Por el Dr. Mercola
Los casi 100 billones de bacterias que viven en y sobre su cuerpo realizan una amplia variedad de funciones. Hasta ahora nos hemos percatado de que las bacterias deben estar bien equilibradas y nutridas para mantener una buena salud física y mental.
Aunque se esperaba que el Proyecto del Genoma Humano demostrara que las terapias génicas podrían librarnos de enfermedades, en realidad reveló que la composición genética tiene una función mucho más pequeña de lo que se creía antes.
La ciencia emergente también demuestra que su microbioma puede alterarse rápidamente, para bien o para mal, según factores como su alimentación, estilo de vida y exposición química.
Aunque es una espada de doble filo, dado que muchas amenidades de la modernidad son extremadamente perjudiciales para la flora intestinal, la alimentación tal vez sea una de las formas más fáciles, rápidas y efectivas de optimizar su microbioma.
La importancia de las bacterias que crecen en su intestino se vuelve cada vez más clara a medida que aprendemos que estas colonias de microorganismos le hacen justicia al viejo dicho de que:1 "somos lo que comemos".
La investigación ha demostrado que el microbioma intestinal desempeña una función importante en su sistema inmunológico y en el desarrollo de muchas enfermedades y afecciones de salud, incluida la obesidad y dificultad para mantenerse delgado después de bajar de peso, depresión y esclerosis múltiple, solo por mencionar algunas.
Más recientemente, un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de científicos y colegas demostró que un equilibrio de bacterias beneficiosas en su tracto digestivo podría ayudarlo a protegerse contra el estafilococo resistente a los antibióticos.2
Infecciones por estafilococos mortales en todo el mundo
El Staphylococcus aureus (S. aureus) es una bacteria que se encuentra comúnmente en la piel y nariz, incluso en personas saludables. Aunque no suele causar infecciones ni problemas, cuando invade su cuerpo o coloniza su intestino, puede crear problemas importantes. La bacteria S. aureus también se ha vuelto resistente a los antibióticos y es una causa común de sepsis.
Las infecciones por estafilococos pueden variar desde infecciones cutáneas hasta endocarditis, una infección potencialmente mortal que ataca el músculo cardíaco. Como resultado, los síntomas de una infección por estafilococos varían, dependiendo del sistema que la bacteria está atacando en su cuerpo.3
La aparición de S. aureus resistente a la meticilina (MRSA, por sus siglas en inglés) se registró la década de 1960 y se difundió mundialmente, convirtiéndose rápidamente en una de las principales causas de infecciones bacterianas, tanto dentro del sistema de atención de salud como en las comunidades.4
La MRSA es resistente a varios antibióticos, incluida la meticilina, penicilina y amoxicilina.
Dicha resistencia hace que la infección sea difícil de tratar y aumenta el riesgo de muerte cuando provoca sepsis. En los Estados Unidos, la S. aureus es uno de los desencadenantes más comunes de las infecciones en la piel, incluidos los forúnculos, impétigo, abscesos e infección de heridas.5
Se diagnostican más de 95 000 infecciones por MRSA al año, aproximadamente 18 000 de las cuales provocan la muerte.6 Casi el 86 % de todas las infecciones invasivas por MRSA ocurren en entornos sanitarios.7
Las bacterias de estafilococo también son un desencadenante común de la intoxicación por alimentos.8 Los síntomas suelen aparecer algunas horas después de consumir los alimentos contaminados, pero a menudo desaparecen rápidamente después de solo 12 horas.
Sin embargo, cuando el S. aureus ingresa a su sangre, podría desencadenar septicemia, incluyendo fiebre, presión arterial baja e infecciones en los órganos internos, huesos, músculos y alrededor de dispositivos implantados quirúrgicamente.
Entre 2009 y 2014, el porcentaje promedio de cepas de S. aureus resistentes a los antibióticos fue de cerca del 20 % en los Estados Unidos.9 En respuesta, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, financiado por los NIH, investigó el potencial de los bacilos (bacterias beneficiosas utilizadas en suplementos probióticos) que protegen contra el S. aureus.10
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Este probiótico mata las bacterias resistentes a los antibióticos
Las bacterias son organismos microscópicos, unicelulares, que existen en todos los entornos, tanto dentro como fuera de otros organismos. Algunos, como el S. aureus, son perjudiciales, pero otros tienen un propósito útil.11 Sin embargo, la proliferación esta bacteria aumenta su riesgo de contraer una infección grave resistente a los antibióticos.
De manera inesperada, encontraron que la bacteria Bacillus evitaba que el S. aureus se desarrollara en el intestino y nariz de personas saludables.
