Por el Dr. Mercola
Muchas personas en Estados Unidos todavía tienen la impresión errónea de que el consumir alimentos ricos en colesterol ocasiona que los niveles de éste se disparen y que esto incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiacas.
Muchos también evitan algunos alimentos saludables de origen animal como la mantequilla, la carne de ganado alimentado con pastura y los huevos, ya que el colesterol que contienen ha sido denigrado por los nutriólogos convencionales que trabajan en base a las normas de las agencias de salud pública.
Tan sólo en 2010, las normas alimentarias consideraron a los alimentos altos en colesterol “alimentos y componentes alimenticios que hay que reducir.”1 Aconsejaron consumir menos de 300 miligramos (mg) al día, a pesar de la gran cantidad de evidencia que muestra que el colesterol alimentario tiene muy poco que ver con los niveles de éste en el cuerpo.
Ahora, el Comité Asesor de Normas Alimentarias (DGAC, por sus siglas en inglés) ha dado un giro de 180°. Finalmente van reconociendo lo que la ciencia muestra, que “el colesterol no es considerado un nutriente del que deba preocuparse por exceso de consumo.”2
Se espera que esta última afirmación, que llegó de la junta de la DGAC, haga un gran cambio en cuanto a las recomendaciones sobre el colesterol alimentario a la norma alimentaria 2015 que pronto será publicada.
Las normas del 2015 no se han terminado, pero, de acuerdo a un artículo en el Washington Post, “una persona que conoce directamente los procedimientos afirmó que el descubrimiento sobre el colesterol llegará al reporte final del grupo, que será publicado en algunas semanas.”3
No Más Límites al Colesterol Alimentario
La DGAC recomendó que los límites al colesterol alimenticio se eliminen de la Norma Alimentaria 2015 para los Estados Unidos. Esto da un giro atrás a los límites al colesterol que han circulado ampliamente desde los años 60s.
El Dr. Steven Nissen, cardiólogo de la Clínica Cleveland, le dijo a USA Today: “Es la decisión correcta. Teníamos mal las normas alimentarias. Han estado equivocadas por décadas.”4
Ciertamente, el Dr. Nissen estima que sólo 20% de los niveles de colesterol en la sangre viene de la alimentación. El resto es producido por el hígado, que lo produce porque el cuerpo necesita colesterol.
Una encuesta realizada a adultos de Carolina del Sur no mostró ninguna correlación entre los niveles de colesterol en la sangre y los hábitos alimentarios “malos,” como el consumo de carnes rojas, grasa animal, mantequilla, huevo, leche entera, tocino, salchichas, y queso.5
El consumo de más de seis huevos a la semana tampoco incrementa el riesgo de padecer un derrame o un derrame cerebral isquémico,6 así como consumir dos huevos al día no afecta de manera adversa la función endotelial (una medida más contra el riesgo cardiaco) en los adultos sanos.
Esto apoya la opinión de que el colesterol alimentario puede ser mucho menos dañino para la salud cardiovascular de lo que se pensaba.7 De acuerdo con Chris Masterjohn, quien recibió su doctorado en ciencias nutricionales de la Universidad de Connecticut:8
“Ya que no podemos consumir suficiente colesterol para utilizar en las funciones diarias del cuerpo, éste genera el suyo. Cuando consumimos más alimentos ricos en este compuesto, el cuerpo genera menos. Si nos privamos de los alimentos altos en colesterol, como huevos, mantequilla e hígado, el cuerpo acelera la síntesis de colesterol.
El resultado final es que, para la mayoría de nosotros, el consumir alimentos altos en colesterol tiene muy poco impacto en los niveles de éste en nuestra sangre. En el setenta por ciento de la población, los alimentos ricos en colesterol, como el huevo, causan sólo un incremento sutil de los niveles o a veces ninguno en absoluto. En el treinta por ciento restante, estos alimentos sí causan un incremento en los niveles en la sangre.
A pesar de esto, las investigaciones nunca han establecido ninguna relación clara entre el consumo de colesterol alimentario y el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. El incremento de los niveles de colesterol tampoco es algo necesariamente malo.”
