¿Las órdenes para permanecer en casa perjudican los niveles de vitamina D?

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

ordenes de aislamiento y niveles de vitamina d

Historia en Breve

  • Las recomendaciones de permanecer en casa pueden haber sido una mala idea. En Nueva York, el 66 % de los nuevos ingresos hospitalarios por COVID-19 fueron personas que habían estado en sus hogares
  • Investigadores chinos señalaron que la mayoría de los brotes en los 320 municipios revisados fueron el resultado de la propagación de la enfermedad en lugares cerrados, y eso representó el 79.9 % de los casos
  • Se sabe que la vitamina D es importante para tener un sistema inmunológico resistente a las enfermedades virales. La evidencia sugiere que sus niveles de vitamina D pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo del COVID-19, así como en la gravedad de la enfermedad
  • Los niveles de vitamina D son más bajos en pacientes con pruebas positivas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para SARS-CoV-2, y los países cuyas personas tienen niveles más bajos de vitamina D tienen tasas de mortalidad más altas de COVID-19
  • Investigaciones recientes también muestran que los niveles de vitamina D se relacionaron estrechamente con la gravedad de la enfermedad

Recientes artículos científicos han destacado el papel que la vitamina D puede desempeñar en la pandemia del COVID-19, en especial cuando se trata de casos severos. Si consideramos que los investigadores también demostraron que el SARS-CoV-2 se desactiva muy rápido por los rayos del sol, es un enorme error cerrar ciertas áreas, como parques y playas.

El distanciamiento social fue un mal experimento

Las recomendaciones de permanecer en casa pueden haber sido una mala idea. De hecho, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró, el 6 de mayo de 2020, que el 66 % de los nuevos ingresos hospitalarios por COVID-19 fueron personas que habían estado en sus hogares.

La mayoría de esos casos también fueron minorías, como los afroamericanos, que son mucho más propensos a tener deficiencia de vitamina D ya que tienen una piel más oscura. Cuando Cuomo se enteró, dijo que pensó que las personas tal vez habían salido a pesar de la medida de permanecer en casa y habían tomado el transporte público.

Pero en realidad, todos estuvieron en donde se les indico, es decir, dentro de sus casas. De forma curiosa, el Dr. David Katz, presidente de True Health Initiative y director fundador del Centro de Investigación de Prevención Yale-Griffin, predijo que esto sucedería.

Los investigadores chinos señalaron que la mayoría de los brotes en los 320 municipios revisados fueron el resultado de la propagación de la enfermedad en lugares cerrados, y eso representó el 79.9 % de los casos, seguido del transporte con el 34 %.

Según los autores, "Todos los brotes identificados de tres o más casos ocurrieron en ambientes encerrados, lo que confirma que compartir el espacio interior representan un alto riesgo de sufrir una infección por SARS-CoV-2". Como se señaló en un artículo del 11 de mayo de 2020, American Thinker:

"Es muy probable que sepa que las directrices que sugieren que se debe mantener un espacio de dos metros entre personas sanas, incluso mientras esta afuera, no está respaldado por la ciencia, es solo una sugerencia arbitraria que hemos aceptado sin tener alguna evidencia.

Y su instinto sería correcto. Existe una razón por la cual el "distanciamiento social" no era una palabra de moda en el léxico de las personas en Estados Unidos antes del 2020, ya que hay muy poca investigación que respalda el "distanciamiento social". 

Dice Julie Kelly en American Greatness, ‘como escribí el mes pasado, “el distanciamiento social" es una pseudociencia no probada, sobre todo en lo que se refiere a detener la transmisión del virus SARS-CoV-2. En su sitio web, los CDC no proporcionan enlaces de ningún estudio sobre distanciamiento social que refuerce su orientación oficial’. Existe una razón para la falta de estudios revisados por expertos en el sitio web de los CDC. Continúa:

'La realidad es que el distanciamiento social nunca se ha probado a gran escala en la era moderna; su fórmula actual se diseñó durante la administración de George W. Bush y, aun así, existió cierta desconfianza’.

‘La gente no podía creer que la estrategia sería efectiva o incluso factible’, dijo un científico al New York Times el mes pasado. No estoy bromeando, un proyecto de ciencias de preparatoria, agregó más peso al concepto.

‘El "distanciamiento social" es un experimento novedoso, no una ciencia establecida. Y, Kelley escribe, los resultados sugieren que nuestro 'Gran Experimento de Distanciamiento Social de 2020' estará 'en la parte superior de la lista' de ‘experimentos fallidos’”.

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Prohibir las actividades al aire libre fue una mala idea

El video está disponible solo en inglés

En el video anterior, publicado el 11 de mayo de 2020, en Medscape.com, el Dr. JoAnn E. Manson, profesor de medicina y jefe de la División de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina de Harvard, analiza el papel que desempeña la vitamina D en el COVID-19.

