Cuando personas que tienen intereses tanto financieros como profesionales realizan una investigación, entonces ya sabemos cuál será el resultado. Siempre a su favor. Y ese es el caso del equipo de la Organización Mundial de la Salud que se encargó de investigar el origen del SARS-CoV-2.
Uno de los integrantes de la comisión de investigación de la OMS es el Dr. Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance, una organización sin fines de lucro que tiene una estrecha relación de trabajo con el Instituto de Virología de Wuhan (WIV) para realizar varios proyectos de investigaciones de ganancia de función. Cuando el SARS-CoV-2 apareció por primera vez en Wuhan, China, EcoHealth Alliance estaba financiando al WIV para recolectar y estudiar nuevos coronavirus de murciélagos.
Daszak no solo ha descartado públicamente la posibilidad de que la pandemia sea el resultado de una filtración de laboratorio, al señalar que esta teoría es "descabellada", "absurda" y "pura tontería", sino que también fue el cerebro detrás de una declaración científica que firmaron otros 26 científicos y que se publicó en The Lancet, la cual señalaba que estas investigaciones no eran más que una "teoría conspiratoria".
Después, los medios de comunicación se basaron en este "consenso científico" que se fabricó para "desacreditar" las teorías y las pruebas que demuestran que es muy probable que este virus pandémico se haya originado en un laboratorio.
El equipo de investigación de la OMS descartó la teoría de que el virus se originó en un laboratorio
Pero si consideramos que Daszak está involucrado en las investigaciones de ganancia de función que realiza el WIV, entonces podría estar muy interesado en asegurarse de que no culpen a investigadores del WIV, o a él, por el origen de la pandemia de COVID-19.
Así que no fue una sorpresa que el 9 de febrero del 2021, la OMS declarara que sus investigadores concluyeron que el WIV y otros dos laboratorios de bioseguridad de nivel4 en Wuhan no tenían nada que ver con el brote de COVID-19, por lo que el equipo de investigación descartó la teoría de que el virus se haya escapado de un laboratorio.
Además, Alina Chan, bióloga molecular del Broad Institute de Harvard y del MIT, señaló que de esta investigación también se excluyeron a los laboratorios BSL2 y BSL3, que realizan trabajos relacionados con el SARS. El equipo tampoco estaba equipado ni diseñado para realizar un examen forense de las prácticas de laboratorio. Sino que se basaron en la información que obtuvieron directamente del equipo chino.
Según el líder del equipo de la OMS, el científico danés de zoonosis y seguridad alimentaria Ben Embarek, los representantes del WIV “son los más aptos para descartar las afirmaciones y dar respuestas” sobre la posibilidad de una fuga de laboratorio. Sin embargo, es un razonamiento difícil de creer.
Como señaló GM Watch, "desafía toda lógica: es obvio que los sospechosos de la investigación no son los más ‘aptos’ para desestimar cualquier posible cargo en su contra". Además, Embarek insistió en que los accidentes de laboratorio son "extremadamente raros", por lo que es "muy poco probable que un virus pueda escaparse de un lugar así". Sin embargo, este es otro argumento muy poco convincente.
En el año 2014, el Grupo de Trabajo de Cambridge declaró que solo en Estados Unidos, "los incidentes de bioseguridad que involucran patógenos regulados ocurren en un promedio de más de dos veces por semana" y que un laboratorio de virología de Beijing liberó por accidente el virus del SARS original en no menos de cuatro ocasiones distintas. Tres de esos cuatro casos provocaron brotes.
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Expertos denuncian el conflicto de intereses en esta investigación de la OMS
Muchos expertos denuncian el conflicto de intereses en esta investigación de la OMS, al considerarla una farsa para exonerar al gobierno chino. Y, al frente de toda esta farsa se encuentra el propio Daszak, quien curiosamente fue seleccionado de forma directa por las autoridades chinas para formar parte del equipo de investigación de la OMS. Según lo que informó GM Watch:
“En el reporte que dio John Sudworth para la conferencia de prensa de la BBC, se habla de hasta dónde ha llegado China con el fin de controlar la narrativa de la OMS. Menciona que varios funcionarios chinos le impidieron entrevistar a un miembro del equipo de la OMS después de la conferencia de prensa.
