Estados Unidos no ha implementado las pruebas masivas para detectar el COVID-19 de manera efectiva, lo que ha permitido que aumenten las tasas de infección y que persista el distanciamiento social. Otros países, como Corea del Sur y Singapur, respondieron con pruebas masivas desde el comienzo, lo que minimizo la propagación y suprimió la transmisión sin la necesidad de un distanciamiento social masivo.
Mike Ryan, jefe del Programa de Emergencias de Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), le explicó a NPR: "Hemos visto que en lugares como Singapur y [Corea del Sur], el gobierno no ha tenido la necesidad de implementar un distanciamiento social masivo. Han logrado tomar mejores decisiones con respecto a las escuelas y movimientos, y han logrado progresar sin algunas de las medidas draconianas".
Lo que sucedió en los Estados Unidos con las pruebas para detectar el COVID-19 puede convertirse en una de peores catástrofes de la historia, causado por la burocracia.
La FDA retrasó las pruebas masivas
En enero del 2020, científicos alemanes desarrollaron la primera prueba para detectar el COVID-19. A principios de febrero del 2020, la OMS envió cerca de 250 000 pruebas a 159 laboratorios de todo el mundo. Como señaló el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Kang Kyung-wha, "Las pruebas son cruciales" para controlar los brotes, ya que "conducen a una detección temprana" y ayudan a minimizar la propagación, ya que es posible aislar a las personas infectadas.
En lugar de utilizar la prueba de la OMS, en los Estados Unidos se decidió crear una nueva, bajo las ordenes de los CDC y la FDA, tal como sucedió con las pruebas para el Ébola y el Zika. El asesor de los CDC, William Schaffner, le explicó a Business Insider lo siguiente:
"Creo que es extraño aceptar una prueba desarrollada por otra persona. Pueden existir otras consideraciones que desconozco, pero estoy seguro de que el orgullo fue un motivo: 'Sabemos cómo desarrollar nuestra prueba, muchas gracias".
El 4 de febrero, la FDA aprobó la prueba para detectar el COVID-19 que se fabricó en los Estados Unidos, mientras que los CDC enviaron 90 de estas pruebas a los laboratorios estatales. Según Business Insider, "en ese momento, Estados Unidos solo había confirmado una docena de casos de coronavirus, incluyendo dos casos que se transmitieron por contacto".
El New York Times resumió las fallas en las pruebas como "un mes perdido", que fue el periodo (entre finales de enero y principios de marzo del 2020) en el que las pruebas masivas pudieron haber cambiado el curso de la pandemia en los Estados Unidos:
“No se realizaron las pruebas suficientes, debido a fallas técnicas, regulaciones, burocracias comerciales y falta de liderazgo, según entrevistas a más de 50 actuales y antiguos funcionarios de salud pública, funcionarios de administración, científicos de alto nivel y ejecutivos de empresas.
El resultado fue un mes perdido, cuando el país más rico del mundo, el cual tiene a algunos de los científicos y especialistas en enfermedades infecciosas más capacitados, desperdició su mejor oportunidad de contener la propagación del virus. Las personas quedaron atrapadas tras una catástrofe inminente de salud pública".
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Falla en la prueba provoca retrasos
Después de implementar la prueba, un ingrediente causó resultados no concluyentes en muchas de las pruebas. Los laboratorios tuvieron que enviar muestras a los CDC para su análisis, lo que provocó demoras de hasta 48 horas.
Los expertos, incluyendo Christian Drosten, investigador del Centro Alemán de Investigación de Infecciones, le explicaron a Business Insider que es necesario desarrollar múltiples pruebas para que exista una copia de seguridad si se presenta un problema con una de las pruebas. De acuerdo con Drosten:
"Es posible utilizar la prueba de otro laboratorio sí tenemos dudas sobre la prueba, si los objetivos de la prueba no son correctos, o si se registran mutaciones en el virus". Todas son de dominio público, y es bastante sencillo cambiar".
Los CDC únicamente recomendaban evaluar a las personas que presentaban síntomas y antecedentes de viajes a China o contacto con personas infectadas (confirmado por laboratorio). "Lo que causo que el primer caso relacionado con la propagación comunitaria, una persona en California, no fuera probado durante varios días en dos hospitales", señaló Business Insider.
