El informe de herbicidas mortales que debe leer

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

riesgos del glifosato

Historia en Breve

  • Un informe escondido de la EPA de 2016 establece que los estudios "proporcionan evidencia sugerente del potencial carcinogénico entre la exposición al glifosato y un mayor riesgo de linfoma no Hodgkin"
  • Aunque Bayer acordó pagar entre $ 8.8 y $ 9.1 mil millones para resolver 12 000 demandas que se han presentado de Roundup por cáncer, la EPA sostuvo que el glifosato no causa cáncer
  • En julio de 2021, Bayer anunció que detendría las ventas de sus productos a base de glifosato en el mercado del césped y el jardín para "gestionar el riesgo de litigios"
  • Monsanto se comprometió en un "esfuerzo profundo y coordinado para difamar, desacreditar y tratar de cerrar" cualquier información que relacione a Roundup con el cáncer

En 2015 la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC por sus siglas en inglpes) identificó al glifosato, el ingrediente activo del herbicida Roundup, como un probable carcinógeno humano.

Desde entonces, Bayer, que en 2018 adquirió Monsanto y todos sus problemas legales relacionados con el Roundup, se ha enfrentado a veredictos del jurado por un valor combinado de $ 2.4 mil millones de personas que alegaron que la exposición al glifosato causó su cáncer, en especial el linfoma no Hodgkin.

En junio de 2020, Bayer acordó pagar entre $ 8.8 y $ 9.1 mil millones para resolver 125 000 demandas de Roundup que se han presentado por cáncer y que representan casi el 75 %. Bayer reservaría otros $ 1.25 mil millones para cubrir futuras reclamaciones de Roundup, pero a pesar del acuerdo que fue el más grande en la historia de las grandes farmacéuticas, Bayer no admitió haber cometido ningún delito.

A través de todas las demandas de alto perfil, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos se mantuvo firme en su apoyo al glifosato. En una evaluación sobre el glifosato, cuyo borrador final se publicó en abril de 2019, la EPA descubrió que la sustancia química "es probable que no sea carcinógena para los humanos".

Sin embargo, resulta que un informe oculto de la EPA de 2016 descubrió lo contrario, que el glifosato parecía estar relacionado con el linfoma no Hodgkin.

Informe interno de la EPA relaciona el glifosato con el cáncer

El informe confidencial de la EPA que se publicó hace poco tiempo incluyó una exposición de la reportera de investigación Sharon Lerner en The Intercept, quien escribió:

“El informe interno, que se marcó como “confidencial”, descubrió que los cuatro estudios de la más alta calidad 'reportaron riesgos elevados de LNH relacionados con la exposición al glifosato incluso después de controlar la exposición a otros pesticidas' y concluyó que los estudios 'brindan evidencia sugestiva de carcinógeno potencial entre la exposición al glifosato y un mayor riesgo de linfoma no Hodgkin'.

Pero la EPA nunca publicó esta preocupación. En cambio, después publicó informes en 2016 y 2017 que se basaron en el documento anterior (varias secciones tienen una redacción idéntica) pero llegaron a la conclusión opuesta, que el glifosato 'no es un carcinógeno probable'”.

Lerner habló con Genna Reed, analista senior del Center for Science and Democracy at the Union of Concerned Scientists, quien afirmó que la EPA seleccionó datos del informe interno. "Solo utilizaron las piezas del metanálisis que se ajustan a la conclusión que querían respaldar. Es evidente que se necesitan más filtros para evitar la interferencia política con la ciencia".

Un informe interno podría respaldar la apelación de la Propuesta 65 de glifosato

La EPA no solo respaldó la seguridad del glifosato durante años después de que el informe interno revelara evidencia que sugiere su carcinogenicidad, sino que fue tan lejos como para bloquear las etiquetas de advertencia en California cuando el estado anunció que eran necesarias dentro del estado.

Cabe destacar que el glifosato se agregó de forma oficial a la lista de carcinógenos de la Proposición 65 de California en julio de 2017, y se suponía que las etiquetas de advertencia que indicaban que el glifosato podría causar cáncer se agregarían a los productos a partir del verano de 2018.

Sin embargo, las etiquetas se detuvieron cuando Monsanto desafió la regla de California en los tribunales. En febrero de 2018, un juez federal prohibió de forma temporal los planes de California de agregar etiquetas de advertencia de cáncer en productos a base de glifosato, que la EPA después respaldó.