Sin embargo, nadie hizo nada por evitar que entrevistara a Peter Daszak. De hecho, Daszak concedió tantas entrevistas para los medios de comunicación durante la estancia del equipo de la OMS en China, que en palabras de un comentarista, se convirtió en 'la voz pública del equipo de la OMS’".
Unherd también informó sobre la polémica investigación de la OMS:
“Los expertos fueron inflexibles: no hay necesidad de realizar más investigaciones sobre este concepto, ya que es 'extremadamente improbable' que sea la causa de esta catástrofe global. No fue una sorpresa escuchar tales afirmaciones de Liang Wannian, el profesor chino en el podio.
Después de todo, él es el jefe del panel sobre COVID-19 en su Comisión Nacional de Salud que dirigió la respuesta de Beijing ante la crisis. También defendió el enfoque 'decisivo' de su gobierno, a pesar de que este último se encargó de silenciar a los médicos que trataron de advertir a los ciudadanos, desaparecer datos clave y se negó a compartir la secuencia genética ...
Sin embargo, es vergonzoso ver cómo la OMS vuelve a doblegarse ante el régimen dictatorial de China de esta forma tan cobarde. Durante meses Beijing se opuso de forma encarecida a esta misión, incluso le impuso sanciones a Australia después que solicitó que se realizara dicha investigación.
Y finalmente accedió a que se realizara la investigación, siempre y cuando pudieran intervenir al momento de seleccionar al equipo de científicos. Razón por la que uno de los elegidos fue Daszak, quien durante años ha trabajado con científicos de Wuhan en sus controversiales experimentos y además encabezó los esfuerzos para descartar las teorías de cualquier fuga de laboratorio al considerarlas 'infundadas'. Así que esta es una investigación conjunta entre la OMS y China, cuyo objetivo no es encontrar la verdad, sino hacer que el mundo crea la 'verdad de China'".
De hecho, parece que China ha ocultado de forma intencional gran parte de los datos científicos que el mundo necesita conocer si en realidad queremos descubrir el origen del SARS-CoV-2, lo que hace toda esta investigación aún más sospechosa.
Según lo informado por OpIndia y otros portales de noticias, en septiembre del 2019 en China desapareció una base de datos que contiene las secuencias genéticas de más de 22 000 muestras, que incluyen más de 100 secuencias que no se han publicado sobre el coronavirus de murciélago, así como todos los datos de las investigaciones de ganancia de función del WIV. La base de datos afiliada al WIV, creada por el Centro Nacional de Recursos de Virus, también se hizo inaccesible para el mundo exterior.
Según OpIndia, el exsecretario de Estado Mike Pompeo declaró que hay "razones para creer" que los investigadores del WIV se enfermaron en el otoño del 2019, lo que de ser cierto, coincidiría con la eliminación de estas bases de datos. También hablaré de la evidencia adicional que sugiere que es probable que parte del personal del WIV haya contraído el virus desde agosto del 2017.
La OMS toma el camino más fácil
Según el equipo de la OMS y sus homólogos chinos, decidieron enfocarse en la teoría de que el SARS-CoV-2 pudo originarse en el mercado de Wuhan por los envíos de alimentos congelados desde otras áreas de China, en las que residen murciélagos portadores de coronavirus, o que incluso se originó en otros países. Al parecer, la carne de Australia es una de las posibles fuentes extranjeras.
En una entrevista para CNN, Daszak se refirió al hallazgo del SARS-CoV-2 en alimentos congelados de origen animal como "una evidencia sorprendente", ya que las carnes de los animales en cuestión, que incluyen tejones, se identificaron como posibles huéspedes intermediarios.
Y eso nos lleva a otra dudosa teoría, que el virus mutó y saltó entre especies de forma natural, es decir, pasó de los murciélagos a un huésped intermediario como el pangolín, el gato o el visón, antes de mutar en un virus capaz de infectar a un huésped humano.
