¿Secador de manos o una sola toalla de papel?

Secador de Manos

Historia en Breve

  • Lavarse las manos es una manera simple y efectiva de reducir tanto su exposición a los gérmenes que causan enfermedades, como la posibilidad de que contagie la infección a quienes lo rodean
  • La investigación demuestra que los secadores de manos pueden depositar bacterias y esporas bacterianas en sus manos mientras las seca, además de propagar estas bacterias a una distancia de hasta 3 metros (9.5 pies)
  • Aunque las toallas de papel hacen que las manos queden más limpias, también tienen un impacto significativo en el medioambiente; reducir su uso a un solo rollo por año en los hogares de los Estados Unidos salvaría 544 000 árboles y reduciría los químicos tóxicos que se liberan en las vías fluviales
  • Es posible secarse las manos con un cuadrado de toalla de papel si primero reduce el agua remanente en sus manos al agitarlas 12 veces y si después dobla el papel por la mitad para aumentar la absorbencia

Por el Dr. Mercola

Lavarse las manos es una de las maneras más simples de reducir su exposición a gérmenes que pueden causar enfermedades, y junto con esto, reducir sus probabilidades de enfermarse y/o propagar infecciones.

Lavarse las manos regularmente y de forma apropiada disminuirá drásticamente la cantidad de gérmenes que tienen acceso a su cuerpo, sobre todo en momentos cruciales, como antes de comer, tocarse la boca, ojos o nariz, y después de usar el baño o visitar áreas públicas.

Enseñarle a las personas los aspectos relacionados con lavarse las manos puede mejorar la salud en la comunidad, asimismo, puede reducir en un 31 % el número de personas que se enferman de diarrea y hasta en un 21 % a aquellas que contraen enfermedades respiratorias, como resfriados.1

De igual forma, mediante la prevención de enfermedades, la cantidad de antibióticos recetados podría disminuir, lo que ayudaría a reducir la resistencia a este tipo de medicamentos. Los antibióticos suelen recetarse innecesariamente para tratar infecciones respiratorias y otras enfermedades relacionadas con la diarrea.2

Para disfrutar de estos beneficios, la técnica de lavarse las manos debe ser efectiva y correcta. Aunque lo anterior pueda parecer obvio, los estudios han demostrado que la mayoría de las personas en realidad no erradican a los gérmenes cuando se lavan las manos.

Lavarse las manos en público supone otro desafío, ya que elegir entre un secador de aire caliente, un soplador de aire o una toalla de papel para secarse las manos representa un problema único para su salud o el medio ambiente.

Una investigación publicada en Applied and Environmental Microbiology sugiere que los secadores de aire caliente pueden depositar bacterias y esporas bacterianas en sus manos,3 y estas bacterias también pueden esparcirse hasta a 3 metros (9.8 pies) de distancia.

Los secadores de aire en los baños públicos no son tan higiénicos como podría pensar

Lavarse las manos es la mejor manera de evitar la propagación de gérmenes, pero si adquiere otros gérmenes al secarse las manos, posiblemente no esté tan protegido como piensa. El estudio más reciente, que demuestra la propagación de bacterias por los secadores de aire caliente, apoya la investigación previa que ha obtenido hallazgos similares.4

En el estudio en cuestión, los investigadores de la Universidad de Connecticut Health realizaron pruebas de cultivo en 36 baños ubicados en un centro de salud académico al exponer placas de cultivo en el aire emitido por el secador de aire caliente durante 30 segundos.5

Dicho de otra forma, los investigadores no abrieron los aparatos para realizar las pruebas de cultivo en el interior, sino que utilizaron el aire caliente que normalmente seca las manos de los usuarios con el fin de analizar el cultivo en las placas.

Después de la exposición, en cada placa de cultivo crecieron entre 18 y 60 colonias bacterianas, incluidas las bacterias responsables de enfermedades humanas. Los investigadores compararon esas placas de cultivo con otro conjunto expuesto al aire del baño durante 2 minutos sin la adición de secadores en funcionamiento. En el segundo conjunto crecieron, en promedio, 1 o menos colonias por placa.

A continuación, los investigadores instalaron filtros de aire para partículas de alta eficiencia (HEPA, por sus siglas en inglés) en los secadores con el fin de determinar si reducirían la cantidad de bacterias esparcidas en las manos de los usuarios.

