Millones de personas toman acetaminofén, y este medicamento es conocido comúnmente como la marca Tylenol. Las personas utilizan acetaminofén como remedio universal, para tratar desde fiebres y dolores musculares hasta dolores de cabeza, resacas y otro tipo de dolores. Debido a que el acetaminofén está disponible sin receta médica y es un ingrediente presente en muchas otras combinaciones, como para el resfriado y la gripe, pocas personas piensan dos veces antes de tomarlo. Pero, deberían hacerlo.
Este medicamento es la causa principal de insuficiencia hepática aguda en los Estados Unidos y las sobredosis son la razón principal de hospitalizaciones y visitas a las salas de urgencias. Según el UT Southwestern Medical Center, más de 200 personas al año mueren de intoxicación por acetaminofén en los Estados Unidos, y se realizan 15 000 visitas al hospital por tomar demasiada cantidad de forma accidental.
El acetaminofén también se correlaciona con efectos secundarios graves, como ciertos padecimientos cutáneos, problemas abdominales y gastrointestinales, así como reacciones alérgicas. Como mencionaré enseguida, también podría ser peligroso para las mujeres embarazadas. Y si los reguladores del estado de California tienen la razón, el último riesgo relacionado con el acetaminofén podría ser el cáncer. Los reguladores están en proceso de determinar si clasificarán el acetaminofén como agente cancerígeno en la lista de la Propuesta 65.
Programan una audiencia pública sobre carcinogenicidad para la primavera del 2020
La Propuesta 65 de California, promulgada en 1986, requiere que el estado tenga una lista de químicos conocidos por causar cáncer o toxicidad en el sistema reproductivo. Es necesario que las empresas emitan una advertencia si los productos que venden o utilizan exponen al público a los químicos que pertenecen a la lista de la Propuesta 65.
Los reguladores del estado de California han examinado 133 estudios sobre acetaminofén en revistas revisadas por pares y considerado si es necesario clasificar el medicamento como agente cancerígeno. En la primavera del 2020, celebrarán una audiencia pública. Y según indica The Associated Press, el acetaminofén es:
"… conocido fuera de los Estados Unido como paracetamol y utilizado para tratar el dolor y la fiebre. Es la base de más de 600 medicamentos recetados y de venta libre para adultos y niños, que están presentes en marcas conocidas como Tylenol, Excedrin, Sudafed, Robitussin y Theraflu. Desde 1955 el acetaminofén se puede comprar sin receta en los Estados Unidos.
La preocupación sobre su posible conexión con el cáncer proviene de su relación con otro medicamento, conocido como fenacetina. Este medicamento, que alguna vez se utilizó con regularidad para tratar cefaleas y otros padecimientos, fue prohibido por la FDA en 1983 por ser cancerígeno".
Dado que el medicamento es muy popular, algunos temen que emitir una advertencia preocupe innecesariamente a la población, pero esto es descartado por Thomas Mack, quién es el Presidente del Comité de Identificación de Carcinógenos, el grupo designado por el gobernador para identificar las sustancias químicas relacionadas con el cáncer. "Ese no es nuestro objetivo", indica.
Además de la gran popularidad del acetaminofén, incluir un químico en la clasificación de la Propuesta 65 podría sentar las bases para la formulación de demandas, por lo que la industria se resiste a incluirlo en tal lista. Por ejemplo, como informa The Associated Press:
"Después de que el estado enlistara al glifosato, ampliamente conocido como el herbicida Roundup, como agente cancerígeno en 2017, un jurado le ordenó a la empresa fabricante de Roundup que compensara con más de US$ 2 mil millones a una pareja de California que desarrolló cáncer. Luego, un juez disminuyó esa compensación a US$ 87 millones".
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Pero ¿cuál es la posible conexión entre el cáncer y el acetaminofén?
La sospecha de la capacidad cancerígena del acetaminofén se debe a que es un metabolito principal de la fenacetina, un medicamento que fue relacionado con el cáncer hace más de tres décadas. En 2001, los investigadores de International Journal of Cancer expusieron:
"Se ha externado la preocupación sobre la capacidad cancerígena del acetaminofén (paracetamol) porque es el principal metabolito de la fenacetina, que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) clasificó como agente cancerígeno humano en 1987 y fue retirado del mercado en la mayoría de los países…
Debido la relación establecida entre la fenacetina y tumores malignos del tracto urinario, la mayoría de los estudios epidemiológicos sobre el acetaminofén y cáncer se han enfocado en tales tipos de tumores.
