En fechas recientes, la Universidad de Stanford anunció un trabajo sobre una "vacuna "milagrosa" innovadora inspirada en el código de ADN de los atletas olímpicos". Euan Ashley es profesor de medicina y genética en la Universidad de Stanford y es el científico genetista detrás de este intento por utilizar la ciencia para ajustar el ADN, con consecuencias desconocidas a corto y largo plazo.
La ciencia ha manipulado el ADN de las plantas durante décadas, lo que recientemente culminó con el desarrollo de carne falsa. Bill Gates y la Fundación Bill y Melinda Gates han hecho presión para que la población de las naciones occidentales cambie los alimentos enteros tradicionales por los alimentos falsos producidos en masa y cultivados en laboratorio.
Por desgracia, esa no es la forma en que el cuerpo está diseñado para prosperar; sin embargo, son alimentos son promovidos como una alternativa ecológica y sostenible, en vez de los alimentos de origen animal. La industria de la carne falsa está bien establecida, y la consultora Kearney predice que alcanzará los 450 mil millones USD para 2040. Para entonces, podría representar hasta el 25 % del mercado de la carne.
La vacuna del COVID-19 es otro ejemplo de manipulación de material genético con resultados poco investigados. La vacuna de ARNm que se promueve alrededor del mundo, está diseñada para engañar al cuerpo para que produzca proteínas spike en las células a través de codificación genética.
La proteína spike recubre el virus COVID-19 y no muta con tanta rapidez como el virus. Al parecer esto desencadena una respuesta inmune, y así reconoce el virus cuando el cuerpo está expuesto. La vacuna se presentó bajo autorización de uso de emergencia, mucho antes de que los científicos establecieran que la vacuna representaba un peligro mayor de lo que posiblemente se había anticipado.
A medida que sigue aumentando el número de personas dañadas e incapacitadas debido a la vacuna, algunos investigadores han descubierto que la proteína spike, utilizada por la vacuna para activar el sistema inmunológico, es lo que causa un daño endotelial generalizado, relacionado con muchos de los síntomas de larga duración y que podría ser la responsable del desarrollo de coágulos sanguíneos, derrame cerebral y daño orgánico.
A medida que empezó a revelarse un creciente número de muertes y destrucción de vidas humanas por la vacuna del COVID, la Universidad de Stanford anunció otra “vacuna” impulsada por el ADN, diseñada para reescribir el código genético y prevenir enfermedades, las cuales podrían prevenirse a través de elecciones de estilo de vida.
Los científicos tienen como objetivo una vacuna genética letal
El equipo de científicos de Stanford considera que la vacuna pronto podría estar disponible. Ashley indicó que su vacuna utilizaría rasgos genéticos de personas como los atletas olímpicos, como modelo para reparar las células.
Considera que, es posible que la vacuna pueda proteger de algunas de las principales causas de muerte, incluidas las enfermedades cardíacas, padecimientos hepáticos y Alzheimer. Espera que los ensayos clínicos de componentes individuales comiencen a partir de 2026 y que las vacunas combinadas estén disponibles en los próximos 15 años.
En una comunicación con el Daily Mail, Ashley le dijo al reportero que su idea surgió mientras estudiaba poblaciones humanas específicas que parecían ser más resistentes a ciertos tipos de enfermedades. Su idea es estudiar la genética de personas resistentes a las enfermedades para crear terapias, incluida la edición génica, para fomentar la resiliencia en otras personas, e indica:
“Por el momento, estos genes "resilientes" fueron identificados para enfermedades cardíacas, padecimientos hepáticos y Alzheimer. Pero, en el futuro podríamos descubrir personas resistentes a toda una serie de enfermedades humanas”.
Study Finds describe la vacuna como un tratamiento que entrega "un "manual de instrucciones" para ayudar al cuerpo a "reparar, ajustar y mejorar" sus propias versiones. Una sola dosis podría resultar en una "mejora genética en todo el cuerpo" que podría reducir hasta en un 50 % el riesgo de muerte prematura en algunos adultos".
Ashley considera que la vacuna se administraría primero en adultos con padecimientos clínicos graves antes de distribuirse en la población general. Si bien, este experimento genético tiene todas las características de la medicina al estilo Frankenstein, Ashley lo lleva al siguiente paso, ya que anticipa que la vacuna "milagrosa"; también será suministrada a los niños.
