Cómo la industria azucarera logró engañar al mundo durante décadas

Industria azucarera

Historia en Breve

  • Miles de estudios que fueron realizados a lo largo de muchas décadas han demostrado que el exceso de azúcar daña su salud, sin embargo, la industria azucarera ocultó con éxito la evidencia y desvió la atención del público con ciencia manipulada
  • El documental "Sugar Coated" (Encubrimiento azucarero) investiga la campaña encubierta de relaciones públicas que la industria azucarera emprendió y demostró que esta ha normalizado el consumo excesivo de azúcar al desviar las pruebas que la implican como un causante de enfermedades
  • La incertidumbre fabricada y la falta de consenso científico es lo que le ha permitido a la industria azucarera crecer mientras que las estadísticas de salud caen en picada
  • Un trabajo realizado en 2016 examinó los vínculos entre el financiamiento y los resultados del estudio. De los 60 estudios, los 26 que no encontraron vínculo alguno entre las bebidas azucaradas y la obesidad o diabetes fueron financiados por la industria de bebidas; de los 34 que sí encontraron una relación, solo uno recibió fondos de la industria
  • El 74 % de los alimentos envasados contienen azúcares añadidos, que se ocultan bajo 56 nombres, de los cuales muchos son poco conocidos

Por el Dr. Mercola

Miles de estudios que han sido realizados a lo largo de muchas décadas demuestran que el exceso de azúcar daña su salud,1 sin embargo, la industria azucarera encubrió con éxito la evidencia y desvió la atención del público con ciencia manipulada.

De acuerdo con la industria azucarera, el azúcar es una fuente inofensiva de energía e incluso puede ser una parte importante de una alimentación sana y "equilibrada".

La Dra. Cristin Kearns, dentista y becaria de la Universidad de California, figuró en los titulares tras publicar una investigación2 donde detalla la influencia histórica de la industria azucarera en las recomendaciones alimentarias.

La evidencia también demuestra cómo dicha industria influyó en la agenda científica del Instituto Nacional de Investigación Dental (ahora el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial), que en 1971 creó un programa nacional contra las caries y minimizó cualquier relación entre el consumo de azúcar y las caries.3

El documental "Sugar Coated" (Encubrimiento azucarero) – que presenta a Kearns, el periodista de investigación Gary Taubes, autor de "The Case Against Sugar" (El caso contra el azúcar) y el Dr. Robert Lustig, un experto en metabolismo del azúcar y obesidad – investiga la campaña secreta de relaciones públicas de la industria azucarera y ha demostrado cómo esta normalizó el consumo excesivo de azúcar desviando las pruebas que la implican como un causante de enfermedades.

Como se señala en la síntesis del documental:4

"La industria azucarera ha recurrido a los mismos engaños y tácticas que la industria del tabaco implementó con el fin de continuar endulzando el suministro alimentario a nivel mundial, y, por tanto, asegurar ganancias continuas.

'Sugar Coated' (Encubrimiento azucarero) ha utilizado los documentos internos de la misma industria sobre esta estrategia con el fin de revelar los hábiles trucos que esta utilizó para confundir al público sobre lo que realmente está impulsando la pandemia mundial de obesidad, diabetes y cardiopatías".

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La comida procesada es la fuente principal de azúcares añadidos

En las últimas 3 décadas, las tasas de obesidad se han duplicado y la diabetes tipo 2 se ha triplicado. ¿Cómo pasó esto? Las pruebas que involucran al azúcar han aumentado de manera constante, pero tal y como lo señaló Taubes, la prueba definitiva sigue siendo imprecisa.

La falta de pruebas contundentes – y la manipulada falta de consenso – es lo que ha mantenido a la industria azucarera avanzando, pues siempre logran desviar las sospechas al señalar evidencia contradictoria.

