Cada vez que se somete a un procedimiento médico, incluyendo la vacunación, existe un riesgo de efectos secundarios, que van desde leves a graves. En especial, es importante recordarlo si se le realiza este procedimiento lejos de un espacio médico, como es el caso de un número cada vez mayor de vacunas.
Las vacunas contra la influenza, comúnmente conocidas como vacunas contra la gripe, se encuentran disponibles en los Estados Unidos en farmacias, supermercados y lugares de trabajo.
Por ejemplo, si elige recibir una vacuna contra la gripe en su oficina y se produce una reacción adversa, no habrá personal médico disponible para ayudarle. En cambio, estará a merced de quien se encuentre cerca para brindarle ayuda, que por lo general es llamar al 911.
Precisamente eso fue lo que le sucedió a Matt Gleason, un hombre saludable de poca más de treinta años y residente de Carolina del Norte, quien recibió una vacuna contra la gripe en su lugar de trabajo, y luego se desmayó cinco minutos después.
Un hombre se desmaya después de aplicarse la vacuna contra la gripe y recibe una factura de hospital por miles de dólares
La vacuna contra la gripe suministrada en el lugar donde trabaja Gleason en octubre de 2018 era gratuita, pero las facturas médicas que acumuló como resultado fueron muy costosas.
Gleason, que tiene antecedentes de desmayos, pero en general goza de buena salud, se desmayó después de recibir la vacuna contra la gripe. Recuperó la conciencia con rapidez, pero sus colegas llamaron al 911 por precaución.
Cuando llegaron los paramédicos, Gleason comenzó a vomitar, lo que ocasionó que fuera transportado en ambulancia a un hospital cercano. Allí pasó ocho horas en la sala de urgencias —principalmente en la sala de espera— donde habló con un médico por teleconferencia, y se le realizó un electrocardiograma, radiografías de tórax, así como análisis de sangre y orina.
Todo volvió a la normalidad y a Gleason se le permitió volver a casa con un certificado de buena salud… y una factura por servicios de urgencia que no coincidía con su estado de salud.
Según informó NPR, la factura total de Gleason fue de “4692 dólares por el total de los servicios de cuidados hospitalarios, incluyendo 2961 dólares como costo de admisión en la sala de urgencias, 400 dólares por un electrocardiograma, 348 dólares por una radiografía de tórax, 83 dólares por un análisis de orina y casi 1000 dólares por diversas pruebas análisis sanguíneo. La empresa de seguros de Gleason... negoció descuentos con el hospital de la red y redujo esos costos a 3711 dólares".
Este es una historia de prevención, no solo por los efectos secundarios de las vacunas, sino también por los costos exorbitantes de los servicios de atención médica en los Estados Unidos.
A menudo, los hospitales utilizan criterios para facturar en la sala de urgencias que se basan en un sistema por niveles del 1 al 6, siendo 1 el nivel más bajo por servicios de atención y el 6 por cuidados críticos, tal como una herida de bala o lesiones graves por un accidente automovilístico.
El episodio de desmayo de Gleason fue codificado en el nivel 5, el segundo más costoso. Si bien, argumentó que debería habérsele cobrado una tarifa de nivel inferior, en especial por la cantidad de tiempo que pasó en la sala de espera, el hospital respaldó su cargo porque al menos realizó tres pruebas médicas. Según NPR:
"David McKenzie, Director de reembolsos del Colegio Americano de Médicos de Emergencia, dijo que las directrices se establecieron para ayudar a los hospitales a cobrar de forma adecuada.
Cuando se le preguntó si los hospitales tenían un incentivo para realizar pruebas adicionales en las que los pacientes obtuvieran un código de facturación de mayor costo, McKenzie indicó, ‘no es un sistema perfecto. Los hospitales obtienen un incentivo para realizar una tomografía computarizada, y los taxistas obtienen un incentivo para tomar el largo camino a casa’”.
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¿Qué tan común es desmayarse después de ser vacunado?
El desmayo, conocido médicamente como síncope, es la pérdida temporal de conciencia como resultado de la disminución del flujo sanguíneo al cerebro, lo ocurre con mucha frecuencia después de recibir una vacuna.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, se han notificado casos de desmayos después de casi todas las vacunas, y cada año, el Sistema Federal para Reportar Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés) recibe muchos informes de desmayos después la vacunación, y es probable que haya muchos más casos sin reportar.
En particular, los adolescentes parecen presentar mayor riesgo de desmayarse después recibir las vacunas, aunque los CDC no saben la razón. Más de la mitad (62 %) de los episodios de desmayos después de la vacunación informados a VAERS involucraron a adolescentes de entre las edades de 11 a 18 años.