Algunos han informado riesgos ligeramente elevados sobre el cáncer de células renales o tipos de cáncer de células de transición de la pelvis renal, uréter o vejiga urinaria con el uso regular o prolongado del acetaminofén, mientras que otros estudios no han podido demostrar tal conexión".
Aun así, los investigadores indicaron que no encontraron lo que las personas interpretarían como alguna relación muy fuerte entre el cáncer y acetaminofén:
"No encontramos evidencia de alguna conexión entre el uso de acetaminofén y riesgo de cáncer de vejiga urinaria, excepto por un poco de evidencia de una asociación con tipos de cáncer del tracto urinario superior, incluyendo al cáncer de parénquima renal, ureter y pelvis renal".
Casi 20 años después, en enero de 2020, Los Angeles Times consideró y minimizó sus riesgos potenciales, al señalar que los "estándares de inclusión" en la lista de la Propuesta 65 son tan bajos que inclusive se había incluido al café.
El acetaminofén podría causar daño hepático
Como ya expuse antes, el acetaminofén es la principal causa de insuficiencia hepática aguda en los Estados Unidos. Incluso podría ser tóxico para el hígado en las dosis recomendadas, cuando se toma de forma cotidiana durante tan solo un par de semanas. Parte de la razón de este riesgo es que son muy similares las dosis recomendadas del acetaminofén y cantidad del medicamento que causa una sobredosis. Por lo que, no hay mucho margen de seguridad.
De hecho, la investigación ha demostrado que tomar solo un poco más de la dosis recomendada del medicamento durante algunos días o semanas (denominada como "sobredosis gradual") puede ser más riesgoso que una gran sobredosis. La investigación de Journal of Clinical and Translational Hepatology encontró que:
"Durante décadas, el daño e insuficiencia hepática posterior a una sobredosis intencional y no intencional de acetaminofén (APAP) ha afectado a los pacientes, y representa más del 50 % de la tasa de insuficiencia hepática aguda relacionada con la sobredosis y alrededor del 20 % de los casos de trasplante de hígado.
Aunque la hepatotoxicidad APAP sigue una línea de tiempo predecible de insuficiencia hepática, podría variar en el cuadro clínico. La terapia con N-acetilcisteína (NAC) se considera como la terapia principal, pero el trasplante de hígado podría representar un procedimiento vital en los pacientes seleccionados".
El acetaminofén está relacionado con reacciones cutáneas mortales
Pocas personas han escuchado sobre las tres reacciones cutáneas graves relacionadas con el acetaminofén, pero son tan preocupantes que la FDA emitió una advertencia en 2013:
"El uso de medicamentos con acetaminofén podría causar enrojecimiento en la piel, erupciones cutáneas, ampollas y desprendimiento de la superficie superior de la piel. Estas reacciones pueden ocurrir durante la primera vez y en cualquier momento en que se utilice el acetaminofén…
Cualquier persona que desarrolle una erupción o reacción cutánea cuando utiliza acetaminofén o cualquier otro analgésico/reductor de fiebre debe suspender el medicamento y buscar atención médica inmediata".
Los tres padecimientos cutáneos sobre los que advierte la FDA, son muy inusuales, pero también potencialmente mortales:
- Síndrome de Stevens Johnson (SJS). Esta reacción comienza con síntomas similares a la gripe, que evolucionan a una erupción dolorosa que se ampolla y ocasiona que se desprenda la capa superior de la piel. Esto podría causar infecciones graves, ceguera, daño en los órganos internos, daño permanente en la piel y muerte.
- Necrólisis epidérmica tóxica (TEN). Asimismo, por lo regular TEN empieza a manifestar síntomas similares a la gripe (tos, cefaleas, dolor y fiebre) y se convierte en una erupción cutánea con ampollas. La piel puede desprenderse en capas, y podrían caerse el cabello y las uñas. A menudo, TEN es un padecimiento mortal.
- Pustulosis exantemática aguda generalizada (AGEP). Esta erupción cutánea puede ocasionar que aparezcan numerosas pústulas en la piel, que con frecuencia van acompañadas de fiebre. Por lo general, este padecimiento se resuelve en dos semanas una vez que deja de utilizarse el acetaminofén.
