Las enfermedades autoinmunológicas, en las que el sistema inmunológico ataca por error a las células sanas, han aumentado durante unas cuatro décadas y ahora representan una tasa anual entre el 3 % y el 9 % en todo el mundo.1 Los investigadores han especulado que los factores ambientales y alimenticios podrían ser los culpables, ya que son una de las principales causas de muerte entre las mujeres y la tercera causa principal de morbilidad en los países industrializados.2
“En las últimas décadas, la genética se ha sometido a muchos cambios”, dijo James Lee, científico del Instituto Francis Crick de Londres, para The Guardian. “Entonces, existe algo en el mundo exterior que está aumenta nuestra predisposición a las enfermedades autoinmunológicas”.3
Los cambios en los niveles de vitamina D y omega-3 podrían ser algunos de los responsables, y un estudio publicado en The BMJ sugiere que los suplementos con estos compuestos podrían reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad autoinmune, como artritis reumatoide, psoriasis, enfermedades de la tiroides y más, a medida que envejece.4
La vitamina D y los omega-3 reducen el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunológicas
Investigadores del Brigham and Women's Hospital, Harvard Medical School, utilizaron datos del ensayo de vitamina D y omega-3 (VITAL) que involucraba a 25 871 participantes de 50 (hombres) o 55 años (mujeres) y mayores, para descubrir si la vitamina D y las grasas omega-3 de fuentes marinas reducen el riesgo de desarrollar de enfermedades autoinmunológicas.
Los participantes tomaron vitamina D3 (2,000 UI), grasas omega-3 (1,000 miligramos) o un placebo a diario y los evaluaron durante más de cinco años. Ellos mismos reportaron todas las enfermedades autoinmunológicas que se diagnosticaron durante el período de estudio, y los que tomaban vitamina D u omega-3 tenían un riesgo menor.
“Consumir suplementos con vitamina D durante cinco años, con o sin ácidos grasos omega-3 disminuyó las enfermedades autoinmunológicas en un 22 %, mientras que los suplementos con ácidos grasos omega-3 con o sin vitamina D disminuyeron la tasa de enfermedades autoinmunológicas en un 15 % (no fue significativo)”, escribieron los investigadores.5
Para las personas que tomaron vitamina D y grasas omega-3, el riesgo de enfermedad autoinmune disminuyó alrededor de un 30 %.6 Además, cuando los participantes tomaron vitamina D durante al menos dos años, su riesgo de enfermedad autoinmune disminuyó aún más, en un 39 %.7
La relación de la vitamina D con la inflamación y las respuestas inmunológicas tanto adquiridas como innatas podría explicar por qué parece beneficiosa para prevenir enfermedades autoinmunológicas.8 Los receptores de vitamina D están presentes en casi todas las células del sistema inmunológico humano, incluyendo los monocitos/macrófagos, células T, células B, células asesinas naturales y las células dendríticas.
La vitamina D tiene muchas acciones en el sistema inmunológico, incluyendo mejorar la producción de péptidos antimicrobianos por las células inmunes, reducir las citoquinas proinflamatorias dañinas y promover la expresión de citoquinas antiinflamatorias.9 Asimismo, las grasas omega-3, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) impiden que se produzca la proteína C reactiva y las citoquinas inflamatorias, además se sabe que mejoran el proceso de inflamación.10
La autora del estudio, la Dra. Karen Costenbader, directora del programa de lupus en Brigham and Women's Hospital, explicó que los hallazgos son tan poderosos que ahora puede responder una de las preguntas más comunes de sus pacientes: "¿Qué vitaminas o suplementos recomienda?", dijo:11
“Esta fue una pregunta que mis colegas y yo nos propusimos responder en el Estudio auxiliar de prevención de enfermedades autoinmunológicas.
Ahora, cuando mis pacientes, colegas o amigos me preguntan, puedo señalar los hallazgos de nuestra investigación que sugieren que para las mujeres de 55 años o más y los hombres de 50 años o más, los ácidos grasos omega-3 de origen marino (aceite de pescado) 1 000 mg al día y 2 000 UI de vitamina D al día, las dosis utilizadas en VITAL, provocan una reducción del 22 % en todas las enfermedades autoinmunológicas con vitamina D, y del 15 % en las mismas con suplementos de aceite de pescado durante 5.3 años de seguimiento.