Esto redujo las bacterias 4 veces más, pero no eliminó por completo todas las bacterias causantes de enfermedades como Staphylococcus haemolyticus, pseudomonas alcaligenes, Bacillus cereus y Brevundimonas diminuta/vesicularis.

Otro estudio publicado en el Journal of Hospital Infection contaminó intencionalmente las manos de los participantes con lactobacilos con el fin de simular manos contaminadas y mal lavadas, para más tarde exponerlas a un secador de aire a presión, un secador de aire caliente o una toalla de papel.6

Al utilizar un secador a presión, los investigadores encontraron que este expulsó 4.5 veces más bacterias en el aire, en comparación con el secador de aire caliente; asimismo, el secador a presión expulsó 27 veces más bacterias en el baño, en comparación con una toalla de papel.

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Todo lo que entra debe salir

En otro estudio, los investigadores midieron la distancia en la que estos virus se dispersaron y descubrieron que podían viajar hasta una distancia de 3 metros.7 Estos resultados demuestran que aunque el secador esté limpio, si su técnica para lavarse las manos no es efectiva, seguirá propagando diversas bacterias. Los investigadores del reciente estudio en cuestión escribieron lo siguiente al respecto:8

"Los resultados indican que muchos tipos de bacterias, esto incluye a posibles agentes patógenos y esporas, pueden depositarse en las manos que son expuestas a los secadores del baño y que las esporas, además de depositarse en las manos, también podrían esparcirse por los edificios".

Los investigadores especularon que conforme los secadores van expulsando el aire, también lo aspiran. Dentro del aparato, las bacterias tienen la capacidad de crecer en superficies húmedas, alimentadas por el alto índice de humedad.

La aspiración del aparato introduce más bacterias, las colonias crecen y luego se dispersan cuando dichos aparatos se utilizan. Los investigadores concluyeron9 que "los secadores son un posible mecanismo para propagar bacterias infecciosas si están presentes, como las esporas de posibles patógenos".

Lavarse las manos de forma efectiva es simple y fácil

Es importante que se lave las manos antes o después de distintas actividades. Este breve video le explico cómo lavarse las manos, y la lista a continuación puede ayudarlo a determinar si es tiempo de ir al lavabo por algo de agua y jabón. Lávese las manos:

Cuando están visiblemente sucias

Tras llegar de la calle

Constantemente durante la temporada de resfriados y gripe

Antes de sentarse a comer

Después de toser o estornudar

Antes y después de visitar o cuidar a alguna persona enferma

Después de jugar con niños o tocar juguetes para niños

Después de tocar basura, utilizar el teléfono o estrechar la mano

Después de tocar a su mascota, desechos de animales, alimentos o premios para mascotas

Después de ir al baño o cambiar un pañal

Antes y después de tocar alimentos, teniendo sumo cuidado con los huevos crudos, carne, mariscos y aves

Después de llegar a casa tras haber ido al supermercado, escuela, centro comercial o iglesia, donde puede haber tocado diversos objetos

El impacto de la mala higiene en las manos es significativo ya que además de aumentar la incidencia de resfriados, enfermedades y los costos médicos posteriores, también repercute en la productividad.10

En un estudio que utilizó reclutas militares, los investigadores descubrieron que enseñar a lavarse las manos en un gran Centro de Entrenamiento de la Marina generó una reducción del 45 % en consultas ambulatorias por enfermedades respiratorias.

Sin embargo, a pesar haber reducido con éxito las repercusiones en la productividad y los costos de la atención médica, el mantenimiento del programa de enseñanza se consideró complicado en función del tiempo.11

Lavarse las manos de manera correcta puede reducir las bacterias transferidas de una persona a otra y para que esto sea realmente eficaz en el control de enfermedades, tome en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Use agua tibia, corriente y un jabón suave. NO necesita jabón antibacterial, y esto ha sido científicamente comprobado. Incluso la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos ha declarado que,12 "en la actualidad no existe evidencia de que los [jabones antibacterianos] sean más efectivos para prevenir enfermedades que lavarse las manos con agua y jabón común".
  • Comience con las manos mojadas, tome el jabón y frote sus manos para hacer espuma, el movimiento debe llegar hasta sus muñecas y debe frotarlas durante al menos 15 o 20 segundos (la mayoría de las personas solo se lava durante 6 segundos aproximadamente). Una buena manera de cronometrar esto es cantar 2 veces la canción de "Feliz Cumpleaños".
  • Asegúrese de lavar todas la superficie de sus manos, incluida la parte posterior, muñecas, entre los dedos y tanto alrededor como debajo de la punta de sus uñas.
  • Enjuague completamente con agua corriente.
  • Seque bien sus manos, lo ideal es hacerlo con una toalla de papel. Asimismo, en los lugares públicos utilice una toalla de papel para abrir la puerta como medio de protección contra los gérmenes que se alojan en las manijas.

