Muere un obstetra de Miami tras vacunarse contra el COVID-19

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

Los peligros de las vacunas contra el COVID-19

Historia en Breve

  • El Dr. Gregory Michael, un obstetra de Miami Beach, recibió la primera dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech contra el COVID-19 y murió 16 días después de una hemorragia cerebral (derrame cerebral)
  • A los tres días de recibir la inyección desarrolló síntomas de un trastorno hemorrágico autoinmunológico muy grave llamado púrpura trombocitopénica idiopática (PTI)
  • De acuerdo con su esposa, el médico obstetra/ginecólogo de 56 años no tenía ningún problema de salud cuando recibió la vacuna contra el COVID-19 y en 72 horas comenzó a presentar síntomas de hemorragia debajo de la piel
  • Durante la última década, se han realizado varios estudios que demuestran que la PTI se desarrolla después de recibir alguna vacuna, mientras que los autores solicitan más investigación sobre la relación entre la vacuna y la PTI

El Dr. Gregory Michael, un obstetra con práctica privada en el Mount Sinai Medical Center en Miami Beach, recibió la primera dosis de la vacuna experimental de ARNm para COVID-19 de Pfizer/BioNTech el 18 de diciembre de 2020 y murió 16 días después de una hemorragia cerebral (derrame cerebral).

A los tres días de recibir la inyección desarrolló síntomas de un trastorno hemorrágico autoinmunológico muy grave llamado púrpura trombocitopénica idiopática (PTI) o trombocitopenia inmunitaria. De acuerdo con su esposa, el médico obstetra/ginecólogo de 56 años no tenía ningún problema de salud cuando recibió la vacuna contra el COVID-19 y en un periodo de 72 horas comenzó a presentar síntomas de hemorragia debajo de la piel.

Ingresó a la unidad de cuidados intensivos pero ningún tratamiento logró detener la hemorragia interna. El caso lo está investigando el médico forense del condado de Miami-Dade, quien además trabaja con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y el Departamento de Salud de Florida.

De acuerdo con el Miami Herald, el 7 de enero de 2021, un funcionario de Pfizer dijo que Michael murió de un "caso clínico muy inusual de trombocitopenia severa, una afección que disminuye la capacidad del cuerpo para coagular la sangre y detener la hemorragia interna".

El portavoz de Pfizer agregó: "Investigamos este caso, pero en este momento no creemos que exista una relación directa con la vacuna". Un informe de CBS citó al portavoz de Pfizer y dijo:

“No se han identificado señales de seguridad relacionadas con nuestros ensayos clínicos, la experiencia posterior a la comercialización o con la plataforma de vacunas de ARNm. Hasta la fecha, millones de personas ya recibieron la vacuna y monitoreamos de cerca todos los eventos adversos que se puedan presentar.

Es importante señalar que, por desgracia, es probable que los eventos adversos graves, incluyendo las muertes que no estén relacionadas con la vacuna, ocurran a un ritmo similar al que ocurrirían en la población general".

La esposa dijo que Gregory Michael era muy 'querido por todas las personas en la comunidad'

El conocido y popular obstetra operó una práctica privada de obstetricia/ginecología en Miami Beach durante 12 años y también trabajó como instructor clínico y miembro de la facultad para el programa de asistente médico en la Universidad Barry y en el Miami Dade College. Tenía una hija de 15 años.

Su esposa, Heidi Neckelmann, hizo una publicación donde llamó a su esposo "el amor de mi vida", quien fue "muy querido por todas las personas en la comunidad, participó en el parto de cientos de bebés sanos y trabajó demasiado durante la pandemia". Al informar a sus amigos sobre su muerte, les pidió que compartieran su publicación para que el público estuviera más consciente de que la vacuna contra el COVID-19 conlleva riesgos. Y señaló que:

“Era un defensor de las vacunas y por eso decidió ponérsela. Creo que la gente debe ser consciente de que pueden ocurrir efectos secundarios, que no son buenos para todos y, en este caso, destruyó una vida hermosa, una familia perfecta y afectó a mucha gente en la comunidad. No haga caso omiso de su muerte, por favor, salve más vidas al hacer que esta información se convierta en noticia”.

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Los CDC dicen que los 'beneficios potenciales' de las vacunas contra el COVID-19 'superan los riesgos'

Un informe de la cadena CBS citó a la Dra. Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC, quien dijo lo siguiente: “Los beneficios conocidos y potenciales de las vacunas actuales del COVID-19 superan los riesgos de contraer dicha enfermedad. Sin embargo, eso no significa que no podamos ver posibles eventos graves en el futuro".

