La Dra. Sam Bailey de Christchurch, Nueva Zelanda fue presentadora de una serie de salud de TVNZ llamada "The Checkup" hasta que la despidieron por "difundir información errónea". La palabra información errónea es una palabra que se ha utilizado de manera indiscriminada desde que comenzó la pandemia, pero ¿qué significa? ¿Qué califica como información errónea y quién decide qué es información errónea y qué no?
Estamos en una situación complicada en la que un médico puede dar una opinión y que se la etiquete como "información errónea", pero ¿cómo puede ser "incorrecta" una opinión? El sustento y la reputación de muchas personas se han visto afectadas debido a la “información errónea” mientras todavía no tenemos respuestas a estas preguntas.
¿Cuál es el verdadero significado de información errónea?
La Dra. Bailey cita la definición de información errónea del Diccionario de Cambridge, que determina: "información incorrecta o el hecho de que las personas estén mal informadas".1 Esto implica que existen declaraciones incorrectas o que hay personas que tratan de engañar a otras. Los que utilizan con más frecuencia el término información errónea son los gobiernos y las corporaciones asociadas, pero la Dra. Bailey señala:2
"Gracias a la historia sabemos que los gobiernos y sus corporaciones asociadas son especialistas en manipular no solo a países extranjeros, sino también a sus propios ciudadanos para que hagan todo lo que ellos quieren. Sin embargo, ahora esperan que creamos que los denunciantes y las personas que arriesgan sus carreras son los que están detrás de la información errónea".
A las personas las censuran, eliminan de las plataformas y excluyen de las redes sociales por el delito de difundir “información errónea”, cuyo significado puede cambiar de un día a otro y de una plataforma a otra.
Es una caza de brujas moderna, en la que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos incluso enumera las publicaciones de "narrativas falsas" en torno al COVID-19 como una de las principales amenazas para la seguridad nacional y que básicamente pone una etiqueta de "terrorista nacional" en las espaldas de los que estamos identificados como “superdifusores” más prolíficos de la información errónea del COVID-19, sin importar qué tipo de “información errónea” sea.
En los Estados Unidos, el grupo de dinero oscuro, el Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH por sus siglas en inglés) ha acusado a 12 personas, incluyéndome, de ser responsables de difundir la mayor parte de esta información errónea,3 pero Facebook destacó lo absurda que es tal afirmación. En un informe de Facebook del 18 de agosto de 2021, Monika Bickert, vicepresidenta de política de contenido de Facebook, dejó las cosas claras y, en el proceso, desmintió las afirmaciones del CCDH:4
"En las últimas semanas, se ha debatido si eliminar a 12 personas de las plataformas de redes sociales ayudaría a resolver el problema global sobre la información errónea en torno a la vacuna antiCOVID-19. Las personas que defienden esta narrativa sostienen que estas 12 personas son responsables del 73 % de la información errónea sobre las vacunas en Facebook. Pero no brindan evidencia alguna que respalde esta afirmación.
De hecho, estas 12 personas son responsables de casi el 0.05 % de todas las visualizaciones de contenido relacionado con vacunas en Facebook. Esto incluye todas las publicaciones de dicha índole que han compartido, ya sean verdaderas o falsas, así como las URL que tienen algo que ver con estas personas".
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Cómo orientar a millones de personas a luchar contra un 'problema' indefinido
En todo el mundo ocurren casos similares, incluso en Nueva Zelanda, donde la Dra. Bailey explicó:5
“Aquí en Nueva Zelanda tenemos departamentos financiados por el gobierno y medios patrocinados por el estado que afirman ser responsables de recopilar, monitorear y educar sobre la información errónea del COVID-19. Pero si intenta contactarlos para respaldar las acusaciones de la información errónea, parece que todos se pasan la pelota y ninguno puede darle ejemplos específicos".
Para llegar al fondo de la situación, la Dra. Anna Goodwin, una oncóloga jubilada, realizó una investigación con el Consejo de Investigación en Salud de Nueva Zelanda para saber porque la acusaron de difundir información errónea.
Señaló que el ministro de salud de Nueva Zelanda, Andrew Little, asignó 42 millones de dólares para financiar 36 proyectos dirigidos a reducir la información errónea y la "indecisión por las vacunas". Ella preguntó: "¿Cuál es la definición de 'información errónea del COVID-19' para asignar los fondos y abordar este problema?"6 ¿Cuál fue su respuesta?
“El Consejo de Investigación de Salud no se ha referido a la 'información errónea de COVID-19' y ninguno de los proyectos financiados utilizó este término, por lo que no tenemos una definición para ello”.7 El sitio web Unite Against COVID-19 de Nueva Zelanda8 también se niega a definir que involucra la información errónea, aunque sugieren que podría discutirlo con su médico, excepto que los proveedores de atención médica también pueden perder sus licencias si no apoyan la narrativa del COVID-19 y comparten "mensajes en contra de la vacuna".
En New Zealand Doctors 'SOS, o NZDSOS, más de 38 000 profesionales de la salud firmaron una declaración donde le recuerdan a las autoridades el código de Nuremberg y que las vacunas antiCOVID-19 deben ser voluntarias y no se deben administrar a la fuerza.9
El gobierno es el que tiene la misión de cumplir con el objetivo
La Dra. Bailey señala la ironía del sitio web del gobierno de Nueva Zelanda que incluye una sección sobre "Cómo detectar información errónea". Incluye pensar en “lo que el autor quiere que crea”, una estrategia para tratar de desacreditar a alguien sin evaluar la información que comparte.