En el ensayo, estos suplementos eran de grado de prescripción y se sometieron a rigurosas pruebas de calidad. Eran seguros, bien tolerados y no se encontró un aumento en los eventos adversos”.
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Los niveles bajos de omega-3 y vitamina D empeoran los resultados del COVID
Asegurarse de tener niveles óptimos de omega-3 y vitamina D es una medida inteligente que reducirá el riesgo de desarrollar muchas enfermedades, no solo trastornos autoinmunológicos. El COVID-19 está entre ellos. Un estudio publicado en enero de 2021 analizó el índice de omega-3 de 100 personas y lo comparó con sus resultados de COVID-19.12
El índice omega-3 es una medida de la cantidad de EPA y DHA en las membranas de los glóbulos rojos (RBC por sus siglas en inglés). Su índice consiste en un porcentaje del total de los ácidos grasos en RBC. El índice de omega-3 se validó como un indicador estable a largo plazo del estado de omega-3, y refleja los niveles de EPA y DHA en los tejidos.
Un índice de omega-3 superior al 8 %13 se relaciona con un riesgo menor de muerte por enfermedad cardíaca, mientras que un índice inferior al 4 % podría ponerlo en un riesgo mayor de mortalidad relacionada con alguna enfermedad cardíaca. Sin embargo, también puede ser predictivo de los resultados de COVID-19.
Después de separar las muestras de sangre del cuartil más alto al más bajo, encontraron que en el grupo de índice de omega-3 de 5.7 % en adelante, solo hubo una muerte, un hombre de 66 años que ingresó con una orden de no reanimar. En los otros tres cuartiles, falleció el 17 % de los pacientes.
En comparación con el grupo de edad avanzada, los investigadores descubrieron que el riesgo de muerte por COVID-19 en personas con un menor nivel de ácidos grasos omega-3 era tan predictivo como tener 10 años más. Con respecto a la vitamina D, en un metanálisis de dos conjuntos de datos, se descubrió que existe una fuerte correlación entre la tasa de mortalidad por SARS-CoV-2 y el nivel de vitamina D, de modo que la mortalidad disminuyó una vez que los niveles de vitamina D alcanzaron los 30 ng/mL.14
Además, los investigadores también indicaron lo siguiente, "nuestro análisis demuestra que la correlación de los conjuntos de datos combinados atraviesa el eje en casi 50 ng/mL, lo que sugiere que este nivel de vitamina D3 en la sangre podría prevenir cualquier exceso de mortalidad".15 Tener un nivel por debajo de los 20 ng/mL se relacionó con un riesgo de muerte 19.12 veces mayor, y "la mayoría de los casos de COVID-19 con un mal estado de vitamina D murieron", agregaron.16
También es importante para la salud del corazón
Los omega-3 y la vitamina D son indispensables para tener un corazón sano, lo que se suma a las muchas razones por las que no debe tener una deficiencia. Estoy convencido de la la prueba para conocer su nivel de omega-3 es uno de los exámenes de salud anuales más importantes para la población, ya que es un predictor más importante de su riesgo de enfermedad cardíaca que sus niveles de colesterol.
De hecho, la investigación respaldada por los Institutos Nacionales de Salud sugiere que una prueba de omega-3 es un buen predictor de la salud general y la mortalidad por todas las causas.17,18 El estudio midió el índice de omega-3 en 2500 participantes y descubrió que las personas con el índice de omega-3 más alto tenían riesgos menores de desarrollar problemas cardíacos y una mortalidad total más baja. Sin embargo, los niveles de colesterol no se relacionaron de manera similar.
