El odio es una de las herramientas más poderosas de los tiranos, por lo que en los últimos dos años, líderes políticos, directores de diferentes agencias, académicos, profesionales médicos y personalidades de los medios, todos fomentaron de manera pública el odio y la violencia, e incluso le desearon una muerte dolorosa a cualquiera que se negara a formar parte del experimento médico de las vacunas antiCOVID.
En una muy elocuente publicación del portal Medium, la periodista Susan Dunham resume las lecciones que se debieron aprender después de todo el odio y los ataques de los que fueron objeto las personas sin vacunar:1
"Ahora los mandatos ya no son tan estrictos y ambas partes vuelven a lo que parece ser la normalidad, excepto por todo el daño que se causó a todos aquellos que pensaban de manera diferente. Pero nadie quiere hablar de eso.
Hace solo unas semanas, el objetivo de nuestros líderes era hacer que la vida de las personas sin vacunar se volviera una pesadilla. Y muchos contribuyeron con este daño al llevar esta guerra hasta sus familias, amistades y lugares de trabajo. Hoy, nos enfrentamos a la cruda verdad de que nada de eso estaba justificado y, con suerte, aprenderemos una valiosa lección.
Fue un cambio muy abrupto, pasamos de ser personas responsables a convertirnos en seres crueles, y por mucho que culpemos a nuestros líderes de obligarnos a hacerlo, somos responsables de caer en su trampa y de no usar nuestro propio criterio.
Sabíamos que al reducirse la inmunidad las personas con esquema de vacunación completo corrían los mismos riesgos que las personas sin vacunar, pero al final decidimos discriminarlas y culparlas por todo. Dijimos que no habían 'hecho lo correcto' al no entregar sus cuerpos al estado, aunque sabíamos que estaban en todo su derecho...
Y así, al ignorar la ciencia, la educación cívica y la política, convertimos a las personas sin vacunar en el enemigo público número uno... No podemos hacer como si nada hubiera pasado y creer que en aquel momento teníamos la razón, el amor o la verdad de nuestro lado, mientras deseábamos con saña la muerte de todos aquellos que tomaron la decisión de no vacunarse. Ahora, lo mejor que podemos hacer es reflexionar sobre el comportamiento inhumano que tuvimos...
Siempre tendremos que vivir con el daño que causamos, pero ahora muchos aprendimos que los mandatos solo existían porque nosotros lo permitíamos. Al quitarnos la venda de los ojos evitamos que las compañías farmacéuticas siguieran controlando nuestras vidas.
Y todo fue gracias a esas mismas personas que veíamos como nuestro peor enemigo... Caímos en la trampa al odiarlas, pero su perseverancia nos dio tiempo para darnos cuenta que estábamos muy equivocados. Al parecer quieren volver a instaurar los mandatos, pero esta vez hay esperanza, porque muchas personas ya se quitaron la venda de los ojos y ahora ven las cosas como son: una medida autoritaria para la que nuestro bienestar es lo menos importante".
¿Perdonar y olvidar?
Dunham habla sobre esta situación desde el punto de vista de aquellos que sin titubear obedecieron la orden de rechazar a cualquiera, incluyendo amigos y familiares, que se negara a creer la narrativa oficial sobre las vacunas antiCOVID. Aunque si está leyendo esto, lo más probable es que sea una de las víctimas de estos ataques.
¿Qué ha hecho para superar todos los traumas que le causó? ¿Qué ha aprendido? Aunque sospecho que muchos están dispuestos a perdonar, creo que pocos olvidarán. Pero como dijo Dunham, es un tema del que nadie quiere hablar.
Todos hacen como si nada hubiera pasado. Como si nuestros líderes jamás nos hubieran deseado la muerte. Como si nuestro presidente jamás nos hubiera dicho que estábamos "acabando" con su paciencia,2 lo que fue una clara amenaza. Como si los presentadores de noticias como Don Lemon jamás hubieran dicho que merecíamos morir de hambre y que nos debían prohibir la entrada a las tiendas de comestibles.3,4 Pero sí sucedió, sí lo dijeron y muchos de nuestros familiares y amigos decidieron darnos la espalda.
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Aún hay mucha ignorancia
Aunque no lo crea, incluso ahora, con toda la información disponible sobre estas vacunas, los ataques contra las personas sin vacunar continúan, mientras que la ignorancia sobre la ciencia básica aún forma parte importante de nuestra sociedad. Como se señaló en un artículo del portal MSN del 21 de enero de 2022:5
"Debido al reciente incremento en los casos de COVID-19 por la variante ómicron, que es más transmisible, se desató una guerra contra las personas sin vacunar... Desde el año pasado, el gobierno de Australia impuso restricciones especiales para sus ciudadanos sin vacunar, ya que muchas personas se preguntaron por qué quienes se vacunaron deberían enfrentar las mismas restricciones que quienes optaron por no hacerlo...
