¿Qué hace que algunas personas sean más propensas a desarrollar cálculos renales que otras? Hay que tener cuidado de algunos sorprendentes factores de riesgo, los cuales fueron recientemente recopilados por TIME:3
1. No Hay Suficiente Calcio
La mayoría de los cálculos renales están hechos de calcio, así que podría parecer que consumir demasiado podría ser problemático. Pero, por el contrario, las personas que llevan una alimentación baja en calcio son más propensas a desarrollar cálculos renales, que aquellas que consumen más cantidades de éste.4
Resulta que, el calcio en el tracto digestivo une las sustancias químicas, llamadas oxalatos, de la sangre, lo que previene que entren en el torrente sanguíneo y en el tracto urinario, donde podrían convertirse en cálculos renales.5
Es importante saber que aunque el calcio de los alimentos es benéfico –calcio de los suplementos no lo es, pues se ha descubierto que éste ayuda a incrementar en un 20 por ciento el riesgo de cálculos renales.6
2. Obsesión con los Vegetales de Hojas Verdes
Los vegetales de hojas verdes, particularmente la espinaca, son altos en oxalatos. Estos químicos se unen al calcio y deberían ser excretados a través del tracto urinario, pero si sus concentraciones son altas, pueden acumularse en la orina y formar cálculos renales.
Los vegetales de hojas verdes están claramente entre los alimentos más saludables que se pueden consumir, pero tiene los cálculos, lo ideal sería que intercambiara los vegetales de hojas verdes altos en oxalatos, como la espinaca, por alguna opción baja en oxalatos, como la col rizada.
3. Demasiada Sal Procesada
La sal, particularmente las variedades naturales sin procesar, han sido catalogadas erróneamente como la fuente de las enfermedades crónicas. Sin embargo, el exceso de sodio sí puede aumentar la cantidad de calcio que se excreta a través de los riñones, lo que a su vez incrementa el riesgo de padecer cálculos renales.
No es necesario evitar la pizca de sal sin procesar que pone en sus alimentos. En cambio, hay que eliminar la mayoría de los alimentos procesados en su alimentación, pues es ahí donde se esconde la mayoría de la sal procesada.
4. Muy Pocos Cítricos (y Vegetales de Todo Tipo)
Las frutas cítricas contienen citrato, un compuesto que podría disminuir el riesgo de padecer cálculos renales. Por lo tanto, añadir simplemente un chorrito de limón o lima en el agua puede ser de utilidad, aunque también sería benéfico incrementar su consumo de frutas y vegetales.
Un estudio encontró que, las personas que generalmente evitan los productos vegetales podrían disminuir los niveles de las sustancias químicas que ocasionan los cálculos en la orina, al incrementar su consumo de vegetales durante un mes.7 Consumir suficientes vegetales ayuda a asegurar que haya suficiente magnesio, el cual también es benéfico.
El magnesio juega un papel importante en la absorción y la asimilación del calcio en el cuerpo, ya que si se consume demasiado calcio, sin la cantidad adecuada de magnesio, el exceso del primero puede ser tóxico y contribuir a generar condiciones de salud, como los cálculos renales.
5. Demasiado Té Helado
El té negro es una fuente rica en oxalato, así que su consumo excesivo puede incrementar el riesgo de la formación de cálculos. Este año, el New England Journal of Medicine reportó el caso de un hombre de 56 años, que bebía 16 vasos de ocho onzas de té helado al día. Fue dado de alta en el hospital por insuficiencia renal y se encontró que tenía "abundantes cristales de oxalato de calcio" en la orina.8
6. Beber Soda
Beber soda está relacionado a los cálculos renales, probablemente debido a que el ácido fosfórico que contiene acidifica la orina, lo que promueve la formación de cálculos. Además, un estudio Sudafricano encontró que beber soda exacerba las condiciones en la orina que ocasionan la formación de problemas por cálculos renales de oxalato de calcio.9
El azúcar, incluso la fructuosa (y el jarabe de maíz de alta fructuosa que encontramos en la soda), también es problemática. Una alimentación alta en azúcar puede ocasionar cálculos renales, ya que el azúcar perturba las relaciones de minerales en el cuerpo al interferir en la absorción del calcio y el magnesio.
