Por el Dr. Mercola
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), un promedio de 115 personas en los Estados Unidos muere a diario por sobredosis de opiáceos.1 El uso cada vez mayor de analgésicos narcóticos y las tasas desaforadas de adicción a ellos se han convertido en un problema social que trasciende todos los límites geográficos y socioeconómicos.
En la actualidad, la sobredosis de medicamentos afecta a personas de todas las edades, géneros y etnias. "Understanding the Opioid Epidemic" (Una guía para entender la epidemia de los opiáceos) es un documental realizado por la PBS cuya duración es de una hora y su objetivo es destacar algunos de los problemas entorno a las inquietantes tasas de uso y abuso de los medicamentos opiáceos que se recetan en los Estados Unidos.
Estos potentes analgésicos se recetan de manera rutinaria con el fin de tratar el dolor corporal que en su mayoría está relacionado con accidentes, percances automovilísticos, lesiones deportivas o cirugía.
Si usted o alguien que ama está tomando opiáceos o ya es adicto a ellos, puede encontrar consuelo y validación al escuchar a las personas que se recuperan de la adicción, así como a los miembros de su familia. Asimismo, se presentan personas dedicadas al cuidado de los pacientes, médicos y otros expertos que a diario abordan este tema.
Es posible que el video no funcione en todos los países
Este video esta disponible solo en ingles
Los analgésicos recetados para afecciones médicas comunes pueden dar pie a la adicción a los opioides
Esta epidemia dista mucho de involucrar solo a personas desconocidas de tierras lejanas, pues la crisis de los opiáceos en los Estados Unidos ocupa las primeras planas semana tras semana. En los titulares destacan historias desgarradoras de personas como Avi y Julie Israel de North Buffalo en Nueva York, quienes tenían un hijo llamado Michael cuya historia fue presentada en el documental.
Los problemas de la adicción a los medicamentos comenzaron cuando Michael pasó de ir con su pediatra a un gastroenterólogo a los 18 años.
Para tratar el dolor de Michael, el nuevo médico le prescribió hidrocodona (que se vende bajo las marcas de Norco y Vicodin), un opiáceo semisintético que se deriva de la codeína. Esa elección por sí sola cambió a Michael para siempre.
Después de obtener una orden judicial para revisar sus registros farmacéuticos tras haber fallecido, sus padres descubrieron que a su hijo le habían recetado 185 analgésicos en poco más de 30 días unos cuantos meses antes de morir.2 "No podía creer que los médicos le hayan hecho esto. Es injustificable... Esto lo cambió químicamente para siempre", declaró Julie.
Por desgracia, después de que su adicción a los opiáceos recetados y otros medicamentos acabaran con su vida, Michael se suicidó en junio de 2011 con tan solo 20 años de edad.
En el documental, Avi y Julie expresaron su tristeza ante la realidad de que muchas personas adictas a los opiáceos son tratadas como marginados sociales, sobre todo por personas cuyas vidas no han sido directamente afectadas por esta crisis.
Según las palabras de la propia Julie, "las personas que no se ven afectadas no creen que les pueda pasar a ellos, pero esa es una perspectiva ingenua. Solo hace falta que tenga un percance automovilístico, una cirugía, dolor en la muela del juicio o una lesión deportiva para poder desarrollar la adicción. Así de rápido le puede pasar a su familia".
Publicidad
![Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo]()
![Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo]()
Las lesiones deportivas son otro punto de partida para la adicción a los opioides
Como se mencionó, la adicción a los opiáceos puede comenzar fácilmente con una lesión o cirugía. Aunque probablemente no se dé cuenta, tomar opiáceos recetados lo pone en riesgo de convertirlo en un adicto a la heroína o de ser víctima de los opiáceos sintéticos como el fentanilo.
El Dr. Andrew Kolodny, director de investigación sobre políticas relacionadas con los opiáceos en la Universidad de Brandeis, afirma que: "Los efectos de estos medicamentos son idénticos a los efectos producidos por heroína.
Cuando hablamos de medicamentos opiáceos recetados, hablamos en esencia de "pastillas de heroína". Jennifer Weiss-Burke, directora ejecutiva del centro Serenity Mesa Youth Recovery Center en Albuquerque y madre del atleta y estudiante Cameron Weiss, quien murió de una sobredosis de heroína en agosto de 2011, conoce sumamente bien este tema.
Cuando tenía alrededor de 16 años, Weiss tuvo la desgracia de romperse la clavícula – en 2 ocasiones – la primera vez mientras luchaba, lo que requirió cirugía, y varios meses después mientras jugaba fútbol.
