Además del aire, el agua y el hogar, el cuarto elemento básico humano es la comida. Durante siglos, obtener los nutrientes necesarios y la cantidad suficiente para mantener la salud fue el mayor desafío.
Hoy, el mundo se enfrenta a un enigma alimentario que se pudo improvisar hace un siglo. Se deriva del hecho de que los cultivos para el consumo humano no se cultivan de forma óptima, sino para una producción más fácil. El término "pesticida" abarca insecticidas, fungicidas, herbicidas y rodenticidas.
Recientemente, se pidió a expertos de varios países que revisaran las posibles ventajas para la salud de los alimentos orgánicos y las prácticas agrícolas cuando el Parlamento Europeo le solicitó a Harvard T.H. Chan School of Public Health que preparará un informe con los posibles beneficios.
Los investigadores utilizaron estudios in vitro, en animales, estudios epidemiológicos y análisis de cultivos alimenticios para determinar que la preocupación más apremiante con respecto a los alimentos cultivados de manera convencional es el uso de pesticidas, que aún son detectables después del lavado. A modo de comparación, los alimentos orgánicos, no contienen pesticidas.
¿Son seguros los residuos de pesticidas en los productos?
Aunque las autoridades tanto de la Unión Europea (UE) como de los Estados Unidos insisten en que los pesticidas en los productos, así como las cantidades utilizadas, son perfectamente seguros, los límites se basaron en estudios en animales y se analizó un pesticida a la vez en lugar de cantidades acumulativas de varios tipos. El informé señalo que una razón por la cual es un problema, es porque:
"El cerebro humano es mucho más complejo que el cerebro de rata, y nuestro desarrollo cerebral es mucho más vulnerable porque muchos procesos deben suceder en el momento y en la secuencia correcta. No se puede regresar".
El informe posterior también destacó los peligros del uso de antibióticos en animales de granja, y concluyó:
"El uso frecuente de antibióticos en la producción animal convencional es un factor clave de la resistencia a los antibióticos. La prevención de enfermedades animales y el uso más restrictivo de antibióticos, como se practica en la producción orgánica, podría minimizar este riesgo, con beneficios potencialmente considerables para la salud pública".
Tres estudios confirman: "Los pesticidas dañan los cerebros de los niños"
El resultado de tres estudios de cohorte de nacimientos a largo plazo en los Estados Unidos fue que los pesticidas causan estragos irreversibles en el cerebro de los niños.
Las muestras de orina revelaron que la exposición de a los pesticidas en las mujeres durante el embarazo puede estar relacionada con un coeficiente intelectual más bajo, problemas de desarrollo neuroconductual y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (ADHD por sus siglas en inglés) en sus hijos.
La resonancia magnética también demostró una estructura cerebral alterada. De hecho, cuanto mayor es la exposición de sus madres a organofosforados, un pesticida que se desarrolló por primera vez como gas nervioso durante la Segunda Guerra Mundial, la materia gris de sus hijos se vuelve más delgada.
Aunque algunos científicos dicen que la evidencia sobre los impactos negativos de los pesticidas en el cerebro en desarrollo es incompleta, el informe dejó en claro una cosa: las mujeres embarazadas, en periodo de lactancia o aquellas que planean quedar embarazadas, "deberían consumir alimentos orgánicos como medida de precaución debido a la consecuencias significativas y posiblemente irreversibles para la salud de los niños".
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La agricultura convencional puede fomentar la resistencia a los antibióticos y dañar a los trabajadores agrícolas
Pero eso no es todo lo que revela el informe. Hay que considerar el uso "excesivamente frecuente" de antibióticos en animales de granja, ya que esta práctica contribuye a la resistencia de las bacterias a los antibióticos.
La razón por la es peligrosa para la salud pública es porque la resistencia se puede extender de los animales a los humanos. En granjas orgánicas, el uso de antibióticos está restringido.
A los animales se les da más espacio para deambular en condiciones naturales, de ahí el énfasis en los animales de "pastoreo" para reducir los riesgos de infección, prevenir enfermedades y minimizar la resistencia a los antibióticos.
Algo que muchas personas no consideran es que los trabajadores que aplican los productos químicos agrícolas, así como aquellos que cosechan los cultivos, tienen un alto riesgo de exposición a pesticidas. Los químicos se filtran en la ropa y llegan hasta los hogares.
También están en riesgo las poblaciones que viven en áreas donde los pesticidas se usan con frecuencia para la agricultura.
