Si alguna vez ha padecido cálculos renales, el dolor es algo que probablemente no olvidará... y seguramente querrá evitar en el futuro. Los cálculos renales pueden causar un dolor insoportable en las partes laterales y trasera, lo que podría extenderse en su abdomen e ingle.
El dolor no es constante y, en general, entre mayor sea la piedra, más dolor y síntomas ocasionará. Aunque la mayoría de los cálculos renales son eliminados sin causar daños, más de medio millón de personas van anualmente a las salas de emergencia de Estados Unidos debido a cálculos renales.1
Hoy en día, con las tasas aun en aumento, los cálculos renales impactarán a una de cada 10 personas adultas en Estados Unidos en algún momento de sus vidas2--por lo general entre las edades de 20 y 50.
El principal factor de riesgo para los cálculos renales es no beber suficiente agua. Si no está bebiendo la suficiente, su orina tendrá mayores concentraciones de productos de desecho, incluyendo sustancias que pueden formar piedras.
Particularmente las sustancias químicas que generan cálculos incluyen el calcio, oxalato, urato, cisteína, xantina, y fosfato, tendrán menos oportunidad de asentarse y unirse en los riñones y el tracto urinario si orina con frecuencia.3
De acuerdo con los resultados de un meta-análisis, presentados en la reunión de la Fundación Nacional del Riñón en Dallas, Texas en Marzo 2015, las personas que produjeron de 2 a 2.5 litros de orina al día fueron 50 por ciento menos propensos a desarrollar piedras en los riñones en comparación con las que produjeron menos.
Esto por lo general requirió beber alrededor de ocho a 10 vasos de agua de ocho onzas al día para producir esa cantidad de orina. Según Kerry Willis, científica de la Fundación Nacional del Riñón:4
"Los cálculos renales causan molestias y costos significativos, además de una alta probabilidad de desarrollar enfermedad renal, por lo que un hallazgo importante fue haber confirmado que el riesgo disminuye a través de una mejor hidratación.”
El año pasado, las nuevas directrices emitidas por el Colegio Americano de Médicos (ACP) también les recomendó a las personas que habían tenido un cálculo renal en el pasado, aumentar su consumo de líquidos con el fin de generar por los menos dos litros de orina al día, que según ellos podría disminuir la recurrencia de cálculos por lo menos la mitad.5
Para lograr esto, recomendaron aumentar el consumo de líquidos a lo largo de todo el día, señalando que tanto el agua como el agua mineral son benéficos.
Por ejemplo, la investigación muestra, que entre los pacientes con cálculos renales los que aumentaron la hidratación al grado de generar dos litros de orina al día, tuvieron una tasa de recurrencia del 12 por ciento en comparación con el 27 por ciento de los que no aumentaron su consumo de líquidos.
La Fundación Nacional del Riñón recomienda beber más de 12 vasos de agua al día, pero una manera más sencilla de saber si está bebiendo suficiente agua es analizar el color de su orina; el color de la orina debe ser amarillo pálido (la orina más oscura es la más concentrada).
Cuando la orina contiene más sustancias que crean cristales que el fluido puede diluir, podrían formarse cálculos renales. En algunas personas, la orina también puede carecer de sustancias que ayudan a impedir que los cristales se unan entren ellos, lo que desencadena la formación de cálculos renales.
Sin embargo, hay diferentes tipos de piedras en los riñones, y conocer el tipo que usted tiene puede ayudarlo a identificar las causas subyacentes:6
- Piedras de Calcio. La variedad más común, la mayoría de los cálculos renales son formados de oxalato de calcio. El oxalato se encuentra en algunas frutas y vegetales, pero su hígado produce la mayor parte de su oxalato.
Si le encuentran cálculos de oxalato, su médico podría recomendarle evitar los alimentos ricos en oxalatos, como vegetales de color verde oscuro, frutos secos y chocolate, pero beber más agua también podría ser ideal.
- Cálculos de Estruvita. Encontrados con más frecuencia en las mujeres, éstos son casi siempre el resultado de infecciones del tracto urinario.
- Cálculos de Ácido Úrico. Estos son un subproducto del metabolismo de proteínas. Comúnmente se encuentran en la gota y pueden ser resultado de ciertos factores genéticos y trastornos de sus tejidos que producen sangre.
- Cálculos de Cistina. Ellos representan un porcentaje muy pequeño de cálculos renales. Éstos son el resultado de un trastorno hereditario que hace que sus riñones excreten grandes cantidades de ciertos aminoácidos (cistinuria).
