Por el Dr. Mercola
En la paradoja de salud del año, el cardiólogo de 52 años de edad, John Warner, presidente de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), hace poco sufrió un ataque cardiaco en medio de una conferencia de salud.1,2
En una declaración, la asociación informó que Warner se encontraba estable después de que se le colocara un stent para abrir una arteria bloqueada. Parte del discurso de Warner en la conferencia de Sesiones Científicas en Anaheim, California, se centró en la lucha de su propia familia contra las enfermedades cardíacas.
"Después de que nació mi hijo y lo presentamos con su familia extensa, me di cuenta de algo muy inquietante: no había hombres ancianos en ninguno de los lados de mi familia. Ni uno. Todas las ramas de nuestro árbol genealógico fueron cortadas por las enfermedades cardiovasculares". Dijo Warner en su discurso.3
"Juntos podemos asegurarnos de que los hombres y mujeres mayores asistan a las reuniones familiares con regularidad, que las personas vivan el tiempo suficiente y lo suficientemente saludables como para disfrutar de caminatas y excursiones de pesca con sus nietos y tal vez incluso sus bisnietos.
En otras palabras, busco un futuro donde... los niños crezcan rodeados de tantos familiares queridos, saludables y ancianos que no puedan imaginar la vida de otra manera".
La directora general de la AHA, Nancy Brown, dijo en un comunicado:4 "John quería enfatizar en que este incidente destaca el importante mensaje que nos dejó en su discurso presidencial... que se ha avanzado mucho, pero queda mucho por hacer".
Muchas Recomendaciones de la AHA Empeoran la Salud del Corazón
Es muy probable que Warner haya seguido las recomendaciones de la AHA, muchas de las cuales en realidad son fórmulas para una crisis de enfermedades cardíacas.
De los alimentos científicamente probados por causar enfermedades cardíacas y arterias obstruidas, el exceso de azúcar y los aceites vegetales omega-6 procesados de manera industrial, que se encuentran en casi todos los alimentos procesados, compiten por el primer lugar de la lista. ¿Y qué tipo de alimentos recomienda la AHA para proteger su corazón?
No nada más respalda el consumo amplio de granos, sino que también recomienda el consumo de grasas perjudiciales como el aceite de canola, maíz, soya y girasol.5
"Las mezclas o combinaciones de estos aceites o aerosoles para cocinar, que a menudo se venden bajo el nombre de 'aceites vegetales' también son buenas opciones", dice la AHA. Mientras que la asociación aún insiste en que debe evitar consumir grasas saturadas.
Precisamente el verano pasado la AHA sorprendió a los expertos en salud del mundo al emitir una recomendación6 mundial que decía que las grasas saturadas, como la mantequilla y el aceite de coco, deberían evitarse para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, y que reemplazar estas grasas con margarina y aceite vegetal podría reducir hasta en un 30 % su riesgo de padecer enfermedades del corazón.
En general, la AHA recomienda limitar su consumo diario de grasas saturadas al 6 % de calorías al día, o menos.7
Esto es todo lo contrario, y si Warner estaba siguiendo este obsoleto consejo, no es de extrañar que sufriera un ataque al corazón. De hecho, era de esperarse. Como señaló el escritor de ciencias de los Estados Unidos, Gary Taubes, en su extensa refutación a la advertencia de la AHA,8 con este documento, la AHA revela su antiguo prejuicio--y el método por el cual llega a conclusiones equivocadas.
En resumen, la AHA simplemente excluyó toda evidencia de lo contrario. Después una metódica elección de información, les quedaron solo cuatro ensayos clínicos publicados en la década de 1960 y principios de la de los años 70--la época en que nació y creció el mito de los alimentos bajos en grasa.
El problema es que la ciencia nutricional ha logrado avances significativos desde entonces, y varios estudios valiosos han desmentido firmemente la hipótesis de que las grasas saturadas provocan enfermedades del corazón, al no encontrar asociación alguna.
En noticias relacionadas, la AHA emitió recientemente nuevas recomendaciones sobre la presión sanguínea,9 cambiando el objetivo hacia la salud del corazón una vez más. Ahora se le considera hipertenso si su presión arterial está por encima de 130 sobre 80. En las pautas anteriores, la hipertensión comenzaba con 140 sobre 90.
