¿Los hongos pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo?

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

hongos

Historia en Breve

  • En comparación con algunas personas que consumieron hongos menos de una vez a la semana, las que lo hicieron dos o más veces presentaron un riesgo 50 % menor de deterioro cognitivo leve (MCI, por sus siglas en inglés)
  • Se determinó que una porción era de tres cuartos de taza de hongos cocidos o 150 gramos, la cual es una cantidad razonable para añadir a su alimentación
  • Los hongos contienen ergotioneina (ET), en ocasiones conocida como un antioxidante maestro
  • Investigaciones anteriores demostraron que las personas con MCI contaban con niveles más bajos de ET que sus colegas, llevando a los investigadores a creer que este puede desempeñar un papel dentro de la neurodegeneración

Los hongos comestibles son un súper alimento sencillo con grandes beneficios para la salud que pueden competir incluso con las verduras más nutritivas. Se ha demostrado recientemente que los hongos (que son hongos y no plantas), apoyan la salud del cerebro, por lo que pueden reducir el riesgo de un deterioro cognitivo, incluso si se consumen dos veces por semana únicamente.

Considerando que los hongos se encuentran ampliamente disponibles, son relativamente accesibles y adecuados para una amplia variedad de usos culinarios, por lo que agregarlos a su dieta puede ser una de las maneras más sencillas para mejorar la salud de su cerebro, y de muchas cosas más.

Los hongos podrían prevenir el deterioro cognitivo leve

Investigadores de la Universidad Nacional de Singapur (NUS, por sus siglas en inglés) utilizaron datos de 663 participantes de 60 años o más, para determinar si el consumo de hongos provocaba un efecto sobre la función cognitiva. Monitorearon el consumo de hongos comunes en la gastronomía de Singapur, incluyendo lo siguiente:

Setas de oro

Hongo ostra

Hongos shiitake

Champiñones blancos

Hongos secos

Hongos enlatados

Junto con esta medida alimenticia, los investigadores midieron la función cognitiva de los participantes utilizando pruebas neuropsicológicas estándar, así como recopilando información sobre su historial médico, demografía y más.

Asimismo, se calificó a cada persona en una escala de síntomas de demencia para evaluar si sufría de algún deterioro cognitivo leve (MCI), el cual se define por una disminución notable de las capacidades cognitivas que aún no interfieren con la mayoría de las funciones diarias.

Resultó que, en comparación con algunas personas que consumieron hongos menos de una vez a la semana, las que los consumieron dos o más veces presentaron un riesgo 50 % menor de MCI.

Se determinó que una porción era de tres cuartos de taza de champiñones cocidos o 150 gramos, la cual es una cantidad razonable para añadir a su alimentación. Además, aun al consumir una porción de champiñones a la semana se obtenía algún beneficio en la reducción de las tasas de MCI.

La autora del estudio, Lei Feng, profesora asistente del departamento de medicina psicológica de NUS, menciono en un comunicado de prensa: "Esta correlación es sorprendente y alentadora. Al parecer, un solo ingrediente normalmente disponible podría provocar un efecto dramático en el deterioro cognitivo".

Los hongos contienen Ergotioneina, el antioxidante maestro

Los hongos contienen muchos compuestos benéficos, incluyendo nutrientes como fibra, vitaminas B y C, calcio, potasio, fósforo, magnesio, selenio y zinc, pero uno que puede ser particularmente beneficioso para la salud cerebral es la ergotioneína (ET), a la cual se le hace referencia. como un antioxidante maestro.

Las investigaciones anteriores demostraron que las personas con MCI contaban con menores niveles de ET que sus colegas, por lo que los investigadores concluyeron que este puede desempeñar un papel dentro de la neurodegeneración.

El compuesto inhibe el estrés oxidativo y protege contra las lesiones neuronales causadas por sustancias como la quimioterapia, incluso mejora la cognición en estudios de laboratorio.

También se ha demostrado que la ET ofrece protección contra la pérdida de memoria y la pérdida de las capacidades de aprendizaje en ratones, al igual que las pérdidas por los péptidos beta-amiloides, los cuales son neurotóxicos y contribuyen al desarrollo de Alzheimer.

La investigación preliminar ha encontrado que los países que llevan una alimentación enriquecida con ET, muestran tasas inferiores de enfermedades neurodegenerativas en comparación con aquellos países con menor consumo de ET.

"No se sabe, sí solo es una correlación o es causal. Sin embargo, es algo digno de análisis, especialmente porque la diferencia entre los países con tasas inferiores de enfermedades neurodegenerativas es de aproximadamente 3 miligramos por día, lo que equivale a aproximadamente cinco hongos diarios ", explicó Robert Beelman, profesor emérito de ciencias alimentarias y director del Centro de Productos para la Salud de Plantas y Hongos de Penn State, en un comunicado de prensa.