Incentivar la incertidumbre ha sido la principal estrategia de defensa que ha permitido que la industria azucarera crezca mientras las estadísticas de salud caen en picada. "Si la evidencia se vuelve contundente, estarían acabados", declaró Taubes. Lustig, un endocrinólogo pediátrico, nos explica que cuando se consume azúcar en las cantidades excesivas que en la actualidad consumimos – esta actúa como un veneno metabólico.

Lustig no se ve a sí mismo como un "oponente del azúcar" y enfatiza que en realidad su postura está en contra de la comida procesada. La cuestión entorno a los alimentos procesados es que contienen cantidades masivas de azúcar añadido. El 74 % de los alimentos envasados contienen azúcares añadidos, que se esconden bajo 61 nombres, de los cuales muchos son desconocidos.

Algunos ejemplos son malta de cebada, dextrosa, maltosa y jarabe de arroz, solo por nombrar algunos.

Sin embargo, metabólicamente no existe diferencia entre estos azúcares, dice Lustig. Incluso los alimentos saludables y alimentos para bebés pueden contener cantidades sorprendentemente altas de azúcares procesados.5

Tome por ejemplo a Krave Jerky. Una bolsa de tamaño modesto (3.5 onzas) de Krave Chili Lime Jerky contiene 39 gramos de azúcar.6

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¿Qué es la moderación?

Lustig enfatiza en que el consumo excesivo de azúcar es el factor peligroso, no el azúcar en sí. Pero, ¿cuánto es demasiado? ¿En qué punto se convierte en un "veneno"? El azúcar en "moderación", dice, sería de 6 a 9 cucharaditas (25 a 38 gramos) de azúcar añadido al día.

Esto es aproximadamente el máximo que su cuerpo puede procesar de manera segura y efectiva. Las personas en Europa consumen, en promedio, 17 cucharaditas de azúcar añadido al día. El promedio en los Estados Unidos es de 19.5 cucharaditas por día. Para la perspectiva histórica, en 1812, las personas consumían aproximadamente 9 gramos o un poco más de 2 cucharaditas de azúcar por día.7

De acuerdo con un estudio de 2014,8 10 % de las personas en los Estados Unidos consumen 25 % o más de sus calorías diarias en forma de azúcares añadidos, y aquellos que consumen 21 % o más de sus calorías diarias en forma de azúcar tienen el doble de probabilidades de morir de alguna cardiopatía en comparación con aquellos que obtienen 7 % o menos de sus calorías diarias del azúcar añadido.

El riesgo casi se triplicó entre aquellos que consumieron el 25 % o más de sus calorías del azúcar. Eso significa que al menos el 10 % de la población adulta en los Estados Unidos se encuentra en esta categoría de riesgo triplicado.

consumo excesivo de fructosa

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La diabetes tipo 29 y las cardiopatías no son las únicas consecuencias de una alimentación con un alto consumo de azúcar. Al desencadenar resistencia a la insulina, el consumo excesivo de azúcar propicia prácticamente todas las enfermedades crónicas, como enfermedad del hígado graso no alcohólico,10 cáncer y demencia.11,12

La investigación13 ha demostrado que una ligera elevación de la glucosa – un nivel de alrededor de 105 o 110 – está relacionada con un alto riesgo de Alzheimer.

Si consume alimentos y bocadillos procesados, moderar su consumo de azúcar es extremadamente difícil, si no es que imposible. El documental esclarece el fraude que hace pasar como "snacks saludables" a alimentos tales como las gomitas de fruta, que contienen azúcar derivado de jugo de fruta concentrado, agua y algunas vitaminas añadidas.

Aunque el azúcar se deriva de la fruta, no queda nada de los nutrientes de toda la fruta. De igual forma probablemente le esté dando cubos de azúcar a su hijo. Realmente no existe diferencia alguna.

Cómo y por qué el azúcar reemplazó la grasa

Los registros descubiertos por Kearns revelan que ya en 1964 – un momento en que los investigadores comenzaron a sospechar una relación entre los tipos de alimentación altas en azúcar y la cardiopatía – John Hickson, un ejecutivo de la industria azucarera, presentó un plan sobre cómo influir en la opinión pública.