En este grupo de edad, los desmayos ocurrieron con mayor frecuencia después de las siguientes tres vacunas, HPV, MCV5 (vacuna meningocócica) y Tdap.
"Ya que los ingredientes de estas tres vacunas son diferentes, aunque los desmayos han ocurrido en todas ellas, los científicos piensan que podrían deberse al proceso de vacunación y no a las vacunas en sí", según indicaron los CDC. "Sin embargo, aún no hay una respuesta definitiva acerca de si un ingrediente de las vacunas es el responsable de los desmayos o si simplemente los adolescentes son más propensos a experimentar desmayos que los niños o adultos ".
Si bien, el desmayo por sí solo rara vez es grave, y la mayoría de las personas recobran el conocimiento y se recuperan rápidamente, puede provocar daños relacionados con caídas que podrían ocasionar lesiones importantes.
De hecho, la revista Vaccine menciona las lesiones relacionadas con caídas vinculadas con desmayos después de la vacunación como uno de los "casos raros donde existe un riesgo teórico conocido o plausible de muerte después de recibir las vacunas".
Un informe de los CDC describió un estudio de caso de una adolescente de 13 años que se desmayó 10 minutos después de recibir las vacunas contra el VPH y MCV4. “Cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza en el piso alfombrado de la clínica. La joven ingresó en la unidad de cuidados intensivos pediátricos debido a fracturas de cráneo y hemorragia subaracnoidea”.
Las caídas relacionadas con desmayos tras las vacunas pueden ser mortales
Esta adolescente se recuperó, pero en otro caso reportado en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, un adolescente no tuvo tanta suerte.
El joven, que tenía 15 años, sin problemas médicos conocidos, se desmayó varios minutos después de recibir la tercera dosis de la vacuna contra la hepatitis B., cayó hacia atrás sobre un piso de concreto cubierto por una alfombra delgada y se golpeó la parte posterior de su cabeza.
Recuperó la conciencia pero tuvo convulsiones, entró en paro cardiopulmonar y murió. Una autopsia reveló que sufrió lesión cerebral traumática, incluyendo una contusión en el lóbulo frontal, junto con inflamación cerebral y hemorragia; a pesar de que no tuvo fractura de cráneo.
Según un estudio sobre los desmayos relacionados con vacunas reportados a VAERS, el 7 % de los informes eran graves y el 12 % involucraba lesiones en la cabeza.
Los CDC recomiendan que los proveedores de vacunas sigan la guía del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés), que sugiere observar a los pacientes durante 15 minutos después de recibir las vacunas para prevenir lesiones relacionadas con desmayos.
Sin embargo, se desconoce la frecuencia con la que se realiza, no solo en los consultorios médicos sino también en los lugares de trabajo donde se administran las vacunas.
Los CDC informaron que casi el 70 % de los episodios de desmayos relacionados con vacunas ocurrió a los 15 minutos de recibirlas, pero aún significa que el 30 % ocurrió después de ese período de tiempo; momento en el cual una persona podría encontrarse en o estar manejando su automóvil, bajando las escaleras o participar en muchas otras actividades que representarían una amenaza para ellos mismos y otros, en caso de producirse un desmayo.
Informaron al menos un caso de un accidente vehicular que ocurrió porque el paciente perdió el conocimiento mientras conducía. El problema está tan extendido que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos establece lo siguiente en su información sobre Gardasil, una vacuna contra el VPH:
“Los desmayos son comunes después de recibir las inyecciones y vacunas, en especial en los adolescentes. Algunas veces, las caídas después del síncope pueden causar lesiones graves, como lesiones en la cabeza, que pueden prevenirse con medidas sencillas, como mantener a la persona sentada hasta por 15 minutos, después recibir la vacuna.
La FDA y los CDC han tomado medidas para recordarles a los proveedores de estos servicios de inmunización la recomendación de que las personas sean vigiladas cuidadosamente durante 15 minutos, después de recibir las vacunas, para evitar posibles lesiones por caídas.
La FDA aprobó el etiquetado revisado el 9 de junio de 2009 para destacar esta información en la sección de advertencias y precauciones (Warnings and Precautions, en inglés), y se agregó nueva información, la cual a veces señalaba que las personas que se desmayan tenían movimientos tonicoclónicos (espasmos) y episodios similares a ataques convulsivos.
"Como parte de una campaña de inmunización Back to School, la FDA y los CDC también continúan recordando a los proveedores de atención médica que tomen medidas para prevenir los desmayos y posibles lesiones traumáticas resultantes de los mismos".
¿Qué otros eventos adversos podrían ocurrir después de recibir una vacuna contra la gripe?