“El gobierno es el que manipula a las personas porque es el encargado de cumplir con el objetivo. Quieren que crea algo y siga sus políticas, que dependen cada vez más de ejercer presión, ya que las personas no quieren aceptar sus tonterías”, dice.10
Sugieren buscar "fuentes confiables" como "académicos o los principales medios de comunicación", pero no hablan de los académicos que cuestionan cada vez más lo que de verdad sucede. Además, los principales medios de comunicación dependen de los ingresos publicitarios y las donaciones del gobierno para sobrevivir; por lo que no traicionaran a quienes los alimentan.
Michael Bassett, Ph.D., un historiador político de Nueva Zelanda, comentó que “el gobierno trata de mantener a los medios de su lado al pagarles más por mostrar todos los anuncios del COVID, si mi información es correcta, es corrupción, así de simple. En circunstancias normales habría rebelión".11
El sitio web del gobierno de Nueva Zelanda también alienta a los residentes a espiar y delatar a quienes difunden "información errónea" al notificarlo de inmediato a las autoridades a través de CERT NZ, el medio oficial del país para responder a las amenazas a la seguridad cibernética, mientras que al mismo tiempo hacen declaraciones contradictorias como "Cada neozelandés tiene derecho a la libertad de expresión. Desafiar la información errónea es una forma de garantizar que los neozelandeses tengan acceso a los hechos".12
La Dra. Bailey señala: "Esto es como algo que proviene de "1984". Lo animan a hablar [chismorrear] sobre los demás con el pretexto de la libertad de expresión para que se pueda regular la libertad de expresión de otras personas".13
Efectos adicionales de la 'información errónea'
¿Qué criterios utiliza CERT NZ para determinar si los reportes de información errónea que solicitan al público son creíbles y, de hecho, información errónea? Rob Pope, director de CERT NZ, dijo:14
"Los miembros del público reportan sobre información errónea y desinformación potencial. Otras agencias expertas en la materia pueden determinar su precisión, por ejemplo, para el COVID-19 el encargado es el Ministerio de Salud".
Es una rueda de información errónea, en la que todas las agencias piden que se reporte y amenazan al público, pero nadie define qué involucra la información errónea.
ABC News entrevistó al profesor Cameron Stewart de la Universidad de Sydney sobre el tema de regular la información errónea del COVID-19 y las personas influyentes en las redes sociales15 y dio a entender que solo ciertos académicos financiados por el gobierno deberían discutir la información del COVID-19 y no las personas de las redes sociales. Pero también olvidó definir a que se refiere con información errónea.
La Dra. Bailey se acercó a él para hablar sobre sus declaraciones y por qué apoyaría el control centralizado de la información por parte de unos pocos, una configuración segura para el desastre, pero no respondió.
Despiden a la Dra. Bailey por difundir información errónea
La Dra. Bailey descubrió el motivo por el cual la despidieron de su puesto como presentadora en "The Checkup". Alguien con experiencia en trabajo social la denunció por difundir "información errónea" sobre las pruebas positivas de reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (RT-PCR) para el COVID-19.
La prueba de PCR no está diseñada para utilizarse como herramienta de diagnóstico, ya que no puede distinguir entre virus inactivos (no infecciosos) y virus "vivos" o reproductivos.16 Pudo rastrear el origen la denuncia, que en sí misma incluía inexactitudes que sugerían que la persona no entendía la ciencia y de hecho olvidó incluir referencias para respaldar la acusación de "información errónea".17
No obstante, la denuncia llegó al equipo ejecutivo de TVNZ y provocó una conversación entre la gerente general de comunicaciones corporativas de la compañía, Rachel Howard, y Vicki Keogh, comisionada de comedia fáctica y sin guión de TVNZ.
"Estas dos mujeres, que parecen no tener antecedentes médicos ni científicos, produjeron su propia comedia sin guión", dijo la Dra. Bailey, e iban a entrevistarla sobre como eliminar el contenido "problemático", que cree que incluía su declaración de que ella no tenía ningún interés en recibir la vacuna antiCOVID-19.
Después, los ejecutivos dijeron que debería existir una "auditoría completa del canal de YouTube" y que "eliminar este video es lo mínimo que podrían hacer, pero aún existe un riesgo de reputación al darle una plataforma a un médico que incursiona en la negación del COVID".18 Poco después, se le pidió a la Dra. Bailey que eliminara el video, pero ella dijo que no porque respaldaba todo su contenido.
Se trató de un caso donde alguien repitió justo lo que le habían dicho, sin analizar la información real y solo trataron de suprimir un punto de vista que amenazaba su propia perspectiva. Al analizar información en su propia vida, es importante profundizar lo suficiente para descubrir qué es real y qué es información errónea. Como dijo la Dra. Bailey:19
“Cuando pienso en el pasado, me da gusto que estas personas de alguna manera, me ayudaron a descubrir el verdadero camino que necesitaba tomar. Los ejecutivos de programas de televisión pública, la audiencia que anima su anti-ciencia y sus mensajes artificiales no era algo de lo que yo pudiera ser parte.
Mi contenido no contiene limitaciones artificiales y, al haberme despedido del programa de televisión me motivo a hacer todo lo posible para investigar la ciencia, incluso si los hallazgos van en contra de la institución y de la manera en que me capacitaron.
La información errónea es una palabra creada por las personas que impulsa esta narrativa. Los verdaderos científicos producen su propio trabajo y no se alarman por la "información errónea" cuando alguien dice algo con lo que no está de acuerdo.
A final de cuentas, sospeche desde que escuche el término información errónea deL COVID, ya que ninguna de las instituciones que promueven el término lo pueden definir y parece que tampoco están muy interesados en participar en discusiones al respecto. Quizás con estas cosas que tienen definiciones misteriosas, podamos buscar una explicación con un experto en el oficio".