No fue hasta el 27 de febrero que se revisaron los criterios de la prueba de los CDC para incluir a las personas hospitalizadas, mientras que las personas que presentaban síntomas leves no recibían la prueba de inmediato.
En Hong Kong y Singapur, las pruebas se realizaron no solo para personas hospitalizadas sino también para personas con síntomas leves o casos sospechosos. Decenas de miles de personas que estuvieron expuestas a personas con un resultado positivo fueron colocadas en aislamiento, mientras que la gran mayoría eran personas sanas que no se enfermaron.
"Tedros de la OMS se refiere a esto cómo detener el virus desde el comienzo para evitar que se propague aún más y prevenir la transmisión comunitaria", según NPR. A finales de febrero, la FDA comenzó a permitir que los laboratorios certificados para realizar pruebas de alta complejidad desarrollaran sus propias pruebas para detectar el COVID-19, pero para marzo aún no existían suficientes pruebas disponibles para satisfacer la demanda.
Durante la primera semana de marzo del 2020, Estados Unidos realizó cerca de 18 pruebas en millón de personas, mientras que Corea del Sur realizó 3 692 por millón. Para el 20 de marzo, los Estados Unidos continuo el retraso, ya que solo había probado 313.6 personas por millón, en comparación con 6 148 por millón en Corea del Sur, 12 738 por millón en los Emiratos Árabes Unidos y 26 772.3 por millón en Islandia.
A medida que se extendieron más casos en las comunidades, se mantuvo el criterio sobre las personas que podrían recibir una prueba. Schaffner explicó lo siguiente:
"Los estados tienen un criterio que deben cumplir antes de que acepten su muestra para la prueba, por lo que los médicos y otros proveedores de salud deben comunicarse al departamento de salud del estado. Puede haber una lista de espera porque hay una serie de personas que tratan de hacerse la prueba y averiguar cómo hacerlo. Es un poco complicado".
La función de la FDA para retrasar el proceso de la prueba
En los Estados Unidos, también existen otros obstáculos que se interpusieron en el camino de las pruebas masivas. Aunque las pruebas que se desarrollan en el laboratorio no requieren la aprobación previa de la FDA, la emergencia de salud pública desarrollo lineamientos que exigen que los laboratorios necesitan una Autorización de Uso de Emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) de la FDA para implementar las pruebas para detectar el COVID-19.
Como se mencionó anteriormente, esto significa que los laboratorios no podían desarrollar pruebas hasta finales de febrero. The Alliance for Natural Health USA (ANH USA) informó lo siguiente:
"Según los antiguos funcionarios de la FDA, en brotes anteriores se podía obtener una EUA en cuestión de días; pero durante este brote, el proceso de solicitud se tornó tan complicado que obtener una autorización toma semanas. De manera inicial, a los laboratorios no se les permitía comenzar las pruebas hasta que obtuvieran la aprobación de la FDA, incluso si el laboratorio había confirmado que la prueba funcionó.
Más tarde, la FDA flexibilizó este requisito, al permitir que ciertos laboratorios acreditados comenzaran a realizar pruebas mientras esperaban la aprobación de una EUA, pero no antes de que los hospitales y laboratorios no pudieran utilizar pruebas más accesibles para detectar el COVID-19".
Algunos laboratorios desarrollaron pruebas caseras para detectar el COVID-19, pero la FDA explicó que no había aprobado ninguna prueba casera, lo que llevó a las empresas a detener la distribución e incluso destruir las muestras que ya se habían recolectado. Corea del Sur, que ha estado produciendo 400 000 pruebas para detectar el COVID-19 por semana, también ha enviado las pruebas a laboratorios públicos y privados de los Estados Unidos, pero continúa siendo complicado obtener la aprobación de la FDA.
En la actualidad, existen dos tipos de pruebas disponibles en los Estados Unidos: una conocida como la prueba de reacción en cadena de la polimerasa, que usa un hisopo nasofaríngeo, y otra prueba serológica que usa muestras de sangre para detectar anticuerpos COVID-19.
