etoxiquina] que provocan la apoptosis celular o necrosis, al igual que daño del material genético a niveles de ADN o de cromosomas”.
El salmón de piscifactoría es una importante fuente de etoxiquina
Debido a su potencial de toxicidad, la UE ha establecido estrictos límites para los niveles de etoxiquina en frutas, frutos secos, vegetales y carne.
Sin embargo, puesto que nunca se pensó para su uso en peces, y los fabricantes de alimento para peces nunca les informaron a las autoridades sanitarias los ingredientes que estaban utilizado, no existen límites sobre la cantidad de químicos permitidos en los alimentos de origen marino.
Un estudio realizado en 201021 descubrió que comer 300 gramos de salmón de piscifactoría contribuiría "como máximo" con el 15 % del consumo diario permitido (CDP) de etoxiquina para una persona que pesa 60 kilos y el 75 % del CDP para BHT – otro antioxidante químico que resulta tóxico.
Sin embargo, otras pruebas han revelado que los pescados provenientes de piscifactoría pueden contener niveles de etoxiquina que son hasta 20 veces más altos que el nivel permitido en frutas, vegetales y carnes, por lo que difícilmente se pueden calificar como insignificantes.
De igual forma constantemente se suscitan preguntas sobre qué cantidad de químicos obtienen las personas de los pescados cuando se agregan los metabolitos de la etoxiquina, ya que los investigadores descubrieron que el químico se transforma una vez que ingresa en el cuerpo del animal.
Como era de esperarse, el NIFES insiste que los niveles de etoxiquina encontrados en el alimento para peces son inocuos para los humanos.22 Sin embargo y teniendo en cuenta la falta de investigación, ¿qué nos garantiza que dichas afirmaciones sean ciertas?
El NIFES también afirma que "se requiere agregar etoxiquina a la harina de pescado para evitar su explosión durante el transporte y el almacenamiento en el mar", y afirma erróneamente que "todo es tóxico si se consume en cantidades lo suficientemente vastas, lo que equivale a decir que la cantidad de cualquier sustancia ... determina si puede o no dañar nuestra salud."
La premisa anterior no es veraz, pues los investigadores han demostrado que incluso cantidades mínimas de ciertas toxinas pueden ser peligrosas. En algunos casos, no hay un nivel inocuo por encima de cero.
Asimismo, los estudios23 han demostrado que pequeñas cantidades de productos químicos, en combinación con otros, pueden tener efectos significativos. Incluso los productos químicos no tóxicos pueden volverse cancerígenos en dosis bajas cuando se combinan con otros productos químicos.
Como se señaló en un estudio de 2015,24 "nuestro análisis sugiere que los efectos acumulativos de sustancias químicas particulares (no carcinógenas) que actúan en diferentes vías y una variedad de sistemas, órganos, tejidos y células relacionadas, podrían conspirar de manera plausible a la producción de sinergias cancerígenas".
La ministra de pesca de Noruega tiene vínculos financieros con dicha industria
De acuerdo con Kurt Oddekalv, un activista medioambiental de Noruega que ha señalado enérgicamente los efectos nocivos de la piscicultura, una de las razones por las que es tan difícil investigar los efectos de la etoxicina en la salud es porque ha sido impedido deliberadamente por la antigua ministra de Pesca y Asuntos Costeros de Noruega, Lisbeth Berg-Hansen,25 la principal accionista de una criadero comercial de salmón y vicepresidenta del consejo del Instituto Noruego de Investigación Marina.
En 2009, el grupo ecologista de Noruega Green Warriors of Norway presentó cargos contra Berg-Hansen, alegando que sus conflictos de interés financieros la habían llevado a violar las normas que, se suponía, debía aplicar. Un documental realizado en 2013 en Francia, afirmó que esta figura política era la única responsable de reducir los límites legales de las toxinas permitidas en los peces noruegos.
En el documental, "Poisonous Fish: The Big Health Lie" (Pescado Venenoso: La Gran Mentira Sanitaria), Oddekalv declaró para los realizadores:26
"... el presupuesto de investigación en el área de la etoxiquina se redujo severamente ... debido a la presión que ejerció la ex ministra de pesca de Noruega [Berg-Hansen] ... La propia ministra instauró las regulaciones actuales para la pesca. Ella tenía el control total de la autoridad de salud pública y todo lo relacionado con la cría de peces.
Explotó su poder. Quería que se vendiera pescado a toda costa, independientemente de si [estaba] enfermo o no, para que los piscicultores no perdieran dinero. Esto nunca había sucedido en Noruega. Ella es el punto central de todo este asunto".
La etoxiquina puede representar mayores riesgos de lo imaginado
Un artículo reciente en el periódico noruego Morgenbladet,27 también aborda los conflictos de interés que han mantenido a la etoxiquina en la industria del salmón y destaca los hallazgos de Bohne y otros expertos:
"[Bohne] contactó a una investigadora originaria de Polonia, Alina Blaszczyk de la Universidad de Lodz, que había estudiado el efecto de la etoxiquina en las células humanas.
