Diversas mujeres de distintas partes de Estados Unidos han reportado que sus ciclos menstruales sufrieron alteraciones tras recibir la vacuna antiCOVID-19. Algunos de esos cambios incluyen que el periodo iniciara antes de lo habitual, fuera más doloroso y de sangrado más abundante,1 asimismo, se reportaron hemorragias repentinas e inesperadas o manchado entre las mujeres que toman anticonceptivos de acción prolongada o aquellas que atraviesan la etapa posterior a la menopausia y no han menstruado en años o incluso décadas.2 Los funcionarios de salud han intentado hacer caso omiso de los informes, pero se han vuelto demasiado numerosos como para ignorarlos.
Kate Clancy, profesional en ecología reproductiva humana y profesora adjunta de antropología en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, y Katharine Lee, antropóloga biológica que estudia la salud de la mujer en la Facultad de Medicina de la Universidad Washington en St. Louis, cuentan con más de 140 000 informes de personas cuyo periodo menstrual ha sufrido alteraciones después de vacunarse contra el COVID-19 y los están documentando de manera formal en un estudio abierto.3
Se han reportado otros 30 000 casos de alteraciones en el período tras la vacunación ante el sistema que se encarga de regular esto en el Reino Unido.4 Se infiere que las vacunas tienen el potencial de afectar la fertilidad, sin embargo, los funcionarios se apresuraron a negarlo para que las personas sigan acudiendo a vacunarse sin cuestionar nada.
La relación entre las vacunas y las alteraciones en la menstruación es 'plausible en términos biológicos'
La Universidad de California, en Davis, incluso se atrevió a afirmar que el estrés es la causa de las alteraciones menstruales que han reportado decenas de miles de mujeres tras vacunarse.5
"[E]l estrés puede afectar la ovulación y el ciclo menstrual de las mujeres. Podría ser la causa de los cambios en la menstruación. No creemos que exista una razón fisiológica por la que la vacuna en sí pueda afectar el ciclo menstrual de la mujer", escribió Clara Paik, directora médica de obstetricia y ginecología de la UC en Davis.6
Es como si hubiéramos regresado a los siglos XVIII y XIX, cuando era común diagnosticarle "histeria" a las mujeres para explicar cualquier síntoma que los médicos no pudieran entender.7 Por fortuna, no todos están de acuerdo con la idea de ignorar casi 200 000 informes de cambios menstruales inducidos por las vacunas y atribuirlos al "estrés".
En un editorial que se publicó en The BMJ, Victoria Male, profesora de inmunología reproductiva en el Imperial College de Londres, afirmó que "parece plausible que exista un vínculo biológico entre la vacuna antiCOVID-19 y los cambios menstruales que se han presentado después, así que es necesario investigarlo".8 De acuerdo con Male:9
"Se han reportado alteraciones menstruales tras recibir vacunas anticovid-19 de ARNm y adenovirus, lo que sugiere que, si existe una conexión, es probable que se deba a la respuesta inmunológica ante la vacuna y no a un componente específico de la misma. También se ha asociado la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) con alteraciones en la menstruación.
Algunos mecanismos plausibles en términos biológicos que relacionan la estimulación inmunológica con los cambios menstruales, incluyen la manera en que el sistema inmunológico podría influir sobre las hormonas que están involucradas en el ciclo menstrual o cómo las células inmunológicas tienen que ver con algunos cambios en el revestimiento del útero, las cuáles son responsables de que este tejido se desarrolle y se elimine de forma cíclica.
La investigación que explora la posibilidad de que exista una relación entre las vacunas anticovid-19 y los cambios menstruales también puede ayudar a comprender el mecanismo".
En la actualidad, los efectos que tienen las intervenciones médicas sobre la menstruación suelen ser una ocurrencia tardía durante la investigación clínica. Como señaló Male, si bien los ensayos clínicos son un momento oportuno para monitorear de qué manera influyen las intervenciones médicas en la menstruación, es poco probable que las mujeres reporten cambios en su período a menos que se les pida de manera concreta.
"Es necesario que se solicite información sobre los ciclos menstruales y otros sangrados vaginales de forma activa en los ensayos clínicos que se lleven a cabo en el futuro, lo cual incluye las pruebas de las vacunas anticovid-19", aseveró.10
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Por qué toma tanto tiempo identificar los efectos secundarios
Clancy y Lee experimentaron una menstruación anormal tras vacunarse contra el COVID-19 y, después de eso, comenzaron a trabajar en el sondeo. No fue sino hasta que publicaron sus experiencias en línea cuando cientos de mujeres comentaron que habían sufrido algo similar.