La evidencia sugiere que sus niveles de vitamina D pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo del COVID-19, así como en la gravedad de la enfermedad. Se sabe que la vitamina D es importante para tener un sistema inmunológico resistente a las enfermedades virales.

Es importante destacar que, como señaló Manson, la vitamina D también tiene "un efecto inmunomodulador y puede reducir la inflamación, y esto puede ser importante para la respuesta respiratoria durante el COVID-19 y la tormenta de citoquinas que se ha demostrado".

Manson cita evidencia de tres estudios del sur de Asia que demuestran que las personas con COVID-19 grave tienen muchas más probabilidades de tener niveles insuficientes de vitamina D en comparación con las personas que tienen enfermedad leve. Los pacientes con deficiencia de vitamina D tenían en promedio, un riesgo ocho veces mayor de sufrir COVID-19 grave en comparación con aquellos con niveles óptimos.

Harvard Medical School comenzó un estudio para investigar si los suplementos con vitamina D reducen el riesgo de contagio por COVID-19 o mejoran los resultados clínicos, pero mientras tanto, Manson invita a las personas a pasar más tiempo al aire libre para optimizar sus niveles de vitamina D a través de los rayos del sol y consumir buenos alimentos y suplementos.

Manson no será el único en dar esas recomendaciones. Hace poco tiempo, investigadores irlandeses publicaron un editorial que destaca la relación de la deficiencia de vitamina D con las infecciones graves por el COVID-19. Según indican los autores del estudio:

"... la evidencia que respalda el efecto protector de la vitamina D contra la gravedad de COVID-19 es muy sugestiva, una proporción sustancial de la población en el hemisferio norte tienen deficiencia en vitamina D y los suplementos, por ejemplo, 1 000 unidades internacionales (25 microgramos) por día son muy seguros.

Es hora de que los gobiernos fortalezcan las recomendaciones para el consumo y suplementación de vitamina D, sobre todo cuando están bajo restricción".

Los niveles bajos de vitamina D están relacionados con un mayor riesgo de infección por SARS-CoV-2

Un informe del 6 de mayo de 2020 en la revista Nutrients señala que las concentraciones de vitamina D son más bajas en pacientes con pruebas positivas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para el SARS-CoV-2. Como se señaló en este informe que investigó a detalle los niveles de vitamina D obtenidos de una cohorte de pacientes en Suiza:

"En esta cohorte, se encontraron niveles más bajos de 25 (OH) D en PCR-positivo para pacientes con SARS-CoV-2 (valor medio 11.1 ng / mL) en comparación con pacientes negativos (24.6 ng / mL); esto también se confirmó con los pacientes mayores de 79 años.

Con base en esta observación preliminar, los suplementos de vitamina D podrían ser una medida útil para reducir el riesgo de infección".

Los niveles bajos de vitamina D están relacionados con una mayor mortalidad por el COVID-19

Otro informe del 6 de mayo de 2020, publicado en Aging Clinical and Experimental Research (su prepublicación presentada en el Daily Mail del 1 de mayo), encontró que los países con personas con niveles más bajos de vitamina D también tienen tasas de mortalidad más altas por COVID-19. Según los autores: 

“El estudio Seneca demostró que las personas en España tenían un nivel medio de vitamina D en suero de 26 nmol/L, las de Italia 28 nmol/L y las de os pauses nórdicos 45 nmol/L. En Suiza, el nivel medio de vitamina D es de 23 nmol/L en asilos y en Italia se descubrió que el 76 % de las mujeres mayores de 70 años tienen niveles por debajo de 30 nmol/L.

Estos son los países con un gran número de casos de COVID-19 y las personas de edad avanzada son el grupo con el mayor riesgo de morbilidad y mortalidad por SARS-CoV2".

En la versión preimpresa de este documento, los autores concluyeron: "Creemos que podemos recomendar suplementos de vitamina D para proteger contra la infección por SARS-CoV2". En la versión final, atenuaron la recomendación de: "Nuestra hipótesis es que la vitamina D puede desempeñar un papel protector contra el COVID-19".

Estudio de GrassrootsHealth

Los datos de un ensayo clínico realizado por GrassrootsHealth, una organización que hemos apoyado durante más de 13 años, también revela un vínculo entre los niveles de la vitamina D y la gravedad del COVID-19.

Mark Alipio, que no recibió fondos para su trabajo, dio a conocer datos de un análisis de 212 personas con COVID-19 confirmado por laboratorio y para quienes los niveles de 25(OH)D en suero estaban disponibles. Por medio de una clasificación de síntomas según las investigaciones previas, logró realizar análisis estadísticos para comparar las diferencias en los resultados clínicos con los niveles de vitamina D.