Planteó que la sustancia causó aberraciones, agujeros y fracturas cromosómicas. Blaszczyk cree que la sustancia dañó el ADN de nuestros linfocitos – un subconjunto de glóbulos blancos. Actualmente, explica: "Descubrimos que la etoxiquina era químicamente tóxica, destruía los cromosomas y el ADN ...”
... El profesor Edmund Maser del Departamento de Toxicología y Farmacología de la Universidad de Kiel ... [Emitió su opinión sobre el] metabolito quinona imina [diciendo que] ... 'Las estructuras de quinona imina pueden unirse al ADN y generar mutaciones. Pueden ser cancerígenos.
No existe nivel inferior inocuo. Una molécula puede ser suficiente para crear un tumor' ... Blaszczyk ... concuerda con esto: 'Si una molécula reacciona con el ADN, puede causar mutaciones y conducir al desarrollo del cáncer'.
Blaszczyk ha estudiado cómo la etoxiquina afecta a las células y su material genético. En una recopilación, ella y sus colegas explican que, de acuerdo con lo propuesto por la investigación, la etoxiquina es ‘la responsable de diversos problemas relacionados con la salud en perros y en humanos’.
Las pruebas con perros muestran síntomas en el hígado, los riñones y la glándula de la tiroides, así como disfuncionalidad en la capacidad reproductiva, lesiones maternas, reacciones alérgicas, anormalidades cutáneas y capilares.
Blaszczyk también hace referencia a estudios que indican que el metabolito dímero de etoxiquina (EQDM, por sus siglas en inglés) en el salmón es adepto a los químicos y se recombina en los linfocitos humanos. Como consecuencia, la etoxiquina debe etiquetarse adecuadamente, los consumidores deben tener cuidado de no consumir demasiada y dicha sustancias necesita regularse mejor.
Los estudios de Blaszczyk se citan ampliamente en el informe de la EFSA, pero la experta ha explicado [vía] correo electrónico que: No mencionaron lo más importante de estos estudios, lo cual era que la etoxiquina causaba cromosomas diséntricos y reubicaba cromosomas atípicos. Estas desviaciones no fueron extensas, pero fueron de relevancia".
Al boicotear la comida proveniente de granjas industriales, no olvide al pescado
La agricultura industrial no solo se ha convertido en una enorme fuente de contaminación, sino que también está elaborando alimentos que no son seguros para el consumo a largo plazo. Esto incluye a las piscifactorías, que son las CAFO marinas.
Por lo tanto, cuando compre alimentos saludables para su familia, recuerde buscar alimentos de origen marino que hayan sido capturados en el medio silvestre y evite las variedades de piscifactorías.
En la actualidad, más de la mitad de todo el pescado que se consume en los Estados Unidos proviene de piscifactorías, y solo la demanda de los clientes permite que esta industria destructiva prospere – a costa de su salud. Como lo ha señalado la asociación Organic Consumers:28
"La industria de la pesca y la agricultura industrial de los Estados Unidos es un sistema fuera de control que se basa en jaulas de piscicultura y un hacinamiento animal cruel, sucio, plagado de enfermedades y destructivo medioambientalmente; al igual que implica explotación laboral; publicidad falsa; ... corrupción corporativa por parte del gobierno; y el uso masivo de peligrosos pesticidas, fertilizantes químicos, antibióticos, hormonas y promotores del crecimiento ...
La producción industrial de carne, productos lácteos, aves de corral y pescado es la principal causa de contaminación del agua, degradación del suelo, emisiones de gases de efecto invernadero y enfermedades crónicas como cáncer, cardiopatías, diabetes, defectos reproductivos, trastornos hormonales y obesidad ...
El salmón y el pescado de piscifactoría no solo amenazan al salmón silvestre y otras especies marinas al propagar enfermedades ... sino también al contaminar tanto las aguas costeras como el océano, con los productos químicos tóxicos y alimentos que son utilizados en las piscifactorías.
Tal y como lo afirma la organización Sea Shepherd Conservation Society, a través de su campaña Operation Virus Hunter (Operación Cacemos al Virus), "No salvará al salmón silvestre mientras siga consumiendo salmón de piscifactoría" ... Somos lo que comemos. Esto quiere decir que, entre otras cosas, debemos preocuparnos tanto por los pescados y mariscos como por los otros elementos en nuestro plato.
Por lo tanto, pregúntele a su mesero si los vegetales en su plato son orgánicos, y mejor aún, orgánicos y cultivados localmente, invierta su dinero siendo fiel a sus valores. Pero no olvide preguntar si la carne, lácteos o huevos que va a consumir son orgánicos o de animales alimentados con pastura; o bien, si provienen de granjas industriales.
Finalmente, pero no por ello menos importante, recuerde hacer lo mismo con los platillos en el menú de pescado. La nación que destruye su suelo, corrientes de agua dulce y océanos es una nación que eventualmente se destruirá a sí misma".