Mediante las mismas tácticas que empleó la industria tabacalera, el plan de Hickson era contrarrestar los hallazgos adversos con investigaciones financiadas por la industria, junto con "programas informativos y legislativos". "Luego podemos publicar los datos y refutar a nuestros detractores", escribió.

Una de las estrategias utilizadas para desviar las acusaciones de que el azúcar causaba enfermedades era culpar a la grasa saturada. A principios de la década de 1970, la industria azucarera se enfrentó a una propuesta de legislación azucarera que impondría límites a los productos dulces.

También les preocupaba el posible impacto de "Pure White and Deadly: How Sugar Is Killing Us and What We Can Do to Stop It" (Blanco puro y mortal: Cómo el azúcar nos está matando y lo que podemos hacer para detenerlo), un libro publicado en 1972 por el nutricionista británico John Yudkin, en el que presentó décadas de investigaciones que señalaban al azúcar, no a la grasa, como el factor subyacente en la obesidad y la diabetes.

Según lo propuesto por Hickson, la industria azucarera rebatió el trabajo de Yudkin con un libro blanco financiado en secreto llamado "Sugar in the Diet of Man" (El azúcar en la alimentación humana), donde se afirmaba que el azúcar no solo era inocuo, sino realmente importante para la salud. Le reitero, la clave del éxito radica en evitar que se llegue a un consenso.

Mientras hubo confusión e incertidumbre sobre el papel del azúcar en la salud, los reguladores se vieron obligados a aprobar el azúcar.

Apologistas y defensores del azúcar comprados y pagados por la industria

El Dr. Fredrick J. Stare, quien presidió el departamento de nutrición en Harvard, desempeñó un papel fundamental en la defensa de la industria azucarera y la difusión de su propaganda, todo mientras ocultaba sus lazos con la industria. El Dr. Stare habló en contra de las críticas por radio y televisión, al alegar que, por ejemplo, desayunar cereal con leche era una opción más saludable que el tocino y los huevos.

Otro gran apologista del azúcar fue Ancel Keyes quien, con fondos de la industria, ayudó a destruir la reputación de Yudkin al calificarlo de charlatán. La campaña de desprestigio tuvo un rotundo éxito, lo que paralizó la investigación sobre el azúcar.

Otro científico especializado en nutrición de Harvard fue Mark Hegsted, Ph.D., quien en el análisis histórico de Kearns era denominado como alguien pagado para producir investigación para la industria azucarera.

En 1977, mientras encabezaba el departamento de nutrición en el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Hegsted ayudó a redactar un documento preliminar que finalmente se convirtió en las pautas alimentarias de los Estados Unidos.

En las décadas posteriores, las autoridades sanitarias de los Estados Unidos han instado a sus habitantes a adoptar una alimentación baja en grasas con el fin de prevenir una cardiopatía; como resultado, las personas empezaron a consumir alimentos procesados con poca grasa y un alto contenido de azúcar.

Y resulta que lo anterior es la verdadera fórmula para la cardiopatía, pero al tomar el control y conformar la discusión científica, la industria azucarera y la de alimentos procesados lograron mantener ocultos estos hechos durante todos estos años. El resultado final es claramente visible en las estadísticas de salud actuales.

La ley de la atracción del azúcar: El punto de la felicidad

Con la grasa saturada encasillada como el villano alimentario, la industria de alimentos procesados tuvo que descubrir cómo eliminar la grasa manteniendo el sabor. La solución fue agregar azúcar.

La insensata tendencia por consumir alimentos bajos en grasa es una razón importante por la cual los alimentos procesados están cargados con tanto azúcar añadido. Otra razón está relacionada con la creación de adicción a la comida.