No hay manera de saber si tiene cálculos hasta que llega al uréter-- el tubo que conecta el riñón y la vejiga. El dolor es el resultado de la distensión de los tejidos alrededor de la piedra, dado a que está bloqueando el paso de la orina, en lugar de bloquear la presión de la misma piedra. Los síntomas comunes, e incluyendo:7
Dolor en el costado y la espalda, debajo de las costillas | Episodios de dolor que duran entre 20 a 60 minutos de intensidad variable |
Dolor esporádico que se propaga de un costado y espalda hasta el abdomen y la ingle |
Orina turbia, con sangre o mal olor |
Dolor al orinar |
Náuseas y vómitos |
"Urgencia" (urgencia persistente de orinar) |
Fiebre y escalofríos (lo que indica que una infección también está presente) |
Una vez que le detecten cálculos renales, aumenta su riesgo de recurrencia. Alrededor del 35 al 50 por ciento de las personas tendrá otro ataque de cálculos renales dentro de cinco años, a menos que haga cambios.8
Sin embargo, muchos factores pueden aumentar el riesgo de un primer episodio de cálculos renales, incluso además de no beber suficiente agua. Los principales factores de riesgo incluyen:
1. Una Alimentación Alta en Azúcar
Una alimentación alta en azúcar puede generar cálculos renales, ya que el azúcar altera la relación de minerales en su cuerpo al interferir con la absorción de calcio y magnesio. El consumo de azúcares poco saludables y sodas en los niños es un principal factor por qué los niños alrededor de 5 años de edad están desarrollando cálculos renales.
El azúcar también puede aumentar el tamaño del riñón y producir cambios patológicos en el riñón, tales como crear cálculos renales. Según la Fundación Nacional del Riñón, debe tener mucho cuidado en mantener bajo control el nivel de fructosa.9
"Comer demasiada fructosa está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales. La fructosa puede encontrarse en el azúcar de mesa y el jarabe de maíz de alta fructosa. En algunas personas, la fructosa puede ser metabolizada en oxalato."
2. Beber Demasiada Soda
La soda tiene un alto contenido de azúcar, por lo que es lógico que beber demasiada puede aumentar el riesgo de cálculos renales. Pero aparte de su contenido de azúcar, beber soda puede relacionarse con los cálculos renales porque el ácido de fósforo que contiene acidifica la orina, lo que promueve la formación de cálculos.
Por ejemplo, un estudio en Sudáfrica, encontró que beber soda agrava las condiciones en su orina que causan la formación de los problemas de cálculos renales de calcio oxalato.10
Así que si bebe soda, es importante contar con una herramienta para disminuir su hábito. En un estudio, las personas con cálculos renales que eliminaron su consumo de soda de su alimentación redujeron su riesgo de recurrencia en un 15 por ciento.11
3. No Hacer Ejercicio
Usted es más propenso a los cálculos renales si está atado a su cama o lleva una vida muy sedentaria durante un largo periodo de tiempo, en parte debido a que la actividad limitada puede hacer que sus huesos liberen más calcio. El ejercicio también le ayudará a resolver su presión arterial alta, una condición que duplica el riesgo de cálculos renales.
Incluso pequeños episodios de ejercicio pueden ser benéficos para reducir su riesgo. En un estudio que involucro a más de 84,000 mujeres posmenopáusicas, se encontró que las personas que hacían ejercicio tenían un riesgo del 31 por ciento menor de cálculos renales.12 La relación persistió incluso con sólo pequeñas cantidades de actividad física.
En concreto, la investigación demostró un menor riesgo en las personas que caminan tres horas, hacen trabajo de jardinería a la luz de día por cuatro horas, o que trotan a un paso moderado durante una hora, durante el transcurso de la semana. Aquí puede encontrar todas mis recomendaciones de ejercicio, incluyendo cómo realizar, el altamente recomendado, Entrenamiento en Intervalos de Alta Intensidad (HIIT).
4. Comer en Exceso
Las mujeres que consumieron más de 2,200 calorías por día aumentaron su riesgo de cálculos renales hasta en un 42 por ciento, mientras que la obesidad también aumentó el riesgo. Cabe señalar que a pesar de que la obesidad aumenta el riesgo de cálculos renales, la cirugía de pérdida de peso que afecta su tracto digestivo en realidad aumenta la tendencia. Después de la cirugía de pérdida de peso, los niveles de oxalato típicamente son mucho más altos (el oxalato es el tipo más común de cristales en el riñón).
5. Beber Agua Fluorada
Los altos niveles de flúor en el agua están relacionados con los cálculos renales.13 La condición fue casi cinco veces más común en una zona alta en fluoruro (de 3.5 a 4.9 partes por millón o ppm) que una área similar sin niveles elevados de fluoruro en el agua.14 En general, la prevalencia de cálculos renales en la zona alta de fluoruro fue casi el doble en las personas con fluorosis que las que no la padecían. Un sistema de filtración de agua de ósmosis inversa podría eliminar el fluoruro de su agua potable.
