La acidez es uno de los síntomas principales de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Se siente como una sensación de ardor detrás del esternón, que puede alcanzar el cuello y la garganta. En ocasiones, también podría resultar en un sabor agrio y amargo, que es la regurgitación del ácido del esófago. Algunas personas con ERGE también podrían experimentar otros síntomas como asma, tos y laringitis.
La ERGE es un problema común con una gran prevalencia en la población general. Desde siempre, la incidencia era mayor en adultos mayores y de mediana edad. Sin embargo, ahora se registró un aumento de personas más jóvenes (30 a 39 años) que buscan atención médica para tratar la ERGE.
Al parecer, la gravedad de la pirosis corresponde con los principales factores estresantes de la vida. Los investigadores no encontraron que la gravedad aumente con los cambios en el estado de ánimo, sino con el estrés, que empeora los síntomas de la acidez estomacal.
La pandemia actual aumento el estrés de muchas personas que están consumiendo más medicamentos para combatir la ansiedad, la depresión y el insomnio a diferencia del 2019. Este aumento representa una gran diferencia con los medicamentos utilizados para combatir la ansiedad y el insomnio entre el 2015 al 2019. Los autores del informe señalaron lo siguiente:
"Este análisis, que demuestra que muchas personas en los Estados Unidos están recurriendo a los medicamentos para sentirse mejor, nos da una pista del grave impacto que el COVID-19 podría tener en la salud mental de nuestra nación".
Medicamentos relacionados con la diabetes
Utilizar inhibidores de la bomba de protones (PPI) de manera continua para controlar la acidez estomacal, como Nexium, Prevacid o Prilosec, se relacionó con problemas de salud importantes. Los autores de un estudio reciente publicado en la revista Gut de BMJ buscaron evaluar la relación entre el uso de IBPs y la diabetes tipo 2.
Llevaron a cabo un análisis prospectivo que incluía a 204 689 personas en tres estudios, incluyendo el estudio de salud de las enfermeras. En ellos encontraron 10 105 casos de diabetes. Las personas que consumían IBP con regularidad tenían un riesgo un 24 % mayor en comparación con las que no los utilizaban.
Los investigadores encontraron que el uso regular aumentaba el riesgo de diabetes tipo 2, mientras que el riesgo aumentaba con el tiempo que se consumía el medicamento. Llegaron a la conclusión de que "los médicos deben tener cuidado al recetar IBPs, en especial para un uso a largo plazo".
Existe evidencia de que los IBPs alteran el microbioma intestinal, lo que podría generar una relación con la diabetes tipo 2. En un estudio que involucro a 1827 gemelos, los investigadores encontraron que utilizar IBPs se relacionó con una menor cantidad de microbioma intestinal y una menor diversidad microbiana.
Los investigadores que lideraron un estudio encontraron que la microbioma oral estaba muy encargada en los microbiomas fecales de las personas que usaban IBPs de manera constante "con cambios hacia un microbioma intestinal menos saludable". Estos cambios también concuerdan con “los cambios que predisponen a las infecciones de C. difficile y puede explicar el mayor riesgo de infecciones entéricas en los usuarios de IBPs".
Además, los IBPs podrían aumentar el riesgo de "aumentar de peso, así como desarrollar enfermedad hepática crónica y síndrome metabólico". Cada una de estos problemas puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2.
Como se señaló en Medpage Today, el estudio de la diabetes tenía limitaciones, ya que era observacional, mientras que los investigadores no podían excluir otros factores, como la dosis, la frecuencia y la marca del IBPs. Los autores del estudio fueron citados en el artículo de Medpage Today diciendo lo siguiente:
"A nivel de población, los IBPs podrían tener un efecto aún más significativo sobre el microbioma intestinal que otros medicamentos, como los antibióticos, lo que genera advertencias sobre el uso excesivo de IBPs y exige una mayor investigación de las consecuencias a largo plazo".
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Medicamentos alternativos contaminados
Además de los IBPIs, existen otros medicamentos para tratar la acidez estomacal. Dos de los medicamentos, Zantac y Axid, contenían N-nitrosodimetilamina (NDMA) que en algún momento se utilizó para producir combustible para cohetes.