Una mujer presentó un sangrado anormal después de no menstruar durante un año y medio debido a que tenía un DIU; comentó lo siguiente: "en realidad, no pensé que fuera nada de importancia hasta que vi que alguien había dicho que podría tratarse de un síntoma o un efecto secundario de la vacuna y pensé: '¡vaya, qué interesante!'".11
Mientras tanto, muchos médicos están ignorando las preocupaciones de sus pacientes en lugar de atenderlas. De manera opuesta a lo que comentó Male en el editorial de The BMJ, el Dr. Rakhi Shah, un obstetra-ginecólogo del Northwestern Medicine Delnor Hospital, mencionó lo siguiente para Chicago Tribune:12
"Creo que es verdad que no hay ningún mecanismo biológico que sea plausible en términos de cómo esto podría ser posible. Me parece que hay una gran posibilidad de que las personas estén sufriendo los mismos dolores menstruales pero que el malestar se intensifique debido a las molestias que trae consigo la vacuna: tal vez estén combinando y asociando todo".
La Dra. Julie Levitt, obstetra-ginecóloga de Northwestern Medicine, tuvo dos pacientes que experimentaron cambios en la menstruación después de recibir la vacuna, pero también lo pasó por alto y dijo que "el sangrado ocurre por tantas razones que es muy difícil aislar las dos", señaló que las mujeres no deberían preocuparse por eso y que "si no cesaba al cabo de algunas semanas después de haber recibido la vacuna, era posible que se tratara de algo distinto".
A pesar de eso, es prematuro hacer caso omiso de los informes de las mujeres, ya que no se han realizado investigaciones acerca de los efectos de las vacunas tanto en la menstruación como en la fertilidad a largo plazo. A finales de agosto de 2021, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos otorgaron 1.67 millones de dólares en subvenciones a cinco instituciones para que se estudie la relación entre las vacunas antiCOVID-19 y las alteraciones en la menstruación.13 De acuerdo con los NIH:14
"Los investigadores evaluarán la prevalencia y la gravedad de los cambios que se presenten en los rasgos característicos de la menstruación tras recibir la vacuna, tales como el flujo, la duración, el dolor, entre otros síntomas. Estos análisis tomarán en cuenta otros factores que tienen el potencial de afectar la menstruación, como el estrés, los medicamentos y el ejercicio, para poder determinar si es posible atribuir dichos cambios a la vacunación.
Existen diversos proyectos que también buscan desentrañar los mecanismos subyacentes a los efectos que podrían tener las vacunas antiCOVID-19 en el ciclo menstrual, para lo cuál es necesario tomar muestras de sangre, tejido y saliva antes y después de la vacunación para analizar las características inmunológicas y hormonales".
La nociva proteína spike se acumula en los ovarios
Su cuerpo reconoce la proteína spike en las vacunas antiCOVID-19 como extraña, por lo que comienza a fabricar anticuerpos para protegerlo contra el COVID-19, o al menos eso dice la teoría. Pero existe un problema. La proteína spike en sí es peligrosa y se sabe que circula en su cuerpo al menos durante semanas y tal vez meses15 o quizás mucho más después de recibir la vacuna antiCOVID.
En sus células, la proteína spike daña los vasos sanguíneos y puede provocar el desarrollo de coágulos de sangre.16 Con el tiempo, puede penetrar en el cerebro, las glándulas suprarrenales, los ovarios, el corazón, los músculos esqueléticos y los nervios y causar inflamación, fibrosis y daños en los órganos.
De hecho, el estudio de biodistribución de Pfizer que se utilizó para determinar a qué parte del cuerpo se dirigen las sustancias que se inyectan, demostró que la proteína spike de las vacunas antiCOVID se acumuló en los ovarios en "concentraciones bastante altas".17
Bióloga molecular advierte sobre los problemas de fertilidad
Lindsay Janci Chunn, Ph. D., una destacada toxicóloga y bióloga molecular que trabaja con M.D. Anderson Cancer Center-Houston, habló en la reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los CDC que se llevó a cabo el 23 de abril de 2021.
