Por Katherine Paul y Ronnie Cummins
"Es irónico pensar que la humanidad puede determinar su futuro en base a algo en apariencia tan trivial como la elección de un aerosol contra insectos." - Rachel Carson, Primavera Silenciosa
Cuando las abejas melíferas, los polinizadores de alimentos más importantes, empezaron a morir como moscas, los científicos comenzaron a intentar identificar el asesino (o asesinos). En cierto punto, la atención se enfocó en el aumento del uso de un tipo de pesticidas conocidos como los neonicotinoides. Los científicos creen que por lo menos algunos de estos pesticidas juegan un rol importante en el problema de Colapso de Colonias (CdC), la continua desaparición de colonias.
¿Quién fabrica los neonicotinoides?1 Syngenta, Bayer CropSciences y Dow Agrosciences.
¿Quién los utiliza, y con qué fin? Compañías como Monsanto, Bayer, Dow Agrosciences, en los herbicidas, pesticidas y semillas que venden a los agricultores que cultivan transgénicos. Estos cultivos, que en algún punto se convertirán en nuestros alimentos o utilizados para el engorde de animales que eventualmente serán nuestros alimentos están invariablemente presentes en nuestros platos.
Necesitamos de las abejas para producir gran parte de nuestros alimentos. Aun así, los alimentos transgénicos, llenos de neonicotinoides no hacen otra cosa que matar a las abejas.
Pero no se trata solamente de la muerte de las abejas. Las mariposas y los pájaros también están disminuyendo. Los neonicotinoides no son los únicos culpables. Otros pesticidas y herbicidas, especialmente el Roundup de Monsanto, utilizado con los cultivos transgénicos y para contener (matar) las malezas en ciudades y jardines,2 están diezmando a los polinizadores, los peces y la vida silvestre y en opinión de algunas personas, a los humanos, también.
Mientras los consumidores se preguntan cada vez más por el impacto de los alimentos y cultivos transgénicos sobre nuestra salud y el medio ambiente, la elección sobre qué consumir es cada vez más inteligente. ¿Está comiendo mi hijo cereal con azúcar proveniente de betabeles genéticamente modificados? ¿El bistec en mi plato proviene de un animal criado en un criadero industrial y alimentado a base de maíz, canola, soya o semillas de algodón llenas de Roundup?
Pero no hay que perder la perspectiva general. Es decir, hay que hacer un llamado por el fin del uso de Roundup de Monsanto en zonas urbanas, nuestro césped, calles, escuelas y parques. Implica que debemos prestar más atención a las semillas y plantas que compramos para nuestras casas.
Esto significa también que debemos preguntarnos qué podemos hacer para presionar a Monsanto, Dow, Syngenta, y los consumidores de Dupont tanto en zonas urbanas como rurales y entender el extendido e inconsciente uso de neonicotinoides y otras toxinas que están destruyendo nuestra comida, suelo, agua aire y vida silvestre y entender también que existen alternativas orgánicas, sustentables y no químicas.
Lo cual nos lleva a preguntarnos cómo forzar a los que fabrican alimentos para que dejen de usar estos cultivos transgénicos en sus alimentos procesados. ¿Cómo hacemos llegar el mensaje a los políticos que protegen los intereses (ganancias) de los productores de alimento chatarra a costa de todo lo demás y antes de que sea muy tarde?
Lo hacemos al tomar decisiones de compra inteligentes y éticas. Al boicotear a las corporaciones que se niegan a escucharnos. Al no votar a los políticos que nos venden por dinero a las industrias que financian sus campañas políticas.
Lo hacemos al cumplir con cada uno de los puntos mencionados arriba. Una y otra vez.
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Junto Con Las Abejas, También Desaparecen Nuestros Alimentos
Cuando las abejas melíferas comenzaron a morir en masa, las alarmas comenzaron a sonar. Las abejas son claves para la producción de alimentos. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), más de un cuarto de la dieta de los estadounidenses depende de la polinización de las abejas melíferas.
Si no hay abejas, no hay alimentos. O al menos, no hay manzanas, cerezas, apio, cebollas, col y una larga lista3 que incluye almendras y moras azules, que según4 la Asociación de Apicultores de los Estados Unidos, dependen en un 90 por ciento de las abejas para su polinización.
Se estima5 que aproximadamente un tercio de la población de las abejas melíferas ha sido diezmada desde 2006. Una vez que los científicos señalaron a los neonicotioides como los principales sospechosos, se realizaron más estudios.
Bajo presión, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) acordó estudiar el vínculo entre al menos tres tipos de neonicotinides y la muerte masiva de abejas. A pesar del hecho de que su contraparte en la Unión Europea tomo las precauciones de solicitar a las compañías que dejaran de usar neoncotinoides por al menos dos años, hasta que se realizaran más estudios, lo mejor que pudo hacer la EPA fue solicitar que ciertos neonicotinoides tuvieran etiquetas que incluyeran precauciones.6
Como si Monsanto, Bayer y Dow fueran a leer tales etiquetas y dejar de vender y fumigar con neonicotinoides.
Neonicotinoides, Más Poderosos que el DDT
El escritor y científico George Monbiot dice que los neonicotinoides son el nuevo DDT que está matando la naturaleza y son 10,000 veces más fuertes que el DDT. En un artículo7 publicado en el periódico The Guardian, Monbiot explica con claridad cómo es que los neonicotinoides, cuando son aplicados a las semillas de los cultivos, se quedan en las plantas a medida que estas crecen, matando los insectos que se alimentan de la planta. (Según8 la Red de Acción Pesticida Norteamericana las semillas de al menos el 94 por ciento de 92 millones de acres de maíz plantados en los Estados Unidos han sido tratados con neonicotinoides). Otros polinizadores, incluyendo las abejas, mariposas, polillas y escarabajos que se alimentan de las flores de los cultivos tratados absorben suficiente pesticidas como para comprometer su supervivencia, afirma Monbiot.
