Aunque el síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad del intestino irritable (EII) parecen similares, son dos afecciones totalmente diferentes con algunos síntomas que se asemejan entre sí. La EII se es una enfermedad conocida por causar inflamación del tejido intestinal. Bajo el espectro de la EII podemos encontrar numerosas enfermedades gastrointestinales, donde el Crohn y la colitis ulcerosa son las más comunes.
El director del Instituto de Inmunobiología Inflamatoria Intestinal Cedars-Sinai explica que la gravedad de la afección depende de los marcadores genéticos y los efectos de los microbios intestinales en el sistema inmunológico. El síntoma más frecuente de ambas enfermedades es la diarrea. Asimismo, la EII puede causar anemia, fiebre, heces con sangre y pérdida de peso extrema.
El SII puede desencadenar estreñimiento, diarrea o ambos, ya que afecta el tracto intestinal. Algunas personas experimentan gases o hinchazón y hasta el 70 % de los diagnosticados han sufrido intoxicaciones alimentarias graves en el pasado. El SII es una enfermedad funcional, lo que significa que los síntomas no se pueden explicar mediante pruebas o procedimientos.
La intensidad y la gravedad de la afección pueden variar y pueden ser inducidas por el tipo y el tamaño de los alimentos o el estrés. Según el American College of Gastroenterology hasta el 15 % de los adultos en los Estados Unidos experimentan síntomas del SII, pero únicamente el 7 % han sido diagnosticados.
Los síntomas de esta afección interrumpen la vida y las interacciones sociales, mientras que las metodologías de tratamiento se han enfocado en la alimentación, el estilo de vida y el estrés.
El aceite de menta ayuda calma el sistema gastrointestinal
La menta es una hierba utilizada con fines medicinales desde los egipcios. Se encontraron hojas secas en las pirámides, mientras que los antiguos griegos y romanos la utilizaban para calmar la indigestión estomacal. Los investigadores han estudiado el efecto de la menta y el aceite de menta en el tracto digestivo, y descubrieron que tiene un efecto positivo en las personas con SII.
En el 2015, se identificó una revisión de 16 ensayos clínicos que evaluaban el uso del aceite de menta con recubrimiento entérico para tratar el SII. Después de un análisis exhaustivo, los investigadores concluyeron que, en comparación con los tratamientos farmacológicos disponibles, el aceite de menta calma los síntomas y mejora la calidad de vida de las personas con SII.
Los investigadores recomendaron que las personas con SII sin estreñimiento o diarrea graves, consumieran una o dos cápsulas de aceite de menta, tres veces al día, durante un periodo de 24 semanas. Una segunda revisión y un metaanálisis de 33 ensayos encontró resultados similares. Los investigadores explicaron lo siguiente:
“Los metanálisis sugieren que el aceite de menta es eficaz y bien tolerado en el tratamiento del SII a corto plazo. Existen numerosas hierbas medicinales que son excelentes para el tratamiento del SII. "Sin embargo, no se han replicado los ensayos positivos, a excepción del aceite esencial de menta, el aloe vera y la asafétida".
El objetivo era evaluar la efectividad de las hierbas medicinales para el tratamiento de los síntomas del SII. El equipo de la Universidad de Tasmania evaluó los estudios que analizaron 18 remedios herbales. Stephen Gaffner, Ph.D., y director científico del American Botanical Council considera que la revisión se realizó correctamente y ofrece una actualización útil. Continúa explicando:
"Dado que se publicaron dos estudios en el 2016, me parece muy valioso que exista una actualización para incluirla en la literatura actual. Y ninguno de los artículos que revisan los ingredientes botánicos para detectar los síntomas parecen ser tan completos y correctos como esta publicación".
Publicidad
![Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo]()
![Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo]()
La liberación prolongada suministra aceite al intestino
La gran mayoría de los ensayos involucraron el uso de aceite esencial y el análisis sugirió que existe una gran seguridad y eficacia para el tratamiento del SII a corto plazo. Pese a que se trata de una afección benigna sin consecuencias potencialmente mortales, el SII puede perjudicar la calidad de vida y generar un impacto financiero importante.
Otro estudio analizó la liberación prolongada del aceite de menta para mejorar la tolerabilidad y liberar el aceite en el intestino delgado. Se asignó a 72 personas al azar en dos grupos en un ensayo clínico controlado con placebo.
Al finalizar el ensayo, aquellos que recibieron el tratamiento experimentaron una mejora y redujeron sus síntomas gastrointestinales con pocos eventos adversos.
Carga económica y social
El 30 % de las personas diagnosticadas consulta sus síntomas con un médico. Aunque no experimentan síntomas diferentes que aquellos que no consultan a un médico, sí presentan niveles más elevados de ansiedad y una menor calidad de vida.
Aquellos que han sido diagnosticados muestran más probabilidades de desarrollar otras enfermedades funcionales y someterse a cirugías que la población general. El SII representa hasta el 12 % de las visitas médicas generales y se estima que el costo es mayor a los $ 21 mil millones de dólares, el cual incluye costos médicos directos e indirectos, así como una pérdida de productividad y rendimiento laboral.
En el Reino Unido y los Estados Unidos, los investigadores encontraron que el promedio de días de ausencia en el trabajo al año oscilaba entre los 8.5 y 21.6 días en una revisión que evaluaba los costos de esta enfermedad. La magnitud de la carga económica se multiplico de 1.1 a 6 en comparación con el grupo de control.
Proteja su intestino y su cerebro
No se puede negar la importancia de un microbioma intestinal saludable. Es de gran importancia para la salud mental y el desarrollo de enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson. Una mala salud intestinal puede aumentar el riesgo de desarrollar obesidad, diabetes tipo 2, enfermedad hepática y enfermedad cardiovascular.