Los bacilos se encuentran comúnmente en los suplementos probióticos y podrían eliminar estas bacterias al secretar un compuesto que bloquea un sistema de señalización clave conocido como detección de cuórum.12 Este mecanismo de señalización controla la adaptación de la célula a la densidad de población de las bacterias.
Diferentes especies de bacterias tienen diferentes señales y sensores, por lo que es posible que una sustancia que inhiba la detección del cuórum en el S. aureus no afecte a otras bacterias. Las bacterias fueron capaces de inhibir el sistema especializado que produce moléculas conocidas como fengicinas.
Por medio de la cromatografía y espectrometría de masas, los científicos identificaron a las fengicinas, una clase de lipopéptidos, como la sustancia específica que inhibe el sistema de detección.
Las fengicinas inhibieron el crecimiento de S. aureus, incluido el MRSA USA300, la superbacteria responsable de la mayoría de las infecciones comunitarias que amenaza la población estadounidense.13
Las bacterias Bacillus y S. Aureus no estaban presentes en los mismos participantes
Los investigadores primero recolectaron y analizaron muestras de heces de casi 200 participantes en áreas rurales de Tailandia. Plantearon la hipótesis de que las personas que viven en áreas rurales estarían menos expuestas a los antibióticos o esterilización de alimentos en comparación con las personas de los países occidentales.14
Un análisis de las muestras encontró que el 12.5 % de los participantes presentaba S. aureus en sus intestinos y el 13 % tenía la bacteria en sus fosas nasales. Esto fue sorprendente, ya que fue mucho más bajo que la colonización comúnmente registrada en adultos de áreas urbanas, que es de 20 % en el intestino y 40 % en la nariz.15
Las muestras fecales también demostraron que quienes presentaban la bacteria Bacillus no tenían S. aureus y viceversa. Posteriormente, los científicos realizaron pruebas en ratones, con lo que indicaron que las bacterias S. aureus tienen un sistema especializado que les permite colonizar dentro del cuerpo.
En otros experimentos con ratones, se introdujo el S. aureus y se le permitió colonizar los intestinos de los roedores.16
Después les administraron esporas de Bacillus subtilis a los ratones una vez cada tercer día. El intestino de estos roedores pronto quedó libre de S. Aureus. Esperan encontrar una estrategia que evite que el S. aureus colonice y, con ello reducir el potencial de infecciones por estafilococos.
Algunos de los métodos actuales de descolonización son controvertidos, ya que requieren cantidades considerables de antibióticos y han tenido un éxito limitado.
Michael Otto Ph.D., el investigador principal del estudio comentó:17 "En última instancia, esperamos determinar si se puede usar un régimen probiótico simple con el fin de reducir las tasas de infección por MRSA en los hospitales".
Otros beneficios de un microbioma intestinal equilibrado
Mantener un microbioma intestinal equilibrado brinda algunos otros beneficios significativos. Por ejemplo, científicos en el Reino Unido examinaron detenidamente la introducción de los probióticos en el microbioma intestinal y descubrieron que podría ayudar a prevenir la formación de tumores e incluso tratar los ya existentes.
En su investigación,18 escribieron que la bacteria intestinal Lactobacillus es capaz de tratar el cáncer de colon, que es el tercer cáncer más común en los Estados Unidos, además del cáncer de piel.
Varios estudios han encontrado que los factores que aumentan la incidencia de cáncer colorrectal incluyen la falta de ejercicio, escaso consumo de frutas y vegetales, sobrepeso u obesidad y diagnóstico de enfermedad inflamatoria intestinal.
En resumen, su microbioma intestinal desempeña una función impresionante en su salud general, incluido el posible desarrollo del cáncer colorrectal. Los investigadores también han encontrado diferencias en el microbioma intestinal entre las personas que padecen la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) y las personas delgadas.19
Las personas con NAFLD tienen más probabilidades de desarrollar un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado junto con un aumento de la permeabilidad intestinal. Aunque no hay manera de cambiar el hecho de que ciertos alimentos aumentan su riesgo de subir de peso, las bacterias también desempeñan un papel importante para facilitar el proceso.
Los alimentos conocidos por producir disfunción metabólica y resistencia a la insulina, como los alimentos procesados, fructosa, azúcar y endulzantes artificiales, también diezman las bacterias intestinales beneficiosas. De hecho, este podría ser un mecanismo por el cual estos alimentos promueven la obesidad.
Otra investigación ha encontrado un vínculo funcional entre cierto microbioma intestinal y la aparición del Parkinson. Sus datos20 demuestran que los químicos específicos producidos por ciertas bacterias empeoran la acumulación de las proteínas en el cerebro que se vinculan con la enfermedad de Parkinson.
