Bill Gates, quien invierte ilegalmente en las industrias a las que les ofrece donaciones, y que promueve un plan que beneficia a las empresas en las que ha invertido, ha mencionado que la vida no volverá a la normalidad hasta que sea posible vacunar a toda la población mundial contra el COVID-19.
Con ese fin, está presionando para realizar un seguimiento de enfermedades y vacunas que podría involucrar la implantación de registros de vacunación en nuestro cuerpo. Esto se podría lograr por medio de un tatuaje de tinta cuántica invisible, que se describe en un artículo del Science Translational Medicine del 18 de diciembre del 2019.
Según Gates, sin las vacunas nunca regresaremos a la normalidad social y financiera, ya que el certificado de vacunación digital podría ser necesario para la vida cotidiana. Es posible que ni siquiera se permita viajar localmente o visitar ciertos edificios públicos sin esta "prueba de inmunidad digital".
Gates tiene un historial de "predicción" de pandemias con una tasa de mortalidad bastante significativa, y con su sistema de seguimiento para controlar a las personas infectadas/no infectadas y vacunadas/no vacunadas, está asegurando un futuro muy rentable para los fabricantes de vacunas que apoya a través de su Fundación.
Junto con Gates, la Fundación Rockefeller también está coordinando esfuerzos en cuanto al control social a través de medidas de seguimiento y localización del COVID-19 que están destinadas a ser permanentes.
Plan de Acción Nacional de Pruebas para el COVID-19
El 21 de abril del 2020, la Fundación Rockefeller publicó un documento técnico titulado, "National COVID-19 Testing Action Plan — Strategic Steps to Reopen Our Workplaces and Our Communities". En el prólogo, el presidente de la Fundación Rockefeller, el Dr. Rajiv J. Shah explica lo siguiente:
"Ante la falta de respuesta, datos y equipo de protección y pruebas a nivel nacional, necesitamos otras medidas. Las pruebas son la mejor manera de vencer esta crisis.
En lugar de implementar el distanciamiento social y un regreso incierto a la normalidad, Estados Unidos debe preparar una estrategia sostenible con mejores pruebas y rastreo durante el tiempo necesario para desarrollar una vacuna o cura.
Cualquier plan para hacerlo debe tener el apoyo de los líderes del sector público y privado en todo el país, así como la seguridad de las personas de que estarán más seguros cuando regresen a su vida cotidiana.
La Fundación Rockefeller sale al aire en momentos como este. En las últimas dos semanas, hemos reunido a expertos y líderes de la ciencia, la industria, las políticas públicas y el gobierno, en todos los sectores e ideologías políticas, para crear un plan claro, pragmático, basado en datos y procesable para combatir el Covid-19 y lograr que las personas en los Estados Unidos regresen a trabajar de manera más segura".
El plan exige que se inicien las pruebas y el rastreo de 1 millón de personas por semana, y aumentar de manera gradual hasta alcanzar los 3 millones y 30 millones por semana (el "plan 1-3-30") durante los próximos seis meses hasta que toda la población haya sido cubierta.
Los resultados de la prueba se recopilarían en una plataforma digital capaz de rastrear a todas las personas analizadas con el fin de realizar el seguimiento cuando una persona obtiene un resultado positivo. De acuerdo con el "Plan de Acción Nacional de Pruebas para el COVID-19":
"Los encargados de crear las normas y el público deben encontrar el equilibrio entre la privacidad y el control de infecciones para permitir el acceso y la validación de la infección de la mayoría de las personas en el país en algunos entornos obligatorios y voluntarios".
Con este fin, sugieren utilizar incentivos "para impulsar el uso voluntario" del rastreo en lugar de hacerlas obligatorias. También exigen el uso de "tecnologías digitales innovadoras" destinadas a mejorar el "monitoreo de la fuerza laboral y la detección temprana de brotes recurrentes".
"Cuando se integran en los sistemas de vigilancia nacionales y estatales, tales innovaciones pueden permitir el mismo nivel de detección de brotes con menos pruebas.
Las técnicas incluyen el seguimiento digital de los trabajadores o la frecuencia cardíaca en reposo y las tendencias de los termómetros; modelos de datos epidemiológicos actualizados; y proyecciones de inteligencia artificial basadas en datos clínicos", según el documento.