Los avances en la ciencia evidencian la importancia de los organismos que habitan en el intestino, tanto mental como físicamente. En un artículo, los autores sugieren que es posible aliviar los problemas de salud mental graves y crónicos por medio del uso de probióticos específicos que reducen la inflamación intestinal.
El intestino humano es considerado como el segundo cerebro, debido a que ofrece 20 millones de neuronas y alberga cerca de 100 billones de microorganismos responsables de influir en la función biológica y emocional. El sistema nervioso central ubicado en el cerebro y el sistema nervioso entérico en el intestino, se comunican de manera constante a través del nervio vago.
Los investigadores han examinado la influencia que las bacterias intestinales tienen en las emociones con la ayuda de las personas con SII. La investigación demuestra que en las personas con SII, tienen nervios intestinales más activos que las personas sanas. Esto ha llevado a la conclusión que el dolor es el resultado de la hipersensibilidad del sistema nervioso.
Algunas personas han recurrido a la hipnosis para amortiguar la hipervigilancia del sistema nervioso y han logrado aliviar el dolor con éxito. Esto se confirmó con las imágenes cerebrales que demuestran una menor regulación de los centros del dolor en el cerebro.
La deficiencia de vitamina D aumenta el riesgo de desarrollar SII
En una revisión publicada en el European Journal of Clinical Nutrition, los investigadores señalan en los estudios publicados que la deficiencia de vitamina D fue significativa en las personas con SII. En uno de los estudios, el 70 % de las personas con SII experimentaron mejoras al aumentar sus niveles de vitamina D.
Bernard Corfe, Ph.D. y profesor titular de oncología en la Universidad de Sheffield en el Reino Unido, fue el científico principal del estudio y explico lo siguiente: "Estos resultados evidencian que todas las personas con SII deben evaluar sus niveles de vitamina D, mientras que una gran mayoría pueden beneficiarse de los suplementos".
Un segundo estudio analizó la expresión y las variaciones genéticas, así como las vías de serotonina, y descubrió que las personas con SII mostraban menores niveles de vitamina D. La expresión de biomarcadores genéticos también parece estar relacionada con la vitamina D. Según los autores del estudio:
"Resulta sorprendente que, la regulación génica provocada por la vitamina D en las células del colon "se opone" al perfil de expresión génica observado en las personas con SII, lo que sugiere que la vitamina D puede ayudar a "revertir" la dirección patológica de la expresión del gen biomarcador en la enfermedad. Por lo tanto, nuestros resultados indican que la patogénesis y la fisiopatología del SII pueden implicar una mala regulación de serotonina o deficiencia de vitamina D".
Exponerse a los rayos del sol de forma prudente y regular es la mejor manera de optimizar los niveles de vitamina D, mientras que muchas personas podrían necesitar un suplemento oral, especialmente durante los meses de invierno. La única manera de evaluar si es necesario consumir un suplemento es al evaluar los niveles de vitamina D, idealmente en verano y en invierno, cuando los niveles se encuentran en su punto máximo y mínimo.
Una alimentación limpia genera una mejor salud intestinal
En caso de desarrollar problemas intestinales o SII, es importante evitar cualquier tipo de alimentos transgénicos (GM). La toxina Bt queda exonerada de un nivel de tolerancia para los residuos. Se creía que la toxina Bt sería eliminada por el sistema digestivo y, por lo tanto, no se oponía a ningún riesgo para la salud.
Sin embargo, en el 2011, los investigadores han encontrado la toxina en el 93 % de las mujeres embarazadas en Quebec, Canadá. Puede producir numerosas respuestas inmunes y generalmente se relaciona con alergias, infecciones y respuestas inflamatorias.
Las plantas genéticamente modificadas están diseñadas para resistir a los herbicidas y plantear problemas casi idénticos. Dado que no es necesario su etiquetado en los Estados Unidos, se recomienda buscar alimentos frescos y orgánicos, y evitar los alimentos procesados para proteger la salud intestinal.
Estrategias adicionales para reducir los síntomas
Para comenzar a controlar los síntomas relacionados con el SII, se recomienda consumir alimentos saludables, junto con aceite de menta y optimizar los niveles de vitamina D. Estas son algunas opciones para ayudar a reducir los síntomas:
• Realizar una prueba de parásitos: Algunas afecciones físicas se asemejan al SII, como los parásitos. Verificar el estado de las heces, ya que pueden contribuir a los síntomas y es necesario tratarlos.
• Aumentar las bacterias saludables en el intestino: Reducir el consumo de azúcar y alimentos procesados apoya el crecimiento de bacterias buenas. Es posible potencializar este proceso al consumir alimentos fermentados o incluir probióticos de alta calidad.
• Aumentar el consumo de fibra: Un consumo adicional de fibra puede ayudar a controlar los síntomas del SII, incluyendo el psyllium orgánico que tiende a ser bastante útil.
El psyllium es adaptogénico, lo que significa que suavizará las heces en caso de estreñimiento y ayudará a aumentar la frecuencia de eliminación, mientras que, en el caso de presentar heces sueltas y frecuentes, ayudará con su formación y disminuirá la frecuencia.
Al utilizar el psyllium, es necesario que se trate de un producto orgánico ya que los riesgos relacionados con los residuos de pesticidas superan los beneficios. La linaza orgánica es otra fuente beneficiosa. Se recomienda molerla en casa y añadir una o dos cucharadas a los alimentos diariamente.
• Abordar los desafíos emocionales: Muchas personas con SII muestran una falta de resolución emocional que contribuye al problema físico. La meditación, la oración, las técnicas psicológicas y la Técnica de libertad emocional (EFT, por sus siglas en inglés) son estrategias que pueden abordar los desafíos emocionales.