Cómo estamos afectando nuestra alimentación

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola

deje que los niños se ensucien

Historia en Breve

  • El sistema inmunológico de las personas reacciona cada vez más a las sustancias que deberían ser inofensivas, lo que a menudo provoca alergias o, lo que es peor, provoca que su sistema pierda la auto tolerancia y ataque partes de su propio cuerpo. Los alimentos y los ambientes excesivamente estériles podrían ser la causa del problema
  • Los mismos avances que representan todo lo que es moderno en el mundo como: desinfectantes para manos, agua tratada y alimentos pasteurizados, han contribuido a una epidemia de enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico, como asma, alergias, eczema y esclerosis múltiple
  • No debe vivir aislado de la vida, en una burbuja esterilizada; usted fue creado para pasar tiempo al aire libre, jugar en la tierra, mantenerse activo y ensuciarse, enfrentarse y desarrollar una inmunidad duradera contra agentes potencialmente infecciosos
  • Algunos ejemplos para ayudar a su sistema inmunológico a desarrollar resistencia natural y funcionar de forma correcta son comer alimentos fermentados de forma natural, evitar la exposición a antibióticos innecesarios (médicamente y en sus alimentos), evitar el jabón antibacterial y permitir que sus hijos jueguen afuera en la tierra

El asma, fiebre del heno, eccema, alergias alimenticias, lupus, esclerosis múltiple y otras afecciones inmunomediadas están en aumento.

Según algunas estimaciones, las alergias y enfermedades del sistema inmunológico se han duplicado, triplicado o incluso cuadruplicado en las últimas décadas, y algunos estudios indican que más de la mitad de la población de Estados Unidos tiene al menos una alergia clínicamente diagnosticable.

A un ritmo alarmante, el sistema inmunológico de las personas reacciona de forma exagerada a sustancias que deberían ser inofensivas y después provocar alergias; en otros, sus sistemas inmunológicos funcionan mal y atacan partes de su propio cuerpo, la definición misma de enfermedad autoinmune.

Nuestro sistema inmunológico es el que está causando todo este conflicto, aunque parece un culpable poco probable, todo tiene mucho sentido...

Su cuerpo anhela el polvo

Jeff Leach, en el New York Times usa el ejemplo del simple mercado de agricultores como una analogía de lo que falta en nuestras vidas. En una palabra: polvo Las cabezas de lechuga y los racimos de zanahorias de antes, tenían varios microorganismos y nadie lo consideró un problema.

Hoy en día, se pasteurizan, irradian, esterilizan y fabrican una gran parte de nuestros alimentos para que las bacterias, incluso las buenas, no sobrevivan.

Cuando hay brotes de intoxicación alimenticia, a menudo la culpa recae en las agencias federales para que el suministro de alimentos sea más limpio, pero lo que se pasa por alto es por qué nuestros propios sistemas inmunológicos no nos protegieron de las exposiciones bacterianas normales.

Leach escribe:

"Cuando pregunte por qué fallaron las defensas naturales de un individuo, tendemos a responsabilizar a la estrategia nacional de inocuidad de los alimentos e ignoramos la crisis más grande de salud pública, por lo que la enfermedad causada por los patógenos transmitidos por los alimentos no es más que un síntoma de nuestra falta de compromiso y sistema inmunológico funcionando de manera excesiva".

De forma irónica, los mismos avances que representan todo lo que es moderno en el mundo como: desinfectantes para manos, agua tratada y refrigeración, han creado su propio conjunto de enfermedades.

Leach continúa:

"La creciente evidencia sugiere que el aumento alarmante de los trastornos alérgicos y autoinmunológicos durante las últimas décadas es atribuible, en parte, a nuestra falta de exposición a los microorganismos que antes eran parte de nuestra comida y de nosotros.

Como manta de la naturaleza, los microorganismos potencialmente patógenos y benignos relacionados con el polvo que una vez cubrió todos los aspectos de nuestro día preindustrial garantizaron un proceso co-evolutivo tradicional que estableció niveles de referencia "normales" y evitó que nuestros cuerpos reaccionaran de forma exagerada a cuerpos extraños.