Luego, en agosto de 2019, la EPA declaró que "ya no aprobarán etiquetas de productos que afirmen donde se sabe que el glifosato causa cáncer", y agregó que esa es "una afirmación falsa que no cumple con los requisitos de la ley de etiquetado de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas Federales" (FIFRA)”.

En 2020, el fiscal general de California, Xavier Becerra, presentó una apelación para impugnar el fallo de la EPA, y es posible que el informe sea en favor de la apelación. De acuerdo con Sustainable Pulse:

“Ahora, con el nuevo informe interno que contradice los hallazgos públicos de la EPA, que el Tribunal utilizó como base para no requerir una advertencia de la Prop 65 para el glifosato, la apelación se puede deshacer de la afirmación de que no hay evidencia de que el glifosato sea un carcinógeno".

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Bayer pondrá fin a las ventas de glifosato para uso residencial

La EPA, inquebrantable en su apoyo al glifosato, volvió a registrar la sustancia química por otros 15 años en 2020. Bayer, sin embargo, parece haberse vuelto cauteloso después de todas las demandas.

En julio de 2021, anunciaron que detendrían las ventas de sus productos a base de glifosato en el mercado del césped y el jardín con "nuevas formulaciones que se basan en ingredientes activos alternativos a partir de 2023". Se aseguraron de señalar que las ventas se detendrán con fines puramente litigiosos:

“Este movimiento se realiza solo para gestionar el riesgo de litigios y no por motivos de seguridad. Dado que la mayoría de los reclamos en el litigio provienen de usuarios del mercado de césped y jardín, esta acción elimina la fuente principal de reclamos futuros más allá de una fase latente. No habrá cambios en la disponibilidad de las formulaciones de glifosato de la compañía en los mercados agrícolas y profesionales de Estados Unidos”.

Es un paso positivo en la dirección correcta, pero el glifosato seguirá disponible para los mercados agrícolas, que constituye una parte significativa de su uso, y aún se puede rociar en escuelas, parques y otros entornos públicos.

Los agricultores podrían aplicar glifosato a cultivos agrícolas como la soya transgénica a una tasa de 0.75 a 1.5 libras por hectárea y crear serias preocupaciones ambientales y de salud pública. Andrew Kimbrell, director ejecutivo del Center for Food Safety, señaló en un comunicado de prensa:

"La decisión de Bayer de poner fin a la venta de Roundup en Estados Unidos es una victoria histórica para la salud pública y el medio ambiente. A medida que continúa el uso agrícola a gran escala de este pesticida tóxico, nuestros trabajadores agrícolas seguirán en riesgo. Es hora de que la EPA actúe y prohíba el glifosato para todos los fines".

Desinvitan a periodista de la conferencia Media Ag

Invitaron a Carey Gillam, periodista de investigación, a hablar en la Agriculture Media Summit en Kansas City, un evento para escritores sobre agricultura y ganadería. Tiene una amplia experiencia en el uso de datos obtenidos a través de las solicitudes de la Ley de Libertad de Información (FOIA) y se le pidió que hiciera una presentación sobre cómo perseguir la solicitud de la FOIA.

Sin embargo, una vez que su nombre apareció en la agenda, los patrocinadores, que incluían nombres de Big Ag como Syngenta, Corteva y Koch, rechazaron y dijeron que no querían que ella hablara. Gillam escribio un artículo para The Guardian sobre Syngenta donde tergiversó datos sobre su herbicida de paraquat.

Gillam es la autora de "Whitewash - The Story of a Weed Killer, Cancer and the Corruption of Science", y antes explicó cómo Monsanto trató de desacreditarla por escribir artículos tan fuertes sobre la empresa y sus productos tóxicos. En una entrevista con The Disinformation Chronicle, Gillam habló sobre la influencia significativa de las corporaciones en los medios y su papel en difundir desinformación y censura:

“Este caso lo vemos cada vez más con el dinero corporativo que está en juego en las conferencias de periodismo. Hace dos años, escribí sobre Bayer y busqué influencia dentro de la Asociación de Prensa Extranjera y la Fundación de Prensa Extranjera.