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Estos esfuerzos 'de tiempos de guerra' costarán miles de millones de dólares
De acuerdo con el "Plan de Acción Nacional de Pruebas para el COVID-19":
"Monitorear la pandemia y ajustar las medidas de distanciamiento social requerirá el lanzamiento del programa de pruebas de salud pública más grande en la historia de Estados Unidos.
Esta medida aumentará a miles de millones de dólares por mes, pero con el cierre comercial general que le cuesta al país 350 000 millones de dólares a 400 000 millones de dólares cada mes, el gasto valdrá la pena.
Esta infraestructura está destinada a ayudar al país hasta que las vacunas o los tratamientos se encuentren disponibles.
Coordinar un programa tan masivo debe tratarse como un esfuerzo de guerra, con una Junta de Pruebas Pandémicas establecida para ayudar y servir entre los funcionarios locales, estatales y federales con los desafíos logísticos, de inversión y políticos que esta operación enfrentará".
No sea ingenuo ante este plan de seguimiento
Esto suena como un plan para vigilarnos y que puedan rastrearnos para la vacunación obligatoria una vez que la vacuna para el COVID-19 esté disponible. También crea una infraestructura necesaria para el seguimiento de todas las vacunas.
Aunque ofrecen pura palabrería sobre la privacidad y el anonimato de los datos, las promesas de privacidad se han roto en repetidas ocasiones en el pasado. Además, el documento establece lo siguiente:
"Se debe dejar de lado la privacidad para combatir un agente infeccioso tan virulento como el Covid-19, lo que permite acceder y validar el estado de infección de la mayoría de las personas en los Estados Unidos en algunos entornos obligatorios y voluntarios.
La pérdida de la privacidad tendría un precio demasiado alto si la vacuna pudiera estar lista a principios del próximo año. Pero el desarrollo y la fabricación de la vacuna pueden tardar años, y es posible que ciertas poblaciones no la puedan recibir por razones de salud.
Mientras tanto, es necesario conocer el estado de infección para que las personas participen en muchas funciones sociales. Es importante aprobar la legislación que protege a las personas de perder su trabajo por el estado de infección.
A los examinados se les debe otorgar un número de identificación que se relacione a la información sobre el estado viral, de anticuerpos y de la vacuna bajo un sistema que se podría intercambiar con otros para acelerar el retorno de las funciones sociales normales.
Las escuelas podrían relacionar esto con listas de asistencia, las oficinas con tarjetas de identificación de empleados, la TSA con las listas de pasajeros y las sedes deportivas para los compradores de boletos.
Dichas conexiones deben hacerse de una manera que proteja la información de identificación personal. Y siempre que sea posible, los datos deben permanecer abiertos".
¿Estamos listos para renunciar a TODO por un virus?
"No debemos preocuparnos por la privacidad". Debemos tener acceso al "estado de infección en algunas situaciones". El estado de infección estará relacionado con escuelas, oficinas, lugares de trabajo, aeropuertos y sedes deportivas; es decir, la mayoría de las áreas que las personas necesitan frecuentar de manera ocasional.
Es necesario conocer el estado de infección "para que las personas puedan participar en situaciones sociales". Es importante que se apruebe una legislación para proteger a las personas de perder su trabajo en función de su estado de infección. Esto es preocupante.
Cualquier persona que recuerde los métodos empleados por los nazis, o cualquier persona que esté familiarizado con la vigilancia de la población china, sabrá a dónde se dirige todo esto.
También debe quedar claro que este programa de seguimiento y vigilancia no tiene el objetivo de ser temporal. Es posible que todo esto sea permanente. Requiere cientos de miles de empleados para actualizar los sistemas y las nuevas leyes que se asemejan a las medidas que se implementaron después del 11 de septiembre en la TSA.
Dicho informe, no menciona con qué frecuencia se realizarían las pruebas. Es posible que un resultado negativo actual no sea válido después, si te cruzas con una persona infectada de vez en cuando. Sería necesario someterse a pruebas de manera diaria o quizás una vez por semana.