Estoy a favor de las vacunas, me puse mis dosis y el refuerzo tan pronto estuvieron disponibles en mi comunidad... Pero mi pregunta es: ¿por qué atacar a las personas que decidieron no hacerlo?
¿Y si una persona decidió no ponerse la vacuna porque tenía alguna enfermedad o porque temía por su vida, o porque no conocía mucho sobre el tema porque al gobierno le importaba más obligar y asustar a las personas que mantenerlas informadas?
Por desgracia, el autor de este artículo parece convencido de que si solo se informara mejor a las personas las convencerían de vacunarse, cuando la realidad es que son la ciencia y los datos los que nos han convencido de no hacerlo. Y jamás podremos estar de acuerdo, a menos que los defensores de estas vacunas experimentales acepten que siempre estuvieron equivocados.
El autor del artículo de MSN también cree que algunas personas se niegan a ponerse la vacuna debido a la falta de incentivos financieros:6
"Si a una persona le dan a elegir entre ir al trabajo o a vacunarse, es obvio que elegirán la opción que produce dinero. Es la verdad. Si les garantizan que si van a vacunarse no les descontarán el día, ¿por qué se negarían a hacerlo?".
Al parecer el autor del artículo no sabe sobre todas las personas que sacrificaron sus carreras por rechazar la vacuna. Para la mayoría de nosotros, el dinero nunca tuvo nada que ver. Se trataba de los peligros reales que representan estas vacunas, peligros que las autoridades aún no han querido reconocer por completo.
Primero, las personas sin vacunar, ahora ¿quién sigue?
Desde el principio, muchos advertimos que los ataques contra las personas sin vacunar eran una táctica de guerra muy peligrosa. En agosto de 2021, Wayne Allyn Root escribió lo siguiente en el portal Townhall:7
"Llegó el momento de activar las alarmas. Llegó el momento de convertirse en Paul Revere y gritar: '¡Ya vienen los tiranos y dictadores comunistas!' ... Las primeras víctimas son las personas que viven en los Estados Unidos que decidieron no vacunarse. Nos encontramos en 1938, soy judío. Ahora entiendo solo un poco de lo que se sentía ser judío en 1938... poco antes del holocausto... Y esto solo es el comienzo. Las cosas se pondrán mucho peor.
Primero, 'los documentos'. Los mandatos de vacunas y los pasaportes de vacunación que en 1938 era cuando la Gestapo exigía documentos para todos los alemanes. Los republicanos pedían 'documentos' a los migrantes que habían llegado a nuestro país... Los republicanos pedían 'documentos' una vez cada dos años para las elecciones federales, para demostrar que se tenía el derecho a votar.
Los demócratas dijeron: 'no, eso es racismo'. Ahora los demócratas quieren ciudadanos estadounidenses, no inmigrantes ilegales, no delincuentes, sino patriotas nacidos en este país, para producir documentos las 24 horas del día, los 7 días de la semana...
¿Acaso no sucedió lo mismo con el gobierno nazi que les inyectó drogas experimentales a los judíos? ¿No fue esa una parte clave de los juicios de Núremberg? ¡Que ningún gobierno podría volver a inyectar drogas experimentales en los cuerpos de los ciudadanos que no lo desean! ¿No es ese un derecho humano básico? ... Obligar a las personas a ponerse algo que no quieren. Eso es de 1938".
Root menciona lo que vivieron los judíos durante esos años previos al Holocausto. Los mantuvieron confinados en sus casas. Les prohibieron trabajar. Sus negocios se consideraron "no esenciales" y no podían viajar. Tenían que marcar su ropa con una llamativa estrella amarilla para que las personas pudieran identificarlos más fácil y así poder atacarlos en público. Quemaron sus libros, la versión de censura de 1938.
"Primero, vinieron por las personas sin vacunar, créame: ahora vendrán por usted", dijo Root. Y, de hecho, en las últimas semanas, hemos sido testigos de cómo preparan el escenario para su próximo ataque de odio. Pero ahora, la comunidad gay será el nuevo enemigo público.
Se dice que las relaciones entre personas del mismo sexo son la principal fuente del brote de la viruela del mono. Casi todos los artículos sobre los brotes lo mencionan. Así es como comienza todo. No me sorprendería mucho que, en las próximas semanas y meses, la comunidad gay se convierta en objeto de exclusión, burla y ataques.