Cada año el intestino enfrenta cada vez más amenazas de factores ambientales
Su microbioma intestinal está bajo ataques constantes a través del ambiente, alimentación y elecciones de estilo de vida. Si las bacterias intestinales se desequilibran, aumenta su riesgo de desarrollar enfermedades tanto crónicas como graves. Algunos de los factores que representan mayor peligro para su microbioma intestinal incluyen:
Azúcar refinada, sobre todo el jarabe de maíz procesado de alta fructosa |
Alimentos transgénicos (GE, por sus siglas en inglés) (extremadamente abundantes en las bebidas y alimentos procesados) |
Productos químicos agrícolas como herbicidas y pesticidas. El glifosato parece ser de los peores |
Carne de animales criados de forma convencional y otros productos de origen animal; los animales de granjas industriales normalmente son alimentados con bajas dosis de antibióticos y alimento transgénico para ganado |
Antibióticos (úselos solo si es totalmente necesario, y asegúrese de repoblar su intestino con alimentos fermentados o un buen suplemento probiótico) |
Los AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos) dañan las membranas celulares e interrumpen la producción de energía de las mitocondrias |
Inhibidores de la bomba de protones (medicamentos que bloquean la producción de ácido en el estómago, usualmente recetados para la ERGE, tales como Prilosec, Prevacid y Nexium) |
Agua clorada o fluorada. |
Jabón antibacterial |
Gluten o lectinas |
Contaminación |
Estrés |
La fibra y los alimentos fermentados son esenciales para la salud intestinal
Los científicos ahora comprenden que su intestino tiene un papel crucial en la salud y los procesos de enfermedad, en realidad actúa como un segundo cerebro. Mejorar su microbioma intestinal es una excelente inversión a largo plazo para su salud y bienestar. Las consecuencias de un microbioma deficiente pueden afectar su estado de ánimo, emociones, alergias y más.21
La diversidad bacteriana en su intestino comienza al nacer (los bebés son "inoculados" a medida que atraviesan el canal de parto) y se ven afectados por la genética, ya sea que sean amamantados o alimentados con biberón, así como por su entorno inmediato.
En el futuro, la diversidad microbiana es el resultado de sus elecciones de alimentos. Nutrirse con bacterias beneficiosas es una forma de mantener su salud y es fácil al consumir alimentos fermentados de manera tradicional.
Lo ideal es que incluya una variedad de bebidas y alimentos fermentados, ya que cada uno inoculará su intestino con diferentes microorganismos. Hay varios que puede preparar fácilmente en casa, incluidos vegetales, conservas y condimentos fermentados, productos lácteos como yogur, kéfir y crema agria, además de pescado, caballa y salmón gravlax fermentado.
Los alimentos que contienen fibra, como los frutos secos, semillas, frutas y vegetales también ayudan a promover una mejor salud digestiva al alimentar sus bacterias benéficas. Una de las razones por las que los alimentos fermentados son tan beneficiosos es porque contienen una gran variedad de bacterias beneficiosas.
Sin embargo, es posible que no sea suficiente si el resto de su alimentación es deficiente. Sus bacterias intestinales son una parte activa e integral de su cuerpo, y como tales son vulnerables a sus elecciones de estilo de vida.
Es posible que no esté consumiendo suficiente fibra para su intestino
Por ejemplo, comer muchos alimentos procesados compromete sus bacterias, ya que los alimentos procesados en general destruyen la microflora saludable y alimentan a las bacterias y levaduras perjudiciales. Sus bacterias intestinales también son muy sensibles a los antibióticos, jabones antibacterianos, químicos agrícolas, la contaminación y el agua clorada.
Dado que prácticamente todos estamos expuestos a estos factores, incluidos los antibióticos de los productos de origen animal de granjas industriales, garantizar que sus bacterias intestinales permanezcan equilibradas debe ser una consideración constante.
Un suplemento probiótico de alta calidad puede ser útil para mantener su sistema digestivo en buen funcionamiento si en ocasiones se desvía de una alimentación saludable o necesita tomar antibióticos.
Los microbios intestinales que se especializan en la fermentación de fibra soluble también desempeñan un papel importante en la prevención de trastornos inflamatorios, ya que ayudan a calibrar su sistema inmunológico.22
Los productos derivados de este proceso de fermentación nutren las células que recubren el colon y ayudan a prevenir el intestino permeable, una afección en la que las toxinas migran de su intestino al torrente sanguíneo, lo que desencadena una respuesta inflamatoria.
Aunque las recomendaciones de fibra requieren de 20 a 30 gramos de fibra al día, creo que la cantidad ideal es mucho mayor, probablemente el doble. Consumir alimentos enteros, especialmente vegetales, también le proporciona fibra soluble e insoluble de manera natural para alimentar a los microorganismos vivos de su intestino.