¿Qué desencadena la resistencia a los antibióticos y cómo podemos vencerla?

Resistencia a los antibioticos

Historia en Breve

  • Antes de que existieran los antibióticos, la mitad de la población mundial moría a causa de las infecciones. Ahora nos enfrentamos nuevamente a esta realidad, a no ser que de alguna manera podamos controlar la resistencia a este tipo de medicamentos
  • Las bacterias son sumamente adaptables y pueden compartir su material genético a través de la proximidad. Si las bacterias están lo suficientemente cerca, pueden transferirse entre sí los paquetes genéticos con suma rapidez
  • Los bacteriófagos, un tipo de virus, son un depredador natural de las bacterias y pueden erradicar a aquellas que los antibióticos no. La terapia con fagos ahora se está explorando como una posible alternativa a los antibióticos convencionales

Por el Dr. Mercola

En la actualidad, las personas están tan acostumbradas a la noción de que un antibiótico puede curar casi cualquier infección, que pocas pueden siquiera considerar la posibilidad de que, algún día, este remedio ya no sea una opción.

De hecho, los antibióticos han aumentado aproximadamente diez años la esperanza de vida humana, y ciertas afecciones simplemente no podrían tratarse sin ellos. Por ejemplo, los trasplantes de órganos. Sin los antibióticos, dichos procedimientos serían sumamente arriesgados, y su tasa de éxito sería muy baja.

De acuerdo con Catalyst, aproximadamente la mitad de todos los ingresos a las salas de emergencia también están relacionados con infecciones bacterianas, y sin los antibióticos la tasa de recuperación sería mínima.

Sin este tipo de medicamentos que erradican a las infecciones, incluso las cirugías menores serían opciones arriesgadas. Lo mismo ocurre con las infecciones diarias que se derivan de heridas, rasguños o picaduras.

La medicina moderna tal y como la conocemos se basa en los antibióticos en más de un sentido, y esa base se ve gravemente amenazada por la aparición de microbios que son resistentes incluso a los antibióticos más agresivos que se utilizan como último recurso.

Antes de que existieran los antibióticos, la mitad de la población mundial moría por infecciones y muchas personas fallecían durante los primeros años de la infancia. Ahora nos enfrentamos nuevamente a esta realidad, a no ser que de alguna manera podamos controlar la resistencia a este tipo de medicamentos.

Los animales y los humanos forman parte del ecosistema bacteriano

En los últimos años, los investigadores han descubierto que las bacterias y otros microorganismos no son solo meros enemigos que debemos aniquilar. En realidad, los microorganismos son parte de nosotros–pues formamos parte de un ecosistema bacteriano y, de hecho, muchos de nuestros procesos biológicos dependen de ellos.

Incluso las bacterias patógenas que pueden causar graves enfermedades solo se vuelven una verdadera amenaza cuando se les permite desplazar a otras bacterias más beneficiosas que ayudan a mantener los patógenos bajo control. Incluso ciertos tipos de virus desempeñan un papel importante y de apoyo en la salud humana.

Las bacterias son sumamente adaptables y este es uno de los problemas en torno a la resistencia a los medicamentos que enfrentamos en la actualidad como consecuencia de haber utilizado antibióticos de forma incorrecta por décadas. A menos que todas las bacterias sean aniquiladas, las rezagados transmitirán su resistencia a otras bacterias.

Otra cuestión a considerar es que las bacterias pueden compartir su material genético fuera del proceso de procreación. Recientemente, los científicos descubrieron un gen bacteriano (llamado mcr-1) que puede diseminarse entre diferentes bacterias con suma facilidad, lo que les confiere resistencia a los antibióticos más fuertes que tenemos en nuestros recursos médicos.

Muchas personas temían que esta circunstancia se suscitara y ahora no hay forma de evitarla. Casi un año después de que el gen mcr-1 fuera descubierto por primera vez en cerdos y personas en China, ahora se ha identificado en los Estados Unidos,1,2,3 tanto en muestras de cerdo como en pacientes tratados por E. coli.4,5

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¿Cómo es que las bacterias comparten su material genético?

Lo único que las bacterias necesitan para compartir su material genético en pequeños paquetes llamados plásmidos, es la proximidad. Si están lo suficientemente cerca, el plásmido se puede transferir rápidamente entre las diversas bacterias que chocan entre sí.

Si los humanos pudieran compartir sus genes, podría cambiar el color de sus ojos de azul a cafés con el simple acto de pararse junto a otra persona de ojos cafés. Para las bacterias, esta capacidad indica que pueden propagar la resistencia a los medicamentos a otras bacterias a "velocidades sorprendentes".