En ambas ocasiones, le recetaron opiáceos con el fin de ayudarlo a sobrellevar el intenso dolor. Por desgracia, los medicamentos recetados le sirvieron como medicamentos de iniciación para más tarde empezar a consumir heroína, que se considera un sustituto más barato a los opiáceos recetados. Weiss-Burke escribió lo siguiente en referencia a los efectos de los medicamentos en su vida:3
"Cameron se volvió dependiente y luego adicto a los opiáceos. Rápidamente desarrolló una adicción a la heroína cuando ya no pudo obtener las pastillas. La heroína era más barata y más fácil de obtener.
Fumó heroína durante aproximadamente un año antes de comenzar a inyectarse la droga. Siempre había dicho que nunca se pondría una aguja en el brazo, pero la droga representaba una tentación y él cayó en ella.
Las drogas cambiaron a Cameron casi de la noche a la mañana. Pasó de ser un joven compasivo que amaba pasar tiempo con su familia, a un joven que hizo de la heroína su principal objetivo. La escuela, los deportes y la familia – todo quedó relegado a su adicción. La droga se convirtió en su mundo y lo controló cual marioneta.
Ya no la consumía para drogarse en sí, la consumía para sentirse "bien" y no estar enfermo. Convertirse en adicto a las drogas y morir como resultado de su adicción fue lo último que Cameron (o nuestra familia) alguna vez pensó que le sucedería.
Cameron querría que todos supieran que, si le puede pasar a él, le puede pasar a cualquiera. Nadie está exento de esta terrible enfermedad".
¿Qué son los opiáceos y cómo se utilizan?
Si alguna vez se le ha prescrito una receta para tomar analgésicos, probablemente haya tomado un opiáceo. Estos medicamentos potentes se utilizan comúnmente para tratar el dolor que va de moderado a intenso pese a los muchos riesgos graves y la falta de pruebas sobre su eficacia a largo plazo.
Se suelen recetar después de sufrir una lesión o tener una cirugía, o bien, para aliviar el dolor relacionado con enfermedades crónicas como el cáncer, fibromialgia y enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras.
Algunos de los medicamentos recetados más populares son la oxicodona (que se vende bajo la marca OxyContin), hidrocodona, morfina y metadona. Sin importar si tiene antecedentes de haber consumido medicamentos o drogas, cualquier persona que tome opiáceos recetados por cierto tiempo corre el riesgo de volverse adicto a ellos.
Una vez que desarrolle la adicción, puede ser difícil dejar de usar estos medicamentos. "Los pacientes y quienes prescriben estos medicamentos deben entender que los opiáceos son altamente adictivos", afirma el Dr. Richard Blondell, vicepresidente de medicina adictiva en la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas en la Universidad de Jacobs en Buffalo y primer director del National Center for Physicians Training in Addiction Medicine (Centro Nacional de Capacitación Médica en Medicina de las Adicciones).
"No significa que nunca deberían recetarlos o que un paciente nunca debería tomarlos. Significa que debemos ser muy cuidadosos con estos medicamentos". Por otro lado, cuando se usan adecuadamente, los opiáceos pueden aliviar su dolor, lo cual es sumamente necesario para ayudarlo a sobrellevar las primeras horas y días de un intenso proceso de sanación y recuperación.
Cada vez que se menciona el tema de los analgésicos, es importante que consulte sus opciones para controlar el dolor y también los posibles riesgos de la adicción a los opiáceos.
Tanto usted como su médico deben considerar cuidadosamente los factores de riesgo, así como los antecedentes familiares, genética, historial de abuso de sustancias o adicciones, salud mental, factores estresantes ya sean psicológicos o sociales y los antecedentes de trauma. Estos factores pueden aumentar su riesgo de adicción.
Datos sobre la epidemia de los opioides
David Thomas, Ph.D. y administrador de ciencias de la salud en el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), fue un investigador cuyo trabajo se centró en el dolor y los opiáceos durante 12 años antes de unirse al NIDA.
Con respecto a la epidemia de opiáceos, Thomas declaró lo siguiente: "La tasa de muerte por opiáceos recetados ha estado creciendo exponencialmente. Y eso solo es una pequeña muestra de cuántas vidas son destruidas debido a los opiáceos recetados. Es un gran problema".
En lo que respecta a la epidemia de los opiáceos que ha invadido a los Estados Unidos desde mediados de la década de 1990, el CDC afirma que:4,5
- Más de 11 millones de personas en los Estados Unidos abusaron de medicamentos opiáceos recetados durante 2016.