Nadie sabe por qué este medicamento puede causar tales enfermedades extremas en la piel y no hay forma de predecir quién podría estar en riesgo antes de tomarlo. Como señala la FDA en su advertencia, lo que es aún más preocupante son las reacciones que podrían ocurrir en alguien que ya haya tomado acetaminofén de manera segura.
Las mujeres embarazadas no deben tomar acetaminofén
Es posible que el acetaminofén no sea seguro para las mujeres embarazadas. Un estudio en JAMA Pediatrics encontró conexiones alarmantes entre los trastornos hipercinéticos (HKD), una forma grave de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el mismo TDAH. El estudio encontró un riesgo 29 % mayor de TDAH en niños cuyas madres habían utilizado acetaminofén durante su gestación, en los primeros siete años de sus vidas, así como un riesgo 37 % mayor de ser diagnosticados con HKD.
Un comunicado de la FDA en 2015, citó el estudio JAMA Pediatrics TDAH. Además, citó investigaciones que encontraron una posible conexión entre el uso de acetaminofén y otros medicamentos llamados antiinflamatorios no esteroideos (NSAIDs) y el aborto espontáneo, aunque no encontraron evidencia definitiva.
La exposición de las madres que tomaban acetaminofén durante el embarazo también podría aumentar la probabilidad de que un niño desarrolle asma. Los investigadores analizaron los datos de la investigación Norwegian Mother and Child Cohort Study, que incluye muchos pares madre/hijo, y descubrieron que la exposición prenatal al acetaminofén se relacionaba con un mayor riesgo de asma en los descendientes.
El uso de acetaminofén durante el embarazo podría disminuir los niveles de testosterona en el útero; y por lo tanto, afectar negativamente a los varones, según indicó una investigación realizada en ratones. De acuerdo con otra investigación, quizás la aparente disminución de los niveles de testosterona interfiera en el desarrollo del sistema reproductivo masculino y explique los defectos congénitos genitales, cáncer testicular e infertilidad.
Además del daño en los fetos masculinos, un estudio realizado en ratas encontró que el uso de acetaminofén o NSAIDs durante el embarazo podría disminuir el tamaño de los ovarios y folículos, y si se aplica en los humanos, podría indicar que influye en la fertilidad de los miembros femeninos de la primera y segunda generación.
Riesgos adicionales del uso de acetaminofén
Es posible que no sea seguro tomar acetaminofén si además bebe alcohol. La investigación sugiere que podría elevar significativamente su riesgo de disfunción renal, si toma alcohol, aunque sea en una pequeña cantidad. La combinación de alcohol con acetaminofén ha demostrado incrementar en un 123 % el riesgo de daño renal, en comparación con tomarlos por separado.
Además de las personas alcohólicas, los adultos jóvenes también están particularmente en riesgo de daño renal, ya que tienen mayores probabilidades de consumir acetaminofén y alcohol.
El acetaminofén también podría influir en el sistema inmunológico. Según un estudio de Human Vaccines & Immunotherapeutics, los bebés que recibieron acetaminofén justo después de una vacuna, experimentaron una menor respuesta inmunológica y desarrollaron menor cantidad de anticuerpos contra la enfermedad para la que fueron vacunados.
Según los investigadores, la actividad antiinflamatoria del acetaminofén podría explicar los efectos aparentes ya que puede interferir con la respuesta de anticuerpos del sistema inmunológico.
Otros riesgos que se han relacionado con el uso de acetaminofén incluyen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD) y deterioro de la función pulmonar, daño cerebral, pérdida auditiva y presión arterial alta. El acetaminofén podría generar efectos psiquiátricos, según indica una investigación realizada por investigadores de la Universidad de Columbia Británica en 2016.
Los investigadores encontraron que el uso de acetaminofén podría reducir la capacidad de las personas para reconocer los errores que cometen, así como su preocupación sobre si han cometido o no algún error.
Los estudios anteriores también han revelado efectos cognitivos sutiles relacionados con el uso del acetaminofén, como una investigación realizada en 2010, que expuso que el acetaminofén podría disminuir el dolor por el rechazo social. Además, la investigación demostró que este medicamento tenía la capacidad de atenuar las emociones positivas y negativas.
Independientemente de si el acetaminofén se incluye en la Propuesta 65 de California como agente cancerígeno, existen muchas razones por las que debe evitar este medicamento cada vez que pueda, así como utilizarlo con precaución. De igual manera, hay muchas hierbas e intervenciones para aliviar el dolor a las que puede recurrir para lograr un alivio natural, y así reemplazar al acetaminofén.