Por desgracia, los científicos subestimaron drásticamente la velocidad a la que la resistencia se puede propagar y ahora nos enfrentamos con un plazo mucho más corto de lo que se esperaba, en lo que se refiere al "final de los antibióticos" en la medicina.

Para que se imagine qué tan rápido se está extendiendo la resistencia, considere esto: En el 2010 se introdujo un nuevo antibiótico y el año siguiente, se detectaron bacterias resistentes al mismo.

Los antibióticos se utilizan en exceso en la medicina humana

El uso excesivo de los antibióticos en la medicina humana es un factor que contribuye al aumento de la resistencia a los medicamentos entre las bacterias. En Australia, año con año se recetan antibióticos y estadísticamente cada hombre, mujer y niño se le prescribe más de una receta de este tipo. La situación es similar en muchas otras naciones desarrolladas.

Según el Dr. Arjun Srinivasan, director asociado de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), casi la mitad de los antibióticos utilizados en clínicas y hospitales en los Estados Unidos "son innecesarios o los pacientes toman los medicamentos incorrectos para tratar sus infecciones".6

Una parte del problema es la falta de educación en torno al tema. Más del 40 % de las personas en los Estados Unidos y un sorprendente 65 % de las personas en Australia todavía creen que los antibióticos pueden tratar las infecciones virales.7 Asimismo, muchos pacientes insisten en tomar un antibiótico "por las dudas"–una estrategia que no es recomendable en lo absoluto.

Los antibióticos tienen efectos tanto a corto como a largo plazo sobre la composición y la salud de los microbios intestinales, y su microbioma desempeña un papel fundamental en su función inmunológica y salud general. No debe dañar su microbioma con un antibiótico a menos que sea estrictamente necesario.

Los niños tratados con antibióticos también aumentan el riesgo de desarrollar problemas de salud en la adultez, lo que los hace más susceptibles a enfermedades infecciosas, alergias, obesidad y trastornos autoinmunes conforme van envejeciendo.8,9

Sin embargo, los médicos no son precisamente inocentes. El 45 % de los doctores en Gran Bretaña admiten prescribir antibióticos aun y cuando saben que no serán de ayuda alguna.10

Se debe frenar el uso de antibióticos en la producción de alimentos

De acuerdo con el CDC,11 existen 12 patógenos resistentes a los antibióticos que suponen una "grave" amenaza para la salud pública, y un tercio de ellos se encuentran en los alimentos. Estos 4 patógenos resistentes a los medicamentos son:

  • Campylobacter
  • Salmonela
  • E. coli
  • Shigella

Aunque el ganado a veces necesita antibióticos para curar alguna infección, las operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO, por sus siglas en inglés) utilizan rutinariamente antibióticos con el fin de acelerar el crecimiento y contrarrestar tanto la falta de higiene como las condiciones de hacinamiento.

Se estima que el 80 % de los antibióticos vendidos en los Estados Unidos terminan en el ganado. En Australia, aproximadamente el 70 % de los antibióticos se utiliza para la agricultura.

La cría industrializada debe su éxito al uso rutinario de antibióticos. Sin embargo, ahora estamos pagando un precio inesperadamente alto por esta conveniente forma de obtener alimentos baratos, pues utilizar antibióticos para fines agrícolas está sustentando y acelerando la propagación de bacterias resistentes a los medicamentos que cada año matan aproximadamente a 23 000 personas en los Estados Unidos.

La resistencia a los antibióticos se propaga de diversas maneras

Asimismo, las bacterias resistentes a los medicamentos se acumulan en el estiércol de las CAFO que luego se esparce en los campos y penetra en las vías fluviales, lo que permite que el tipo de bacterias en cuestión se extiendan por todas partes y, finalmente, se introduzcan en la cadena alimenticia y lleguen a sus alimentos.

A continuación, se muestra una infografía proporcionada por los CDC donde puede ver con qué facilidad se propaga la resistencia a los antibióticos a través de los alimentos que consume y el contacto con su comunidad.

Resistencia a los antibioticos
Fuente: CDC.gov, Antibiotic Resistance Threats in the United States, 2013

La terapia de fagos que está siendo estudiada puede ser una alternativa a los antibióticos

Un tipo de virus llamado bacteriófago, o simplemente "fago", es un depredador natural de las bacterias y puede erradicar a las bacterias que los antibióticos no pueden. De hecho, por cada bacteria intestinal, existen cerca de 10 fagos. Dondequiera que residan las bacterias, los fagos estarán presentes porque dependen de estas para sobrevivir. La evidencia sugiere que los fagos auxilian a los animales y humanos para evitar infecciones bacterianas y controlar la composición de microbios beneficiosos en su cuerpo.