Publicidad
![Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo]()
![Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo]()
Podría Estar Consumiendo Muy Poco Colesterol en su Alimentación
La Dra. Stephanie Seneff, científica investigadora del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), también considera que es difícil consumir “demasiado” colesterol, particularmente con la alimentación estándar en Estados Unidos. Pero sí se podría consumir demasiado poco, lo cual puede causar problemas serios.
Ella señala la investigación de Weston A. Price, un dentista de profesión, quien viajo alrededor del mundo para estudiar los efectos en la salud de la alimentación de los indígenas. Es muy interesante notar que, muchas de las formas de alimentación indígenas contienen niveles asombrosamente altos de colesterol alimentario en comparación con los actuales estándares médicos convencionales.
Los alimentos ricos en colesterol como el caviar, hígado y glándulas suprarrenales de los osos eran muy valorados en algunas culturas que también tenían tasas muy bajas de enfermedades cardiacas y de otras enfermedades modernas. La Dra. Seneff cree, así como yo, que poner un límite al colesterol alimentario, especialmente uno tan BAJO como el que actualmente se recomienda, probablemente cause más daño que bien.
El colesterol ha sido satanizado desde el principio de los años 50s, después de que la investigación errónea de Ancel Keys ganara popularidad. Pero el colesterol brinda muchos beneficios a la salud. Por ejemplo, desempeña un papel principal en regular las vías proteínicas relacionadas con las señales celulares y también regula otros procesos de las células.9
Ya se sabe que el colesterol juega un papel crítico dentro de las membranas celulares, pero las investigaciones sugieren que también interactúa con las proteínas dentro de las células, lo que le añade importancia. El cuerpo está literalmente compuesto de trillones de células que necesitan interactuar unas entre otras.
El colesterol es una de las moléculas que permiten que estas interacciones sucedan. Por ejemplo, el colesterol es el precursor de los ácidos biliares, así que sin la suficiente cantidad de colesterol, el sistema digestivo se ve afectado negativamente.
También desempeña un papel esencial en el cerebro, que contiene cerca del 25 por ciento del colesterol del cuerpo. Es crítico para la formación de la sinapsis, es decir, las conexiones entre las neuronas, que nos permiten pensar, aprender cosas nuevas y crear recuerdos.
Se han relacionado los niveles bajos de colesterol HDL con la pérdida de memoria y el Alzheimer, así como podría incrementar el riesgo de padecer depresión, derrame cerebral, comportamiento violento y el suicidio.
Además de ayudar a producir membranas celulares, el colesterol juega un papel en la producción de hormonas (como las hormonas sexuales: testosterona, progesterona y estrógenos) y ácidos biliares que ayudan a digerir la grasa.
También es importante para la producción de vitamina D, que es vital para la salud óptima. Cuando la luz del sol llega a la piel desnuda, el colesterol se convierte en vitamina D. También sirve como aislante para las neuronas.
Las Industrias de Carnes y Sodas Luchan Contra las Nuevas Normas Alimentarias
La eliminación de los límites al colesterol alimentario fue sólo un aspecto del reporte de la DGAC. El comité también recomendó a las personas consumir más frutas y vegetales y menos bebidas azucaradas y carnes rojas. También recomendaron, por primera vez, considerar la sustentabilidad de los alimentos. Yo no estoy de acuerdo en que la carne roja sea un problema, siempre y cuando provenga de una fuente de alta calidad y haya sido alimentada con pastura (ver más adelante). Sin embargo, reducir el consumo de carne roja proveniente de fuentes insostenibles, como de Operaciones Concentradas de Alimentación de Animales (CAFO, por sus siglas en inglés) es un buen consejo. El artículo incluso mencionó el papel de la industria de la carne en la destrucción ambiental.
“La evidencia actual muestra que la alimentación promedio en Estados Unidos tiene un impacto ambiental mayor en términos de aumento de las emisiones de gases efecto invernadero, del uso de la tierra, del agua y de la energía,” dice el reporte. “Esto es porque el consumo de alimentos de origen animal en la población actual de Estados Unidos es mayor y el de alimentos de origen vegetal es menor.”