Beelman y sus colegas llevaron a cabo una investigación que demostró que los hongos porcini cuentan con los niveles más altos de ET dentro de las variedades examinadas. También contienen altos niveles de glutatión, otro antioxidante que puede ayudar a disminuir o mejorar la progresión de los trastornos neurodegenerativos.

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¿Qué es el deterioro cognitivo leve?

El MCI es una leve disminución de las capacidades cognitivas que aumenta el riesgo de desarrollar una demencia más grave, como la enfermedad de Alzheimer (aunque no se trata de alguna garantía en lo absoluto). Se estima que hasta el 20 % de las personas de 65 años o más pueden desarrollar MCI.

Tan simple cómo perder sus llaves ocasionalmente no es motivo de alarma, sin embargo, el hecho de olvidar información importante que normalmente habría recordado, como citas, conversaciones o eventos recientes, puede ser una señal importante.

También es posible que le resulte más difícil tomar decisiones acertadas, averiguar la secuencia de pasos necesarios para completar una tarea o calcular el tiempo necesario para hacerlo.

Si le han diagnosticado MCI, tenga en cuenta que algunos casos no progresan e incluso pueden mejorar. Ejercitarse regularmente, contar con una dieta balanceada y participar en actividades mental y socialmente estimulantes pueden ayudar a aumentar su capacidad mental, y como sugiere este estudio, consumir hongos puede ayudar a prevenir el MCI.

En un estudio japonés, el consumo frecuente de hongos se relacionó una vez más con un menor riesgo de deterioro cognitivo, en este caso la demencia, mientras que una revisión de más de 20 "hongos culinario-medicinales que mejoran el cerebro" y sus compuestos activos (al menos 80 de todos) revelaron que "se reducía la neurotoxicidad inducida por beta amiloide y contaban con anti-acetilcolinesterasa, estimulación de crecimiento de neuritas, síntesis de factores de crecimiento nerviosos (NGF, por sus siglas en inglés), efectos neuroprotectores, antioxidantes y anti-(neuro) inflamatorios".

Asimismo, los investigadores concluyeron: "Los hongos pueden considerarse agentes terapéuticos útiles en el manejo o tratamiento de enfermedades neurodegenerativas".

Existen más de 2000 especies de hongos comestibles o medicinales

Como se señaló en el Diario de Medicina Tradicional y Complementaria, se han identificado más de 14 000 especies de hongos (se cree que existen más de 140 000), de las cuales más de 2000 son comestibles o medicinales.

Los investigadores solicitan mayor investigación sobre los diferentes tipos para identificar aquellos que pueden proporcionar los beneficios más potentes para la salud cerebral especialmente a medida que la población envejece.

Según los investigadores, se estima que entre 80 y 90 millones de personas llegarán a la edad de 65 años o más en el 2050, muchas de las cuales podrán verse afectadas por trastornos neurodegenerativos relacionados con la edad.

"Se necesita validación científica si se deben considerar estos hongos, y esto se puede lograr mediante la comprensión de los mecanismos moleculares y bioquímicos involucrados en la estimulación del crecimiento de las neuritas.

Si bien es difícil extrapolar los estudios in vitro a lo que puede suceder en el cerebro humano, los estudios han demostrado que puede existir una mejoría en las capacidades cognitivas de los ancianos si se incorporan hongos a su alimentación diaria".

Además, para el 2020, se espera que las enfermedades neurodegenerativas como la demencia y el Alzheimer puedan afectar a 42 millones de personas.

Las estrategias farmacológicas han fallado al proporcionar soluciones, pero los nutracéuticos naturales, incluyendo los hongos y sus extractos, se muestran prometedores, no solo por su potencial antioxidante sino también por sus efectos inmunomoduladores.

"Se ha demostrado que numerosos hongos comestibles contienen compuestos extraños y exóticos que exhiben efectos positivos en las células del cerebro, tanto in vitro como in vivo ... Para resumir, estos hongos pueden considerarse alimentos funcionales para la mitigación de enfermedades neurodegenerativas", redactaron los investigadores en el Diario de Alimentos Medicinales.

Los hongos proporcionan beneficios multifacéticos

Su cerebro no es el único beneficiado al consumir hongos, ya que sus variedades medicinales poseen una gran cantidad de propiedades medicinales potentes, las cuales incluyen:

Antitumoral

Inmunomodulador

Antioxidante

Cardiovascular

Antihipercolesterolémico

Antivirulento

Antibacteriano

Antiparasitario

Antimicótico

Desintoxicador

Hepatoprotector

Efectos antidiabéticos

Los polisacáridos de cadena larga, particularmente las moléculas de alfa y betaglucano, son los principales responsables del efecto beneficioso de los hongos en su sistema inmunológico. Se encontró dentro de un estudio que al añadir una o dos porciones de hongos Shiitake secos se muestra un efecto modulador beneficioso en la función del sistema inmunológico.