La tan famosa terapia de fagos ahora se está estudiando como una posible alternativa a los antibióticos convencionales. Puede infectarse de manera inocua con el fago adecuado, esto podría ser una terapia para vencer la resistencia a los antibióticos.

Los fagos se especializan en romper y matar ciertos tipos de bacterias, al retenerlas para duplicarse. La mayoría de los fagos tienen cabezas huecas, que almacenan su ADN y ARN, asimismo, sus largas colas están diseñadas para unirse a la superficie de sus dianas bacterianas. Cuando un fago se une a una bacteria, el ADN viral se inyecta a través de la cola en la célula receptora.

La progenie se produce rápidamente dentro de la célula en cuestión, hasta que estos pequeños fagos salen de ella, aniquilándola en el proceso. Posteriormente, estos fagos infectan y aniquilan a más bacterias dianas hasta no quedar otra bacteria.

El factor que hace que los fagos sean únicos es que no pueden afectar ninguna otra célula además de las bacterias, por lo que representan una gran esperanza como terapia dirigida contra las infecciones bacterianas.

Otro tipo de tratamiento experimental implica eliminar el paquete de genes resistentes a los medicamentos (el plásmido) de la bacteria, al utilizar una bacteria modificada genéticamente.

Los estudios con animales demuestran que los ratones infectados con bacterias resistentes a los medicamentos que recibieron este tratamiento volvieron a responder a los antibióticos convencionales. Los científicos creen que este tipo de recurso puede permitirles desarrollar tratamientos contra infecciones bacterianas que no promoverán la resistencia en el proceso.

Cómo puede ayudar a detener la propagación de enfermedades resistentes a los antibióticos

En vista del creciente problema en torno a las enfermedades resistentes a los antibióticos, sería aconsejable emplear técnicas y estrategias que además de reducir su riesgo de contraerlas, también ayuden a reducir la propagación de la resistencia a los antibióticos en general.

Aunque el problema de la resistencia a los antibióticos debe solucionarse a través de las políticas públicas a nivel nacional, mientras más personas participen a nivel personal, obtendremos mejores resultados. Tales estrategias incluyen:

Usar antibióticos solo cuando sea estrictamente necesario

Por ejemplo, generalmente no se necesita tomar antibióticos para la mayoría de las infecciones de oído, y NO funcionan contra los virus. Solo funcionan en infecciones bacterianas, y aun así, es mejor reservarlas para infecciones más serias.

Tomar un antibiótico sin necesitarlo erradicará a las bacterias intestinales beneficiosas sin motivo alguno, lo que podría hacer que le resulte más difícil recuperarse de su enfermedad. Si toma un tratamiento de antibióticos, vuelva a poblar su intestino con bacterias beneficiosas, ya sea al comer alimentos fermentados o tomar un probiótico de alta calidad.

Como una medida preventiva integral, asegúrese de que su nivel de vitamina D esté a un óptimo nivel todo el año junto con la vitamina K2, sobre todo durante el embarazo. Asimismo, otros compuestos naturales, como la vitamina C, aceite de orégano, ajo, equinácea y aceite de árbol del té, pueden ayudar a mejorar la función de su sistema inmunológico con el fin ayudar a eliminar una infección.

La plata coloidal de alta calidad puede ser una valiosa adición a su botiquín para tratar heridas y raspaduras en lugar de cremas antibacterianas. Durante siglos, la plata coloidal ha sido considerada como un eficaz antibiótico natural y la investigación demuestra que puede ser útil contra algunos patógenos resistentes a los antibióticos.12,13,14

De igual forma, la miel de Manuka se puede utilizar para aplicaciones tópicas. Los ensayos clínicos han encontrado que este tipo de miel puede erradicar eficazmente más de 250 cepas bacterianas, esto incluye a ciertas variedades resistentes a los medicamentos, como el SARM.

Evitar productos antibacterianos para el hogar

Esto incluye artículos como jabones antibacteriales, desinfectantes para manos y toallitas, pues estos también promueven la resistencia a los antibióticos.

Lavarse las manos correctamente con agua tibia y jabón normal con el fin de evitar la propagación de bacterias

Tenga sumo cuidado al lavarse las manos y limpiar las superficies de la cocina después de haber tocado carnes crudas, ya que probablemente casi la mitad de la carne comercial en los Estados Unidos esté contaminada con bacterias potencialmente peligrosas.

Comprar las versiones orgánicas y libres de antibióticos de carne y otros alimentos

Reducir la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos es un importante motivo para consumir exclusivamente productos y carne de animales alimentados con pastura. Además de cultivar y criar sus propios alimentos, su mejor opción es comprar productos que provengan de fuentes responsables, sustentables, de alta calidad y asimismo le recomiendo encarecidamente que apoye las pequeñas granjas familiares en su localidad.