La industria de alimentos hace todo lo posible para calcular científicamente la combinación exacta de ingredientes que le harán desear un producto, lo que se conoce como Bliss Point o "el punto de la felicidad". Desde hace mucho tiempo, Howard Moskowitz, Ph.D., consultor de la industria alimentaria, es conocido como "Dr. Felicidad". Moskowitz, matemático egresado de Harvard, analiza las reacciones de las personas y encuentra la cantidad óptima de azúcar para un producto.14

El camino a la maestría de Moskowitz comenzó cuando fue contratado por el ejército de los Estados Unidos para investigar cómo hacer que los soldados consumieran más porciones en el campo de batalla.

Con el tiempo, los soldados no estaban consumiendo las raciones adecuadas y encontraban a sus comidas preparadas tan aburridas que las tiraban sin haberlas terminado por lo que no obtenían todas las calorías que necesitaban.

Con estas investigaciones, Moskowitz descubrió la "saciedad sensorial específica". Esto significa que los sabores intensos suelen abrumar al cerebro, el cual responde al suprimir su deseo de comer más.

Sin embargo, esta saciedad sensorial específica queda anulada por los complejos perfiles de sabor que estimulan a sus papilas gustativas lo suficiente como para hacerlos tentadores, sin embargo, no tienen un sabor distintivo que le indique a su cerebro que deje de comer.

La fórmula mágica le brinda "el punto de felicidad", lo que permite que la industria de alimentos procesados se esfuerce deliberadamente para lograr que coma en exceso.

Los límites de azúcar finalmente son incluidos en las directrices alimentarias de los Estados Unidos

Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, las Directrices Alimentarias para los Estados Unidos de 2015-2020 incluyen la recomendación de limitar el azúcar al 10 % del total de sus calorías diarias.15

Para un tipo de alimentación de 2 000 calorías esto equivale de 10 a 12 cucharaditas, o un poco más de la cantidad que se encuentra en una lata de 12 onzas (354 ml) de Coca-Cola regular.

Con base en la evidencia de algunos estudios, incluso esta cantidad puede desencadenar problemas de salud, pero sin lugar a dudas es mejor que no tener un límite específico. Otras organizaciones sanitarias han implementado otras medidas.

Los Institutos Nacionales de Salud ahora recomiendan que los niños entre las edades de 4 y 8 años limiten su azúcar añadido a un máximo de 3 cucharaditas por día (12 gramos). Los niños de 9 años en adelante deben permanecer por debajo de 8 cucharaditas. La American Heart Association recomienda limitar el consumo diario de azúcar añadido a:16,17

  • 9 cucharaditas (38 gramos) para hombres
  • 6 cucharaditas (25 gramos) para mujeres
  • 6 cucharaditas (25 gramos) para niños pequeños y adolescentes entre los 2 y 18 años
  • 0 azúcares añadidos para niños menores de 2 años

En lo particular 25 gramos de azúcar por día es el límite que recomiendo tanto para hombres como para mujeres por igual, asimismo debe tomar en cuenta que si sufre resistencia a la insulina o leptina (sobrepeso, diabetes, hipertensión arterial o toma una estatina), sería recomendable restringir su consumo total de fructosa a tan solo 15 gramos por día hasta que haya normalizado sus niveles de insulina y leptina.

La respuesta de la industria azucarera a los límites del azúcar

Evidentemente, la respuesta de la industria azucarera a todos estos límites de azúcar fue realizar otro estudio18 con el fin de refutar la validez de las recomendaciones y preservar el estado de incertidumbre.19,20,21,22

Según lo informado por la CBS,23 "El estudio de la Universidad de McMaster afirma que la evidencia previa sobre cómo el consumo de azúcar es proporcional al aumento de peso, que es reflejada en 9 guías de salud pública, es de "mala calidad".