- De 1999 a 2016, más de 630 000 personas murieron como resultado de una sobredosis de medicamentos.
- Alrededor de dos tercios de las más de 64 000 muertes por sobredosis de medicamentos en 2016 involucraron un opioide.
- El número de muertes por sobredosis de opiáceos fue 5 veces mayor en 2016 que en 1999.
- Las sobredosis de medicamentos se han convertido en la principal causa de muerte entre las personas de los Estados Unidos menores de 50 años.6
Acerca de los problemas relacionados con los opiáceos, Kolodny afirma que: "Los Estados Unidos se encuentran asediados por una grave epidemia de adicción a los opiáceos porque la comunidad médica comenzó a recetarlos de forma sumamente enérgica. Y conforme el número de recetas incrementó, también lo hicieron las tasas de adicción y muertes por sobredosis".
Antes del lanzamiento del documental, Kolodny declaró lo siguiente para el diario The New York Times: "Tenemos aproximadamente 2 grupos de personas que están desarrollando la adicción... uno, es un grupo de personas mayores que está tomando una sobredosis de analgésicos, y... el otro, es un grupo de personas más jóvenes que toma una sobredosis de opiáceos que han adquirido en el mercado negro".7
Dicha crisis está dañando a la sociedad y nos está costando millones de dólares
Aunque el problema abarca múltiples aspectos, Kolodny sugiere que tanto los fabricantes de medicamentos como los médicos desempeñan un papel importante en la crisis de los opiáceos. Después de todo, sin las compañías farmacéuticas, los medicamentos analgésicos en cuestión no existirían, y los médicos son los responsables de darles a los pacientes estas prescripciones.
Según Kodny, "la única forma en que puede obtener buenos resultados financieros y tener un medicamento con altas demandas es lograr que la comunidad médica le recete el medicamento en cuestión para tratar tanto afecciones comunes como afecciones a largo plazo. Y si es un medicamento que a las personas les será muy difícil suspender, tendrá la fórmula perfecta para obtener grandes ganancias."
A lo largo de los años, varios estados han entablado demandas legales contra los fabricantes de medicamentos que han lanzado campañas de comercialización engañosas y no han divulgado los riesgos de adicción a los medicamentos como al OxyContin.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos estima que el costo económico del abuso de opiáceos asciende aproximadamente a los US$ 75 mil millones al año – de los cuales, US$ 55 mil millones son atribuidos a costos sociales y de salud, y US$ 20 mil millones al departamento de emergencias y tratamiento hospitalario relacionado con intoxicaciones por los opiáceos.
La mayoría de estos costos la cubre Medicare, Medicaid, la Administración de Veteranos y compañías de seguros privadas. En la mayoría de los casos, estas organizaciones pagan dos veces – una para obtener los medicamentos opiáceos y una segunda vez cuando el paciente busca tratamiento para tratar su adicción o una sobredosis.
En particular, los tratamientos alternativos para aliviar el dolor como la acupuntura, la quiropráctica, los masajes, la fisioterapia y otros no se conocen bien y, con menor frecuencia, son cubiertos por un seguro médico.
Existen mejores soluciones que van más allá de las prescripciones
Para algunos médicos, prescribir una receta es una forma más rápida de abordar la inquietud del paciente. Para algunos pacientes, tomar 1 o 2 pastillas al día parece más conveniente que programar citas de terapia alternativa o comprometerse a asistir a semanas de rehabilitación física.
De cualquier manera, los analgésicos no son una solución a largo plazo. El Dr. Daniel Alfred, director del programa Safe and Competent Opioid Prescribing Education o SCOPE of Pain (Educación sobre la prescripción segura y competente de opiáceos) que ha realizado la Escuela de Medicina en la Universidad de Boston, afirma que tiene una solución para hacer desaparecer la crisis de los opiáceos. El experto afirma que:
"... Si la industria de seguros pagara por servicios integrales para tratar el dolor en un mismo sitio donde pudiera recibir masajes, terapia cognitiva conductual, acupuntura, administración de medicamentos – y otros tratamientos que necesitara – las cosas serían diferentes.
Me gustaría que los pacientes comiencen a exigir un tratamiento multimodal e integral para tratar su dolor. Me gustaría que les dijeran a sus médicos: 'Necesito algo mejor'. Deberían llamar a sus compañías de seguros para preguntarles: '¿Por qué no tengo acceso a estas terapias?'".
