Por el Dr. Mercola
Se recomienda que los niños en edad escolar duerman entre 9 y 11 horas por noche, mientras que los adolescentes necesitan dormir entre 8 y 10 horas. Los niños pequeños y en edad preescolar necesitan aún más para funcionar de manera óptima: de 10 hasta 14 horas por noche.1
Sin embargo, muchos niños duermen pocas horas para satisfacer esta necesidad básica, lo cual podría poner en riesgo su salud física y mental.
En Inglaterra, los trastornos del sueño entre los niños también han aumentado, según reveló una investigación del diario The Guardian. El número de niños y adolescentes de 16 años de edad o menores con ingreso hospitalario por un trastorno del sueño aumentó de cerca de 6500 durante el período de 2012 a 2013 a casi 9500 en 2017.2
La mayoría de los ingresos hospitalarios se debieron a la apnea del sueño, con 8274 ingresos tan solo en el periodo de 2017 a 2018.
¿Por qué los niños tienen problemas para quedarse dormidos?
Una de las alegrías de la infancia debería ser la capacidad de quedarse dormido sin preocuparse por el mundo, o al menos sin la dificultad que aqueja a muchos adultos. Sin embargo, es posible que los niños se mantengan despiertos durante la noche debido a una ansiedad general, desde la escuela y la presión de los compañeros, hasta las redes sociales e incidentes terroristas.
En una clínica privada del sueño en Londres, el diario The Guardian informó que tan solo en el último año incrementaron en un 30 % las referencias por problemas de sueño relacionados con la ansiedad entre los niños.3 La ansiedad no solo puede dificultar el sueño, sino que –en un círculo vicioso– la falta de sueño puede provocar más ansiedad.
Las cuestiones prácticas también podrían desempeñar papel. Debido a que algunas veces los padres trabajan hasta tarde, es posible que los niños no tengan horarios regulares o rutinas para dormir que sean propicias.
Vicki Dawson, fundadora de The Children's Sleep Charity, que brinda apoyo a las familias para que los niños duerman, dijo para el diario The Guardian:
"Hemos observado cada vez más familias en las que ambos padres trabajan fuera del hogar, y eso podría significar que la hora de dormir sea más tarde, rutinas de sueño más apresuradas o no reguladas en lo absoluto... para mantener un mejor patrón de sueño la clave es tener una buena rutina de sueño".4
Asimismo, Dawson mencionó problemas alimenticios, incluyendo el consumo excesivo de azúcar o bebidas energéticas que los niños podrían consumir porque están cansados durante el día. Ambos pueden interferir con una buena noche de sueño. La alimentación podría influir en la obesidad, que es otro factor que puede interferir significativamente en el sueño.
La obesidad podría ser el factor responsable de los trastornos del sueño en los niños
En los Estados Unidos, más del 18 % de los adolescentes y casi el 14 % de los niños pequeños padecen obesidad,5 lo cual puede elevar el riesgo de apnea del sueño.
El tipo más común de apnea del sueño es la apnea obstructiva del sueño (OSA, por sus siglas en inglés), que puede ocasionar que las vías aéreas se bloqueen durante las fases del sueño, lo que podría disminuir o bloquear el flujo de aire.
Si un niño padece obesidad, se genera un estrés adicional en las vías aéreas superiores, que podría provocar un colapso, y causar apnea del sueño. Si la apnea del sueño pediátrica es dejada sin tratamiento podría ocasionar:6
- Problemas de comportamiento tales como hiperactividad y control deficiente de los impulsos
- Disfunción cognitiva y falta de atención
- Enfermedades cardíacas futuras, en especial si el niño padece –y continúa padeciendo– obesidad
- Problemas del estado de ánimo
Según la Asociación Americana de Apnea del Sueño, los estudios sugieren que hasta el 25 % de los niños diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH, por sus siglas en inglés) podría padecer OSA.7
Como tal, realmente muchos de los problemas de comportamiento y aprendizaje atribuidos al ADHD podrían ser consecuencias de un sueño fragmentado crónico.