También se debe a que en Estados Unidos, la mayoría de los alimentos de origen animal no provienen de pequeñas granjas orgánicas, sino de las CAFO, las cuales se encuentran entre los mayores contaminadores del planeta. No es de asombrarse que, la industria de la carne no se alegró con el reporte, lo llamó “absurdo” y consideró las referencias sobre sustentabilidad como “muy por encima del alcance y de la experiencia.”10
El reporte de la DGAC incluso recomendó reducir los azúcares y no reemplazarlos por endulzantes bajos en calorías, una distinción importante, ya que los endulzantes artificiales son tan malos, o peores que el azúcar natural. La Industria Estadounidense de Bebidas no estuvo de acuerdo, y afirmó que los endulzantes ayudan para la pérdida de peso, cuando en realidad han sido relacionados con el aumento de peso. La Asociación de Bares de Estados Unidos (ABA, por sus siglas en inglés) también opinó sobre la sugerencia de reducir el consumo de bebidas azucaradas, e hizo notar que “restringir un alimento o un grupo de alimentos no es el mejor enfoque… para mantener un peso saludable.”11
Por Qué Consumir Alimentos Ricos en Colesterol es Bueno para Usted
Muchos de los alimentos más sanos también son ricos en colesterol y en grasas saturadas. Como el colesterol, las grasas saturadas también han sido denigradas erróneamente. En 2010, un meta-análisis publicado en American Journal of Clinical Nutrition llegó a la conclusión de que “no existen evidencias significativas… de que la grasa saturada esté relacionada con un incremento en el riesgo de padecer enfermedades coronarias.”12
Y el año pasado, otro meta-análisis llegó a la misma conclusión de que la evidencia actual no apoya las normas que fomentan el bajo consumo de grasas saturadas.13 Después del colesterol, merecen atención las normas erróneas que limitan la grasa saturada. Como afirma Forbes:14 “El Dr. Nissen también comentó que las recomendaciones sobre la reducción de grasas saturadas y de sal podrían ser erróneas, pero no se esperan grandes cambios en estas áreas en las nuevas normas.” Volviendo a la alimentación, los alimentos ricos en colesterol y en grasas saturadas de origen animal se encuentran en mi Plan de Nutrición debido a su gran variedad de beneficios a la salud.
A continuación tenemos algunos ejemplos:
- Huevo de Gallinas Alimentadas con Pastura Orgánica: El huevo es una fuente fenomenal de proteína, grasas, y otros nutrientes, como colina, selenio, biotina, vitaminas B, fósforo y los antioxidantes luteína y zeaxantina. Son tan buenos que usted fácilmente podría consumir una docena de huevos a la semana.
- Mantequilla Sin Pasteurizar de Animales Alimentados con Pastura Orgánica: la mantequilla es un verdadero alimento rico en vitaminas E, K2 y A, así como en minerales, yodo, antioxidantes y grasas saludables. La mantequilla también contiene el agente anticancerígeno ácido linoleico conjugado (CLA) en conjunto con el factor Wulzen, una sustancia tipo hormona que es conocida por prevenir la artritis y la rigidez de las articulaciones (sólo en la mantequilla sin pasteurizar).
- Carne de Res Alimentada con Pastura: Algunos de los beneficios de la carne de ganado alimentado con pasto son los altos niveles de ácido linoleico conjugado (CLA) y otras grasas saludables. También tiene una proporción más balanceada de omega-3 a omega-6 (en comparación con el ganado alimentado con granos) y es más alto en beta-caroteno, en algunos minerales, y en vitaminas E y B.
- Hígado: El hígado de animales alimentados con pastura es rico en aminoácidos de alta calidad, grasas, vitaminas B y B12, CoQ10, minerales, y “activadores solubles en grasa” (vitaminas A, D y K), importantes para la absorción de minerales.
