Por el Dr. Mercola
Se ha encontrado que consumir alcohol tiene un efecto protector y dañino en el cerebro, según el estudio que lea y la cantidad de alcohol que beba. El jurado aun delibera sobre si el consumo ligero o moderado podría ser bueno para el cerebro, pero cada vez es más evidente que el consumo excesivo no es beneficioso.
Incluso, los investigadores de la Universidad de Illinois, en Chicago, revelaron cómo el alcohol podría elevar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, al alterar la forma en que se elimina la proteína beta-amiloide.
La beta amiloide es una proteína involucrada en la enfermedad de Alzheimer que puede agruparse en el cerebro y acumularse en aglomeraciones o una placa pegajosa que podría alterar la señalización entre las células.1
El estudio, publicado en Journal of Neuroinflammation,2 revela que beber demasiado o consumir alcohol en exceso podría incrementar la probabilidad de que el cerebro acumule estas proteínas perjudiciales, lo que contribuiría al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
El alcohol podría alterar la capacidad del cerebro para eliminar la proteína beta-amiloide dañina
El estudio se centró en las células microgliales de ratas, que son células del sistema inmunológico en el cerebro y médula espinal que trabajan activamente para eliminar la proteína beta-amiloide en un proceso conocido como fagocitosis.
Los investigadores expusieron las células microgliales al alcohol (en un nivel comparable al de las personas que consumen alcohol en exceso o beben demasiado), citoquinas inflamatorias o una combinación de alcohol y citosinas, durante 24 horas.
La expresión de más de 300 genes se alteró después la exposición al alcohol, mientras que la exposición a las citocinas produjo cambios en más de 3 000 genes y la exposición combinada de alcohol y citoquinas causó cambios en más de 3 500 genes.
Muchos de los genes alterados estaban involucrados en la fagocitosis e inflamación.3 Cabe señalar que el alcohol también influyo en el proceso de fagocitosis microglial, que disminuyó aproximadamente un 15 % después de exponerse durante una hora.
Aunque las pruebas se realizaron en células de rata aisladas, lo que significa que el verdadero consumo de alcohol en seres humanos podría ocasionar a un resultado diferente, sugieren que el alcohol podría obstaculizar la capacidad de la microglía para eliminar la proteína beta-amiloide, y aumentar el riesgo de Alzheimer.
Cuando el autor principal del estudio, Douglas Feinstein--profesor de anestesiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Illinois en Chicago--habló para Newsweek, sugirió que quizá las personas en riesgo de desarrollar Alzheimer deberían tener especial cuidado con el consumo de alcohol:4
"Hay una gran cantidad de estudios que respaldan la idea de que podría ser beneficioso consumir poca cantidad de alcohol, no solo periféricamente sino también para el cerebro.
Sin embargo, podría ser prudente que si alguien está en riesgo de desarrollar AD [enfermedad de Alzheimer], debería considerar disminuir su consumo de alcohol y, por supuesto, evitar beber demasiado o consumir alcohol en exceso".
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El alcohol está vinculado a la demencia, incluyendo a la demencia alcohólica
Se sabe que beber en exceso podría perjudicar al cerebro, y provocar un daño cerebral relacionado con el alcohol, conocido como demencia alcohólica. La materia blanca del cerebro se considera como el "cableado" del sistema de comunicación cerebral y se sabe que disminuye su calidad debido al proceso de envejecimiento y consumo excesivo de alcohol.
Si bien, no es una verdadera demencia como la enfermedad de Alzheimer, podrían manifestar síntomas similares, como por ejemplo, problemas en la toma de decisiones, razonamiento más lento y cambios en el comportamiento.
Sin embargo, a diferencia de la enfermedad de Alzheimer, si deja de tomar alcohol, es posible que se recupere--total o parcialmente--de la demencia alcohólica.
Dicho lo anterior, beber demasiado o consumir alcohol en exceso también está relacionado con un mayor riesgo de Alzheimer y otras formas de demencia, según dos revisiones realizadas por la Asociación Internacional de Alzheimer y el Instituto Nacional de Excelencia en la Salud y Cuidados (NICE, por sus siglas en inglés).5
Alzheimer’s Society explicó que, "las personas que beben demasiado durante un largo período de tiempo tienen más probabilidades de reducir el volumen de la materia blanca de su cerebro, la cual ayuda a transmitir señales entre las diferentes regiones cerebrales. Esto podría originar problemas en el funcionamiento del cerebro.