Además, hay otros factores adyuvantes de la apnea del sueño en niños, aparte de la obesidad. Uno de los primeros puede ser la falta de lactancia, ya que cuando se realiza durante más de un mes está vinculada con un menor riesgo de apneas y ronquidos habituales.
Los investigadores consideran que podría haber un "efecto beneficioso entre el seno y boca relacionado con el desarrollo orofaríngeo (parte media de la garganta, detrás de la boca) con la consiguiente protección contra la disfunción de las vías respiratorias superiores que causan un trastorno respiratorio durante el sueño".8
Se cree que la lactancia materna puede ayudar a ampliar el tamaño del paladar del niño y desplazar la mandíbula hacia adelante, lo que podría ayudar a prevenir la apnea del sueño y crear suficiente espacio para respirar sin obstrucciones.
Dicho lo anterior, si su hijo padece obesidad, la perdida de peso podría mejorar drásticamente su apnea del sueño (y por lo tanto, la calidad de su sueño en general) al disminuir la presión sobre el abdomen y tórax, lo cual puede permitir que los músculos respiratorios funcionen con mayor normalidad.
La obesidad es otra espada de doble filo, ya que puede contribuir a los problemas del sueño, mientras que la falta de sueño también podría contribuir a la obesidad. Michael Farquhar, consultor en medicina del sueño del Hospital Pediátrico Evelina de Londres, dijo para el diario The Guardian:9
"Tenemos dos epidemias principales entre los niños; una es la obesidad y la otra es la salud mental, y el factor subyacente de ambos es el sueño... Siempre pensamos que el sueño era una consecuencia de la obesidad, pero cada vez se comprende mejor que el insomnio contribuye a la obesidad.
Cuando se priva del sueño, su cuerpo responde al alterar las hormonas que influyen en el hambre y apetito... anhela alimentos poco saludables cuando se encuentra cansado".
Publicidad
![Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo]()
![Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo]()
Los adolescentes de los Estados Unidos duermen pocas horas, ¿podría ayudar tener un horario de entrada escolar más tardío?
Según una encuesta de “Sleep in America”, el 58 % de los adolescentes tenía un promedio de solo siete horas de sueño por noche o menos,10 las cuales son significativamente menos horas que las ocho o diez horas recomendadas.
Lo cierto es que los dispositivos electrónicos son un problema, ya que muchos adolescentes se quedan hasta tarde para navegar por las redes sociales o jugar videojuegos. Sin embargo, los adolescentes también están vinculados a diferentes patrones de sueño y vigilia, que favorecen dormirse y levantarse más tarde.
A pesar de eso, muchas escuelas secundarias y preparatorias comienzan el día tan temprano como a las 7 a.m., lo que les proporciona a los adolescentes pocas oportunidades para dormir.
Una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño reveló que el 60 % de los jóvenes de 18 años de edad y menores indicó estar cansado durante el día y 15 % señaló haberse quedado dormido en la escuela.11
Ahora, exhortan a los educadores a tener horarios de entrada escolar más tardíos para que a los adolescentes les ayude a dormir mejor, junto con adoptar un plan de estudios de educación sobre el sueño para enseñarles a los estudiantes sobre la importancia del sueño, así como los efectos negativos de dormir pocas horas.
Mary Carskadon, directora del Laboratorio de Investigación de Cronobiología y Sueño del Hospital E.P. Bradley, en East Providence, Rhode Island, dijo para ABC News:
"Los adolescentes duermen muy pocas horas... Se les pide que se levanten en el momento equivocado. Se les solicita que asistan a la escuela cuando sus cerebros se encuentran dormidos".12
En 2014, la Academia Americana de Pediatría también emitió una declaración de políticas que instaban a las escuelas secundarias y preparatorias a retrasar el horario de entrada de las clases hasta las 8:30 a.m. o más tarde, para "alinear los horarios escolares con los ritmos biológicos del sueño de los adolescentes, cuyos ciclos de sueño-vigilia comienzan a cambiar hasta dos horas después del inicio de la pubertad".13
La Dra. Judith Owens, autora principal de la declaración de políticas, explicó:14
"La investigación es clara, e indica que, los adolescentes que duermen la cantidad de horas suficientes tienen un menor riesgo de exceso de peso o depresión, menor probabilidad de sufrir accidentes automovilísticos, mejores calificaciones, puntajes más altos en exámenes estandarizados y mejor calidad de vida en general...