El tema principal de la reunión fueron los trastornos de coagulación de la sangre que se han presentado después de recibir las vacunas y, durante los comentarios públicos, Lindsay solicitó que la aplicación de vacunas de terapia genética se detuviera de inmediato debido a que existen diversas inquietudes acerca de su seguridad, entre las cuales se encuentran las que giran en torno a la fertilidad. Declaró lo siguiente:18
"Las vacunas anticovid podrían inducir la reacción cruzada de anticuerpos contra la sincitina y, de esta manera, afectar la fertilidad y el embarazo. Primero que nada, hay una razón factible para creer que las vacunas anticovid podrían tener una reacción cruzada con la sincitina y las proteínas reproductivas de los espermatozoides, los óvulos y la placenta, lo que puede provocar daños en la fertilidad, al igual que en el desarrollo de la reproducción y la gestación".
El Ph.D. Bill Gallaher, un virólogo respetado, presentó excelentes argumentos sobre por qué podría darse una reacción cruzada. Lo que puede ocasionar esto es que la conformación de la lámina beta de la proteína spike es similar a la de la sincitina-1 y la sincitina-2. No he encontrado un solo estudio inmunológico que refute esto hasta el momento.
A pesar de que los fabricantes tardarían solo un día, literalmente, en realizar los estudios de sincitina que podrían determinar esto [una vez que contaran con suero de personas vacunadas]. Ya pasó más de un año desde que se afirmó por primera vez que esto podría ocurrir [que el cuerpo atacara sus propias proteínas de sincitina debido a que su estructura es similar a la de la proteína spike]".
Es posible que una generación entera se vuelva estéril
Lindsay señaló algo más: se reportaron 100 abortos espontáneos en Estados Unidos ante el Sistema Nacional de Notificación de Eventos Adversos de las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés) desde el 9 de abril de 2021, lo cual es otro motivo para detener la aplicación de estas vacunas. Otros informes de reacciones ante las vacunas antiCOVID-19 que son motivo de preocupación incluyen la alteración de la espermatogénesis y restos de placenta, algo en lo que la sincitina desempeñó un papel importante.19
Lindsay advirtió que estas señales de alerta son tan graves como para que toda una generación corra el riesgo de desarrollar esterilidad, a menos que dejen de aplicarse las vacunas antiCOVID-19 hasta que no se realicen más investigaciones:20
"Simplemente, no podemos dejar que nuestros niños reciban estas [vacunas] cuando tienen un riesgo de 0.002 % de mortalidad por Covid en caso de infectarse, y tampoco podemos permitirlo en ninguna persona que se encuentre en edad fértil sin investigar a fondo este asunto.
[Si lo hacemos], es posible que una generación entera se vuelva estéril. Se especula que esto no sucederá y se han presentado unos cuantos informes anecdóticos de embarazos durante del ensayo, no obstante, esto no es prueba suficiente de que lo que se mencionó no vaya a afectar a toda la población".
La periodista Jennifer Margulis se puso en contacto con Lindsay después de la reunión para conocer la información adicional que no pudo presentar debido a que solo contaba con tres minutos. Lindsay respondió por escrito que:21
"Hay pruebas sólidas de que existe una fuga inmunológica, y de que la inoculación de estas vacunas, que se llevó a cabo debido a la presión de la pandemia, ocasionó que surgieran mutantes más letales que podrían infectar a un grupo demográfico más joven y causar más muertes relacionadas con el COVID en toda la población, en comparación con las que se habrían producido si no se hubiera intervenido de esta forma. En otras palabras, hay evidencia que respalda que las vacunas podrían agravar la pandemia".
En un comunicado de prensa, la Dra. Sarah Gray, médico general en Cornwall, Inglaterra, señaló que las alteraciones menstruales que han experimentado varias mujeres después de vacunarse están resaltando una brecha científica que se relaciona con la salud de la mujer en general, ya que esta no se ha considerado una prioridad en el ámbito de la investigación durante las últimas dos décadas.22
El control del sangrado menstrual es complicado y tiene el potencial de afectar el cerebro, los ovarios y el propio útero. Es posible esta vía de control se vea afectada debido a las repercusiones que sufra el sistema inmunológico a causa de la infección [por SARS-CoV-2] o la vacunación, así que apreciaríamos mucho cualquier investigación en torno a esto", aseveró.23 Asimismo, se trata de un problema urgente que debe investigarse para que las personas cuenten con información suficiente que les permita decidir si aceptarán que se les aplique una vacuna que podría perjudicar su reproducción de forma severa.