Las trabajadoras agrícolas embarazadas, sin saberlo, exponen a sus bebés, y en un estudio, los aplicadores masculinos de pesticidas cerca de un derrame de pesticidas o un accidente relacionado tienen más probabilidades de presentar un ADN alterado relacionado con un mayor riesgo de cáncer de próstata.
Beyond Pesticides sostiene que los métodos de agricultura orgánica no dependen de pesticidas tóxicos, y así se elimina el incalculable peligro para la salud de estos trabajadores, sus familias y comunidades.
¿Qué significa el término "orgánico"?
De acuerdo con Organic.org:
"En pocas palabras, los productos orgánicos y otros ingredientes se cultivan sin el uso de pesticidas, fertilizantes sintéticos, lodo residual, organismos transgénicos o radiaciones ionizantes. Los animales que producen carne, aves, huevos y productos lácteos no toman antibióticos ni hormonas de crecimiento".
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) afirma que la agricultura orgánica enfatiza el uso de recursos renovables y la conservación del suelo y el agua en la producción de alimentos. Los productos no pueden etiquetarse como "orgánicos" hasta que un certificador aprobado por el gobierno garantice que los agricultores sigan los estándares orgánicos del USDA.
Las empresas que manipulan o procesan alimentos orgánicos también deben estar certificadas antes de enviarlas a supermercados o restaurantes. Como advertencia, es importante saber que algunas granjas orgánicas a veces usan pesticidas naturales para eliminar o al menos limitar las malas hierbas o insectos, pero lo que marca la diferencia es el origen del producto.
Es aconsejable tener precaución con cualquier material en los cultivos, porque incluso los pesticidas con la etiqueta orgánica pueden ser dañinos para los humanos y el medio ambiente.
La lista "Dirty Dozen" y "Clean 15" de los mejores y peores productos
Si desea saber qué frutas y verduras cultivadas tienen la mayor carga tóxica en términos de pesticidas, el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG por sus siglas en inglés) proporciona una lista de los peores, llamada la "Dirty Dozen". Estos son algunos de los alimentos más importantes para comprar que sean orgánicos. Son:
Duraznos |
Manzanas |
Pimientos dulces |
Apio |
Nectarinas |
Fresas |
Cerezas |
Tomates |
Uvas |
Espinacas |
Tomates cherry |
Pepino |
Además, EWG señala:
"Una pequeña cantidad de maíz dulce, papaya y calabaza de verano que se vende en los Estados Unidos se produce a partir de semillas de GE [genéticamente modificadas]. Compre variedades orgánicas de estos cultivos si desea evitar la producción de GE".
Afortunadamente, el EWG también enumera los alimentos de origen vegetal que se consideran los más seguros para la compra convencional, ya que tienen la menor cantidad de residuos de pesticidas. Estos se conocen como los "Clean 15":
Cebollas |
Aguacate |
Maíz dulce |
Piña |
Mango |
Chicharos (congelados) |
Berenjena |
Coliflor |
Espárragos |
Kiwi |
Melón Honeydew |
Toronja |
Repollo |
Papaya |
Maíz dulce |
Si no puede conseguir alimentos orgánicos en su comunidad, una forma de minimizar los posibles efectos nocivos del consumo de productos es pelar frutas y verduras, como batatas y piña, siempre que sea posible.
Por desgracia, esto puede significar sacrificar algo de nutrición, ya que muchas veces la cáscara contiene los nutrientes más valiosos.
Los alimentos y la agricultura orgánica están ganando popularidad en todo el mundo
Desde principios de la década de 1990, las personas en los Estados Unidos y otras partes del mundo comenzaron a apreciar el concepto de agricultura orgánica. De hecho, la mayoría de las personas son conscientes de que consumir alimentos cultivados de manera convencional puede exponerlos a una serie de químicos sintéticos nocivos, antibióticos y hormonas.
Sin embargo, no hay muchos datos sobre el verdadero impacto de estos químicos, en la salud humana, ni solos ni en combinación, en especial las bajas exposiciones durante largos períodos de tiempo. Los científicos coinciden en que se deben realizar más pruebas, pero la detección de toxinas por el simple manejo ha dado más credibilidad a los métodos de producción de alimentos orgánicos.