De igual manera, consumir grandes cantidades de alcohol a largo plazo, podría reducir los niveles de la vitamina tiamina B1 y causar el síndrome de Korsakoff, un trastorno de la memoria que afecta la memoria a corto plazo".6 Además, se ha sugerido que el alcohol puede incrementar la carga cognitiva que se observa en la demencia debido a la neuroinflamación.7
Si padece alcoholismo, NAD y Niacina (Vitamina B3) son cruciales, ya que podrían ayudarle a combatir el Alzheimer
Las personas que padecen alcoholismo crónico están en riesgo de deficiencia de niacina, ya sea debido a una disminución en el consumo alimenticio de niacina como por la interferencia en la conversión de triptófano en nicotinamida adenina dinucleótido (NAD) (cuyo precursor alimenticio es la niacina).8
También, se cree que las personas con niveles más bajos de NAD podrían estar en mayor riesgo de adicción, incluyendo al alcohol. Y se sabe que la enfermedad de Alzheimer agota los niveles de NAD. Las pequeñas dosis de NAD (no las que se liberan con el tiempo) podrían ser increíblemente útiles cuando se proporcionan durante el proceso para eliminar el hábito del alcohol.
El tratamiento ayuda a reprimir el antojo de alcohol, desintoxicar el cuerpo, eliminar el alcohol (u otras drogas) del sistema y aliviar los síntomas de abstinencia. Debido a que NAD es un potente antioxidante, ayuda a crear energía en las mitocondrias de las células y también incrementa la síntesis de los neurotransmisores cerebrales.9
Además, se considera una estrategia terapéutica importante para ayudar a mantener optimizada la función cerebral, y posiblemente incluso tratar la enfermedad de Alzheimer. De acuerdo con una revisión en Current Opinion in Psychiatry:10
"Las perturbaciones en el estado fisiológico del estatus homoeostático cerebral durante el proceso de envejecimiento podrían deteriorar la función celular, y en última instancia ocasionar la pérdida de la integridad del cerebro, así como acelerar el deterioro cognitivo y de la memoria.
Se ha demostrado que un mayor estrés oxidativo afecta la bioenergética celular normal e incrementa el agotamiento de los nucleótidos esenciales, NAD + y ATP.
De igual forma, se ha demostrado que NAD + y sus precursores mejoran la homeostasis celular en función de la relación con las necesidades alimenticias, así como el control y tratamiento de diversas enfermedades inflamatorias y metabólicas in vivo.
Se ha demostrado que las agrupaciones celulares de NAD + disminuyen durante el proceso de envejecimiento del cerebro, y se ha formulado la hipótesis de que el tratamiento con precursores de NAD + podría restaurar esos niveles y atenuar el trastorno de la bioenergética celular".
NAC podría ayudarle a disminuir su consumo de alcohol y prevenir la enfermedad de Alzheimer
Si es un bebedor social que quizás podría beneficiarse al disminuir su consumo de alcohol, también podría considerar la N-acetilcisteína (NAC), que es una forma del aminoácido cisteína y se sabe que ayuda a incrementar los niveles de glutatión y reducir la toxicidad del acetaldehído11 que causa muchos de los síntomas de resaca.
Además, se sabe que NAC reduce el consumo de alcohol y los síntomas de abstinencia en roedores, y que también disminuye la sensación de antojo en seres humanos.
En un estudio en el que participaron personas que promediaron un trago de alcohol por semana (o tomaron alcohol en exceso 0.3 días al mes), NAC aumentó la probabilidad de abstinencia de alcohol y disminuyó la cantidad de bebidas por semana y de días en que se bebía a la semana.12
Mientras tanto, si planea beber una copa de alcohol, intente tomar NAC (al menos 200 miligramos) 30 minutos antes, para ayudar a disminuir los efectos tóxicos del alcohol.
NAC es un poderoso antioxidante conocido por enfocarse directamente en los radicales libres, en especial los radicales de oxígeno, lo cual es importante ya que se cree que el daño oxidativo está involucrado en la enfermedad de Alzheimer.
A su vez, NAC podría disminuir los niveles de daño oxidativo al proteger la función mitocondrial, y con ello, reducir el riesgo de Alzheimer, particularmente cuando es combinada con ácido lipoico (LA). Como se señala en una revisión publicada en Cell Journal:13
"La combinación de ambos, LA y NAC, maximiza el efecto protector, lo que sugiere que esto podría prevenir el deterioro mitocondrial vinculado con el envejecimiento y los trastornos relacionados con la edad, como la enfermedad de Alzheimer.
