¿La suplementación con vitamina D puede prevenir el cáncer y enfermedades cardiovasculares?

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

vitamina d y prevencion de enfermedades

Historia en Breve

  • Las recientes investigaciones afirman que la suplementación con "dosis alta" de vitamina D no disminuyó más la incidencia de cáncer o eventos cardiovasculares, en comparación con el placebo
  • La "dosis alta" administrada en este ensayo fue de apenas 2000 unidades internacionales (UI) al día, lo cual solo es una cuarta parte o menos de lo que muchas personas necesitan para elevar sus niveles en sangre a un rango seguro
  • El estudio no evaluó ni realizó un seguimiento de los niveles de vitamina D en la sangre de los participantes, que es la única forma de garantizar la suficiencia y cumplimiento del protocolo
  • El cáncer es una enfermedad de lento desarrollo y los efectos de la intervención alimenticia solo se hacen evidentes después de varios años Cuando se excluyeron los primeros dos años de datos de seguimiento, las personas que tomaron 2000 UI de vitamina D3 al día presentaron un riesgo 25 % menor de cáncer en los siguientes (entre tres y cinco) años
  • Muchas personas necesitan hasta 10 000 UI al día para alcanzar un nivel de 40 ng/mL (100 nmol/L) o más en la sangre, que es el límite mínimo para mantener la salud y prevenir enfermedades Lo ideal es mantener un nivel entre 60 y 80 ng/mL (150 y 200 nmol/L)

La efectividad de la suplementación con vitamina D se ha cuestionado de nuevo con titulares negativos que pregonan su falta de capacidad para prevenir el cáncer y enfermedad cardiovascular. Sin embargo, lo que la mayoría de los investigadores y periodistas no abordan es el hecho de que:

  • La "dosis alta" administrada en este ensayo fue de tan solo 2000 unidades internacionales (UI) al día, lo cual solo representa una cuarta parte o menos de lo que muchos necesitan para elevar sus niveles sanguíneos a un rango seguro
  • No realizaron pruebas ni monitorearon los niveles de vitamina D en la sangre de los participantes, que es la única manera de garantizar la suficiencia

Si nos basamos solo en esos dos factores, precisamente lo que se podría predecir es un resultado negativo. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, el estudio encontró algunos beneficios bastante notables que simplemente fueron omitidos.

De hecho, si se hubiera tratado de un ensayo de medicamentos, es probable que la vitamina D probablemente habría sido declarada como un medicamento milagroso contra el cáncer y la enfermedad cardiovascular, según los hallazgos. Este es el tipo de tergiversación de la ciencia e informes selectivos que restringen a la salud pública.

Conclusiones del estudio VITAL

El estudio en cuestión, que en parte fue financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos, se publicó en el número de enero de 2019 de New England Journal of Medicine (NEJM, por sus siglas en inglés).

(Un segundo estudio comparó los suplementos de grasas omega-3 con el placebo en los mismos criterios de valoración). Como se detalla en el documento sobre la vitamina D, el estudio fue:

"[Un] ensayo nacional, aleatorizado, controlado por placebo, con un diseño factorial de dos por dos, de vitamina D3 (colecalciferol) en una dosis de 2000 UI al día y ácidos grasos marinos n-3 (también llamados grasas omega-3) en una dosis de 1 gramo al día para prevenir el cáncer y enfermedad cardiovascular en hombres de 50 años de edad o mayores, y mujeres de 55 años de edad o mayores en los Estados Unidos.

El cáncer invasivo de cualquier tipo y eventos cardiovasculares mayores (un compuesto de infarto del miocardio, derrame cerebral o muerte por causas cardiovasculares) fueron el objetivo principal. Los resultados secundarios incluyeron tipos de cáncer localizados en áreas específicas, muerte por cáncer y eventos cardiovasculares adicionales".

En conclusión, los autores determinaron que "la suplementación con vitamina D no disminuyó más la incidencia de cáncer invasivo o eventos cardiovasculares, en comparación con el placebo".

¿Qué revela realmente la información del estudio VITAL?