Si bien, existen al menos 126 funciones medicinales atribuidas a los hongos, los polisacáridos han recibido atención especial y han sido objeto de varios estudios de investigación.

Según la Revista Internacional de Hongos Medicinales, " los hongos más importantes para la medicina moderna son los polisacáridos con propiedades antitumorales e inmunoestimulantes. Varios de los compuestos de polisacáridos de hongos han avanzado a través de ensayos clínicos de fase I, II y III, y se utilizan amplia y exitosamente como medicamentos en Asia para tratar diversos tipos de cáncer y otras enfermedades ".

Por ejemplo, los hongos de cola de pavo contienen el polisacárido K (PSK, por sus siglas en inglés), el cual se encuentra aprobado en Japón para tratar el cáncer. En los Estados Unidos, Los Institutos Nacionales de Salud patrocinaron un ensayo clínico en el que se administró un producto de cola de pavo (hongo) a pacientes con cáncer de mama después de terapias de radiación.

Estos pacientes mostraban un aumento en las células que combaten el cáncer en su sistema inmunológico. El ácido ganodérico en los hongos reishi puede ser útil para tratar el cáncer de pulmón.

Más allá de la salud cerebral: ¿Para qué sirven los hongos?

Además de respaldar la salud cerebral y combatir el cáncer, los hongos cuentan con un efecto protector sobre las mitocondrias, la fuente de energía de sus células, y se cree que sus polisacáridos ofrecen actividad antienvegecimiento.

También se ha demostrado que el extracto de hongos modula las bacterias intestinales, lo que lleva a una serie de beneficios adicionales, incluyendo la ayuda con el control de peso y la resistencia a la insulina. El hongo actúa como una forma de prebióticos que estimula el crecimiento de microbios benéficos.

Según un estudio publicado en Nature Communications, "Nuestros resultados indican que Glucidum [Ganoderma lucidum es un hongo medicinal comúnmente conocido como lingzhi en China y reishi en Japón] y sus polisacáridos de alto peso molecular pueden utilizarse como agentes prebióticos para prevenir la disbiosis intestinal y trastornos metabólicos relacionados con la obesidad en individuos obesos".

El beta-glucano en los hongos, conocido por sus efectos anticancerígenos e inmunoestimulantes, incluso desempeña un papel en el metabolismo de las grasas y puede ayudar a apoyar la pérdida de peso y a los niveles saludables de colesterol. En conjunto, los hongos son un verdadero súper alimento, como lo señala el análisis de Food Chemistry:

"Los hongos son ricos en aspectos antiinflamatorios, como polisacáridos, compuestos fenólicos e indólicos, micosteroides, ácidos grasos, carotenoides, vitaminas y biometales. Los metabolitos de los hongos del taxón Basidiomycota poseen propiedades antioxidantes, anticancerígenas y, lo más importante, antiinflamatorias.

Informes recientes indican que los extractos de hongos comestibles exhiben beneficios terapéuticos favorables y beneficios para la salud, particularmente en relación con las enfermedades asociadas con la inflamación.

Con toda seguridad, los hongos comestibles pueden denominarse "súper alimentos" y se recomiendan como un componente valioso en la alimentación diaria".

Prueba esta receta de champiñones a cocción lenta

Uno de los mejores aspectos de los hongos es que la investigación muestra beneficios significativos para la salud con solo dos porciones a la semana. Puede reunir fácilmente esta cantidad, y más, al utilizar la sabrosa receta de hongos al ajo a lenta cocción que se muestra a continuación.

Es un excelente plato de acompañamiento que es increíblemente fácil de hacer, y se sentirá realmente satisfecho al consumirlo sabiendo que le está ofreciendo un gran impulso a la salud de su cerebro.

Como siempre, elija hongos orgánicos cada que sea posible o considere cultivar sus propios hongos en casa.

Hongos al ajo a lenta cocción

Ingredientes

  • 1 libra de hongos cremini
  • 2/3 taza de caldo vegetal orgánico
  • 2 cucharadas de mantequilla de leche de vacas alimentadas con pastura
  • 2 cucharadas de ajo picado
  • 2 ramitas de tomillo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/4 cucharadita de pimienta negra

Preparación

  1. Ponga la olla a fuego lento. Enjuague y seque los hongos. Agregue los champiñones, el caldo de verduras, la mantequilla, el ajo, el tomillo, la sal marina y la pimienta negra. Revuelva. Cubra con una tapa y cocine por una hora.
  2. Revuelva los hongos y cocine una hora más o hasta que los champiñones se ablanden. Retire el tomillo y sirva caliente.

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