De acuerdo con lo que se informó, los funcionarios de los CDC les dijeron a los periodistas que se han administrado casi 1 millón de dosis de vacunas para el COVID-19 y no han visto ninguna reacción grave más allá de los 29 casos de reacciones alérgicas y los casi 11 casos de anafilaxia.

La destrucción plaquetaria mediada por auto-anticuerpos causa PTI

La púrpura trombocitopénica idiopática o inmune (PTI) es un trastorno autoinmunológico causado por la destrucción de plaquetas mediada por auto-anticuerpos, que son las células en la sangre que ayudan a detener la hemorragia. En general, el sistema inmunológico funciona mal y produce anticuerpos que atacan las plaquetas del cuerpo. En algunos casos, las células T (un tipo de glóbulo blanco) atacarán y destruirán las plaquetas.

Se informó que la PTI se desarrolla después de infecciones, incluyendo a la infección por SARS-CoV-2, reacciones a medicamentos recetados y medicamentos de venta libre, embarazo, exposición a toxinas químicas, vacunas, o como una complicación de trastornos autoinmunológicos como la artritis reumatoide y el lupus, pero aún son desconocidas todas las causas.

Un recuento de plaquetas normal es de entre 150 000 y 450 000, mientras que la PTI puede reducir el recuento de plaquetas a menos de 10 000, lo que provocaría una gran hemorragia interna.

Los síntomas de la PTI podrían comenzar con la aparición de pequeños puntos rojos debajo de la piel, que indican hemorragias muy pequeñas y progresar a manchas moradas y hematomas en grandes áreas de la piel, así como hemorragias nasales, hemorragias en la boca y alrededor de las encías, sangre en el vómito, orina o en las heces, lo que indica una hemorragia interna mucho más grave.

La complicación más peligrosa de la PTI es el sangrado en el cerebro que causa una hemorragia cerebral, un daño cerebral catastrófico o la muerte. Los tratamientos que intentan ralentizar o detener la destrucción de plaquetas durante la PTI son limitados e incluyen gammaglobulina por vía intravenosa (IVGG) e infusiones de plaquetas, esteroides y otros medicamentos, o la extirpación del bazo.

La PTI en niños, que se presenta en 1 de cada 20 000 niños, se puede revertir más fácil que en adultos, que ocurre en casi 1 de cada 15 000 adultos en los Estados Unidos y es más común en mujeres y personas mayores de 60 años. La mayoría de los niños se recuperan de la PTI aguda, pero cerca del 30 % de los adultos padecen una enfermedad crónica después de desarrollar PTI y el 5 % muere por hemorragia.

Se reportan casos de PTI y por casualidad se relacionan con las vacunas

En el año 1991, un comité del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias declaró en su informe titulado: "Adverse Effects of Pertussis and Rubella Vaccines" que había muy pocos estudios científicos publicados en la literatura médica investigando la PTI después de la vacuna contra la tos ferina de células enteras (DPT) o de la vacuna contra la rubéola (MMR). Estos pocos estudios no fueron suficientes para que el comité determinara si la vacuna DPT o MMR causaba PTI en los niños.

En el año 2001, se publicó un estudio en Archives of Disease in Childhood que confirmó una relación entre la vacuna contra el sarampión, paperas, rubéola y la PTI.

Los autores del estudio dijeron: "El riesgo absoluto dentro de las seis semanas posteriores a la inmunización fue de 1 de cada 22 300 dosis. Dos de cada tres casos que ocurrieron en el período de las seis semanas posteriores a la inmunización fueron causados por MMR". El sitio web de los CDC declara que:

“La púrpura trombocitopénica inmunitaria (PTI) es un trastorno que disminuye la capacidad del cuerpo para detener la hemorragia. Puede suceder tanto después de una infección natural por sarampión como después de recibir la vacuna de MMR.

Sin embargo, por lo general no es peligrosa. El tratamiento podría incluir transfusión de sangre y medicamentos. Se ha demostrado que el riesgo de PTI incrementa en las seis semanas posteriores a la vacuna MMR, mientras que un estudio estimó 1 caso por cada 40 000 niños vacunados".

Durante la última década, se han realizado varios estudios en los Estados Unidos y otros países que demuestran que la PTI se desarrolla después de recibir vacunas, incluyendo a la de VPH y vacunas contra la influenza. Los autores solicitan más investigación sobre la relación entre la vacuna y la PTI. Un grupo de investigadores que analizó la relación entre la PTI y las vacunas afirmó lo siguiente en el año 2014:

“Las vacunas podrían inducir la PTI por varios mecanismos. La autoinmunidad relacionada a la vacuna podría provenir por las respuestas mediadas por antígenos y otros componentes de la vacuna, como proteínas de levadura, adyuvantes y diluyentes. Lo más probable es que sea a través del mimetismo molecular inducido por virus.