Sin embargo, como señala GrassrootsHealth, una organización de investigación sobre salud pública sin fines de lucro y dedicada a trasladar de la investigación a la práctica los mensajes de salud pública relacionados con la vitamina D y grasas omega-3, "cuando los diferentes tipos de enfermedades cardiacas o muerte por cáncer fueron analizados, hubo 30 resultados diferentes muy significativos", lo que se resume en el gráfico siguiente.

reducción de riesgo vitamina d omega-3

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Es importante destacar que cuando los investigadores excluyeron los datos de los primeros dos años de suplementación, la mortalidad por cáncer "fue significativamente menor con la vitamina D que con el placebo". La razón de su relevancia es porque el cáncer es una enfermedad de lento desarrollo y los efectos de la intervención alimenticia solo se vuelven evidentes después de varios años.

Es ilógico pensar que podría tomar un suplemento y en pocas semanas o meses percibir una diferencia drástica en los resultados de salud. El documento lo indica claramente, y agrega que:

"La vitamina D suplementaria tampoco disminuyó la aparición de cáncer de mama, próstata o colorrectal. Sin embargo, hubo una sugerente disminución del 17 % en la mortalidad por cáncer, que se convirtió en una disminución del 25 % en los análisis que excluyeron los primeros dos años de seguimiento".

Permítame repetir esos dos puntos para aclararlos aún más:

  1. Si bien, esto no influyó en la incidencia de los tipos de cáncer de mama, próstata y colorrectal, quienes tomaron una dosis no ideal de suplementos de vitamina D3 aún presentaban un riesgo 17 % menor de morir por estos tipos de cáncer
  2. Cuando se excluyeron los primeros dos años de datos de seguimiento, las personas que tomaron apenas 2000 UI de vitamina D3 al día tuvieron un riesgo 25 % menor de cáncer en los (tres a cinco) años siguientes

¿Por qué esto no es una buena noticia? De nuevo, recordemos que 2000 UI es una cantidad insuficiente para la mayoría de las personas, pero incluso con esta dosis deficiente, el riesgo de cáncer se redujo en un 25 %.

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Para la mayoría de las personas, 2000 UI al día es un nivel subóptimo para la prevenir el cáncer

En años anteriores, se creía que 4000 UI era el límite máximo de seguridad, superior al nivel de riesgo de toxicidad por vitamina D, pero desde entonces los estudios lo han refutado, al demostrar que no hay riesgo de toxicidad hasta que alcanza las 30 000 UI al día, o un nivel de 200 ng/mL (500 nmol/L) en la sangre. Aun así, persiste una percepción falsa.

Un importante cuerpo de investigación demuestra que muchas personas necesitan más de 10 000 UI al día para alcanzar un nivel de 40 ng/mL (100 nmol/L) o mayor en la sangre, que es el límite mínimo para mantener la salud y prevenir enfermedades. Lo ideal es buscar un nivel entre 60 y 80 ng/mL (150 y 200 nmol/L). Aquí, es donde la mayoría de los beneficios para la salud son realmente evidentes.

Como señaló un estudio realizado en 2009 sobre el rendimiento deportivo y vitamina D, "cuando los niveles son inferiores a 40 a 50 ng/mL el cuerpo desvía la mayor parte o totalidad de la vitamina D consumida o derivada de los rayos del sol hacia necesidades metabólicas inmediatas, lo que produce deficiencia (inanición) crónica de sustratos".

Como señalé anteriormente, el estudio VITAL no utilizó los niveles de vitamina D en sangre como marcador de deficiencia o suficiencia, y quizás ese fue el problema más importante de este estudio. Los niveles sanguíneos solo se midieron en un subgrupo de 1644 participantes (de 25 871) después del primer año de suplementación diaria.

En este grupo, el nivel medio de vitamina D en la sangre aumentó de la cantidad base de 29.8 ng/mL (74 nmol/L) a 41.8 ng/mL (104 nmol/L).