La pregunta es ¿las personas habrán aprendido la lección de la que habló Dunham? ¿Habrán aprendido de sus errores o volverán a caer en la misma trampa? Sólo el tiempo lo dirá. A finales de febrero de 2021, Nick Cohen dijo en el periódico The Guardian que "solo era cuestión de tiempo para que las personas sin vacunar recibieran su merecido".8
A finales de abril de 2021, el columnista Michael J. Stern del diario USA Today, pidió evitar a cualquier persona sin vacunar, al llamarnos "placas de Petri" de una enfermedad letal,9 mientras que en julio de ese mismo año, Don Lemon, presentador de CNN, pidió que se impusieran restricciones brutales contra las personas sin vacunar para obligarlas a cumplir todos los mandatos,10 incluso si representaban una sentencia de muerte.
En el caso del COVID, la sociedad solo tardó dos meses para pasar del "estamos todos juntos en esto" a demonizar a la mitad de la población. Veremos cuánto tardan los medios de comunicación en comenzar a discriminar a los homosexuales en nombre de la salud pública (protegernos de la viruela del mono). Espero que nunca suceda, pero a juzgar por lo que vivimos con el COVID, en donde las personas se creyeron narrativas muy absurdas, queda claro que es algo que podría suceder.
Momentos de enseñanza
Hace poco, a mediados de enero de 2022, el columnista del periódico LA Times, Michael Hiltzik, "volvió a proponer que el púbico debería burlarse de las personas sin vacunar que murieron de coronavirus", informó la cadena Fox News.11 Hiltzik le dijo para CNN:
"Muchos promovieron políticas imprudentes y peligrosas… lo que causó la muerte de muchas otras personas. Cada una de estas muertes es un momento de enseñanza y, por desgracia, no hemos aprendido de la experiencia ajena".
Es obvio que Hiltzik aún no ha experimentado el momento de claridad del que habló Dunham. Todo lo contrario, insiste en que "burlarse de las personas antivacunas es algo macabro, pero necesario". Su columna del diario LA Times,12 muestra una foto de una sonriente Kelly Ernby, con una cruz alrededor del cuello. Ernby, miembro del Partido Republicano del Condado de Orange, murió por complicaciones de COVID en enero de 2022, después de oponerse a los mandatos de las vacunas antiCOVID.
"¿Cómo debemos reaccionar ante la muerte de las personas sin vacunar?" escribió Hiltzik.13 "Por un lado, un aspecto característico del pensamiento civilizado es la sensación de que cada vida es muy preciada.
Por otro lado, se puede decir que aquellos que decidieron ignorar el consejo médico, al rechazar una vacuna que se sabe reduce el riesgo de enfermedades graves por el virus, incluyendo el riesgo para otros, y terminan en el hospital o en el cementerio es porque ellos se lo buscaron".
El objetivo de mencionar a Ernby, un republicano y cristiano, es una clara venganza política y un sentimiento de superioridad moral que está fuera de lugar. Según Hiltzik, ser respetuoso con una persona sin vacunar que murió por la enfermedad, borra el daño que estas personas le causaron a los demás, y ese daño no debe borrarse sino enfatizarse.
De manera irónica, al final, se está condenando a sí mismo al destino que desea para los demás porque, a la larga, la verdad saldrá a la luz y todos reconocerán el daño que se causó al promover el uso de esta tecnología experimental de transferencia de genes. Y cuando eso suceda, la burla será el menor de los castigos.
Aún hay personas con una venda en los ojos
Algunos, como Dunham, reconocen que se equivocaron y piden un cambio. Mientras que otros, como Hiltzik, el miedo les ha nublado tanto el cerebro que no pueden ver la verdad: una "vacuna" que no previene la infección o la propagación, y que tampoco puede proteger a los demás.
Por lo tanto, las personas con el esquema de vacunación completo no son más considerados con la sociedad que las personas sin vacunar, porque ambas representan el mismo riesgo para los demás. Y, si ambas representan el mismo riesgo, ¿por qué atacar a unos y a otros no? Todo esto va más allá de lo irracional, pero así es la mente de las personas que se encuentran bajo el hechizo hipnótico de formación de masas. Tienen una venda en los ojos que les impide ver la realidad.
El periodista escocés Andrew Neil es una de estas personas. En diciembre de 2021, se molestó con las "cinco millones de personas que se negaron a vacunarse" en Gran Bretaña y dijo: "podrían provocar que se impongan más restricciones".14
También describió lo rápido y fácil que fue sacar su pasaporte de vacunación en un restaurante. En realidad, toma unos cuantos segundos. "Un inconveniente muy pequeño", dijo, y agregó: "nos sentíamos seguros al saber que todas las personas en el restaurante estaban vacunadas, habían dado negativo en su prueba o habían contraído el virus y se recuperaron".
Se sintió seguro después de hacer algo que no sirve de nada, a pesar de reconocer que la vacuna "no es infalible" y que "las personas que están vacunadas aún pueden contraer y transmitir el virus", pero eso es lo que provoca el lavado de cerebro en las personas. Aun teniendo la verdad frente sus ojos, se niega a llegar a una conclusión racional.