La hipótesis de los auto-anticuerpos no es suficiente para explicar todos los casos de PTI: en los casos negativos de anticuerpos antiplaquetarios, se ha sugerido un mecanismo complementario basado en el mecanismo inmunomediado de las células T. En particular, los subconjuntos de células T parecen estar desregulados con una mayor producción de citoquinas proinflamatorias, como IFN-y y TNF, y quimiocinas, como CXCL10”.

Un editorial de la Revista Internacional de Enfermedades Infecciosas de octubre de 2020 y titulado: "ITP Following Vaccination", señaló que "el término 'mosaico de autoinmunidad' indica que los trastornos inmunomediados pueden involucrar diferentes fuentes, incluyendo la genética, factores ambientales y los defectos hormonales o inmunológicos".

Los editores señalaron que la vacuna es uno de los "desencadenantes ambientales" que se ha descrito en la literatura médica en relación con la PTI. Los editores de la revista, que pidieron más investigación sobre la relación entra la vacuna y la PTI, declararon:

“Independiente del mecanismo por el que la inmunización artificial causa PTI, se ha confirmado después de las vacunas contra varios agentes infecciosos, en especial sarampión-paperas-rubéola (MMR), pero también Haemophilus influenza [HIB], hepatitis B (VHB), virus del papiloma humano (VPH), varicela zóster [varicela], tos ferina acelular difteria-tétanos (DTap), polio y neumococo.

Un estudio francés que evaluó la PTI causada por medicamentos descubrió que alrededor del 45 % de los casos se presentaron después de la vacunación".

La FDA dice que el ensayo de la vacuna contra el COVID-19 de Moderna tuvo un caso de PTI

Pfizer no informó ningún caso de PTI en los ensayos clínicos de su vacuna experimental de ARNm para el COVID-19, la cual fue la vacuna que recibió Michael.

Sin embargo, la FDA descubrió un caso de PTI en un participante de un ensayo clínico de la vacuna de Moderna contra el COVID-19, el cual fue hospitalizado con trombocitopenia y enfermedad de cálculos renales obstructivos después de recibir la vacuna experimental. Posteriormente, el participante falleció por una insuficiencia multiorgánica.

Al discutir las muertes que ocurrieron en los ensayos clínicos de la vacuna de Moderna contra el COVID-19, la FDA declaró:

“El caso fue un receptor de 72 años con enfermedad de Crohn y síndrome del intestino corto, que fue hospitalizado por trombocitopenia e insuficiencia renal aguda debido a nefrolitiasis obstructiva [cálculo renal] 40 días después de la segunda dosis y desarrolló complicaciones que causaron insuficiencia multiorgánica y posteriormente la muerte".

Proteja su derecho al consentimiento informado y defienda su posición

Con toda la incertidumbre que rodea la seguridad y la eficacia de las vacunas, es muy importante proteger su derecho a tomar decisiones independientes y ejercer el consentimiento informado sobre la vacunación. Es urgente que todas las personas en el mundo luchen para proteger y expandir el consentimiento informado de las vacunas en las leyes estatales de salud pública. La mejor manera de hacerlo es involucrarse con los legisladores estatales e informar a los líderes de su comunidad.

Comparta su historia con los medios y sus conocidos

Si alguien que conoce sufre una reacción grave, lesión o muerte a causa de la vacuna, hable al respecto. Todos se sentirán solos si no compartimos información y experiencias entre nosotros. Escriba una carta al editor de su periódico local si tiene una perspectiva diferente sobre la historia de una vacuna. Comuníquese con un programa de entrevistas.

Tiene que ser valiente, ya que podría ser criticado por atreverse a hablar sobre la "otra parte" de la historia. Esté preparado y no se rinda. Solo al compartir nuestra perspectiva y lo que sabemos, se abrirá un mayor debate sobre la vacunación para que las personas no tengan miedo de hablar al respecto.

Los daños causados por las vacunas no pueden ser ignorados y tratados como nada más que un "daño colateral estadísticamente aceptable" de las políticas nacionales de vacunación obligatoria que ponen a demasiadas personas en riesgo de lesiones y de muerte. No deberíamos tratar a las personas como conejillos de indias.

+ Fuentes y Referencias
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