En el mundo del desinfectante para manos y toallitas húmedas (sin mencionar los lattes de vainilla con leche de soya), casi nadie puede imaginar el estilo de vida preindustrial que provocó el consumo diario de billones de organismos útiles.

En casi toda la historia humana, esto comenzó con la transmisión materna de microbios beneficiosos través del canal de parto hacia sus hijos. Sin embargo, el aumento alarmante de nacimientos por cesárea significa una pérdida potencial de microbiota de una generación a la siguiente.

Y para la mayoría de nosotros en el mundo industrializado, la limpieza microbiana continúa para siempre.

La capa de tierra de la naturaleza se reemplaza por baldosas; una vez que nuestros cuerpos y ropas se manchan y ensucian se limpian casi a diario; nuestra agua turbia se filtra y se trata; nuestra comida podrida y fermentada se refrigera; y tampoco estamos expuestos a los animales.

Aunque estas mejoras en la higiene y el saneamiento merecen un aplauso, sin darse cuenta han dado lugar a un conjunto de enfermedades humanas".

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El surgimiento de las enfermedades en un "ambiente estéril"

La hipótesis de la higiene, la teoría de que la exposición temprana a la suciedad y los gérmenes programa su sistema inmunológico para identificar y contrarrestar adecuadamente las amenazas, ha ganado un apoyo lento pero constante durante la última década. Según esta teoría, si está sano, la exposición a bacterias y virus puede servir como "vacunas naturales" que fortalecen su sistema inmunológico y proporcionan inmunidad duradera contra las enfermedades.

No deberíamos vivir en una burbuja, aislados de la vida. Fuimos creados para pasar tiempo al aire libre, jugar en la tierra, mantenernos activos y ensuciarnos, enfrentarnos y desarrollar una inmunidad duradera contra agentes potencialmente infecciosos.

Esto parecería de sentido común, pero en el mundo actual de la esterilización obsesiva y marketing inteligente, nos han lavado el cerebro para tratar la suciedad como el enemigo número uno que debe eliminar a cualquier costo. Existe una solución antibacterial para cada área de su vida, si no limpia sus mostradores y se lava las manos con jabón antibacteriano, seguro consume antibióticos en exceso.

También es probable que su alimentación carezca en gran medida de las bacterias naturales que hacen que los alimentos, y usted, sean saludables, ya que la mayor parte de lo que se consume está procesado, refinado y pasteurizado. Esta evasión entusiasta de bacterias y virus tiene un alto precio, el aumento de numerosas enfermedades relacionadas, que incluyen:

  • Asma y alergias
  • Eczema
  • Enfermedades del sistema inmunológico (trastornos autoinmunológicos, etc.)
  • Enfermedad cardíaca
  • Depresión

El neurocientífico Charles Raison explicó:

"Desde la antigüedad, los microorganismos benignos, a veces conocidos como 'viejos amigos', le enseñaron a su sistema inmunológico cómo tolerar otros microorganismos inofensivos y, en el proceso, reducen las respuestas inflamatorias relacionadas con el desarrollo de la mayoría de las enfermedades modernas, desde el cáncer hasta la depresión".

En pocas palabras, si está "demasiado limpio", se priva de la exposición a las bacterias que su cuerpo necesita para mantener la inflamación, así como para responder adecuadamente cuando una amenaza aparezca. La respuesta no es comer alimentos "sucios o chatarra"... sino alimentos cultivados en un suelo saludable y que contengan bacterias beneficiosas, eso es algo muy importante.

Esta es una razón de la importancia de los alimentos fermentados

Mantener un microbioma intestinal normal en los primeros 20 días de vida juega un papel crucial en la maduración del sistema inmunológico de su bebé. Los bebés que desarrollan un microbioma intestinal anormal crecen con sistemas inmunológicos comprometidos, y luego los vacunan; algo que puede ser una receta para el desastre. Las vacunas se desarrollaron originalmente para niños con sistemas inmunológicos perfectamente sanos, pero según Dra. Natasha Campbell-McBride, los niños con un microbioma intestinal desequilibrado, no son aptos para vacunas según el protocolo de vacunación estándar.

