Por Lawrence Woodward
Los niveles de rociado de cultivos que aumentaron de forma aguda en las áreas más cultivadas de Argentina, han resultado en un desastre de salud pública, con grandes aumentos en la incidencia de cáncer. Y todo es el resultado del amplio uso de cultivos genéticamente modificados diseñados para la resistencia a los herbicidas.
Un reporte hecho por el Ministerio de Salud en Córdoba, Argentina revela que las muertes por tumores cancerígenos son el doble del promedio nacional en áreas donde se desarrollan cultivos genéticamente modificados y se usan agroquímicos.
Este reporte comprensivo documentó cinco años de información en casos de cáncer en la provincia.
Provee más evidencia que, lejos de ser el milagro que se asegura que es, el cultivo industrial, los transgénicos se están convirtiendo en un infierno de salud pública.1
El nivel más alto de muerte ocurre en el área de la ‘pampa gringa’, donde la mayoría de las cosechas genéticamente modificadas son cultivadas y se usan más agroquímicos.
La ‘pampa gringa’ conforma la totalidad del este de la provincia de Córdoba y es su región agrícola de primer nivel.
El promedio provincial para muertes de cáncer es de 158 por 100,000 habitantes pero en cuatro de los departamentos de la ‘pampa gringa’ los niveles de muerte son mucho más altos – variando de 216 a casi 230.
Otras regiones de agricultura intensiva en Córdoba también tienen muertes por cáncer muy arriba del promedio provincial y nacional – variando de 180 – 201 cada 100,000 habitantes.
El Cáncer Se Está Multiplicando ‘Como Nunca’ a Través del Nexo de los Pesticidas
El ‘Reporte sobre el Cáncer en Córdoba del 2004-2009’ es la culminación de una investigación oficial y fue preparada por el Registro de Tumores Provinciales y el Departamento de Estadísticas y Censos.
Pero su publicación reciente ha reavivado las críticas de los doctores e investigadores sobre los retrasos del gobierno y su renuencia a tomar acción.
El Dr. Medardo Avila Vázquez de la Red de Universidades por el Ambiente y Salud (Reduas) dijo:
“Sobre lo que nos hemos quejado por años fue confirmado y especialmente lo que los doctores dicen sobre los pueblos rociados y áreas afectadas por la industria agrícola. Los casos de cáncer se están multiplicando como nunca antes en áreas con uso masivo de pesticidas.”
El Dr. Fernando Manas del Grupo de Genética y Mutagénesis ambiental en la Universidad Nacional de Rio Cuarto, está investigando el efecto de los agroquímicos. Para él, los casos de cáncer en las áreas agrícolas no es una coincidencia.
Los investigadores en Río Cuarto han estudiado a la población de Córdoba por ocho años y han confirmado, en quince publicaciones científicas, que la gente expuesta a los pesticidas sufre de daño genético y son más propensas al cáncer.
Manas señala que el glifosato – el herbicida que apuntala el cultivo de transgénicos – y su producto degradante principal, AMPA han sido detectados en lagos, suelos y hasta en la lluvia de las regiones más afectadas.
Publicidad
![Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo]()
![Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo]()
El Gobierno y la Industria Se Niegan a Actuar
Damian Verzeñassi, doctor y profesor de salud social y ambiental en la Facultad de Ciencias Médicas en Rosario, dice:
“El estudio de Córdoba coincide con las encuestas que fueron dirigidas en dieciocho áreas agrícolas industriales. El cáncer se ha disparado en los últimos quince años.”
Está furioso sobre el fracaso del gobierno e industria para tomar acciones preventivas:
“Siguen exigiendo estudios sobre algo que ya está probado y no toman medidas urgentes para proteger a la población. Existe una amplia evidencia de que el modelo agrícola tuvo consecuencias para la salud, estamos hablando sobre un modelo de producción que es un problema gigantesco para la salud pública.”
Avila Vásquez exige acción gubernamental urgente para prohibir el rociado aéreo, asegurar que no se hagan aplicaciones terrestres a 1,000 metros alrededor de los hogares, y para prohibir el uso de agro-químicos y rociando la maquinaria en las áreas urbanas.
Pero estos sólo podrían ser medidas iniciales para refrenar el uso excesivo y extremo de pesticidas que está arruinando la salud de Argentina.2
La única solución real a largo plazo es cambiar el sistema agrícola intensivo e industrial que impulsa los transgénicos, en los cuales Argentina y otros países se han embarcado por completo y proponer en su lugar una alternativa genuinamente sustentable y agro-ecológica.
Lawrence Woodward es fundador y director de Educación GM, donde este artículo fue publicado originalmente.
*Para artículos relacionados y más información, por favor visite la página de Via Organica.