Si bien la mayoría de los expertos agrícolas abordaron la idea de la agricultura orgánica con escepticismo porque creen que los métodos convencionales producen mayores rendimientos, la investigación demostró que la producción a partir de métodos de agricultura orgánica puede ser comparable en lo que respecta al rendimiento final y las ganancias. Harvard Chan School of Public Health, Center for Health and the Global Environment, afirma:
"A medida que más y más estudios demuestran los sistemas agrícolas orgánicos, diversos integrados y mixtos, son capaces de producir rendimientos que se aproximan, o incluso superan, a los de los sistemas gestionados de manera convencional, particularmente en tiempos de sequía. Y pueden hacerlo a gran escala y con mayor eficiencia energética".
De hecho, la agricultura orgánica aumenta rápidamente en muchos países industrializados porque los consumidores están cada vez más conscientes de los peligros potenciales relacionados con los métodos convencionales y se dan cuenta de que existen opciones ya que hay alimentos disponibles que no tienen pesticidas venenosos.
Algunas personas sienten que comer orgánico es demasiado caro, pero cuando se considera el costo a largo plazo de elegir alimentos con residuos de pesticidas potencialmente dañinos para comer y alimentar a su familia, vale la pena pagar un precio más alto. Sin embargo, el mercado cambia y cada vez más tiendas y restaurantes se dan cuenta de que los consumidores están informados y eligen calidad sobre cantidad.
Aspectos nutricionales de comer alimentos orgánicos versus convencionales
Un estudio británico encontró que los alimentos que se cultivan de forma orgánica contienen antioxidantes "significativamente" más altos que la variedad que se cultiva de forma convencional. Jessica Shade, Ph.D., directora de programas de ciencias para The Organic Center, una organización sin fines de lucro de investigación y educación, informó en el blog Whole Foods Market, Whole Story, que, en comparación con los alimentos orgánicos convencionales, tiene:
19 % más de ácidos fenólicos |
69 % más de flavanonas |
28 % más niveles de estilbenos |
26 % más niveles de flavonas |
50 % más de flavonoles |
51 % más de antocianinas |
Además, el consumo orgánico de frutas y verduras puede aumentar su consumo de antioxidantes entre un 20 y un 40 %. Las fresas orgánicas, por ejemplo, tienen más nutrientes y antioxidantes que las cultivadas de forma convencional, y los tomates orgánicos contienen un 50 % más de vitamina C y un contenido fenólico total un 139 % más alto en comparación.
Según el Huffington Post, lejos de ser insípido, poco atractivo o peculiar, los productos orgánicos imparten una serie de beneficios en los que nunca podría haber pensado:
- La comida orgánica es más fresca, alimenta mejor y no contiene aditivos que podrían evitar que el cuerpo absorba los nutrientes.
- La comida orgánica sabe mejor porque es real. Los métodos de cultivo convencionales a menudo producen frutas y verduras duras, harinosas o insípidas, en comparación con las orgánicas.
- Los alimentos procesados o "tratados", desde manzanas, pollo o hasta pan, pueden mezclarse en su vida, inyectarse hormonas y conservadores, ser genéticamente modificados o someterse a otros procesos e ingredientes que son perjudiciales para los consumidores.
- Los restaurantes de comida rápida tienen que ver con la moda de comida "caliente y rápida", pero los aditivos que la mayoría contienen pueden hacerlo sentir inflamado, provocar gases, acidez estomacal o reflujo ácido, y aparte dejarlo más hambriento que antes.
- Dado a que los alimentos orgánicos no se someten a tratamientos o aditivos nocivos, son naturalmente resistentes a las bacterias y la descomposición.
Esperanza y cambio: cómo el apoyo europeo a los productos orgánicos podría influir en los Estados Unidos
Uno podría esperar que el apoyo del Parlamento Europeo a los alimentos orgánicos y las técnicas agrícolas pueda inspirar a los Estados Unidos a realizar cambios en las políticas. Un esfuerzo conjunto en la agricultura orgánica tanto en Europa como en los Estados Unidos puede incluso conducir a una mayor sostenibilidad, tanto económica como ambiental. Según Philippe Grandjean de Harvard Chan School, profesor adjunto de salud ambiental y coautor del informe del Parlamento Europeo:
"Existe un gran intercambio de alimentos entre la Unión Europea y los Estados Unidos. Claramente, si la UE va a favorecer más los productos orgánicos en el futuro, eso abrirá una oportunidad para los productores estadounidenses de alimentos orgánicos. Y viceversa: si hay más productos disponibles de los agricultores de la UE que sean orgánicos, podría ser atractivo para los consumidores estadounidenses".
Una forma de comenzar el proceso podría ser que los legisladores apoyen investigaciones adicionales y aprendan por sí mismos cómo los alimentos orgánicos beneficiarían a la población estadounidense.