Pero hay algo aún más perturbador. Monbiot señala ciertos estudios que prueban que solo un pequeño porcentaje del pesticida utilizado para cubrir una semilla antes de ser plantada es absorbido por la planta. Parte del mismo se difumina en los alrededores y más del 90 por ciento penetra el suelo donde puede alojarse durante más de 19 años, causando quién sabe qué daños.
"Esta es la historia que continuarán escuchando sobre los pesticidas: los hemos estado utilizando ciegamente," dice Monbiot. "Nuestro gobierno ha aprobado su uso sin la menor idea de las consecuencias."
Aproximación a Otros Sospechosos, Identificando las Víctimas
Los neonicotinoides están en primer plano cuando se trata de las abejas, pero los científicos advierten que otros químicos también podrían ser responsables, incluyendo aquellos que se utilizan ampliamente en la producción de transgénicos. Por ejemplo, Dow 2,4-D, que se asocia con el infame Agente Naranja defoliante utilizado en Vietnam. Además de estar conectado9 con la aparición de cáncer y defectos de nacimiento en los seres humanos, el 2,4-D también es tóxico para las abejas melíferas. Si bien el herbicida no causa la muerte inmediata de las mismas, con el tiempo impide su habilidad de reproducirse.10
Aun así, la USDA está a punto de dar luz verde11 al nuevo producto de Dow, 2,4-D-resistente (maíz y soya). Si la USDA continúa con esta política, los expertos predicen que veremos un aumento del 25-50 por ciento del uso de este químico altamente tóxico.12
El herbicida de mayor uso en todo el mundo es posiblemente Roundup, fabricado por Monsanto. Se rocía en jardines y carreteras. También el Roundup de Monsanto más utilizado es "Roundup-Ready" que se usa en el maíz, soya, betabeles, canola y algodón.
El Roundup se utiliza junto con los neonicotinoides, lo que lo hace participar en el decline de población de las colonias de abejas. Pero es su ingrediente activo el que se vincula con muchos estudios que se concentran en los problemas de salud humanos y del medio ambiente: el glifosato.13
Según los últimos datos analizados por la EPA, que datan de 2007, 185 millones de libras de glifosato fueron utilizadas ese año por los agricultores estadounidenses, más del doble de lo que se usaba en 2001, cuando se realizó el último estudio. Desde 2007 se han aprobado más cultivos transgénicos, y se han plantado más acres de este tipo. El glifosato ha sido también vinculado con la muerte de las abejas.14 Pero resulta que es también el principal sospechoso en la dramática disminución de mariposas monarcas.15 El Roundup mata el algodoncillo, la fuente principal de alimentos para las mariposas monarca. En palabras de un entomólogo experto16 el principal culpable de la disminución de la población de monarcas es "el maíz y los cultivos de soya rociados con herbicida" que lleva a "la matanza del principal alimento de las monarcas, el algodoncillo silvestre."
Por Quién Doblan Las Campanas
La mariposa monarca no está aún en peligro de extinción y a diferencia de la abeja melífera, no es crucial para nuestra alimentación. Pero ¿significa eso que no deberíamos prestar atención al impacto que los cultivos OGM tienen en la habilidad para sobrevivir de estos insectos?
Le preguntamos a la Dra. Karen Oberhauser, profesora de la Universidad de Minneapolis y directora de la escuela Laboratorio Monarca. Nos dijo que las monarcas no juegan un rol fundamental en nuestro ecosistema, si bien son el alimento de muchísimos pájaros. Sin embargo, escribió un correo a las Asociación de Consumidores Orgánicos, diciendo lo siguiente:
“Yo diría que existen razones éticas y también egoístas por las cuales las monarcas merecen que las protejamos. Desde un punto de vista ético, solo porque poseemos la habilidad de alterar el ecosistema no quiere decir que sea ético que lo hagamos. Por lo tanto, preservar las monarcas es lo “correcto.” Desde una perspectiva egoísta, podemos aprender muchísimo acerca de la migración, la interacción de especies, las dinámicas poblacionales de los insectos y la reproducción de los insectos a través del estudio de las mariposas Monarca. Podemos aprender mucho a través de ellas sobre el funcionamiento de la naturaleza que es en definitiva algo que nos beneficia a todos y todas."
Cuando en 1963, Rachel Carson publicó su libro Primavera Silenciosa, su trabajo más transcendental sobre el impacto de los químicos en nuestro medio ambiente, posiblemente no imaginó un mundo en el cual millones de toneladas de químicos aún más poderosos se utilizan no solo para eliminar malezas e insectos no deseados, sino también para cultivar la mayor parte del maíz, soya, betabeles y otros cultivos que están presentes en más del 80 por ciento de nuestros alimentos procesados y que se utilizan como alimento para un porcentaje similar de animales que en algún punto formarán parte de la cadena alimenticia humana.
Pero hemos llegado a este punto. ¿Cambiaremos nuestro rumbo y revertiremos el daño? ¿Salvaremos a las abejas, los pájaros, las mariposas y a nosotros mismos haciendo que Roundup y los neonicotinoides salgan del mercado? ¿Al hacer la transición a la agricultura y la jardinería orgánica, antes de que sea demasiado tarde?
¿O mantendremos el statu quo, por la remota posibilidad de que de alguna manera los humanos seamos inmunes al decadente estado del ambiente que nos rodea?
Sobre el Autor
Katherine Paul es Directora Asociada de la Asociación de Consumidores Orgánicos.
Ronnie Cummins es el Director Nacional e Internacional de la Asociación de Consumidores Orgánicos.
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