En otras palabras, la mayoría de las personas que tomaban suplementos de vitamina D apenas tenía niveles adecuados de vitamina D, y todavía estaban muy lejos de tener niveles ideales en la sangre, niveles en los que la investigación demuestra una disminución de hasta 80 % en el riesgo de cáncer.

¿Por qué no puede confiar en los estudios que basan los resultados en la dosis en vez de las mediciones de niveles en la sangre?

Esta no es la primera vez que los estudios afirman los beneficios de la suplementación con vitamina D. El año pasado, un metaanálisis concluyó que suplementar con vitamina D una vez al mes no causaba impacto en el riesgo de cáncer.

Aquí, los participantes recibieron una dosis inicial en bolo de 200 000 UI de vitamina D, seguida de una dosis mensual de 100 000 UI (denominada como dosis en pulsos o dosis pulsátil) durante un promedio de tres años.

Si bien, los medios de comunicación lo interpretaron como un hallazgo de recomendaciones contradictorias para optimizar los niveles de vitamina D y reducir el riesgo de cáncer, en realidad solo expuso los argumentos en contra de una mega dosis suministrada una vez al mes.

Como señalaron los científicos de GrassrootsHealth, para obtener resultados óptimos, debe suplementar con frecuencia (idealmente todos los días) y concentrarse en el nivel sérico, no en la dosis.

De hecho 100 000 UI al mes solo son ser alrededor de 3 000 UI al día, lo que a su vez es un nivel muy inferior a lo que la mayoría de los adultos necesitan para elevar su nivel de vitamina D en suero al rango de protección de 60 a 80 ng/mL, en el cual el límite inferior de suficiencia es 40 ng/mL.

Ciertamente, este análisis señaló que la concentración promedio inicial de vitamina D fue poco más de 26 ng/mL, y el nivel de seguimiento promedio fue 20 ng/mL más alto en el grupo de suplementos que en el grupo de placebo que no recibió vitamina D.

Al igual que en el estudio NEJM actual, los niveles de vitamina D de los participantes tampoco se midieron con regularidad a lo largo del estudio, y la relación con el cáncer no fue analizada con base en el nivel en suero sino por medio de la dosis diaria.

En realidad, el siguiente punto es de suma importancia: el factor clave no es la cantidad de vitamina D que toma, sino si su nivel de vitamina D en sangre se encuentra dentro del rango favorable de 60 a 80 ng/mL, y la única forma de averiguarlo, es a través de pruebas de sangre.

Cómo evaluar la calidad del estudio

Los científicos de GrassrootsHealth también han argumentado que la dosificación pulsátil en intervalos de más de dos semanas podría causar una forma de deficiencia de vitamina D a nivel celular.

De acuerdo con GrassrootsHealth, para determinar con precisión el beneficio de la vitamina D en cualquier ensayo dado, los investigadores deben realizar un seguimiento no solo del nivel inicial y final de la vitamina D en suero más la dosis administrada, sino también de la forma (vitamina D2 versus D3) y el intervalo de dosificación.

Asimismo, la adherencia al protocolo se mide por medio del nivel en la sangre. Si el nivel en la sangre de un participante no cambia, sabrá que probablemente esa persona no tomó el suplemento como se le indicó, lo que podría nulificar y dejar sin efecto el resultado.

Todos estos factores pueden influir en los resultados, y es importante hacerlo de forma correcta. Una parte de las funciones de GrassrootsHealth es identificar los parámetros ideales. Otro estudio, publicado en 2017, afirmó que no había "ningún caso" que justificara la suplementación con vitamina D durante el embarazo.

De hecho, encontró siete resultados positivos, incluyendo mayor de peso al nacer, una disminución del 40 % en la diabetes gestacional, de 18 % en preclampsia y de 17 % en hipertensión gestacional.

Lo que este estudio no pudo encontrar fue una disminución en la incidencia de parto prematuro, y finalmente esto se tradujo en titulares que hicieron parecer que las mujeres embarazadas no necesitaban suplementos de vitamina D. Pero, nada podría estar más alejado de la realidad.