Los estudios han demostrado que retrasar los horarios de entrada escolar más tempranos es un factor clave que podría ayudar a los adolescentes a dormir las horas que requieren para crecer y aprender".
¿Por qué dormir pocas horas podría ser un riesgo para los adolescentes?
La falta de sueño puede tener efectos significativos en la salud, desempeño, estado de ánimo y otros. Al menos un estudio sugiere que los adolescentes que tenían un horario de entrada escolar a las 8:30 a.m. o más tarde mejoraron su rendimiento académico, asistencia y puntualidad.
En una encuesta realizada a más de 9000 estudiantes de preparatoria, un horario de entrada más tardío permitió que más del 60 % durmiera ocho horas por noche, y la cantidad de accidentes automovilísticos de conductores adolescentes disminuyó en un 70 % cuando la escuela cambió su horario de entrada de las 7:35 a las 8:55 a.m. Además, los investigadores informaron que:15
"Los adolescentes que dormían menos de ocho horas reportaron síntomas de depresión significativamente más altos, mayor consumo de cafeína y mayor riesgo de tomar malas decisiones por el uso de sustancias".
Además, las investigaciones sugieren que los estudiantes de preparatoria que dormían seis horas o menos por noche presentaban el doble de probabilidad de involucrarse en conductas riesgosas, en comparación con los que dormían ocho horas (y solo el 30 % de los estudiantes que participaron en el estudio durmió un promedio de ocho horas por noche),16 que incluyeron:
- Consumir alcohol, tabaco, marihuana u otras drogas
- Conducir después de beber alcohol
- Portar un arma
- Involucrarse en una pelea
Dormir menos de seis horas por noche también estuvo relacionado con un riesgo tres veces mayor de considerar o intentar suicidarse. El autor principal, Matthew Weaver, Ph.D., epidemiólogo asociado de la División de Trastornos del Sueño y Circadianos, del Hospital Brigham and Women's, dijo en un comunicado de prensa:17
"Encontramos que la probabilidad de que los estudiantes de preparatoria realicen un comportamiento inseguro aumentó significativamente cuando dormían menos horas...
Las conductas personales riesgosas pueden ser precursoras comunes de accidentes y suicidios, que son las principales causas de muerte entre los adolescentes y podrían tener implicaciones importantes en la salud y seguridad de los estudiantes de preparatoria en la nación".
Los dispositivos electrónicos tienen un papel importante en los problemas del sueño infantil
Los dispositivos electrónicos tienen un poder considerable cuando se trata de la calidad del sueño infantil, ya que el 56 % de los padres en una encuesta los responsabiliza (incluyendo a las redes sociales y teléfonos celulares) como la razón principal por la que sus adolescentes tienen problemas para conciliar el sueño y permanecer dormidos.18
Adicionalmente, entre los adolescentes con problemas de sueño frecuentes u ocasionales, el 72 % indicó que su médico le había recomendado apagar los dispositivos electrónicos y celulares para tratar sus problemas de sueño.
Esto debido a que exponerse a televisores o pantallas de computadoras retroiluminadas por luces LED durante la noche podría suprimir de forma significativa la producción de melatonina y sensación de somnolencia.
Cuando su cerebro “ve” luz azul durante la noche, el mensaje mixto podría sumarse a serios problemas de salud. Por ejemplo, en 2011 los investigadores descubrieron que exponerse a pantallas de computadora con retroiluminación de luces LED durante la noche puede afectar la fisiología circadiana.
Cuando 13 hombres jóvenes fueron expuestos a una pantalla iluminada por LEDs por cinco horas durante la noche, suprimieron significativamente su producción de melatonina junto con su sensación de somnolencia.19
Si su hijo observa pantallas durante la noche, es esencial bloquear su exposición a la luz azul mientras lo hace. En el caso de una computadora, puede instalar un programa para disminuir automáticamente la temperatura del color de la pantalla. Muchas personas utilizan f.lux para hacerlo, pero yo prefiero el software de Iris para lograr este propósito.