Los resultados de las pruebas demostraron que aumenta el riesgo de cáncer, por lo que este químico ahora se utiliza solo con fines de investigación. En febrero de 2020, se retiraron del mercado los medicamentos para la acidez estomacal debido a la contaminación con NDMA. Dado que el compuesto se podría absorber por medio de los alimentos, el medio ambiente, el tabaco o los medicamentos, la FDA estableció un nivel de consumo aceptable de 96 nanogramos por día.
En comparación, esto es 0.000096 de 1 miligramo (mg) y un grano de sal es aproximadamente 1 mg. Un lote de valsartán, que es un medicamento para la presión arterial que fue retirado del mercado, sobrepaso hasta 200 veces este límite. Asimismo, los autores de un informe de 2019 de Bloomberg sugirieron que la contaminación podría haber sido causada por priorizar la rentabilidad de las pruebas de calidad y mejorar los métodos de fabricación.
Sin embargo, esta no es la primera vez que productos cancerígenos como NDMA ingresan al suministro de medicamentos, lo que plantea serias dudas sobre la capacidad de la FDA para garantizar la seguridad de los medicamentos. De acuerdo con lo informado por Bloomberg, uno de los medicamentos para la presión arterial contenía hasta 17 microgramos por pastilla, que los reguladores de salud de Europa estiman que desarrolla cáncer en 1 de cada 3390 personas.
Es preocupante que las inspecciones de la FDA no sean rigurosas, lo cual revela que las deficiencias en el proceso de calidad es algo común. Bloomberg habló con Michael de la Torre, quien administra una base de datos de inspecciones de la FDA.
De acuerdo con Torre, en los cinco años anteriores al 2019, la FDA emitió cartas de advertencia solo el 25 % de las veces como respuesta a datos falsos. La conclusión es que esta exposición se debió en gran parte a la dependencia a los medicamentos que de ninguna manera trata la causa de la enfermedad.
Peligros del uso a largo plazo
Como mencione anteriormente, los IBPs están relacionados con diferentes problemas de salud. Por ejemplo, utilizar inhibidores de la bomba de protones de manera continua fomenta el crecimiento excesivo de bacterias en el tracto digestivo, lo que provoca una mala absorción de nutrientes relacionada con la inflamación de la pared estomacal.
Los IBPs también reducen la absorción de magnesio. Los niveles bajos de magnesio pueden provocar náuseas, fatiga, contracciones musculares, cambios de personalidad y anormalidades en el ritmo cardíaco. Al reducir la cantidad de ácido, los IBPs aumentan el riesgo de acidez, indigestión, distensión abdominal, diarrea y gases.
Reducir el ácido del estómago también podría perjudicar la absorción de calcio, lo que puede provocar osteoporosis. La investigación relaciono el uso a largo plazo dependiente de la dosis con un mayor riesgo de fractura de cadera.
Como se describe en un artículo de JAMA, los científicos especulan que este aumento de personas diagnosticadas con enfermedad renal crónica podría atribuirse al mayor número de personas que usan IBPs. El autor principal, Benjamin Lazarus, de la Universidad de Queensland en Brisbane, Australia, explica lo siguiente:
“Los resultados del estudio sugieren que hasta el 70 % de estas recetas no tenían indicación y que el 25 % de las personas que utilizaban IBPs a largo plazo podrían interrumpir la terapia sin desarrollar síntomas. De hecho, se solicitó reducir el uso innecesario de los IBPs".
Asimismo, el riesgo de desarrollar cáncer de estómago es mucho mayor. Los investigadores consideraron la importancia que podría desempeñar la infección para desarrollar cáncer de estómago y encontraron que las personas que consumían IBPs de manera diaria tenían un riesgo 4.5 veces mayor de desarrollar cáncer de estómago, en comparación con las personas que tomaban el medicamento una vez a la semana.
Cada uno de estos problemas de salud representan un riesgo a largo plazo. Sin embargo, en un estudio de 86 602 personas encuestadas, los investigadores encontraron que las personas que tomaban un IBP dos veces al día tenían un riesgo cuatro veces mayor que las que no tomaban los medicamentos.
Hay personas que no creen que los IBPs tienen efectos adversos. El Dr. Daniel Freedberg de la Universidad de Columbia, quien no participó en el estudio, habló con Medpage y calificó los resultados como "muy débiles".