La revisión fue financiada por la sucursal norteamericana del International Life Sciences Institute (ILSI), un grupo comercial que representa a Coca-Cola Co., Dr Pepper Snapple Group, Hershey Company, Mars, Nestlé, PepsiCo y muchos otros. En conclusión, estos examinadores científicos financiados por la industria encontraron que:

"Las directrices sobre el azúcar no cumplen los criterios para ser recomendaciones confiables y se basan en pruebas de mala calidad. Los funcionarios de salud pública (al promulgar estas recomendaciones) y su audiencia (al considerar el comportamiento de la alimentación) deben conocer estas limitaciones ...

Al parecer, en la actualidad no existe evidencia confiable que indique que alguno de los umbrales calóricos diarios recomendados para el consumo de azúcar estén estrechamente relacionados con los efectos negativos para la salud. Los resultados de esta revisión deben usarse para promover la mejora en el desarrollo de directrices confiables sobre el consumo de azúcar".

Irónicamente, la única "limitación" enumerada para este estudio24 fue que "los autores realizaron el estudio independientemente de la fuente de financiación, que es principalmente respaldada por la industria agrícola y alimentaria". Básicamente, lo que decían era que, en efecto, el estudio fue financiado por la industria alimentaria, pero que sin lugar a dudas fueron completamente imparciales.

Una versión corregida de la declaración reveló que ILSI revisó y aprobó el alcance del protocolo para el estudio.25 AP News también descubrió que uno de los autores, Joanne Slavin, profesora de la Universidad de Minnesota, no divulgó la financiación de Coca-Cola por un valor de US$25 000 en 2014.

Slavin tampoco reveló una subvención proporcionada por Quaker Oats, propiedad de PepsiCo, ni incluyó su trabajo en un documento financiado por ILSI en 2012 sobre directrices para el azúcar. Mientras tanto, la académica dio a conocer un subsidio del Consejo de Hongos.

La revisión demuestra que existe un masivo sesgo en la investigación basado en la financiación

Si confía en la declaración de Slavin y sus coautores, considere el siguiente estudio publicado en noviembre de 2016. En el trabajo, "Do Sugar-Sweetened Beverages Cause Obesity and Diabetes? Industry and the Manufacture of Scientific Controversy" (¿Las bebidas endulzadas causan obesidad y diabetes?

La industria y la fabricación de controversias científicas),26 se revisaron 60 estudios publicados entre 2001 y 2016 con el fin de examinar los vínculos entre el financiamiento y los resultados del estudio.

"Analizamos exhaustivamente la bibliografía con el fin de determinar si los estudios experimentales que no encontraron relación alguna entre las bebidas endulzadas y los resultados relacionados con la obesidad y la diabetes (estudios negativos) son más propensos a recibir apoyo financiero de esta industria en comparación con los estudios positivos", declaró el grupo de científicos.

¿Los resultados? De los 60 estudios, los 26 que no encontraron ningún vínculo entre las bebidas endulzadas y la obesidad o diabetes fueron financiados por la industria de bebidas; de los 34 que sí encontraron una relación, solo uno recibió fondos de la industria.

En conclusión, señalaron que: "Esta industria parece estar manipulando procesos científicos actuales con el fin de generar controversia y promover sus intereses comerciales a expensas de la salud pública".

Algunos de los estudios que aprueban el azúcar tienen claros rastros de la industria. Por ejemplo, un artículo27 llegó a la muy poco probable conclusión de que consumir dulces puede ayudar a prevenir el aumento de peso.

La fuente del financiamiento revela cual es la base para llegar a una conclusión tan descabellada: La National Confectioners Association, que representa a los fabricantes de dulces como Butterfingers, Hershey y Skittles.

La investigación respaldada por Coca-Cola y Pepsi también ha llegado a la sumamente improbable e irresponsable conclusión de que beber refresco de dieta es más útil para perder peso que el agua pura.28

Cuando considera que seguir las directrices propuestas para el azúcar (restringir el azúcar al 5 % o 10 % de las calorías diarias) reduciría a la mitad las ganancias de las empresas de comida chatarra,29 es fácil ver por qué están dispuestos a llegar a tales extremos tan arrogantes para intentar engañarlo sobre la ciencia.