Una tercera teoría es que una persona infectada llevó el virus al mercado de Wuhan, aunque no se han dado detalles sobre quién podría haber sido el paciente cero o sobre dónde podría haber contraído la infección en primer lugar.
La OMS declaró su investigación en China como finalizada y agregó que considera expandir su alcance en busca de otros países como posibles fuentes del virus. Después de todo esto, los medios de comunicación chinos afirman que Wuhan "ha sido absuelto de toda culpa" y que ya no se considera el origen de la pandemia. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China también solicitó una investigación en los laboratorios con sede en Estados Unidos.
Nueva evidencia apunta a que todo se originó en un laboratorio
Sin embargo, solo dos semanas antes de que la OMS descartara de forma oficial la teoría de las fugas de laboratorio y declarara que esta teoría se había eliminado por completo para futuras investigaciones, se publicó el estudio más reciente del Dr. Steven Quay, un científico muy respetado y uno de los más citados en todo el mundo, en el cual afirma que “más allá de toda duda razonable, el SARS-CoV-2 no es una zoonosis natural, sino una fuga de un laboratorio”.
El análisis bayesiano o inferencia bayesiana, utilizado en el estudio del Dr. Quay, es una herramienta estadística que se utiliza para responder preguntas sobre parámetros desconocidos mediante el uso de distribuciones de probabilidad para datos observables. Según lo que informó PR Newswire:
“Con la teoría inicial de que había una probabilidad del 98.2 % de que fue un salto zoonótico de la naturaleza con solo un 1.2 % de probabilidad de que fuera un escape de laboratorio, se examinaron de manera sistemática 26 hechos y pruebas diferentes e independientes. La conclusión del análisis final es que hay un 99.8 % de probabilidad de que el SARS-CoV-2 se haya originado en un laboratorio y solo un 0.2 % de probabilidad de que haya surgido de la naturaleza.
‘Al igual que muchos de mis colegas, me preocupa lo que parecen ser conflictos de intereses importantes entre los miembros del equipo de la OMS y los científicos y médicos en China, porque impiden que se realice un examen imparcial sobre el origen del SARS-CoV-2’, dijo Dr. Quay.
‘Al tomar solo evidencia científica disponible públicamente sobre el SARS-CoV-2 y utilizar estimaciones muy conservadoras en mi análisis, concluyo que está más allá de toda duda razonable que el SARS-CoV-2 se haya escapado de un laboratorio.
Deben dar una explicación sobre la evidencia adicional de lo que parecen ser secuencias genéticas de la vacuna de adenovirus en muestras de cinco pacientes de diciembre de 2019 y secuenciadas por el Instituto de Virología de Wuhan. Pero para que entienda mejor, este es el tipo de datos que se utilizan en los ensayos de vacunas. Esperemos que el equipo de la OMS pueda obtener las respuestas a estas preguntas’".
Bien, ahora sabemos que la OMS no pudo obtener esas respuestas, por lo que decidió tomar el camino más fácil. De manera irónica, parte del análisis de Quay se basó en el trabajo de Daszak.
En otoño de 2019 WIV registró una actividad sospechosa
Además de todo esto, también ha surgido más evidencia de "actividad sospechosa" en el WIV justo antes del anuncio oficial del brote de COVID-19. Como lo mencioné antes, existen sospechas de que el personal de laboratorio del WIV se contagió desde agosto de 2019. Según un informe del 24 de enero de 2021, realizado por Australian Sky News, una hoja de datos del 16 de enero de 2021 que publicó el Departamento de Estado de Estados Unidos señala:
"El gobierno estadounidense tiene motivos para creer que varios investigadores dentro del WIV se enfermaron en otoño de 2019, antes de que se identificara el primer caso del brote, con síntomas compatibles tanto de COVID-19 como de enfermedades estacionales comunes".