6. Tomar Ciertos Medicamentos
Lasix (furosemida), Topomax (topiramato) y Xenical, entre otros, son conocidos por aumentar el riesgo de cálculos renales.
7. Comer Soya Sin Fermentar
La soya y los alimentos a base de soya pueden promover los cálculos renales en las personas que son propensas, ya que pueden contener altos niveles de oxalatos, que pueden unirse con el calcio en el riñón para formar cálculos renales. La soya sin fermentar es el tipo que se encuentra en la leche de soya, hamburguesas de soya, helado de soya, e incluso en el tofu.
8. No Comer Suficientes Alimentos Ricos En Calcio
Irónicamente, dado que la mayoría de los cálculos renales son hechos de calcio, la Escuela de Salud Pública de Harvard condujo un estudio que involucró a más 45,000 hombres,15 y los hombres que llevaban una alimentación rica en calcio tuvieron un riesgo de un tercio menos de cálculos renales que aquellos que llevaban una alimentación baja en calcio. Resulta que una alimentación rica en calcio en realidad bloquea una acción química que provoca la formación de las piedras.
Se une con los oxalatos (de alimentos) en el intestino, lo que impide que sea absorbido en la sangre y que posteriormente sea trasladado a sus riñones. Por lo tanto, los oxalatos urinarios pueden ser más importantes para la formación de cristales de piedra de oxalato de calcio que el calcio urinario. Es importante tener en cuenta que el calcio de los alimentos es el que es beneficioso--no los suplementos de calcio, que en realidad han mostrado aumentar el riesgo de cálculos renales en un 20 por ciento.16
9. Falta de Magnesio
La deficiencia de magnesio se ha relacionado a los cálculos renales. Se estima que el 80 por ciento de las personas en Estados Unidos son deficientes, por lo que este podría ser un factor importante. El magnesio desempeña un papel importante en la absorción y asimilación de calcio en su cuerpo, como si consumiera demasiado calcio sin el magnesio adecuado, el exceso de calcio en realidad puede hacerse tóxico y causar problemas de salud como cálculos renales.
El magnesio ayuda a prevenir que el calcio se una al oxalato, que, como lo mencioné, es el tipo más común de cálculo renal. Los vegetales de hojas verdes como la espinaca y la acelga son fuentes ideales de magnesio, y una de las maneras más simples de garantizar un alto consumo de éstos es incluirlos en los jugos de vegetales.
El jugo de vegetales es otra excelente fuente de magnesio, al igual que algunos frijoles, frutos secos como las almendras, semillas, semillas de calabaza, semillas de girasol y semillas de sésamo o ajonjolí. Los aguacates también son una buena fuente y también puede encontrarlo en forma de suplemento.
Debido a que el tamaño de los cálculos renales puede variar, desde una granito de arena hasta el tamaño de una pelota de golf, es importante buscar atención médica, especialmente si tiene dolor severo.
En la mayoría de los casos, la piedra será eliminada automáticamente. Aunque hay varios procedimientos médicos y técnicas quirúrgicas que pueden ser utilizadas para tratar los cálculos renales, los riesgos son lo suficientemente altos que los médicos suelen evitarlos al menos que no haya otra opción. Los cálculos renales pueden tomar días o incluso semanas para salirse, pero si una piedra tiene problemas para salir, puede causar daño permanente en su tracto urinario.
Afortunadamente, existen algunas opciones más avanzadas que no involucran la cirugía, como la litotricia extracorpórea por ondas de choque. Este tratamiento implica ser sumergido en una tina de agua donde las ondas que viajan a través del líquido deshacen las piedras. Posteriormente son eliminadas en forma de grava por la orina en días o semanas.
Debe beber mucha agua durante un ataque de cálculos renales para apoyar la eliminación de los cálculos, pero recuerde que beber suficiente agua de forma regular es una de las mejores maneras de prevenir la formación de cálculos renales. Obviamente no exagere su consumo de agua, ya que esto puede causar hiponatremia, en el que el nivel de sodio en la sangre se diluye demasiado.
Sin embargo, un consumo saludable de agua--lo suficiente para que su orina sea de una color muy pálido amarillo—debería ser su objetivo. Lo ideal sería que tomara agua durante todo el día en lugar de intentar tomarla de vez en cuando. Si lo hace de esta manera simplemente orinara más y su cuerpo no tendrá la oportunidad de absorber el exceso de líquido.
Por último, la planta tropical Phyllanthus niruri, que está disponible en forma de suplemento, también ha mostrado ser prometedora para ayudar a tratar y prevenir los cálculos renales. Comúnmente conocida por “deshacer las piedras”," la Phyllanthus niruri ha demostrado interferir con muchas etapas de la formación de cálculos, incluyendo reducir la agregación de los cristales y modificar su estructura y composición.17