El verano es la ocasión perfecta para el té helado y aunque el que compra en la tienda puede ser un elemento básico en el hogar, usted puede cultivar una gran variedad de plantas para hacer su propio té.
Seis plantas fáciles de cultivar son la de té tradicional (Camellia sinensis), menta, bálsamo de limón, verbena de limón, hierba de limón e hisopo de anís. Las hojas de la mayoría de estas plantas se pueden usar frescas o secas, calientes o frías, con o sin un endulzante natural.
Té de Camellia sinensis
La Camelia crece muy lento, pero, con sol y sombra, el suelo ácido, un buen balance de nutrientes y mucha agua, se convertirá en un arbusto productivo. Según la American Camellia Society, La camelia se puede cultivar en las zonas más moderadas de los Estados Unidos, pero se desarrolla mejor en las zonas 7, 8 y 9.
El té blanco, el té verde y el té negro provienen de la Camelia. Las diferencias entre ellos tienen que ver con la cantidad de las hojas y el nivel de oxidación que se produce durante el procesamiento de las mismas.
El té blanco está hecho de botones; es el menos procesado, tiene poca cafeína y un alto contenido de antioxidantes. Los tés verdes y negros son de hojas más grandes y maduras. El procesamiento del té verde consiste en vaporizar las hojas antes de secarlas, mientras que el té negro requiere un proceso más largo que implica fermentación y secado para maximizar la oxidación.
Para hacer en casa un sabroso "té blanco", corte un poco de hojas y déjelas secar. Puede usar plantas fresas como una alternativa Moje las hojas ligeramente con los dedos, o córtelas antes de remojarlas para tener un poco más de sabor. Para tener más sabor, primero cocine las hojas al vapor durante tres minutos y luego séquelas.
Té de menta
Hay más de dos docenas de especies de menta, incluyendo menta y hierbabuena. El sitio web Modern Farmer sugiere "experimentar con diferentes sabores, como la menta de pomelo y la menta de chocolate", para encontrar su bebida favorita.
El aroma y el sabor de la menta provienen del aceite de mentol que se encuentra en la resina de las hojas y los tallos de la planta. Se dice que el té de menta ayuda a aliviar el estrés y promueve el sueño.
Las hojas de menta contienen antioxidantes y se cultivan muy fácil en un jardín cerrado, macetas o incluso en interiores, y pueden proporcionar hojas frescas y orgánicas cuando las necesite.
Para obtener instrucciones de como cultivarla, consulte mi artículo “Cómo cultivar menta en casa”. Para hacer té, puede usar hojas frescas o secas. Una receta de té helado de menta del sitio web The Spruce Eat requiere 2 tazas de agua y 15 hojas de menta fresca.
Los ingredientes opcionales son miel para endulzar, y rebanadas o jugo de limón para adornar y agregar sabor. Simplemente remoje las hojas en agua hirviendo durante tres a cinco minutos. Agregue el endulzante si lo desea, luego espere a que se enfríe antes de servir.
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Té de bálsamo de limón
El bálsamo de limón es originario de Europa (Melissa officinalis) y se puede cultivar en huertos familiares. El bálsamo de limón, es parte de la familia de la menta, y se dice que tiene un sabor parecido al té verde con limón.
El té de bálsamo de limón tiene propiedades antiinflamatorias, inmunológicas, antibacterianas y antisépticas que lo hacen útil para enfermedades como artritis, los dolores de cabeza, las infecciones y el resfriado común. También contiene compuestos que proporcionan efectos calmantes para los nervios y ayudan a aliviar el estrés, la ansiedad y la depresión.
La receta de té de bálsamo de limón del sitio web Organic Facts requiere agregar 2 cucharaditas de hojas frescas de bálsamo de limón en 2 tazas de agua hirviendo. Infundir por 10 minutos y luego enfriar para una bebida refrescante de verano.
También puede usar hojas secas de bálsamo de limón, aunque el proceso de secado puede hacer que las hojas pierdan algo de su sabor. Evite la luz y el calor para secar hojas de bálsamo de limón.