Esto significa que se estima que en los Estados Unidos, 30 millones de personas entrarán a la categoría de hipertensos, y de ellos, se calcula que es probable que 1 de cada 5 reciba la recomendación de tomar medicamentos para la presión arterial.
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Las Recomendaciones Equivocadas Sobre las Grasas Han Tenido Consecuencias Desastrosas
Desde la década de 1950, cuando los aceites vegetales comenzaron a promocionarse en lugar de las grasas saturadas como la mantequilla, las personas en Estados Unidos han seguido obedientemente ese consejo, lo cual ha aumentado drásticamente el consumo de aceites vegetales.
Por ejemplo, el aceite de soya, ha aumentado en un 600 %, mientras que el consumo de mantequilla, sebo y manteca se ha reducido a la mitad. También hemos aumentado drásticamente el consumo de azúcar, que también ha sido implicado como uno de los principales contribuyentes a las enfermedades cardíacas y otros problemas crónicos de salud.10
Al seguir esta recomendación, los habitantes de los Estados Unidos se han vuelto más gordos y más enfermos. Las tasas de enfermedades cardíacas no han mejorado a pesar de que las personas han seguido una "alimentación saludable para el corazón" de acuerdo con la AHA.
Por sentido común sabemos que si los consejos de la AHA no han funcionado en los últimos 65 años, no es probable que vayan a empezar a funcionar ahora. Las investigaciones modernas acaban de comenzar a revelar lo que realmente sucede a nivel molecular cuando consume aceites vegetales y margarina, y no es nada positivo.
Por ejemplo, el Dr. Sanjoy Ghosh,11 un biólogo de la Universidad de British Columbia, ha demostrado que las mitocondrias no pueden usar fácilmente las grasas poliinsaturadas (PUFA, por sus siglas en inglés) como combustible debido a su estructura molecular única. Otros investigadores han demostrado que el ácido linoleico PUFA obstaculiza la función mitocondrial e incluso puede provocar muerte celular.12
Las PUFA tampoco se almacenan fácilmente en la grasa subcutánea. En cambio, tienden a depositarse en el hígado, donde contribuyen a la enfermedad del hígado graso y en las arterias, donde contribuyen a la aterosclerosis.
De acuerdo con Frances Sladek,13 Ph.D., toxicólogo y profesor de biología celular en la UC Riverside, las PUFAs se comportan como toxinas que se acumula en los tejidos debido a que el cuerpo no puede deshacerse de ellas con facilidad. Y no solo eso, cuando los aceites vegetales como el aceite de girasol y el aceite de maíz se calientan, también se producen productos químicos cancerígenos, como los aldehídos cíclicos.14
Fuente: The Telegraph 7 de noviembre del 2015
Los Aceites Vegetales Son Todo Menos Saludables
Otra investigación confirma estos hallazgos al vincular los alimentos fritos con un mayor riesgo de morir. Por ejemplo, se ha demostrado que comer papas fritas más de dos veces a la semana duplica el riesgo de muerte de esa persona, en comparación con nunca consumir papas fritas.15 Las investigaciones realizadas en animales y seres humanos, también ha encontrado que los aceites vegetales promueven:
- Obesidad e hígado graso16
- Letargia y síntomas de prediabetes17
- Dolor crónico/síndromes de dolor idiopático (es decir, dolor sin causa detectable)18
- Migrañas19
- Enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa20
Según el Dr. Cate Shanahan,21 médico familiar y autora de "Deep Nutrition: Why Your Genes Need Traditional Food", la idea de que las PUFA son más saludables que las grasas saturadas cae por su propio peso cuando se entra al campo de la bioquímica, porque tal cosa es "bioquímicamente improbable".
Es decir, la estructura molecular de las PUFA es tal, que tienden a reaccionar con el oxígeno, y estas reacciones interrumpen la actividad celular y causan inflamación.22 A su vez, el estrés oxidativo y la inflamación, son características no solo de las enfermedades del corazón y ataques cardíacos, sino también de la mayoría de las enfermedades crónicas.23,24
"Mientras tanto, la AHA afirma que las grasas saturadas contribuyen a la inflamación, provocan placa arterial y ataques cardíacos--pero no hay ninguna explicación bioquímicamente viable para tal argumento".