De las 212 personas, 49 padecían una enfermedad leve, 59 síntomas normales, 56 síntomas graves y 48 síntomas críticos. En el grupo de 212 pacientes (ver la Tabla 1 a continuación), 55 tenían niveles normales de vitamina D, que Alipio definió como superiores a 30 ng/ml; mientras que 80 tenían una deficiencia con niveles de 21 a 29 ng/ml y 77 tenían una deficiencia severa con niveles de 20 ng/ml.

tabla estadistica descriptiva

Los niveles de vitamina D se relacionaron con la gravedad de la enfermedad. Es importante comprender que la mayoría de los expertos consideran que 30 ng/ml es la mitad de los niveles adecuados de vitamina D, que oscila entre 60 a 80 ng/ml.

graveded de covid-19

De las 49 personas con síntomas leves, 47 mostraban niveles normales de vitamina D. Para aquellas personas que no son buenas con las matemáticas, eso significa que el 96 % de las personas con casos leves de enfermedad tenían niveles "normales" de vitamina D. Tenga en cuenta que este nivel "normal" estaba por encima de los 30 ng/ml, y la mayoría de los expertos lo elevaría a 60 ng/ml.

De las 104 personas con síntomas graves o críticos, solo 4 mostraban niveles normales de vitamina D. Ese es el 4 % o la mitad del grupo de síntomas leves. La relación podría ser más fuerte. Alipio concluyó lo siguiente:

"Este estudio ofrece información sustancial a los médicos y los encargados de desarrollar las políticas de salud. Es posible que los suplementos de vitamina D mejoren los resultados clínicos de las personas infectadas con Covid-2019 en función de una mayor probabilidad de padecer síntomas leves cuando el nivel en suero (OH) D es mucho mayor".

La vitamina D protege contra las infecciones virales

El video está disponible solo en inglés

De hecho, existe evidencia científica que demuestra que la vitamina D desempeña un papel importante en su respuesta inmunológica y su capacidad para combatir infecciones.

En el video anterior, Ivor Cummins, bioquímico y director de programas de Irish Heart Disease Awareness (Conciencia irlandesa sobre la enfermedad cardíaca), explica cómo los niveles más altos de vitamina D pueden reducir el riesgo de resultados negativos de COVID-19.

También revisa algunas de las condiciones relacionadas con niveles bajos de vitamina D, como la resistencia a la insulina y los altos niveles de inflamación.

Como se discutió mi artículo anterior "La pandemia de la resistencia a la insulina", la obesidad, hipertensión, diabetes y las enfermedades cardíacas son comorbilidades para la gravedad del COVID-19, y la resistencia a la insulina es el problema subyacente en todos estas.

Como se señaló en el artículo "Vitamin D and the Antiviral State", publicado en el Journal of Clinical Virology en 2011:

“Los estudios epidemiológicos de observación e intervención proporcionan evidencia de que la deficiencia de vitamina D puede atribuir a un mayor riesgo de influenza e infección del tracto respiratorio. La deficiencia de vitamina D también es frecuente en los pacientes con infección por VIH.

Los experimentos de cultivo celular respaldan la tesis de que la vitamina D tiene efectos antivirales directos, contra los virus envueltos. Aunque el mecanismo antiviral de la vitamina D no ha sido establecido por completo, puede estar relacionado con la capacidad de la vitamina D para regular los péptidos antimicrobianos LL-37 y las beta defensinas humanas tipo 2".

El SARS-CoV-2 es un tipo de virus envuelto, por lo que existen razones para sospechar que la vitamina D puede tener un efecto antiviral directo sobre él. Los estudios futuros tendrán que confirmar eso, pero mientras tanto, no existe ninguna razón para ignorar su nivel de vitamina D. Como se informó en un reciente comunicado de prensa de GrassrootsHealth:

“La vitamina D tiene varios mecanismos que pueden reducir el riesgo de infecciones. Los mecanismos importantes con respecto a las infecciones del tracto respiratorio incluyen:

  • Inducir la producción de catelicidinas y defensinas que puede reducir la supervivencia viral y las tasas de replicación, así como reducir el riesgo de infección bacteriana
  • Reducir la tormenta de citoquinas que causa inflamación y daños en el revestimiento de los pulmones que pueden provocar neumonía y síndrome de dificultad respiratoria aguda

Se descubrió que la deficiencia de vitamina D contribuye al síndrome de dificultad respiratoria aguda, una causa importante de muerte relacionada con el COVID-19 ... Para reducir el riesgo de infección, se recomienda que las personas con riesgo de influenza o COVID-19 consideren tomar 10 000 UI / día (250 microgramos / día) de vitamina D durante algunas semanas para aumentar de forma rápida las concentraciones de 25-hidroxivitamina D [25 (OH) D], seguido de al menos 5000 UI / día.

El objetivo debe ser aumentar las concentraciones de 25 (OH) D por encima de 40-60 ng/ml (100-150 nmol/l), y tomar lo que sea necesario para que esa persona alcance y mantenga ese nivel. Para tratar a las personas infectadas por COVID-19, se requerirían dosis más altas de vitamina D para aumentar rápido las concentraciones de 25 (OH) D".