Aparte de los desmayos, por lo general, la vacuna contra la gripe puede causar fiebre, dolor articular, náuseas, dolor muscular y dolor de cabeza.
También, puede estar vinculado con el Síndrome de Guillain-Barré (GBS), una enfermedad autoinmunológica que puede causar parálisis. Los reclamos por lesiones no solo están relacionados con la vacuna contra la influenza, el tipo más común presentado ante VICP, sino que el GBS es la lesión principal indicada en las denuncias.
"Algunos estudios han encontrado una posible y pequeña relación de la vacuna inyectable contra la gripe con el síndrome de Guillain-Barré (GBS)", señalaron los CDC. "En general, estos estudios estimaron el riesgo del padecimiento después recibir las vacunas en menos de 1 o 2 casos de GBS por cada millón de personas vacunadas". Además, el Centro Nacional de Información sobre Vacunas (NVIC) describió el GBS como:
“Un trastorno neurológico doloroso e incapacitante mediado por el sistema inmunológico que puede ocurrir después de una infección o vacunación viral, el GBS involucra una inflamación del sistema nervioso periférico y puede causar una parálisis temporal o permanente que podría resultar en la muerte.
Por lo general, el GBS se desarrolla entre dos y cuatro semanas después de recibir la vacuna.
Es caracterizado por debilidad muscular, andar inestable, entumecimiento, hormigueo y dolor; el GBS puede causar parálisis en la cara o en una o más extremidades. La recuperación puede tardar varios meses o podría causar discapacidad y problemas de salud crónicos en la persona afectada".
Otro riesgo es la lesión del hombro relacionada con la administración de la vacuna, o SIRVA. Una vacuna administrada en el hombro que debe penetrar el músculo, y que, si por error llegará a penetrar la bursa, un saco lleno de líquido que protege los tendones del hombro, podría causar problemas.
Específicamente, la vacuna podría provocar que el sistema inmunológico ataque la bursa, lo que a veces puede originar síntomas debilitantes.
En los adultos, SIRVA ocurre con mayor frecuencia después de las vacunas contra la gripe y otras que una persona ya haya recibido, lo cual puede sentar las bases para una mayor respuesta inflamatoria. En 2017, GBS y SIRVA fueron incluidas en la Tabla de Lesiones por Vacunas.
Al incluir esas complicaciones de vacunas en la tabla, los casos de GBS y SIRVA relacionados con vacunas presentados ante el "Tribunal de Vacunas" en el Tribunal de Reclamaciones Federales de los Estados Unidos, en Washington, D.C., tendrán más probabilidades de recibir una compensación federal por lesiones causadas por vacunas.
En un estudio, la vacunación contra la gripe durante las primeras etapas de la gestación también fue relacionada con un riesgo ocho veces mayor de aborto espontáneo, en particular entre las mujeres que se habían vacunado contra la gripe la temporada anterior.
Además, la vacunación contra la gripe podría elevar el riesgo de contraer infecciones por gripe más graves, ya que las investigaciones sugieren que las personas que se vacunaban de forma anual podrían estar menos protegidas que las que no tenían un historial previo de vacunación contra la gripe.
¿Podrían los beneficios superar a los riesgos?
Entonces, aquí la pregunta importante que debe hacerse antes de elegir recibir una vacuna contra la gripe (o cualquier otro procedimiento médico) es si los beneficios superan o no a los riesgos. En el caso de la vacuna contra la gripe, el riesgo de eventos adversos —y sus costos médicos relacionados— es real. Pero ¿qué pasa con su supuesto beneficio de reducir el riesgo de gripe?
Debe tomar en consideración que entre 2005 y 2015, la vacuna contra la influenza presentó menos del 50 % de efectividad en más de la mitad del tiempo. La vacuna contra la gripe durante el período 2017/2018 es otro ejemplo de esta tendencia no tan sorprendente. La efectividad general y ajustada de la vacuna contra la infección por el virus de la influenza A y B fue tan solo del 36 %.
Por fortuna, existen otros métodos para ayudarle a mantenerse saludable durante la temporada de gripe y todo el año, y son mucho más seguros que la vacunación anual contra la gripe. Por ejemplo, las pruebas y optimización de la vitamina D han demostrado disminuir a la mitad el riesgo de infecciones respiratorias, incluyendo gripes y resfriados, si es deficiente en vitamina D.
En mi opinión, optimizar los niveles de vitamina D es una de las mejores y absolutas estrategias disponibles para prevenir las enfermedades respiratorias y optimizar la salud, y cuando es combinado con un estilo de vida saludable representa una de las formas más seguras y eficaces para mantenerse sano.