Me dijo vía correo electrónico en una refutación a las recomendaciones de la AHA. "Las grasas saturadas son muy estables, y no reaccionarán con el oxígeno de la forma en que reaccionan las grasas poliinsaturadas, no hasta que se modifiquen las leyes fundamentales del universo".
"Nuestros cuerpos necesitan algo de grasas poliinsaturadas, pero necesitamos que provengan de alimentos como las nueces, salmón o aceites ligeramente procesados (como los extraídos en frío, sin refinar) tales como el aceite de linaza y el de semilla de uva artesanal, y no de aceites vegetales ya que éstos están refinados, blanqueados y desodorizados, y sus grasas PUFA son molecularmente destrozadas en toxinas que nuestro cuerpo no puede usar".
Carta Abierta al Presidente de AHA
En una carta abierta a Warner, presidente de la AHA, el Dr. William Davis, cardiólogo de Nueva York y autor del libro "Wheat Belly" de la lista de best-seller del New York Times escribe, en parte:
"Si ignora los disparates que recomiendan las normas de la AHA, con certeza podrá ganar control sobre su riesgo cardiovascular.
Sin embargo, NO encontrará las respuestas en ninguna norma de la AHA. Aprendí estas lecciones al ejercer como cardiólogo intervencionista, y luego al abandonar esta manera ridícula de tratar las enfermedades coronarias para dedicar mis esfuerzos a la prevención y detección temprana.
Entonces, pensé en expresarle algunas de mis opiniones en una carta abierta al Dr. Warner mientras se recuperaba de su procedimiento...
Dr. Warner –...Hay varias razones por las cuales alguien como usted--tan profundamente arraigado en el mundo del tratamiento convencional de las enfermedades cardíacas y lo que se considera preventivo--destaca el miserable fracaso que representa el modelo moderno de atención coronario:
1) Somos prisioneros de la obsoleta pero rentable hipótesis sobre los lípidos... 2) Gracias a la abundancia de información sabemos que las pequeñas partículas de LDL propensas a la oxidación y glicación son altamente aterogénicas... son poderosos desencadenantes de la inflamación en cascada... y en algunos genotipos se activan en altos grados tras consumir la amilopectina A de los granos...
Sí, el alimento que la Asociación Americana del Corazón recomienda para complementar su alimentación--y azúcares...
Espero que, ahora que esta enfermedad lo ha alcanzado de manera personal, se le abran los ojos ante las políticas corruptas y absurdas de la atención coronaria convencional y la Asociación Americana del Corazón".
El Mito de la Pastilla Mágica Tiene que Acabar
Davis continúa señalando que las enfermedades cardíacas son un problema multifactorial que no se puede resolver con una pastilla.
"Es absurdo y excesivamente simplista pensar que las estatinas [son] suficientes para prevenir los incidentes coronarios, es como pensar que tomar Aricept para la demencia detendrá la enfermedad--por supuesto que no hace tal cosa", escribe, y agrega: "No hay medicamentos para 'tratar' a muchos de los contribuyentes a la aterogénesis coronaria. Pero hay muchas estrategias libres de medicamentos para identificar, y luego corregir, tales causas".
Las estrategias de prevención sugeridas por Davis que no están relacionadas con los medicamentos incluyen:
• Evitar todos y cada uno de los factores alimenticios que provocan resistencia a la insulina, glicación y formación de partículas LDL pequeñas y densas. Es importante destacar que esto incluiría evitar las grasas dañinas que recomienda la AHA, tales como la margarina y los aceites vegetales procesados, y mantener su consumo diario total de fructosa por debajo de los 25 gramos al día.
• Optimizar sus niveles de vitamina D.
• Optimizar su consumo de grasas omega-3; un índice de omega-3 del 10 % o más, se asocia con "una reducción drástica en los incidentes cardiovasculares", señala Davis.