Ashley anticipa que el plazo para su lanzamiento podría ser tan pronto como 10 años, si los avances tecnológicos continúan al mismo ritmo rápido. Los medios de comunicación británicos en línea Wales Online lo citan, al indicar:
“Durante décadas, han prometido la medicina genómica, pero gracias a los avances en el campo, ahora hemos llegado a la etapa en la que esa promesa se convertirá en realidad, al marcar el comienzo de una nueva era de tratamientos médicos innovadores. En poco tiempo tendremos las herramientas de ingeniería genética para reparar, modificar y mejorar el ADN relacionado con diversas enfermedades limitantes, para que seamos menos propensos a desarrollarlas a lo largo de nuestra vida.
Por supuesto, esto no quiere decir que podamos prolongar la vida para siempre y tampoco podemos garantizar que aumente la esperanza de vida, pero es probable que en muchos casos puedan evitarse muertes prematuras. Los avances en la modificación del ADN expresan que la cantidad de personas con genes 'superhumanos', que son más resistentes a las enfermedades, ya no es algo de ciencia ficción, sino que, será un hecho científico absoluto en los próximos años”.
Es posible que millones de personas sean afectadas por esta tecnología, mejor descrita como una vacuna milagrosa. Tiene la capacidad de disminuir en gran medida la carga de enfermedades con un componente genético, como el Alzheimer, padecimientos hepáticos, enfermedades coronarias y otras relacionadas como derrames cerebrales y demencia vascular.
No solo es posible, sino probable, que dicha vacuna esté disponible en los próximos 10 a 15 años, y los beneficios de ese tratamiento serán evidentes en las próximas dos o tres décadas. Si nos basamos únicamente en los ataques cardíacos fatales, entonces el nuevo tratamiento podría disminuir hasta en un 50 % la incidencia".
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La mayoría de las enfermedades son controladas por más de un gen
Ashley considera que una sola vacuna podría alterar el ADN de una persona lo suficiente como para prevenir enfermedades cardíacas, padecimientos hepáticos y Alzheimer. Sin embargo, lo que el Proyecto Genoma Humano pudo mostrarnos fue que las causas de estas enfermedades crónicas son complejas y que son pocas las que son causadas por la mutación de un solo gen.
La mayoría de las enfermedades crónicas se rigen por una combinación de mutaciones, que pueden tener un efecto pequeño y ser afectadas por factores ambientales. El ADN microbiano del microbioma intestinal también desempeña un rol destacado. Los expertos estiman que la terapia génica para enfermedades inusuales de un solo gen puede ser exitosa en casos como la enfermedad de Huntington. Sin embargo, estos deben adaptarse a la enfermedad individual y su composición genética.
Hubo avances provenientes del Proyecto Genoma Humano que tuvieron un impacto en casi todas las áreas de investigación biológica. Sin embargo, estos avances no han tenido una mejora dramática en los tratamientos, solo han proporcionado una comprensión más precisa de las enfermedades de un solo gen.
El Proyecto Genoma Humano también ha transformado la tecnología y herramientas analíticas, a través de la experiencia de los científicos informáticos y matemáticos con los biólogos y genetistas. El enfoque aumentó el intercambio de información y estableció las bases para compartir datos entre especialidades.
En 2018, los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern en Dallas, anunciaron un trabajo sobre la edición de CRISPR para enfermedades cardíacas. Su idea era editar una mutación genética que podría reducir el riesgo de ataques cardíacos al alterar los niveles de colesterol; es decir, las lipoproteínas de baja densidad.
William Lagor es un biólogo molecular de la Facultad de Medicina de Baylor en Houston, Texas. Y considera que el enfoque es factible desde el punto de vista tecnológico. Sin embargo, reconoce que existe una cuestión filosófica de si se trata a una persona que aún no ha adquirido la enfermedad.