El consumo de azúcares dañinos y soda en los niños es un gran factor por el cual, actualmente niños de tan sólo 5 años desarrollan cálculos renales. El azúcar también puede incrementar el tamaño de los riñones y producir cambios patológicos en el riñón, como la formación de cálculos.
En un estudio, aquellas personas con cálculos renales que eliminaron las sodas de su alimentación, disminuyeron en un 15 por ciento su riesgo de su reaparición.10
7. Sus Padres
Si su familia tiene un historial de cálculos renales, también se incrementa su riesgo. Se cree que la incapacidad de absorber de forma eficiente el oxalato podría ser un rasgo heredado.
8. Enfermedad Inflamatoria Intestinal (IBD)
Si padece una IBD, como la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, su riesgo de padecer cálculos renales11 es mayor. Esto podría deberse a que muchas de estas condiciones a menudo causan diarrea, lo que incrementa su riesgo de deshidratación - un gran factor de riesgo de generar cálculos renales.
9. Infecciones Urinarias Recurrentes (UTI)
En algunos casos las UTI recurrentes pueden ser un signo de cálculos renales, ya que éstos podrían bloquear el flujo de la orina, lo que ocasiona las infecciones. Si padece frecuentemente infecciones urinarias sin una causa conocida, examínese en busca de cálculos renales (es posible tener uno y no saberlo).
10. Abuso de los Laxantes
El uso excesivo de los laxantes interfiere con la habilidad del cuerpo para absorber y utilizar los nutrientes, y podría ocasionar un desequilibrio de electrolitos, lo que incrementa el riesgo de padecer cálculos renales. El abuso de los laxantes también puede ocasionar deshidratación, la que a su vez puede causar cálculos.
11. Medicamentos para la Migraña
El topiramato (Topamax), un medicamento para la migraña, incrementa los niveles del pH en el tracto urinario, lo que ocasiona que aumente el riesgo de padecer cálculos renales.12
12. Obesidad
En cuanto a la alimentación, las mujeres que consumieron más de 2,200 calorías al día incrementaron hasta un 24 por ciento su riesgo de padecer cálculos, mientras que la obesidad también aumentó el riesgo.
Se cree que el exceso de peso podría ocasionar cambios en el tracto urinario que promueven la formación de cálculos en los riñones. Por ejemplo, los niveles alterados del pH urinario en las personas obesas podrían incrementar el riesgo de que el ácido úrico forme cálculos renales.
13. Cirugía para Bajar de Peso
Debo mencionar que, a pesar de que la obesidad incrementa el riesgo de padecer cálculos renales, la cirugía para perder peso que altera el tracto digestivo, podría ocasionar que fueran más frecuentes. Después de una cirugía para perder peso, los niveles de oxalato generalmente son mucho más altos (el oxalato es el tipo de cristal más común |en los cálculos renales).
El factor de riesgo número uno de padecer cálculos renales es no tomar suficiente agua. Si no toma la suficiente, su orina tendrá una concentración más alta de sustancias que podrían formar cálculos. De acuerdo con las normas recientemente publicadas por el American College of Physicians (ACP), una de las estrategias más simples para evitar los cálculos renales es beber más agua. De acuerdo con la National Kidney Foundation:13
"Hay varios desechos disueltos en la orina. Cuando hay demasiados desechos y muy poco líquido, se comienzan a formar cristales. Los cristales atraen otros elementos, que se unen para formar un sólido, que crecerá, a menos de que pase a través del cuerpo por la orina… En la mayoría de las personas, estos se eliminan al tener suficiente líquido, o también puede ser que, otros químicos en la orina eviten que se formen los cálculos".