De hecho, un análisis25 que se llevó a cabo en el 2010 descubrió que aunque llevar una alimentación que contenga más grasas omega-6 (que se encuentran en grandes cantidades en los aceites vegetales) y más bajas en omega-3, aumentaba en un 13 % el riesgo de sufrir un infarto al miocardio no mortal y de muerte por enfermedades cardíacas, una alimentación combinada con grasas omega-3 y omega-6 redujo estos riesgos en un 22 %.
Mientras tanto, la AHA recomienda un consumo más elevado de omega-6, al decir que26 "los datos añadidos de ensayos aleatorios, estudios de cohortes, estudios de casos controlados y experimentos de alimentación animal a largo plazo, indican que consumir al menos del 5 al 10 % de energía del omega-6 de grasas poliinsaturadas, reduce el riesgo de padecer enfermedades coronarias en comparación con un consumo más bajo.
Los datos también sugieren que al parecer es seguro consumirlas en mayor cantidad e incluso podría ser más beneficioso". Esta afirmación va en contra de una gran cantidad de investigaciones que sugieren lo contrario—en particular, que reducir el consumo de grasas omega-6 y aumentar el de omega-3 sea mejor para su corazón.
• Abordar la función tiroidea
• Optimizar su microbioma intestinal para tratar la disbiosis causada por el exceso de azúcar, agua clorada y fluorada, y la exposición a antibióticos, pesticidas y medicamentos comunes para la acidez estomacal
Colocar un Stent No Es Mejor que un Placebo
La investigación tampoco respalda la angioplastia de arteria coronaria y colocación de un stent, el procedimiento de rutina. De hecho, investigaciones recientes sugieren que es posible que hasta el 50 % de todas las colocaciones de stent sean innecesarias.27 Además, la efectividad de este procedimiento es la misma que la de un placebo.
En un estudio reciente publicado en The Lancet, los investigadores del la Universidad Imperial de Londres investigaron la diferencia entre los pacientes que se les coloco un stent por angina estable y los que se sometieron a una intervención con placebo.28
El cardiólogo intervencionista Dr. Rasha Al-Lamee, describe el estudio y sus resultados. Se reclutaron 200 participantes de cinco partes del Reino Unido con grave bloqueo de un solo vaso.29 Durante las primeras seis semanas, todos los pacientes se sometieron a una prueba de ejercicio, seguida de un tratamiento médico intensivo.
En ese punto, se les dividió en dos grupos de manera aleatoria. El primero se sometió a una intervención percutánea (PCI, por sus siglas en inglés) durante la cual se les realizó una angioplastia coronaria y se colocó un stent. El segundo grupo también se sometió a un procedimiento de PCI con un angiograma, pero sin una angioplastia con balón ni se les colocó un stent.30
Durante las siguientes seis semanas, ni los pacientes ni el médico sabían si los pacientes habían recibido un stent. Al final de las seis semanas, los pacientes se sometieron nuevamente a una prueba de esfuerzo y se les interrogó acerca de sus síntomas.
Los investigadores hallaron que ambos grupos experimentaron mejoras casi idénticas en su tolerancia al ejercicio y no se reportó ninguna diferencia en sus síntomas.31 A partir de esa información, Al-Lamee comentó:32
"Sorprendentemente, a pesar de que los stents mejoraron el suministro de sangre, no proporcionaron más alivio de los síntomas en comparación con los tratamientos con medicamentos, al menos en este grupo de pacientes. Parece que el vínculo entre abrir una arteria coronaria estrecha y la mejora de los síntomas no es tan simple como todos esperaban".
Una Nueva Forma de Ver las Enfermedades Cardíacas
En esta entrevista, el Dr. Thomas Cowan, médico familiar, miembro fundador de la Fundación Weston A. Price y autor de "Human Heart, Cosmic Heart: A Doctor’s Quest to Understand, Treat and Prevent Cardiovascular Disease", revela cómo funciona el corazón y el sistema circulatorio. Comprender esto podría contribuir mucho para cambiar su forma de entender las enfermedades cardíacas.
Él es un caso sólido de como las enfermedades del corazón tienen su origen en la disfunción mitocondrial y cree que la formación de placa por sí sola no puede explicar un ataque cardíaco.