Kolodny sugiere que el mejor enfoque para lidiar con la crisis de los opiáceos es la prevención. Al igual que Alfred, como medida secundaria, Kolodny señala que necesitamos nuevos y mejores enfoques de tratamiento para apoyar a aquellas personas que ya han desarrollado una adicción, sobre todo en lo que respecta a la prevención de sobredosis.
Además, y con toda seguridad, la educación es un factor fundamental para detener la ola de adicción a los opiáceos.
Los estudiantes, padres, doctores, profesores, legisladores, funcionarios de salud pública y otras autoridades necesitan comprender mejor los riesgos relacionados con la toma (y prescripción) de medicamentos opiáceos.
La educación fue una de las premisas para hacer el documental. Blondell concluye que esto, "no tiene que ser así. Nuestra sociedad no tiene que estar plagada de adicciones.
No tenemos que leer sobre todas estas personas que han sufrido una sobredosis. Podemos mejorar el panorama. Sabemos qué hacer. Sin embargo, obtener la voluntad para hacerlo es la parte más difícil".
¿Qué puede hacer para evitar los analgésicos y superar la adicción a los opioides?
Si está luchando contra la adicción a los opiáceos, busque ayuda profesional de inmediato. Asimismo, un gran avance para mejorar la salud si sufre algún tipo de enfermedad crónica, como la adicción a los opiáceos, es hacer cambios drásticos en su alimentación y estilo de vida. A continuación, se exponen 4 áreas que puede abordar como estrategia principal:
- Elimine o reduzca radicalmente su consumo de granos y azúcares
- Incremente su consumo de grasas omega-3 de origen animal
- Optimice su producción de vitamina D
- Reduzca radicalmente su consumo de alimentos procesados
Además, si padece algún tipo de dolor crónico, debe saber que existen muchas alternativas naturales, seguras y eficaces para los analgésicos recetados y de venta libre, como los siguientes:
Astaxantina: Al ser un antioxidante liposoluble, la astaxantina tiene propiedades antiinflamatorias muy potentes; posiblemente necesite 8 miligramos o más por día para aliviar el dolor. |
Boswellia: También conocida como "incienso indio", es una hierba que contiene poderosas propiedades antiinflamatorias y les ha funcionado a muchos de mis pacientes que sufrían artritis reumatoide. |
Bromelina: esta enzima proteolítica, que se encuentra sobre todo en el corazón de las piñas, es un antiinflamatorio natural; puede obtenerse de la fruta o tomarse en forma de suplemento. |
Crema de Cayena: Esta especia proviene de los chiles secos y alivia el dolor al agotar el suministro de la sustancia P en su cuerpo, un componente químico de las neuronas que transmiten señales de dolor a su cerebro. |
Cetil miristoleato (CMO, por sus siglas en inglés): Este aceite, que se encuentra en la mantequilla y el pescado, actúa como un antiinflamatorio y lubricante para las articulaciones; ha sido útil para aliviar los quistes ganglionares y los casos leves de síndrome del túnel carpiano. |
Curcumina: Es un compuesto terapéutico que se encuentra en la especia de la cúrcuma, asimismo, más de 50 estudios clínicos han demostrado que tiene una potente actividad antiinflamatoria; se toma mejor en cápsulas y puede tomar de 2 a 3 cada hora según sea necesario. |
Aceites de onagra, grosella negra y borraja: Estos aceites contienen el ácido graso ácido gamma-linolénico, que es útil para tratar el dolor artrítico. |
Jengibre: Esta hierba es antiinflamatoria y contiene propiedades analgésicas y beneficiosas para el estómago. |
Kratom: Mitragyna speciose, también conocido como kratom, es un remedio de origen vegetal y una sustancia psicoactiva que se ha convertido en un popular sustituto para los opiáceos,8 pero solo cuando se utiliza con precaución; también puede ser adictivo, así que utilícelo solo bajo la guía de personal médico calificado. |
Naltrexona de baja dosis (LDN, por sus siglas en inglés): Un antagonista de los opiáceos que originalmente se desarrolló a principios de los años 60 para tratar la adicción a los opiáceos, la prescripción actual de LDN desencadena la producción de endorfinas, que puede aumentar su función inmunológica y aliviar el dolor. |
Le recomiendo que vea "Understanding the Opioid Epidemic" (Una guía para comprender la epidemia de los opiáceos). Vale la pena ver este interesante e informativo documental sobre uno de los mayores problemas sociales de nuestra era. Ahora más que nunca, debe informarse sobre los opiáceos y el efecto nocivo que están teniendo en los Estados Unidos y en sus habitantes de todas las edades y ámbitos sociales.