Una toalla de papel es más que suficiente

En vista de que más de un estudio ha demostrado la cuestionable efectividad de los secadores, puede parecer lógico recurrir a las toallas de papel para secarse las manos. Sin embargo, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en ingles), el papel es uno de los artículos que ocupa más espacio en los desechos municipales en los Estados Unidos.

Aunque muchos están hechos de pulpa de papel reciclable, estos productos no se degradan fácilmente en los basureros. En esta breve TedTalk, Joe Smith demuestra cómo podemos reducir el uso de papel y aún así salir de un baño público con las manos limpias.

Cada año, en Estados Unidos se utilizan cerca de 5 millones de toneladas de toallas de papel.13 Esto equivale a más de 45 libras (20 kg) por persona al año. Si cada persona redujera su uso a una toalla por día, el desperdicio se podría disminuir a 259 mil toneladas por año. Dicho de otra forma, los pequeños cambios que realice en su hogar y comunidad tendrán un gran impacto en nuestro entorno.

Al realizar diversas encuestas a los usuarios, el 62 %14 prefiere utilizar toallas de papel para secarse las manos en lugar de secadores de aire caliente. Aunque las toallas de papel pueden reducir la cantidad de bacterias en las manos, el uso ineficaz da pie al desperdicio de los recursos.

En un estudio realizado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts,15 los investigadores compararon 7 de los métodos de secado más comunes en los baños públicos y llegaron a la conclusión de que las toallas de papel y los secadores de aire caliente tuvieron el mayor impacto medioambiental de los sistemas evaluados.

Sin embargo, todo indica que al emplear el sistema que Smith describe en su TEDTalk, podemos reducir la cantidad de toallas de papel que utilizamos a diario, tanto en lugares públicos como en el hogar.

El factor crucial para este método implica 2 fases. La primera es sacudir las manos de 10 a 12 veces con el fin de eliminar la mayor cantidad de agua libre posible. Para la segunda, Smith explica cómo doblar la toalla por la mitad aumenta la absorbencia al incrementar los espacios intersticiales donde se puede absorber el agua.

Ahorrar papel protege al medio ambiente

Tan solo en los Estados Unidos, las toallas de papel representan un mercado de US$ 6 mil millones, que utiliza 17 árboles y 20 000 galones de agua (75 708 litros) para producir 1 tonelada de toallas de papel.16

Necesitaríamos 51 000 árboles por día para reemplazar la cantidad de toallas de papel que se tiran a la basura todos los días. Si cada hogar redujera su uso a un rollo por año, podrían salvarse 544 000 árboles, y si se usaran 3 rollos menos por año, se podrían ahorrar 120 000 toneladas de desechos. Esto también eliminaría US$ 4.1 millones en tarifas por utilizar los vertederos.

El papel se inventó en China alrededor del año 105 d. C. y por muchos años su existencia fue un secreto. En la actualidad se pueden utilizar casi 3 000 sustancias químicas en la fabricación del producto. En la práctica y dependiendo del producto, por lo general se utilizan cerca de 200 productos químicos individuales. Algunos de los productos químicos que comúnmente se utilizan son soda cáustica, dióxido de cloro, ditionito de sodio y silicato de sodio.17

Este proceso es exhaustivo tanto en la búsqueda de fibra virgen que favorece a la deforestación masiva, como en la adición de sustancias químicas tóxicas que liberan dioxinas y furanos cancerígenos en el medio ambiente.18

La fabricación de toallas de papel es similar a la de otros papeles comerciales. La corteza se quita del árbol y luego se rompe en trozos pequeños, posteriormente se agregan aditivos químicos para disolver las fibrosidades y así crear la pulpa de madera.19 Esta mezcla luego se modifica, limpia y blanquea con cloro.

Aunque las toallas de papel pueden hacer que las manos queden más limpias, reducir la cantidad que utiliza todos los días tanto en lugares público como en su hogar, puede contribuir a que usted y su familia estén menos expuestos a productos químicos tóxicos. Por lo tanto, la próxima vez que busque una toalla para secarse las manos, considere utilizar solo una sola toalla de papel, y diga no a los secadores de manos a presión.

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