A pesar de la creciente evidencia científica de que los medicamentos causan efectos secundarios significativos y peligrosos, Freedberg señala que la asociación médica que desarrolla los lineamientos clínicos, la American Gastroenterological Association, no recomendó monitorear a las personas que usan IBPs a largo plazo para detectar efectos secundarios adversos y es poco probable que el estudio actual cambie esta perspectiva.
Causas de acidez estomacal
La digestión comienza al masticar la comida y cuando se mezcla con la saliva. Una vez en el estómago, los alimentos se mezclan con el ácido clorhídrico y se trasladan al intestino delgado. Dentro del estómago existe una válvula muscular conocida como esfínter esofágico inferior que evita que los alimentos o el ácido vuelvan a subir.
Cuando este esfínter se relaja de manera inapropiada, permite que el ácido regrese hacia el esófago y queme el tejido que no es capaz de soportar este pH más bajo. Cómo mencione anteriormente, el reflujo ácido es causado por una cantidad excesiva de ácido en el estómago en situaciones muy raras. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, el reflujo ácido, la acidez estomacal y la ERGE están relacionadas con:
- Escasez de ácido estomacal
- Desequilibrio de Helicobacter pylori
- Hernia hiatal
- Alergias alimenticias
La siguiente prueba puede dictaminar la cantidad de ácido que produce el estómago. Si su nivel de ácido estomacal es bajo, es posible desarrollar un tratamiento para reducir el dolor crónico.
- Mezcle 1 cucharadita de bicarbonato de sodio en 8 onzas de agua fría y bébalo en ayunas. La combinación de bicarbonato de sodio y ácido clorhídrico crea un gas de dióxido de carbono que genera la sensación de eructar.
- Observe cuánto tiempo le toma formar suficiente gas para eructar. Si estos se producen en dos o tres minutos es normal, mientras que los eructos previos y repetidos indican un exceso de ácido. Si no eructa después de cinco minutos, es posible que no esté produciendo suficiente ácido.
Otras pruebas implican tomar una muestra de heces para determinar si existe una deficiencia de enzimas o ácido clorhídrico. También podría identificar desequilibrios bacterianos o fúngicos que podrían contribuir a su problema de salud.
Cómo curar el ERGE y evitar la acidez estomacal
La investigación también demuestra que tanto el chucrut como el jugo de col pueden estimular el cuerpo para producir ácido estomacal. Usar jugo fermentado de chucrut antes de comer ayuda a equilibrar y nutrir el intestino con bacterias valiosas y mejorar la digestión.
Restablecer el intestino con bacterias beneficiosas ayuda a equilibrar el microbioma intestinal y reducir o eliminar el helicobacter de forma natural. Los alimentos fermentados y los suplementos de alta calidad ayudan a lograr estos objetivos.
Es importante recordar que los alimentos ricos en lectina, como los granos y las legumbres, inhiben las enzimas. Esto podría reducir la función del sistema digestivo y producir o empeorar la acidez estomacal.
Cómo tratar la acidez estomacal de manera segura
Si está tomando IBPs, es importante que no los deje de jalón. Esto puede resultar en una hipersecreción de ácido grave. En su lugar, es mejor tomarse el tiempo para desintoxicarse al dejar el medicamento de manera gradual.
Una vez que haya disminuido la dosis, comience a sustituir el medicamento por un bloqueador H2, como la cimetidina o el Tagamet. Después de consumir el bloqueador H2 durante un par de semanas, puede comenzar a dejar de tomarlo.
En el proceso, comience a introducir otras opciones para reducir la acidez. Aunque la acidez estomacal causa dolor, también existen efectos secundarios a largo plazo, que incluyen:
- Esofagitis eosinofílica
- Esófago de Barrett
- Adenocarcinoma
- Estenosis péptica
- Esofagitis erosiva
Existen opciones caseras para tratar la acidez estomacal, la ERGE y la indigestión sin usar medicamentos peligrosos. Para encontrar otras opciones, que también mejoran la salud en general, consulte el artículo: "Los Medicamentos Para la Acidez Estomacal Aumentan la Incidencia de Mortalidad—Cómo Abordar la Indigestión de Forma Segura".