Entonces, en resumen, al evaluar la investigación sobre la vitamina D, los que buscan en un estudio de alta calidad son los siguientes parámetros, ya que, sin estos, es probable que los resultados sean significativamente erróneos y negativos:

La suplementación debe ser frecuente, idealmente todos los días — Es probable que las dosis en bolus, administradas en intervalos mayores a dos semanas, no sean efectivas. Según Carole Baggerly, directora y fundadora de GrassrootsHealth, de hecho, la dosificación pulsátil en intervalos de más de dos semanas podría causar un tipo de deficiencia de vitamina D a nivel celular.

La dosis, cantidad base y nivel final de vitamina D en suero deben monitorearse — La mayoría de los estudios fracasan al respecto, ya que gran parte solo realiza un seguimiento de la dosis y no de los niveles en suero, que es el parámetro más importante.

En resumen, no importa cuán grande o pequeña sea la dosis, siempre y cuando los participantes estén en un rango específico de niveles en la sangre, ya que la respuesta individual a cualquier dosis dada puede variar ampliamente, en función de diversos factores diferentes, incluyendo el consumo de otros nutrientes (como magnesio), edad, origen étnico, peso corporal y cantidad de exposición a los rayos del sol.

La forma de vitamina D debe identificarse — ¿Utiliza vitamina D2 o D3? ¿Monitorea su exposición a los rayos del sol, que es la principal forma en que su cuerpo produce vitamina D?

Existe evidencia sólida de que la vitamina D podría disminuir el riesgo de enfermedades crónicas

La vitamina D es una hormona esteroide vital para prevenir muchas enfermedades crónicas, por ejemplo:

  • Diabetes tipo 2
  • Degeneración macular relacionada con la edad (la principal causa de ceguera)
  • Enfermedad de Alzheimer
  • Enfermedad cardíaca
  • Más de una docena de diferentes tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de piel, la principal causa de preocupación que ha orillado a muchas personas a evitar exponerse a los rayos del sol, que es necesario para producir vitamina D

En el caso de las enfermedades cardíacas, la vitamina D desempeña un rol esencial en la protección y reparación del daño endotelial.

De igual manera, ayuda a desencadenar la producción de óxido nítrico, mejorar el flujo sanguíneo y prevenir la formación de coágulos, así como reducir significativamente el estrés oxidativo en el sistema vascular, los cuales son importantes para poder evitar el desarrollo o progresión de la enfermedad cardiovascular.

Apenas el año pasado, un estudio noruego publicado en The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism encontró que "un consumo normal de vitamina D" podría disminuir significativamente su riesgo de muerte si padece una enfermedad cardiovascular.

Según el Dr. Michael Holick, investigador de la vitamina D, la deficiencia de vitamina D, definida como un nivel inferior a 20 ng/mL (50 nmol/L), también puede incrementar en un 50 % el riesgo de ataque cardíaco, y si padece un ataque cardíaco mientras es deficiente en vitamina D, hay un gran riesgo de morir.

La vitamina D también tiene poderosas habilidades para combatir infecciones, lo que la convierte en un apoyo útil para el tratamiento de la tuberculosis, neumonía, resfriados y gripe, mientras que, por lo general mantener un nivel saludable de vitamina D podría ayudar a evitar que se establezcan tales Infecciones. Asimismo, los estudios han vinculado los niveles más altos de vitamina D con una mortalidad más baja por todas las causas.

La mayoría de casos de cáncer de mama podría evitarse al incrementar los niveles de vitamina D en la población en general

Es importante destacar que la investigación en curso de GrassrootsHealth ha establecido plenamente que 20 ng/mL, que por lo general se considera el límite de suficiencia, no es una cantidad suficiente para mantener una salud óptima y prevenir enfermedades.

Como mencioné anteriormente, al parecer 40 ng/mL (100 nm/L) se encuentra en el límite más bajo del nivel óptimo, y probablemente los niveles de la mayoría de los participantes en el estudio NEJM presentado variaban alrededor de ese límite inferior en la sangre (en función de mediciones de un subgrupo muy limitado).