Si la reevaluación periódica no forma parte del plan, entonces todo el sistema no funciona, ya que el estado de infección podría cambiar en cualquier momento.
Si llegara a tener contacto con una persona que tiene un resultado positivo en un futuro cercano, ¿tendré que aislarme durante dos semanas? ¿Su jefe le pagará por el tiempo que no labora? ¿Le regresaran su trabajo cuando termine el aislamiento?
¿Qué pasa si después del aislamiento obtiene un resultado negativo en la prueba de anticuerpos, y al salir se encuentra con otra persona que acaba de dar positivo? ¿Tendrá que aislarse de nuevo? ¿Cuándo termina todo esto?
Este sistema que solicita la Fundación Rockefeller es muy similar al que se usa en China, donde los ciudadanos deben inscribirse en un registro de enfermedades. Una vez inscritos, obtienen un código QR personal, que deben ingresar para obtener acceso a los supermercados y otras instalaciones.
Este sistema también exige acceso a otros datos médicos. De acuerdo con el "Plan de Acción Nacional de Pruebas para el COVID-19":
"Esta base de datos debe operar con los registros de salud de médicos, hospitales y seguros en un programa nacional para racionalizar los sistemas de registros médicos electrónicos que son desiguales en todo el país.
Por desgracia, obtener la información necesaria para poner en práctica estas herramientas analíticas ha sido difícil debido al bloqueo de información de los proveedores de registros de salud electrónicos (EHR, por sus siglas en inglés).
Entre los métodos utilizados por dichos proveedores encontramos los siguientes: cobrar tarifas irrazonables para el acceso a los datos, exigir a los proveedores que firmen contratos restrictivos y afirmar que la información esta patentada.
El 9 de marzo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) publicó dos reglas que prohibirían el bloqueo de información en el ámbito de salud y promoverían un intercambio de datos de atención médica.
Pero la publicación en el Registro Federal, que es necesaria para activar las reglas, se ha retrasado de manera inexplicable. Este retraso debe terminar".
Es decir, este plan es mucho más completo que el seguimiento de los casos de COVID-19. Está diseñado para reemplazar los "sistemas de registros médicos, que son desiguales en todo el país".
El ID2020
Aunque el documento técnico de la Fundación The Rockefeller exige utilizar un "número de identificación" digital sin indicar cómo será, Gates ha hablado sobre la "necesidad" de algún tipo de vacuna implantable.
En 1999, la Fundación Bill y Melinda Gates donó 750 millones de dólares para establecer The Vaccine Alliance Gavi. Gavi, a su vez, se ha asociado con la Alianza ID2020, junto con el gobierno de Bangladesh, para lanzar un programa de identidad digital conocido como ID2020.
La Fundación Bill y Melinda Gates también financió el Laboratorio de Tecnología Inclusiva de GSMA, lanzado en el 2019, cuyo objetivo es promover el acceso a los servicios y sistemas de identidad digital y biométrica.
El ID2020, que también se lanzó en 2019, tiene el objetivo de "aprovechar la inmunización para establecer la identidad digital". Se dice que este sistema de identidad digital tiene "implicaciones de largo alcance para el acceso de las personas a los servicios y medios de vida", por lo que sería un grave error pensar que la solicitud de Gates de certificados de vacuna COVID-19 implantables solo se limitaría a eso.
Al igual que la Fundación Rockefeller, Gates no presenta medidas a corto plazo. Ambos apuntan a un sistema de control totalitario. No es tan descabellado imaginar un futuro en el que su certificado de vacuna reemplace identificaciones personales como su licencia de conducir, tarjeta de identificación, tarjeta de seguro social y pasaporte, y no solo tenga información sobre sus registros médicos, sino de sus finanzas.
Confiar en Gates, Rockefeller, Google o en cualquiera de los otros involucrados sería un error. Aunque la mayoría de las personas conoce el nombre de Rockefeller, pocos conocen la verdadera historia de cómo ascendieron al poder.
Aquellos que ignoran la historia están obligados a repetirla, y si la historia de Rockefeller nos dice algo, es que a menos que recordemos lo que se ha hecho, seremos engañados una y otra vez, porque todo está por comenzar, si lo permitimos.