Asimismo, cuando vea televisión u otras pantallas, debe asegurarse de utilizar lentes para bloquear la luz azul después del anochecer. Sin embargo, en el caso de los niños y adolescentes, lo ideal es apagar los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir y, de preferencia, tan pronto como oscurezca.
Lista de estrategias principales para ayudar a su hijo a dormir
La privación del sueño, o falta de sueño de calidad, puede generar un impacto significativo en la salud general y originar los siguientes problemas:
Mayor riesgo de accidentes automovilísticos |
Más accidentes laborales |
Menor capacidad para realizar tareas |
Menor capacidad para aprender o recordar |
Menor productividad laboral |
Menor creatividad en el trabajo o en otras actividades |
Menor rendimiento atlético |
Mayor riesgo de diabetes tipo 2, obesidad, cáncer, hipertensión arterial, osteoporosis y enfermedad cardiovascular |
Mayor riesgo de depresión |
Mayor riesgo de demencia y enfermedad de Alzheimer |
Función inmunológica inadecuada |
Tiempo de reacción más lento |
Mala regulación de las emociones y percepción emocional |
Malas calificaciones en la escuela |
Mayor susceptibilidad a las úlceras estomacales |
Exacerbación de las enfermedades crónicas actuales como el Alzheimer, Párkinson, esclerosis múltiple y cáncer |
Con solo una hora menos de sueño por noche podría generarse una mayor expresión de genes relacionados con la inflamación, capacidad de excitación inmunológica, diabetes, riesgo de cáncer y estrés20 |
Envejecimiento prematuro acelerado por interferir con la producción de la hormona del crecimiento, la cual por lo regular es liberada por la glándula pituitaria, durante las fases del sueño profundo |
Por lo tanto, es esencial ayudar a su hijo a desarrollar hábitos de sueño saludables desde el principio. Si considera que el problema es la apnea del sueño, debe acudir con un profesional para que evalúe a su hijo, realice un diagnóstico y plan de tratamiento adecuados. También, podría considerar utilizar remedios naturales como la melatonina, pero debe tomar en consideración que hay otras opciones.
Si bien, proporcionar ocasionalmente un suplemento de melatonina a los niños sanos podría ayudarles a dormir y es poco probable que cause daño, la mayoría de los problemas del sueño deben abordarse por medio de una mejor higiene del sueño y cambios en el comportamiento.
Sin embargo, existe cierta evidencia de que suplementar con melatonina podría ayudar a los niños con autismo, ADHD u otros padecimientos del desarrollo neurológico o psiquiátrico.21 En particular, Canadian Family Physician sugirió:22
Evitar siestas durante el día |
La hora de la cena debe ser al menos dos horas antes de dormir |
El tiempo para observar pantallas (ver TV, jugar con la computadora o videojuegos) debe interrumpirse al menos una hora antes de dormir |
Debe mantener una rutina regular de horario para dormir, incluyendo la rutina del sueño y hora de despertar |
Los niños deben dormir en sus propias camas |
El entorno para dormir debe ser oscuro y tranquilo; la habitación no debe estar muy caliente |
Debe evitar la cafeína, nicotina y alcohol |
|
Asimismo, podría instalar cortinas oscuras o de blackout en la habitación de su hijo, para evitar su exposición a la luz azul durante la noche, y hacer que su hijo utilice lentes para bloquear la luz azul después del anochecer y exponerse a la luz solar brillante en la mañana tanto como le sea posible, para ayudar a su hijo a restablecer su reloj circadiano todos los días.
Incluso hacer la tarea demasiado tarde por la noche podría dificultarle a su hijo poder conciliar su sueño, así que debe tratar de que su hijo cumpla con todas sus responsabilidades temprano para tenga tiempo para relajarse antes de dormir.
De igual manera, es importante ser un buen modelo a seguir, incluyendo limitar su propia exposición a los dispositivos electrónicos y la luz azul por la noche, y terminar su trabajo antes de dormir para que pueda estar completamente presente y ayudar a su hijo a tener una rutina relajante a la hora de dormir.