Sin embargo, la avaricia no es excusa, y ya es hora de que todos dejen de comprar las campañas de desvío que la industria azucarera ha planeado deliberadamente.

Acabe con su adicción al azúcar

El azúcar causa un daño muy real a su cuerpo y células, y la adicción a la sustancia también es sumamente real. Existen varias estrategias que puede adoptar con el fin de reducir o eliminar su consumo de azúcares añadidos, mientras disfruta de sus comidas y se siente satisfecho después de comer.

Infórmese sobre los impactos del azúcar sobre la salud

Hacer cambios permanentes en su estilo de vida y elecciones nutricionales es más fácil cuando conoce el porqué del cambio. En mi artículo anterior, "The Truth About Sugar" (La verdad sobre la adicción al azúcar). Puede ver una breve lista de las 76 formas en que el azúcar afecta su salud.

Reduzca su consumo de carbohidratos netos

Los carbohidratos netos se calculan al restar el total de fibra en gramos del total de carbohidratos en gramos. Al mantener sus carbohidratos netos por debajo de 100 gramos al día, y hasta 50 gramos al día con el fin de llevar una alimentación más saludable, reducirá los antojos de comer productos dulces.

Para descubrir más información, así como la importancia de implementar ciclos en los que consuma mayores cantidades de carbohidratos netos una vez que empiece a quemar grasa de manera eficiente, consulte mi artículo: "Queme grasa como combustible".

Coma alimentos reales

Si un alimento está envasado, enlatado o embotellado, probablemente también se haya procesado y puede incluir azúcar añadido. Los alimentos enteros, orgánicos y no transgénicos le proporcionan a su cuerpo la nutrición que necesita para funcionar de manera óptima, además de azúcares naturales unidos a la fibra que reducen sus carbohidratos netos.

Lea las etiquetas

En los alimentos procesados que compre, busque en la etiqueta los ingredientes que son azúcar con el fin de evaluar la cantidad total. Mientras menos azúcar consuma, menos antojos tendrá.

Use endulzantes más seguros

No todos los sustitutos del azúcar se crean por igual. Evite el uso de endulzantes artificiales como el aspartame. Las alternativas más seguras incluyen Stevia, Lo Han Guo (también deletreado Luo Han Kuo) y glucosa pura (dextrosa). Contrario a la fructosa, la glucosa puede ser utilizada directamente por cada célula de su cuerpo y, como tal, es una alternativa mucho más segura para el azúcar. Sin embargo, aumentará su consumo neto de carbohidratos.

Reduzca el azúcar que añade gradualmente

Si renunciar por completo al azúcar no ha funcionado, intente reducir lentamente la cantidad que le agrega a sus bebidas. Esto le da a su paladar tiempo para adaptarse y pueda beber su té o café favorito sin el endulzante agregado.

Aumente el consumo de grasas saludables

La grasa aumenta la saciedad, lo que reduce los antojos de comer algo dulce después. Los aguacates, aceite de coco, frutos secos y semillas aumentan su contenido de grasa saludable, lo llenan y reducen los antojos de alimentos azucarados.

Incluya alimentos fermentados

Los alimentos fermentados respaldan su salud digestiva y mejoran su microbioma intestinal, y el sabor amargo naturalmente ayuda a reducir los antojos por alimentos dulces.

Pruebe la técnica del Turbo Tapping

Comer por cuestiones emocionales y estrés es algo común. Usando la Técnica de Libertad Emocional (EFT, por sus siglas en inglés), puede abordar sus niveles de estrés y la incomodidad que puede sentir al renunciar a la comida chatarra en su alimentación. La técnica del Turbo Tapping es una forma de EFT diseñada en especial para abordar la adicción al azúcar y vale la pena probarla si está luchando por dejar la soda y otros dulces.

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