Karel Moons, epidemiólogo clínico del Centro Médico Universitario de Utrecht en los Países Bajos, comprende cómo una vacuna que promete alterar el ADN podría alterar la perspectiva de la vida. Le preocupa que la terapia de genes pueda obstaculizar el esfuerzo de una persona para ayudarse a sí misma, ya que puede aumentar el riesgo de que las personas cedan aún más su responsabilidad sobre la salud y el bienestar. Advierte que:
“Cambiar el estilo de vida podría ser mucho más efectivo para una población que enfocarse en intervenciones de alto costo. Esta es la forma en que funciona la mente humana. Tomamos una pastilla y creemos que estamos protegidos".
¿Fue el COVID el punto de inflexión para las vacunas genéticas?
¿Aceptar la manipulación genética para crear vacunas de ARNm para COVID ha creado un punto de inflexión en el uso de vacunas genéticas para tratar padecimientos y enfermedades crónicas? Los gobiernos han utilizado el miedo para controlar y manipular a sus ciudadanos, en especial durante la situación del COVID-19. El miedo es una gran fuente de motivación que puede impulsar a las personas a tomar decisiones que por lo regular no considerarían.
Los miembros del Grupo Científico de Influenza Pandémica en Ciencias del Comportamiento (SPI-B), un subcomité que asesora al Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE, por sus siglas en inglés) en el Reino Unido, admite que los gobiernos recurren al miedo. Y deberían saberlo. Lo defendieron y ahora dicen que fue un error lamentable. El 14 de mayo de 2021, The Telegraph informó:
“Los científicos de un comité que promovió el uso del miedo para controlar el comportamiento de las personas durante la pandemia de COVID admitieron que su trabajo fue 'poco ético' y 'totalitario'. Además, los miembros del Grupo Científico de Influenza Pandémica en Ciencias del Comportamiento (SPI-B) expresaron su arrepentimiento por este tipo de tácticas en un nuevo libro que habla sobre el rol de la psicología en la respuesta del gobierno al COVID-19.
En marzo del año pasado, el SPI-B recomendó a los ministros incrementar 'el nivel percibido de amenaza personal' por el COVID-19 porque 'muchos aún no lo veían como una fuerte amenaza hacia su persona'.
Gavin Morgan, psicólogo del equipo, dijo: “Sin duda, utilizar el miedo como medio de control no es ético. El miedo es una estrategia del totalitarismo, no es una postura ética para ningún gobierno moderno. Soy una persona optimista por naturaleza, pero todo esto me hizo ver a las personas de una forma más pesimista".
Durante casi un año y medio, los gobiernos alrededor del mundo, con algunas excepciones, han bombardeado a sus ciudadanos con noticias aterradoras. Incluso cuando fue claro que las personas no mueren en cantidades excesivas, los principales medios de comunicación continuaron publicando actualizaciones sobre el creciente número de "casos", sin exponer nunca las cifras en contexto ni explicar que la gran mayoría eran falsos positivos.
Mientras analiza las decisiones que ha tomado un gran número de personas en los últimos 18 meses, considere si estas hubieran sido lógicas si no hubiera existido una atmósfera de miedo abrumadora por un virus que, de hecho, no ha estado a la altura de las expectativas del número de muertes previstas.
Este miedo y la posterior aceptación de los expertos en terapia genética que insisten en el uso de la “vacuna” probablemente hayan sido la fuerza impulsora detrás de un gran número de personas que recibieron la vacuna sin dudar. Pero ¿cuáles serán las consecuencias de esta decisión para los próximos años? Algunos expertos consideran que un gran número de personas morirá de forma prematura por enfermedades causadas por la vacuna.
Mary Shelley obtuvo la idea de 'Frankenstein' a través de una pesadilla
El concepto detrás de la investigación de vacunas "milagrosas" nos recuerda a la medicina al estilo Frankenstein. La historia de "Frankenstein" fue escrita por Mary Shelley después de tener una pesadilla particularmente vívida durante una noche oscura y tormentosa. Shelly tenía 18 años cuando escribió "Frankenstein", que algunos consideran como la "primera obra importante del género de ciencia ficción".
La historia ha capturado la imaginación de generaciones de lectores y se ha utilizado en las facultades de medicina como marco para examinar la ética, ciencia y tecnología. La médico anestesióloga, Audrey Shafer, escribe para Stanford Medicine,
"Pero, a medida que las fronteras se amplían cada vez más, las consecuencias indeseables de cómo se aplican la ciencia y la tecnología podrían afectar en nuestra esencia humana, la viabilidad de nuestro planeta y cómo evoluciona la sociedad".