La nueva estrategia: combatir la 'desinformación' con más desinformación
Jamás se había visto toda la propaganda y la desinformación con la que hemos sido bombardeados en los últimos dos años y medio. Ahora, no hay un día que no sea casi idéntico a la trama de la novela distópica de Orwell, "1984". Uno de los últimos ejemplos de la hipocresía y de las narrativas falsas de los medios de comunicación es el artículo de la agencia The Associated Press, titulado: "Conspiracy Theorists Flock to Bird Flu, Hatch Lies",15 que se publicó el 17 de mayo de 2022. La AP me ataca de forma directa al señalar lo siguiente:16
"Aunque los detalles pueden variar, todas las teorías de conspiración sobre la gripe aviar hablan de una desconfianza en la autoridad y las instituciones, al igual que de la sospecha de que ya no se puede confiar en millones de médicos, científicos, veterinarios, periodistas y funcionarios electos de todo el mundo.
'En los Estados Unidos, las personas entienden de manera clara que el gobierno federal y los principales medios de comunicación les han mentido una y otra vez y que solo son títeres de las compañías farmacéuticas', dijo el Dr. Joseph Mercola, un osteópata que se convirtió en una fuente destacada de desinformación sobre el COVID tras hacer reclamos desacreditados sobre las vacunas, el uso del cubrebocas y el coronavirus.
El interés del Dr. Mercola en la gripe aviar se remonta a años atrás. En 2009, el libro 'The Great Bird Flu Hoax' que vendió en su sitio web, solo fue una herramienta para vender remedios naturales no comprobados'".
El hipervínculo para la "verificación de hechos", que proporcionaron para demostrar que publiqué "afirmaciones desacreditadas sobre las vacunas", es una refutación a mi declaración de que "las personas pueden ser más susceptibles a la enfermedad grave de COVID-19 después de recibir la vacuna".
La verificación de hechos afirma que "la investigación demostró que las vacunas de Pfizer y Moderna tienen una efectividad del 95 % para prevenir la enfermedad de COVID-19", y que "los expertos dicen que hay 'mucha' evidencia de que las personas que reciben las vacunas no se enfermarán de gravedad si después contraen el virus".
En primer lugar, no se hace referencia a ninguna fuente experta, por lo que nadie sabe a qué se refieren con la "mucha evidencia" que demuestra que no será más susceptible a una infección grave después de vacunarse. En segundo lugar, y lo más importante, ahora todos saben que las vacunas no tienen una efectividad del 95 %. Incluso los principales medios de comunicación y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos admitieron que ese nivel de efectividad es exagerado y que disminuye muy rápido.
La verdad siempre sale a la luz
En el mejor de los casos, la vacuna de Moderna tuvo una efectividad del 94.5 % contra la infección sintomática por la variante delta DURANTE DOS SEMANAS, antes de desaparecer por completo.17 Mientras que la efectividad de la vacuna de Pfizer contra Delta fue menor y disminuyó aún más rápido. En el caso de la variante ómicron, la vacuna de Pfizer tiene una protección del 65.5 % durante las semanas 2 y 4 después de recibir la segunda dosis, mientras que en la semana 25 su efectividad es de tan solo el 8.8 %. Por otro lado, la vacuna de Moderna comienza con un 75.1 % en las semanas 2 a 4, y baja al 14.9 % en la semana 25.
Pero la agencia de noticias AP no tuvo ningún reparo en referirse a la desinformación para "demostrar" que he desinformado y que ellos están en lo "cierto". En realidad, la verificación de hechos que utilizan solo prueba que utilizan desinformación para tratar de ocultar la verdad.
Mienten para lavar el cerebro de las personas de tal modo que terminen odiando a todo aquel que se atreva a decir la verdad o contradecir su narrativa. El camino es largo y peligroso, y el final aún se ve muy lejano.
Lo mismo sucede cuando las autoridades ya no pueden ocultar que han estado difundiendo desinformación, su respuesta siempre es que "la ciencia está evolucionando y que lo único que hacen es apegarse a ella". Cuando la realidad es que se demostró que estaban equivocados, pero se niegan a admitirlo. Entonces, "culpan" a la "ciencia en evolución", sin explicar por qué los "difusores de desinformación" tenían estos datos, que se supone son nuevos, desde hace meses o años.
En esta guerra la información es el arma más letal y aún hay muchas vidas en riesgo. Las personas pierden la vida porque las mentiras sobre la salud suelen ser mortales. Al final, creo que la verdad saldrá a la luz, porque sus mentiras son demasiado destructivas para poder mantenerse por mucho tiempo.