Además, la hoja informativa acusa al Partido Comunista de China de impedir "sistemáticamente" "una investigación transparente y exhaustiva del origen de la pandemia y optar por destinar enormes recursos para engañar y desinformar", al igual que enfatiza que el gobierno de Estados Unidos aún no sabe dónde, cuándo o cómo llegó el SARS-CoV-2 a los humanos por primera vez.
Sin embargo, no descartan un accidente de laboratorio. La hoja informativa también señaló que China tiene un programa de armas biológicas y que la WIV ha colaborado con el ejército chino en "proyectos secretos".
La arrogancia científica representa un gran peligro para la humanidad
El 18 de diciembre del 2020, el Dr. Colin David Butler, de la Universidad Nacional de Australia, publicó un editorial en el Journal of Human Security en el que revisa la historia de las pandemias en la antigüedad, junto con evidencia que respalda las teorías de origen natural y del escape de laboratorio, respectivamente. Como señaló Butler:
“Si la primera teoría es correcta, entonces significa que la naturaleza nos está haciendo una fuerte advertencia de que nuestra especie corre un gran riesgo. Si se prueba la segunda teoría, entonces debería considerarse una señal igual de poderosa e incluso aterradora, de que estamos en peligro, tanto por la arrogancia como por la ignorancia".
De hecho, la arrogancia científica podría ser la causa de todo este problema. ¿Por qué ciertos científicos se niegan a admitir que hay evidencia de interferencia humana? ¿Por qué intentan ocultar esta situación? ¿Podría ser porque prefieren seguir con la investigación de ganancia de función, a pesar de sus riesgos?
Suelen decirnos que este tipo de investigación es "necesaria" para adelantarnos a la evolución natural de los virus y que los riesgos relacionados con dicha investigación son mínimos debido a los estrictos protocolos de seguridad.
Sin embargo, la evidencia demuestra lo contrario. Durante la última década, se han levantado banderas rojas en repetidas ocasiones dentro de la comunidad científica por problemas de bioseguridad en laboratorios biológicos de alta contención en Estados Unidos y alrededor del mundo.
De hecho, en el año 2019, el laboratorio BSL 4 en Fort Detrick, Estados Unidos, se cerró temporalmente después de que se notaron varias violaciones al protocolo. El Asia Times enumera muchos otros ejemplos de violaciones de seguridad en los laboratorios BSL3 y BSL4, al igual que varios artículos más, como el que se publicó el 28 de mayo de 2015 en USA Today, el que se publicó el 11 de abril de 2014 en la revista Slate y el artículo del 16 de noviembre de 2020 en Medium.
Con las investigaciones de ganancia de función los riesgos son enormes y el beneficio es mínimo
Si queremos evitar que estalle otra pandemia similar en el futuro, es crucial llegar al fondo del origen del SARS-CoV-2. Y si hay una investigación de ganancia de función involucrada, necesitamos saberlo, de modo que se puedan tomar las medidas necesarias para prevenir otra fuga (lo que probablemente no es posible) o bien, para desmantelar y prohibir por completo este tipo de investigaciones por el bien de la humanidad.
Cuando se crea un riesgo, el beneficio es secundario. Cualquier beneficio científico o médico que se obtiene de este tipo de investigación es mínimo en comparación con los grandes riesgos que implica liberar patógenos armados, y no importa si es de forma accidental o intencional. Muchos expertos comparten mi opinión en varias publicaciones científicas.
Si consideramos el potencial de una pandemia masivamente letal, creo que es seguro decir que los laboratorios BSL 3 y BSL 4 representan una amenaza grave y muy real para la humanidad.
Los hechos históricos nos dicen que ya se han producido exposiciones y liberaciones accidentales, y solo nos queda agradecer que ninguna haya cobrado la vida de decenas de millones, como se predijo al comienzo de la pandemia de COVID-19.
Los científicos ya han descubierto una manera de mutar el SARS-CoV-2 de manera que evite los anticuerpos humanos, por esta razón ahora más que nunca es muy importante que no se deje engañar, sin importar lo que diga la OMS sobre el origen del virus.