La capacidad de los Estados Unidos de realizar las pruebas ha aumentado, pero aún está detrás de la mayoría de los otros países desarrollados. Hasta el 5 de abril del 2020, Estados Unidos había realizado 5 316.43 pruebas por millón de personas, en comparación con 9 062.93 pruebas por millones en Corea del Sur y 81 228.8 pruebas por millón en Islandia.
Los retrasos en los laboratorios también están creando dificultades. Según Vox, “a partir del 6 de abril, Quest Diagnostics, una de las mayores instalaciones privadas para realizar las pruebas en los Estados Unidos, aún tenía cerca de 80 000 pruebas en espera, ya que enfrenta más demanda de la que puede manejar.
Ajustado a la población, Estados Unidos ha evaluado a solo un 74 % de la tasa de Corea del Sur, donde se ha acreditado que las pruebas masivas han logrado contener el brote en el país, y se coloca aún más atrás que Alemania, Italia y Canadá". Según la Alliance for Natural Health USA, en una carta al Congreso que solicita a la FDA que deje de bloquear el acceso a las pruebas para detectar el COVID-19, se señala lo siguiente:
"El tiempo tan lento de respuesta de la FDA y su insistencia en hacer cumplir la burocracia es indefendible y ha empeorado esta pandemia.
Aunque no buscamos abrir la oportunidad a pruebas que no ofrezcan resultados confiables, las compañías deberían poder innovar y crear soluciones en las que el gobierno federal haya fallado en casi todos los sentidos para satisfacer la demanda de pruebas durante esta pandemia".
Pruebas masivas para detener el distanciamiento social
Con gran parte de los Estados Unidos con órdenes de permanecer en aislamiento y distanciamiento social, es revelador que en algunos países donde las pruebas masivas tuvieron éxito en contener el brote, no se han producido distanciamientos sociales masivos. En Corea del Sur, Hong Kong y Singapur, la mayoría de los restaurantes, centros comerciales y fábricas han permanecido abiertas.
En Singapur, las escuelas también han permanecido abiertas, y el ministro de educación, Ong Ye Kung, declaró: "la evidencia no demuestra que los jóvenes son factores de propagación del virus. Lo contrario parece ser el caso, cuando los jóvenes se infectan por los adultos en el hogar".
Aunque aún se está explorando la manera en la que el COVID-19 se propaga, los expertos coinciden en que se necesitan pruebas masivas para que Estados Unidos reanude su economía y regrese a la normalidad.
Krutika Kuppalli, miembro del programa Johns Hopkins Center for Health Security Emerging Leaders in Biosecurity, le explicó a Vox lo siguiente: "Es algo absolutamente asombroso. Tres meses y medio después del brote, y aún estamos hablando sobre que necesitamos realizar más pruebas".
Existen muchos desafíos que se interponen en el camino de las pruebas para detectar el COVID-19, desde la falta de suministros, como los hisopos y las máquinas necesarias para ejecutar las pruebas, hasta los laboratorios que pierden ingresos a medida que se realizan menos pruebas, pero se espera que aumenten las pruebas para detectar el COVID-19, que tienen menores tasas de reembolso.
Es posible que las pruebas actuales de COVID-19 no sean lo suficientemente sensibles y puedan arrojar falsos negativos, mientras que los Estados Unidos también carecen de pruebas confiables para verificar la inmunidad del COVID-19 en las personas. Para volver a la normalidad, es necesario tener pruebas rápidas para poder identificar y contener cualquier cosa que surja. Amesh Adalja, un erudito del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, le explicó a Vox:
"Es necesario asegurarse de que cualquier cosa que surja después del distanciamiento social ocurra a un ritmo lo suficientemente lento como para no abrumar la capacidad del hospital. No se trata de si se registraran más casos después de detener el distanciamiento social. Ya que van a ocurrir. Solo se trata de que ocurran a un ritmo manejable. Y la única manera en la que esto puede suceder es por medio de las pruebas".
Si desea compartir un mensaje a los senadores, representantes y la FDA para eliminar las barreras de las pruebas para detectar el COVID-19, puede usar la carta de ANH USA, que destaca la necesidad de pruebas masivas y una renovación de la FDA para proteger la salud y la seguridad de las personas en los Estados Unidos.