El sitio web Mother Earth Living sugiere cortar alrededor de dos tercios del tallo de la planta, luego colgarlos boca abajo en un lugar oscuro y seco con buena circulación de aire. En aproximadamente dos días las hojas se secarán y se volverán negras. Para facilitar el trabajo de recolección, puede atar una bolsa de papel alrededor de los tallos que cortó.
Asegúrese de que la bolsa tenga orificios perforados en los lados ya que una mala circulación de aire podría causar moho. Use una banda elástica para cerrar la parte superior de la bolsa y colgarla en un área donde haya suficiente circulación de aire. Una vez que las hojas estén secas, caerán al fondo de la bolsa.
Té de verbena de limón
Otro favorito con sabor a limón es la verbena de limón. Si se encuentra en las zonas 9 y 10, se cultiva como un arbusto perenne, pero en climas más al Norte puede cultivarlo de forma anual. Para obtener la mayor cantidad de hojas de su planta, dele podas regulares, ya que esto la hará más tupida y evitará que se haga pequeña.
Su sabor es similar al del bálsamo de limón, pero más dulce. Según el sitio web Mexican Food Journal, los mexicanos beben té de verbena de limón "para dormir y ayudar a reducir la indigestión". Para prepararlo, todo lo que necesita es de tres a seis hojas y 4 tazas de agua.
Por lo general, se recomienda un té más fuerte si lo sirve helado. Si bien la mayoría de los tés requieren agregar las hojas después de que el agua haya hervido y las haya retirado del calor, el sitio web Mexican Food Journal sugiere colocar las hojas en el agua desde el principio y dejarlas hervir durante unos 15 minutos. Se puede agregar miel, néctar de agave o stevia para endulzarlos.
Te de hierba de limón
La hierba de limón es fácil de cultivar, requiere una atención mínima, se puede beber frío o caliente como una bebida de verano y tiene beneficios antiinflamatorios, anti-ansiedad y de bloqueo del dolor.
La mayoría coloca el tallo de la hierba o té limón en un gran dispensador de vidrio lleno de agua fría. También puede agregar pepinos o rodajas de limón.
Para hacer té, corte el tallo lo más cerca posible del suelo (la parte blanca del tallo es la más dulce). Enjuague para eliminar los residuos, luego corte el tallo en trozos de 5 centímetros.
Deje el agua a punto de ebullición. Retire del fuego y agregue los tallos de la hierba de limón. Deje reposar durante al menos cinco minutos. Retire los tallos antes de beberlo. Al igual que con todos los demás tés, se puede beber caliente o frío. En realidad, no se necesita un endulzante.
Té de hisopo de anís
Como su nombre lo indica, el hisopo de anís tiene un sabor dulce de regaliz. Es parte de la familia de la menta, y también se conoce como menta de regaliz. Si el regaliz no está en su lista de sabores favoritos, puede agregar pequeñas cantidades a otros tés. El sitio web Modern Farmer sugiere mezclarlo con menta o una de las infusiones con sabor a limón descritas anteriormente.
El hisopo de anís tiene una larga tradición entre los nativos americanos, quienes afirman que puede "aliviar un corazón atormentado". Mezclado con menta de alce, también se usaba como un remedio tradicional para el dolor de pecho ocasionado con la tos y el resfriado común. También tiene propiedades sedantes.
Para un té de hisopo de anís de gran potencia, la revista Taste sugiere agregar de cinco a ocho tallos frescos con hojas o flores en 8 tazas de agua hirviendo en una cafetera francesa:
“Enjuague suavemente la planta con agua fría para eliminar la suciedad y los residuos. Llene una cafetera francesa grande hasta la mitad con el hisopo de anís (hojas, tallos y flores).
Agregue el agua hirviendo y deje reposar durante 15 a 20 minutos. Presione con cuidado Sirva el té con hielo en una jarra o vaso. Para servir decore con hojas de hisopo de anís y flores”.