Las terapias antioxidantes basadas en LA y NAC parecen prometedoras, ya que podrían influir en las mitocondrias, un factor principal de estrés oxidativo en el envejecimiento y neurodegeneración".
En cuanto a si el alcohol podría o no ser bueno para el cerebro, hay algunas investigaciones que demuestran que el consumo leve a moderado puede tener efectos neuroprotectores.
Por ejemplo, consumir hasta tres porciones de vino al día está relacionado con un menor riesgo de la enfermedad de Alzheimer en adultos mayores que no son portadores del gen apolipoproteína E4 (APoE4), que se cree que está más fuertemente relacionado con la enfermedad de Alzheimer.14
Sin embargo, como James A. Hendrix, Director de la Asociación de iniciativas científicas globales sobre el Alzheimer, dijo para Newsweek, "nadie debería comenzar a beber alcohol como un medio para reducir el riesgo de demencia".15
Recomendaciones adicionales para disminuir el consumo de alcohol
Si considera que padece un trastorno por consumo de alcohol (alcoholismo), debe buscar ayuda profesional. Si bebe en exceso de forma ocasional y le gustaría disminuir su consumo, podría intentar hacer un seguimiento de cuánto bebe y establecer límites sobre cuánto (o poco) consume.
También, debe evitar lugares, actividades e incluso personas que puedan provocarle la tentación de beber, y buscar nuevos pasatiempos positivos y amistades para reemplazarlos.16
Además, es fundamental hacer ejercicio. Cuando bebe, altera químicamente su cerebro para liberar dopamina, un químico que el cerebro relaciona con comportamientos gratificantes. Cuando hace ejercicio, se libera el mismo químico de recompensa, lo que significa que podría obtener un "impulso" similar al que obtiene del alcohol, por medio del ejercicio.
En un estudio, los hámsteres que corrían más consumían menos alcohol, mientras que los menos activos tenían mayor antojo y consumían más alcohol.17
Además, el ejercicio podría ayudar a mitigar algunos de los riesgos del consumo de alcohol. Las personas que tienen mucho tiempo bebiendo alcohol y hacen ejercicio regularmente, tienen menos materia blanca dañada en su cerebro, en comparación con los que rara vez o nunca hacen ejercicio.18
Como beneficio adicional, el ejercicio también podría disminuir el deterioro del rendimiento cognitivo atribuido al envejecimiento y proteger contra los cambios relacionados con las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.19
Estrategias fundamentales para prevenir la enfermedad de Alzheimer
Para prevenir la enfermedad de Alzheimer es importante evitar el consumo excesivo de alcohol, pero esa no es la única herramienta que tiene a su disposición.
De hecho, el protocolo ReCODE del Dr. Dale Bredesen (Director de investigación de enfermedades neurodegenerativas en la Facultad de Medicina de la Universidad de California, Los Ángeles [UCLA] y autor de "The End of Alzheimer's: The First Program to Prevent and Reverse Cognitive Decline" [El fin del Alzheimer: El primer programa para prevenir y revertir el deterioro cognitivo]) evalúa 150 factores, incluyendo la bioquímica, genética e imaginología histórica, que se sabe que contribuyen a la enfermedad de Alzheimer.
Esto identifica su subtipo de enfermedad o combinación de subtipos, para poder diseñar un protocolo de tratamiento efectivo.
Sin embargo, es mucho mejor prevenir que hacer el tratamiento, y para lograrlo es importante enfocarse en llevar una alimentación que energice su cuerpo y cerebro con grasas saludables y sin carbohidratos netos (carbohidratos totales sin fibra); es decir, una dieta cetogénica.
Este tipo de alimentación le ayudará a optimizar su salud, al hacer la transición de la quema de carbohidratos a la quema de grasas para obtener energía, como su principal fuente de combustible.
Podrá aprender más sobre este enfoque para mejorar su función mitocondrial, que también es una de las causas principales de la enfermedad de Alzheimer, a través de mi libro, "Fat for Fuel".
Uno de los efectos secundarios más comunes originados por quemar azúcar, es padecer resistencia a la insulina y leptina, que es la causa de la mayoría de las enfermedades crónicas. Considere que adoptar la dieta cetogénica, junto con el ayuno intermitente, podría mejorar aún más sus resultados, en especial si es portador del gen ApoE4.