“Cuando los niveles de colesterol sérico iniciales se sustituyeron por el Índice Omega-3 en los mismos modelos de múltiples variables”, el autor principal William Harris, Ph.D. dijo que, “el primero no se relacionó con ninguno de los resultados rastreados, mientras que el último se relacionó con cuatro de los cinco resultados evaluados".19
La vitamina D también desempeña un papel en las enfermedades del corazón, ya que mejora la circulación y podría ser beneficiosa para la presión arterial alta. Además, debido a sus efectos sobre la función endotelial, la vitamina D también podría ayudar a mejorar o prevenir la insuficiencia cardíaca, el infarto, la vasculopatía, los derrames cerebrales y la diabetes.20
Por qué es tan importante reducir el consumo de omega-6
Es importante complementar con grasas omega-3 o aumentar el consumo de alimentos ricos en omega-3, pero no es suficiente para lograr una salud óptima. Esto se debe a que la mayoría de las personas en Estados Unidos consumen tantas grasas omega-6 que desequilibran por completo la proporción de omega-6 a omega-3.
Su proporción de omega-6 a omega-3 debe ser de 1 a 1 o talvez de hasta 4 a 1, pero aumentar su consumo de omega-3 no será suficiente para contrarrestar el daño causado por el exceso de omega-6 . Es necesario minimizar los niveles de omega-6 para evitar daños.
Los aceites de semillas procesados de forma industrial, a menudo denominados "aceites vegetales", son la raíz del problema. El ácido linoleico es el principal ácido graso presente en los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) y representa alrededor del 80 % de los ácidos grasos de los aceites vegetales. El ácido linoleico provoca enfermedades crónicas ya que una vez que se oxida como ocurre en la mayoría de los alimentos procesados, degenera en metabolitos de ácido linoleico oxidado (OXLAM).
Los OXLAM son citotóxicos, genotóxicos, mutagénicos, cancerígenos, aterogénicos y trombogénicos.21 por lo tanto, reducirlos es esencial para proteger su salud y aprovechar todos los beneficios que ofrecen los omega-3.
De preferencia debe reducir el ácido linoleico a 2 o 3 gramos por día, que es similar a lo que consumían nuestros antepasados antes de que se popularizaran todas estas afecciones crónicas de salud, como la obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y el cáncer. Esto significa eliminar todos los siguientes aceites:
Soya |
Maíz |
Canola |
Cártamo |
Girasol |
Cacahuate |
Otros alimentos con alto contenido de LA incluyen papas fritas en aceite vegetal, aderezos y salsas comerciales para ensaladas, casi todos los alimentos procesados y cualquier comida frita, como las papas fritas o papas a la francesa. Eliminar las comidas rápidas y los alimentos procesados también es esencial para reducir los trastornos autoinmunológicos. Hace poco, por ejemplo, se sugirió que los cambios en nuestros microbiomas causados por los alimentos de comida rápida provocan enfermedades autoinmunológicas.22
El mensaje es este: además de aumentar su consumo de grasas omega-3, también necesita disminuir el omega-6, en especial el ácido linoleico de los aceites de semillas.
¿Cuáles son los requerimientos de vitamina D?
Es posible optimizar sus niveles de vitamina D al exponerse a los rayos del sol y esto es ideal, ya que cada vez se reconoce más que los rayos del sol tienen muchos beneficios, incluso aparte de la vitamina D. Sin embargo, si esta no es una opción debido al lugar donde vive o a su estilo de vida, es posible que necesite tomar un suplemento de vitamina D3 de hasta 10 000 unidades todos los días con el fin de alcanzar un nivel de vitamina D de 40 a 60 ng/mL.
Los datos de los estudios GrassrootsHealth's D*Action sugieren que el nivel óptimo para la salud y la prevención de enfermedades es de entre los 60 ng/ml y los 80 ng/ml, mientras que el límite suficiente parece ser de alrededor de 40 ng/ml. En Europa, el nivel debe ser entre los 150 a 200 nmol/L y 100 nmol/L respectivamente.
La única forma de evaluar si es posible que necesite añadir un suplemento, así como la cantidad, es por medio de una prueba, la cual debe realizar a principios de la primavera, y principios del otoño cuando los niveles se encuentran en su punto más alto y más bajo. Si elige consumir suplementos, asegúrese de equilibrar su consumo de vitamina D con otros nutrientes, incluyendo calcio, magnesio y vitamina K2. La K2 ayuda a evitar complicaciones relacionadas con la calcificación excesiva en las arterias.