Las nuevas normas del ACP piden a las personas que han tenido cálculos renales en el pasado, que incrementen su consumo de líquidos, para que tengan al menos dos litros de orina al día, lo cual, según dicen, podría disminuir a la mitad la reaparición de cálculos.14
Para lograrlo, recomiendan incrementar el consumo de líquidos a lo largo del día, y señalan que tanto el agua natural como la mineral son benéficas. Por ejemplo, las investigaciones muestran que entre los pacientes con cálculos renales, aquellos que incrementaron su hidratación hasta alcanzar los dos litros de orina al día, tuvieron una reaparición del 12 por ciento, en comparación con el 27 por ciento que se observó entre las personas que no aumentaron su consumo de líquidos.
La National Kidney Foundation recomienda beber más de 12 vasos de agua al día, pero una forma más simple de saber si bebe suficiente agua, es revisar el color de la orina; lo ideal es que la orina sea de color amarillo muy pálido y ligero (la orina más oscura está más concentrada). El requerimiento de agua de cada persona es diferente, depende de su sistema particular y de su nivel de actividad, pero mantener un color de la orina amarillo claro, servirá bastante para evitar los cálculos renales.
Recuerde aumentar su consumo de agua cuando incremente su actividad o cuando esté en un clima más cálido. Si por casualidad está tomando algún multivitamínico o suplementos de vitamina B que contengan vitamina B2 (riboflavina), el color de su orina será muy brillante, casi amarillo fluorescente, y esto no le permitirá que se guíe con el color de su orina para saber si está hidratado.
Más de 1 millón de personas en Estados Unidos visitan las salas de emergencia cada año debido a los cálculos renales. Un estudio reciente sugirió que una de cada nueve probablemente regresará con el mismo problema.15
Si experimenta un dolor intenso sin saber su causa, sería una buena idea buscar asistencia médica de emergencia, aunque la mayoría de los cálculos no requieren de un tratamiento invasivo. Los cálculos pequeños podrían pasar sólo con los mínimos síntomas, y beber agua (hasta dos o tres cuartos de galón al día) podría ser útil.16
En los casos de cálculos más grandes que no puedan pasar por sí mismos o que ocasionen síntomas graves, podría ser necesario el tratamiento. Se pueden utilizar ondas de sonido para romper los cálculos, o su doctor podría utilizar un endoscopio para localizar los cálculos y romperlos en pedazos más pequeños. También a veces se recomienda la cirugía para eliminar cálculos muy grandes, pero lo ideal es que no llegue a este punto.17
La prevención es mucho más preferible que sufrir un episodio de cálculos renales, así que antes que nada asegúrese de beber suficiente agua. También es importante llevar una alimentación correcta, con suficientes vegetales, y evitar la soda, así como minimizar su consumo de alimentos ricos en fructuosa (como los alimentos procesados y la soda). De acuerdo con The National Kidney Foundation, debe poner especial atención en mantener sus niveles de fructuosa bajo control:18
"Consumir demasiada fructuosa está correlacionado a un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales. La fructuosa se encuentra en el azúcar de mesa y en el jarabe de maíz de alta fructuosa. En algunas personas, la fructuosa puede ser metabolizada en un oxalato".
Finalmente, asegúrese de hacer ejercicio regularmente. Incluso bajas cantidades de ejercicio pueden ser benéficas para reducir su riesgo. En un estudio en el que participaron más de 84,000 mujeres postmenopáusicas, se encontró que aquellas que hacían ejercicio tuvieron hasta un riesgo 31 por ciento menor de desarrollar cálculos renales.19 La relación persistió incluso con pequeñas cantidades de actividad física.
Específicamente, las investigaciones mostraron un menor riesgo con tres horas de caminata a la semana, cuatro horas de jardinería ligera o sólo una hora de trote moderado. Aquí puede encontrar mis recomendaciones para hacer ejercicio de forma completa, entre las cuales está la manera de realizar el entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) altamente recomendado.