"[Convencionalmente], todo lo hace la placa", dice Cowan. "Lo que quiero decir en el libro es que NO se trata de la placa". La percepción convencional es que el corazón funciona como una bomba--un sistema de propulsión a presión que es provocado por la contracción muscular de los ventrículos.
Cowan explica que en realidad el corazón se describe mejor como un cilindro hidráulico--una máquina creadora de vórtices--donde el principal propulsor de la sangre es la interacción que ocurre entre las paredes de los vasos, con carga negativa, y el agua de la sangre con carga positiva. Es importante destacar que las siguientes tres energías naturales provocan una separación de cargas que mejora el flujo sanguíneo:
1. La luz del sol carga los vasos sanguíneos, lo cual aumenta el flujo de sangre. Cuando los rayos del sol penetran en su piel, provocan un aumento masivo de óxido nítrico que actúa como un vasodilatador. Hasta el 60 % de su sangre puede desviarse a la superficie de su piel por medio de la acción del óxido nítrico.
Esto ayuda a absorber la radiación solar, que luego hace que el agua de la sangre capture la energía y se estructure. Este es un elemento clave para tener un corazón saludable. Lo ideal es estar expuesto a la luz del sol mientras practica el grounding, es decir, caminar descalzo. Esto forma un circuito biológico que lo hace tener un funcionamiento aún mejor.
2. Iones negativos de la Tierra, también se le conoce como earthing o grounding. También carga sus vasos sanguíneos, provoca una separación de cargas, crea más iones positivos y permite que la sangre fluya hacia ascendentemente, en contra de la gravedad.
3. El efecto de campo o ser tocado por otro ser vivo, como la imposición de manos.
Un Corazón Sano es el Resultado de un Estilo de Vida Saludable
Como señaló Cowan, "Lo mejor es estar, más o menos, desnudo o con shorts en la playa, con el agua salada, que actúa como un conductor eléctrico, y tomado de la mano de alguien que ame. Así es como se estructura el agua [de sus vasos sanguíneos]".
La exposición al sol, caminar descalzo y el contacto piel con piel son tres estrategias de prevención de las enfermedades cardiacas que, idealmente, todos deberían estar haciendo, y no podría haber algo mucho más fácil o económico.
Dicho esto, la salud de su corazón realmente depende de su alimentación--qué come y cuándo come. En mi opinión, el mejor tratamiento para las enfermedades del corazón es llevar un programa de ayuno intermitente en el que ayune durante 20 horas al día.
Cuando coma, asegúrese de consumir alimentos reales y considere adoptar una dieta cetogénica cíclica que sea rica en grasas saludables, baja en carbohidratos netos y moderada en proteínas.
Una vez que se sienta cómodo con el horario del ayuno intermitente, comience a practicar un ayuno mensual de agua durante cinco días. Esta realmente es la intervención metabólica más eficaz que conozco, y creo que es una de las cosas más saludables que hago por mi propia salud hoy por hoy.
Las células senescentes, que dejan de replicarse, desempeñan un papel distinto en el envejecimiento y las enfermedades. Una vez que se detiene la replicación, estas células deben ser desechadas de su cuerpo, o sino, comenzarán a provocar obstrucciones, lo que a su vez causa inflamación grave y disfunción inmunológica.
El ayuno elimina las células senescentes de manera bastante efectiva--un proceso conocido como autofagia. Ayunar también estimula la producción de células madre, que ayudan a la regeneración y curación. Aunque ayunar durante cinco días podría sonar intimidante, si se acostumbra a un ayuno intermitente de 20 hora diarias durante un mes, antes de comenzar el ayuno de cinco días, entonces, el hambre que por lo general se siente el segundo día de ayuno se reduce drásticamente y normalmente no será una molestia.
Ayunar también es un poderoso remedio para la resistencia a la insulina, que es un importante factor subyacente de las enfermedades cardíacas.
Por último pero no menos importante, el siguiente ejercicio, que le toma solo de dos a tres minutos, tres veces al día, es una forma súper sencilla de mejorar la salud de su corazón. Estimula la liberación de óxido nítrico en el cuerpo, lo cual le ayudará a relajar los vasos sanguíneos y mejorar su presión arterial.