Aun así, recuerde que el riesgo de cáncer entre los 3 y 5 años en los participantes que llevaron una suplementación con 2 000 UI al día (alcanzaron un nivel medio en sangre de poco menos de 42 ng/mL) disminuyó en un 25 %.

La investigación realizada por GrassrootsHealth demuestra que el rango de protección ideal se sitúa entre 60 y 80 ng/mL (150 a 200 nm/L), y cuanto más alto sea el nivel dentro de ese rango, será mejor.

Realmente, las investigaciones han demostrado que la mayoría de los tipos de cáncer ocurren en personas con un nivel entre 10 y 40 ng/mL de vitamina D en la sangre. Mientras tanto, las investigaciones demuestran que las mujeres con niveles de vitamina D superiores a 60 ng/mL tienen un riesgo 83 % menor de cáncer de mama, en comparación con las que tienen niveles inferiores a 20 ng/mL.

Los datos del estudio en curso, D *Action, realizado por GrassrootsHealth sugieren que ¡el 80 % de las incidencias de cáncer de mama podrían prevenirse simplemente al optimizar los niveles de vitamina D, y nada más!

Sin embargo, la clave es lograr el nivel adecuado en la sangre, que no está relacionado con la dosis.

Y la razón por la que esta correlación nunca se ha aclarado antes es porque nadie ha utilizado una dosis lo suficientemente alta como para que los participantes obtuvieran niveles de vitamina D superiores a 60 ng/mL, que es la cantidad en la que realmente comienzan a percibirse drásticos cambios positivos en la enfermedad.

Optimizar la vitamina D es una estrategia crucial para prevenir enfermedades

Hay una evidencia abrumadora que apoya la optimización de la vitamina D, y se vuelve aún más convincente cuando utilizan el nivel en la sangre como parámetro principal de medición y monitoreo. La conclusión es que 2000 UI es una cantidad insuficiente para la mayoría de las personas, aunque aún podría disminuir el riesgo de cáncer en alrededor un 25 %.

En general, la investigación apoya la idea de que los niveles más altos pueden proporcionar mayor protección contra el cáncer, e incluso los niveles tan altos como 100 ng/mL parecen ser seguros y beneficiosos.

Es importante destacar que tener un nivel de 60 ng/mL de vitamina D en suero ha demostrado generar un impacto positivo en todas las personas con cáncer de mama o diabetes tipo 1, así como en las mujeres embarazadas y madres lactantes.

Es una pena que tantos investigadores aún no hayan comprendido la importancia de medir los niveles sanguíneos, en vez de simplemente implementarlo por medio de la dosis, y dosis relativamente bajas.

En realidad, lo que este estudio de NEJM (y otros similares) demuestra es que una dosis insuficiente de vitamina D no puede lograr resultados óptimos. Y no es que la vitamina D sea inútil. Es evidente que el estudio D*Action realizado por GrassrootsHealth lleva la ventaja al revelar lo que se requiere.

Este es un estudio en curso que se basa en la participación pública, y usted puede unirse en cualquier momento.

Para participar, solo debe comprar el Kit de Prueba de Vitamina D y seguir las instrucciones de registro incluidas. (Por favor, tome en consideración que el 100 % de los ingresos de los kits se destina a financiar el proyecto de investigación. No cobramos un solo centavo como distribuidor de los kits de prueba).

Como participante, debe aceptar comprobar sus niveles de vitamina D dos veces al año durante un estudio de cinco años y compartir su estado de salud para demostrar el impacto de este nutriente en la salud pública. Hay un costo de 65 dólares cada seis meses como patrocinio para este proyecto de investigación, que incluye un kit de prueba casero e informes electrónicos sobre su progreso continuo.

Recibirá un correo electrónico de seguimiento cada seis meses para recordarle que "necesita realizarse la siguiente prueba y encuesta de salud". Al participar en este proyecto, ayudará a generar un avance en la investigación sobre la vitamina D, para que, con suerte, algún día podamos terminar este debate irracional sobre si vale la pena o no optimizar los niveles de vitamina D en el cuerpo.