El resultado final es un número creciente de niños con autismo, problemas de aprendizaje, trastornos neurológicos, trastornos psiquiátricos, trastornos inmunológicos y problemas digestivos, todo debido a la falta de exposición de bacterias adecuadas a edad temprana.

Muchas mujeres en edad reproductiva tienen deficiencia de bacterias beneficiosas, una deficiencia que se transfiere a sus bebés y puede preparar el escenario para cualquier número de problemas. La solución es simple: nutra su microbioma intestinal con una alimentación rica en probióticos. Algunos ejemplos de alimentos fermentados naturales que son fuentes sobresalientes de bacterias beneficiosas incluyen:

  • Varios vegetales fermentados, que incluyen repollo, nabos, berenjenas, pepinos, cebollas, calabazas y zanahorias
  • Lassi (una bebida de yogur de la India, que tradicionalmente se consumía antes de la cena)
  • Yogurt hecho de leche sin pasteurizar y orgánica
  • Leche fermentada como el kéfir (un litro kéfir sin pasteurizar tiene muchas más bacterias activas de las que puede comprar en cualquier suplemento de probióticos, y es fácil de preparar en casa)
  • Natto (soya fermentada)

Comer regularmente alimentos fermentados como estos le ayudará a "repoblar" las bacterias beneficiosas de su cuerpo, que está bajo el abuso constante de los antibióticos, el agua clorada, el jabón antibacterial, subproductos metabólicos del estrés y la mala alimentación, en especial el consumo de azúcar.

Comer azúcar en realidad nutre las bacterias y hongos patógenos o malos en su intestino. Por lo tanto, atender las bacterias en el intestino es un proceso continuo, muy similar a cuidar un jardín de flores.

Si no consume alimentos fermentados de manera regular, uno de los pocos que recomiendo es un suplemento probiótico de alta calidad, pero uno de los principales resultados de una alimentación saludable como la que se describe en mi plan de nutrición es que estimula a sus bacterias intestinales beneficiosas para que prosperen de forma natural.

Más consejos para vivir "sucio"

Ya es hora de que muchos se reencuentren con algunos "viejos amigos", esas bacterias beneficiosas que han sido parte de la civilización durante siglos. Esto es importante no solo para usted, sino también para sus hijos, ya que en sus manos está el futuro del sistema inmunológico de su hijo. Puede ayudar a su hijo para que el sistema inmunológico desarrolle la resistencia natural que necesita, al:

  • Dejar que su hijo sea un niño. Permitir que sus hijos jueguen afuera y se ensucien.
  • Evitar el uso de jabones antibacteriales y otros productos antibacteriales para el hogar. Cuando se lave las manos solo necesita jabón simple y agua.
  • Evitar antibióticos innecesarios, incluidos no solo los recetados (por ejemplo, tomar antibióticos para atacar una infección viral, para la cual son inútiles) sino también en los alimentos, que es una fuente importante de exposición a antibióticos.
  • Preparar alimentos con carnes locales u orgánicas que no contengan antibióticos.
  • Informarse sobre los pros y los contras de las vacunas que manipulan aún más su sistema inmunológico, y tomar decisiones informadas sobre su uso.

Un último consejo que me gustaría repetir y que Leach mencionó es, quien señala que una simple visita al mercado local de agricultores puede ayudarlo a ponerse en contacto con sus raíces más pragmáticas:

"A medida que nos adentramos en una era 'posmoderna' de alimentos limpios y rejuvenecedores, y desinfectantes para las manos, probablemente deberíamos acercarnos un poco más a los mercados locales de agricultores. Pueden representar nuestra única conexión con algunos 'viejos amigos' que no podemos ignorar".

+ Fuentes y Referencias