Sin duda, el impulso en el descubrimiento ha revelado secretos científicos que han ayudado a promover la longevidad humana. No obstante, sin moral ni supervisión ética estos descubrimientos podrían causar un gran daño y sufrimiento.
Shafer advierte que es necesario actuar con precaución en campos tan fascinantes, como la "ingeniería genética, ingeniería de tejidos, trasplantes, transfusiones, inteligencia artificial, robótica, bioelectrónica, realidad virtual, criónica, biología sintética y redes neuronales".
Han pasado doscientos años desde que Shelley escribió “Frankenstein”, que desde entonces se ha convertido en una figura omnipresente y a menudo representa un símbolo del riesgo de traspasar las leyes de la naturaleza. Como señalan Julian Koplin y John Massie en un artículo escrito para The BMJ Journal of Medical Ethics, el científico Victor Frankenstein no solo era arrogante, sino que tampoco asumió la responsabilidad de su creación.
La obsesión de Frankenstein era lograr un gran avance, pero no consideró las repercusiones de lo que trajo a la vida. Shelley describió de forma acertada una comunidad científica enfocada en hacer un descubrimiento mientras descuidaban las obligaciones morales relacionadas con el mismo. En su artículo, Koplin y Massie debaten el poder sin precedentes que los científicos han adquirido en años recientes para desarrollar vida y crear quimeras. E indicaron lo siguiente:
“Estas líneas de investigación tienen cierta semejanza con las de la historia de Frankenstein. En cada caso, los científicos han creado formas de vida completamente nuevas, y en algunos casos, los científicos se enfrentan a estas preguntas en ausencia de una supervisión reguladora bien establecida; muchas de las nuevas entidades ya descritas no encajan perfectamente en los marcos regulatorios existentes".
Las autoridades sanitarias utilizaron el reciente brote de SARS-CoV-2 para crear un ambiente de miedo, lo que a su vez impulsó la aceptación de las vacunas genéticas sin responsabilidad farmacéutica y cada vez más pruebas de daño en humanos. Podrá obtener más información lea el artículo: " COVID Vaccine Deaths and Injuries Are Secretly Buried".
Los científicos quieren reemplazar las medidas saludables por una vacuna
Cada año, alrededor de 655 000 personas en los Estados Unidos mueren por enfermedades cardiovasculares. En 2013, los CDC estimaron que al menos 200 000 de esas muertes, o aproximadamente un tercio, se podían prevenir a través de cambios en los hábitos de salud. Para 2016, los funcionarios federales de salud rebasaron esa estadística, al indicar que el 80 % del total de casos de ataque cardíaco y derrames cerebrales podrían prevenirse al hacer cambios en el estilo de vida.
Según Ashley, lo máximo que podrían esperar de una vacuna "milagrosa” de terapia genética es una cifra 50 % menor de enfermedades cardiovasculares. En números reales, si 655 000 personas mueren cada año por enfermedades cardíacas, entonces la vacuna podría salvar a 327 500 personas que podrían estar expuestas a diversos efectos secundarios, enfermedades y muerte prematura por la vacuna.
Por otro lado, las autoridades sanitarias exponen que podría haber 524 000 muertes menos al año si las personas abandonaran el hábito de fumar, se alimentaran de forma saludable, hicieran ejercicio y durmieran bien. Pero, los beneficios de hacer esos cambios no se limitan a menor cantidad de muertes por enfermedades cardiovasculares.
Esos mismos cambios en el estilo de vida también podrían disminuir el riesgo de otras enfermedades crónicas, como la obesidad, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. En otras palabras, los beneficios de una vacuna costosa no superan los riesgos o beneficios de los cambios en el estilo de vida que podrían mejorar millones de vidas, reducir el riesgo de una serie de enfermedades crónicas y reducir los costos de atención médica en general.
Los científicos están entusiasmados con la nueva tecnología, así como su potencial para mejorar la vida. Sin embargo, como Mary Shelley expuso de forma ilustrativa, la ciencia va más allá de los experimentos, tecnología y traspasar los límites. También, debe equilibrarse con normas éticas y morales que valoren la vida humana y se preocupen por considerar las ramificaciones de los descubrimientos.