Una Excepción: Colesterol Dañado u Oxidado
El colesterol oxidado está formado por aceites vegetales poliinsaturados (como los aceites de soya, maíz y girasol) que han sido calentados. Una de las fuentes principales son los alimentos fritos. Este colesterol oxidado (no el colesterol alimentario por sí sólo) ocasiona que la formación de tromboxano aumente, un factor que coagula la sangre. Dos de los ensayos del Dr. Fred Kummerow tratan de cómo estos aceites endurecen las arterias y juegan un papel importante en el desarrollo de la aterosclerosis. El Dr. Kummerow ha estudiado la enfermedad cardiaca por más de 60 años. Y como afirmó el New York Times,15 este tipo de aceites son exactamente la clase de grasas que las personas en Estados Unidos han consumido y aun consumen, en lugar de las grasas saturadas como la mantequilla.
“El problema, dice [el Dr. Kummerow], no es el colesterol LDL, el “colesterol malo” considerado ampliamente por ser la mayor causa de la enfermedad cardiaca. Lo que importa es si el colesterol y la grasa en esas partículas de LDL han sido oxidadas… ‘el colesterol no tiene nada que ver con la enfermedad cardiaca, excepto si está oxidado,’ dijo el Dr. Kummerow… Él afirma que las altas temperaturas utilizadas para freír los alimentos de manera comercial hace que los aceites poliinsaturados inherentemente inestables se oxiden; y estos ácidos grasos oxidados se convierten en la parte destructiva de las partículas de LDL. Incluso cuando no se han oxidado al freírse, los aceites de soya y de maíz pueden oxidarse dentro del cuerpo.”
Así que, si bien los alimentos naturalmente ricos en colesterol son buenos para usted, si esos alimentos se fríen o se calientan a altas temperaturas, el colesterol puede oxidarse, y esta forma de colesterol debe evitarse. Hay evidencia convincente que sugiere que las grasas calentadas pueden empeorar la resistencia a la insulina aún más que el azúcar y pueden ser más peligrosas.
Cómo Optimizar sus Niveles de Colesterol
El objetivo de las siguientes normas no es disminuir el colesterol tanto como se pueda, sino optimizar sus niveles para que funcionen en un balance adecuado en el cuerpo. De nuevo, la mayor parte del colesterol es producido por el hígado, que está bajo la influencia de los niveles de insulina. Por lo tanto, si usted optimiza sus niveles de insulina, tenderá automáticamente a optimizar su colesterol. Esta es la razón por la que mis recomendaciones principales para regular el colesterol tienen que ver con la modificación de la alimentación y el estilo de vida, como explicaré a continuación (lo que no encontrará en esta lista son los medicamentos para disminuir el colesterol o una alimentación baja en colesterol):
- Reduzca, con el objetivo de eliminar, los granos y azúcares de su alimentación. Es de vital importancia eliminar los granos con gluten y los azúcares peligrosos, especialmente la fructuosa.
- Consuma una buena porción de alimentos crudos.
- Asegúrese de consumir bastantes grasas de omega-3 de alta calidad y de origen animal, así como el aceite de kril. Las investigaciones sugieren que tan sólo 500 mg de aceite de kril al día mejoran el colesterol total y los triglicéridos y muy probablemente incrementará el colesterol HDL.
- Reemplace los aceites vegetales dañinos y las grasas sintéticas trans por grasas saludables, como el aceite de oliva, mantequilla y aceite de coco (recuerde que el aceite de oliva debe consumirse sin calentar, utilice el aceite de coco para cocinar y hornear).
- Incluya alimentos fermentados en su alimentación diaria. Esto no sólo optimizará su microflora intestinal, lo que estimulará su inmunidad total, sino que introducirá bacterias benéficas por su boca. La mala salud bucal es otro fuerte indicador del aumento del riesgo de enfermedad cardiaca.
- Optimice sus niveles de vitamina D, de preferencia a través de la exposición adecuada al sol, ya que esto le permitirá al cuerpo generar sulfato de vitamina D, otro factor que puede jugar un papel crucial al prevenir la formación de placa arterial.
- Haga ejercicio regularmente. Asegúrese de incorporar los ejercicios en intervalos de alta intensidad, que optimizan la producción de la hormona de crecimiento (HGH).
- Evite fumar y beber alcohol en exceso.
- Asegúrese de dormir bien todas las noches.