Tenía documentos internos que demostraban que, a cambio de donaciones muy generosas, Bayer participaría en la elaboración de agendas para conferencias periodísticas y para conseguir voz y voto sobre los ganadores de los premios. Iban a elegir qué tipo de historias se aplaudían y promocionaban".

Al profundizar aún más, los documentos internos del "centro de fusión de inteligencia" de Monsanto revelaron una respuesta estratégica destinada a desacreditar a los periodistas o a cualquier persona que consideraran una amenaza al incorporar a terceros. “Le han hecho esto a los científicos y a muchos otros periodistas.

Un ejemplo clave es un grupo de fachada que se llama a sí mismo Consejo de Ciencia y Salud de Estados Unidos. Estos grupos hacen el trabajo sucio para que una empresa pueda aparecer por encima de la contienda”, dijo Gillam.

Cómo juegan 'Whack a Mole' en campañas de desinformación

Gillam compartió tres documentos internos de Monsanto con The Disinformation Chronicle, que detallan el plan de juego de la compañía para asegurarse de que solo se escuche su narrativa. El primero, titulado "Let Nothing Go", significa que se deben contrarrestar todas las noticias negativas o publicaciones en las redes sociales.

“En cualquier lugar donde pudiera aparecer algo comprometedor o negativo sobre esta empresa, querían que alguien de su equipo o un tercero lo contrarrestara”, dijo Gillam. “Es por eso que necesitaban tantos participantes diferentes en todo el mundo para monitorear de forma constante las redes sociales. Esto todavía sucede".

Es preferible el uso de participantes de terceros como el Consejo de Ciencia y Salud de Estados Unidos, ya que elimina a Monsanto (o ahora Bayer) de la conversación, lo que claramente estaría sesgado y hace que parezca que los artículos de seguridad provienen de fuentes independientes.

El segundo documento, "Whack a Mole", es una señal para "criticar a cualquiera que plantee preguntas o inquietudes o señale problemas potenciales con Monsanto". El llamado "proyecto de mapeo de partes interesadas" de Monsanto se descubrió por primera vez en Francia, pero es probable que Monsanto tuviera varias listas para rastrear personas en países de toda Europa.

Las listas de resultados contenían cientos de nombres y otra información personal sobre periodistas, políticos y científicos, incluyendo sus opiniones sobre pesticidas e ingeniería genética. Gillam explicó:

“Esto es lo que hacían y reclutaron no solo a profesores, sino también a dietistas y nutricionistas. Personas que tienen algo de autoridad y parecen independientes, pero están dispuestas a atacar a cualquiera que no le guste a Monsanto".

El tercer documento hace referencia al "Proyect Spruce", un nombre en clave interno de la directiva de defensa de Monsanto para proteger a la empresa contra todas las amenazas percibidas a su negocio, incluyendo las afirmaciones de que Roundup causa cáncer.

“A través del Proyecto Spruce trabajaron con un tercero en un esfuerzo profundo y coordinado para difamar, desacreditar y tratar de acabar con las preocupaciones de que Roundup causa cáncer”, dijo Gillam.

Igual de inquietante, dice que los documentos internos también revelan los esfuerzos de Monsanto para manipular la optimización de motores de búsqueda en Google. Por ejemplo, dijo que cualquier persona que busque información en su libro en Google, en cambio, sería dirigida a la propaganda negativa publicada por terceros dirigidos por Monsanto.

La desinformación es la nueva normalidad

Vivimos una época en la que el acceso a la información y la ciencia independiente es cada vez más difícil de encontrar. Si desea conocer los riesgos reales de los herbicidas como el glifosato o pesticidas que también se usan en los negocios agrícolas, no puede confiar en Bayer o la EPA, sino que debe buscar muy profundo.

Es un hecho lamentable pero importante, y se aplica no solo a la información sobre herbicidas, fungicidas y pesticidas, sino a prácticamente cualquier tema de importancia. Gillam lo sabe muy bien y ofrece los siguientes consejos para cualquier persona que busque la verdad:

“Si es un lector habitual, solo tiene que tomarse todo con un grano de sal y hacer todo lo posible para verificarlo varias veces. Vaya directamente a la fuente.

Busque y lea artículos de investigación por sí mismo e intente ver si la fuente de información en la que confía tiene algunas relaciones cuestionables que podrían sesgar la información. Esta es una era de desinformación muy aterradora, y todos debemos tener mucho cuidado y ser cautelosos en términos de discernir la verdad".