¿Por qué podría sufrir un derrame cerebral aun siendo joven como el actor Luke Perry?

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

derrame cerebral

Historia en Breve

  • Un derrame cerebral ocurre cuando un coágulo de sangre bloquea una arteria o vaso sanguíneo, y corta el flujo de sangre al cerebro. Como resultado, las células cerebrales mueren y podría haber daño cerebral. Sin un tratamiento adecuado y oportuno, un derrame cerebral podría ser fatal
  • Se calcula que en los Estados Unidos ocurren 795 000 derrames cerebrales cada año. Esta es la quinta principal causa de muerte y se estima que mueren 142 000 personas al año. También, es una de las principales causas de discapacidad a largo plazo
  • Si bien, la mayoría de los derrames cerebrales se producen en personas de edad avanzada, también pueden ocurrir en personas más jóvenes. Entre 1995 y 2012, las tasas de derrame cerebral casi se duplicaron en los hombres entre las edades de 18 y 44 años; y se estima que el 10 % del total de derrames cerebrales se produce en personas menores de 50 años
  • Los factores de riesgo de derrame cerebral entre los pacientes menores de 50 años difieren de los de los pacientes de mayor edad, e incluyen la disección arterial que provoca coágulos; así como orificios en el corazón, defectos cardíacos, alteración en la frecuencia cardíaca, contracción arterial a causa de estimulantes o medicamentos, aneurisma y malformaciones arteriovenosas. El consumo excesivo de alcohol durante la mediana edad también podría ser un factor de riesgo
  • Para disminuir el riesgo de padecer un derrame cerebral, consuma alimentos reales, incremente su consumo de fibra y alimentos fermentados, haga ejercicio con regularidad, optimice sus niveles de vitamina D y magnesio, aborde su estrés y niveles elevados de TMAO, limite su consumo de alcohol y deshágase del hábito de fumar

Algunas veces, los derrames cerebrales son denominados como "ataques cerebrales" (en vez de "ataques cardíacos") porque se producen cuando un coágulo de sangre bloquea una arteria o vaso sanguíneo, y corta el flujo sanguíneo al cerebro, en lugar de al corazón.

Como resultado, las células cerebrales mueren y podría haber daño cerebral. Sin un tratamiento adecuado y oportuno, un derrame cerebral podría ser fatal.

Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, se calcula que en los Estados Unidos ocurren alrededor de 795 000 derrames cerebrales cada año. Es la quinta principal causa de muerte, ya que acaba con la vida de aproximadamente 142 000 personas al año. También, es una de las principales causas de discapacidad a largo plazo.

Aunque la mayoría de los derrames cerebrales se producen en adultos mayores, las personas más jóvenes también podrían padecerlo. Entre 1995 y 2012, la tasa de derrames cerebrales casi se duplicó en los hombres entre las edades de 18 y 44 años, según National Stroke Association. Las estimaciones sugieren que el 10 % del total de derrames cerebrales ocurre en personas menores de 50 años.

La reciente muerte de Luke Perry a los 52 años de edad, un popular actor del programa de televisión de los años 80 llamado "Beverly Hills 90210", y de muchos otros, ha volcado de nuevo la atención sobre los riesgos de los derrames cerebrales, en especial entre los adultos jóvenes y personas de mediana edad.

Los análisis revelan que 9 de cada 10 derrames cerebrales podrían prevenirse al abordar factores del estilo de vida como la presión arterial alta, obesidad, hiperglucemia, hiperlipidemia, disfunción renal, tabaquismo, alimentación poco saludable y sedentarismo.

También hay evidencia de que los niveles de vitamina D y magnesio podrían desempeñar un rol en este problema, y al parecer el consumo de alcohol durante la mediana edad es un factor de riesgo significativo. Como señaló un estudio:

“Los datos de estudios longitudinales han demostrado que algunas de las modificaciones más poderosas en el estilo de vida para disminuir el riesgo de derrame cerebral incluyen disminuir la presión arterial alta, dejar el hábito de fumar, realizar actividad física diaria, así como mantener una alimentación y peso saludables.

Se ha demostrado que incluso hacer algún cambio sencillo en los factores de riesgo de estilo de vida podría ser factible y tener impacto significativo en el riesgo.

Los antecedentes genéticos, información sobre los factores de riesgo y comportamientos, así como la presencia de padecimientos subclínicos pueden proveer una evaluación más realista del riesgo vascular futuro en una persona. Para la comunidad en general, mejorar los hábitos de salud podría ser el enfoque ideal para disminuir el riesgo y recurrencia de derrames cerebrales".

Signos y síntomas de un derrame cerebral

Hoy en día, 9 de cada 10 derrames cerebrales son derrames cerebrales isquémicos, causados por una obstrucción en un vaso sanguíneo que suministra sangre al cerebro. Las investigaciones demuestran que alrededor del 15 % de los derrames cerebrales isquémicos se produce en “adultos jóvenes y adolescentes”.

La otra forma de derrame cerebral se conoce como derrame cerebral hemorrágico, que es cuando se rompe un vaso sanguíneo.

Los derrames cerebrales podrían ser particularmente devastadores porque con frecuencia ocurren de forma repentina, y entre más tiempo pase el cerebro sin oxígeno, mayor será el riesgo de sufrir daño permanente. Esta es un área donde destaca la medicina de emergencia, ya que los medicamentos de urgencia podrían disolver el coágulo que bloquea el flujo de sangre al cerebro.

Sin embargo, para que pueda ser efectivo, por lo regular requiere ser asistido en las siguientes tres horas; y cuanto antes, mejor.

Las investigaciones también demuestran que los centros de atención primaria para derrames cerebrales tienen menor tasa de mortalidad que otros hospitales; por lo que, si sospecha de un derrame cerebral, debe asegurarse de solicitar que lleven al paciente a un centro de atención primaria para derrames cerebrales.

Los siguientes síntomas podrían indicar una falta de oxígeno en el cerebro, lo que puede deberse a un derrame cerebral. Si ocurre alguno de estos, solicite inmediatamente asistencia médica de emergencia (en los Estados Unidos, debe llamar al 911).

Recuerde que, debe acudir a un hospital lo más rápido posible. Si sospecha de un derrame cerebral, no debe conducir hacia el hospital. Llame una ambulancia ya que esto garantizará una asistencia más rápida, y cada minuto cuenta.

  • Debilidad o entumecimiento repentino de la cara, brazo o pierna, en especial cuando ocurre en un lado del cuerpo; rostro caído, por lo general de un solo lado
  • Confusión repentina; problemas para hablar o entender las palabras
  • Problemas oculares repentinos, en uno o ambos ojos, o visión doble
  • Problemas repentinos para caminar, mareos o pérdida del equilibrio o coordinación
  • Dolores de cabeza severos y repentinos, sin causa conocida; náuseas o vómito

Es importante vigilar estos síntomas, aun si duran poco tiempo y desaparecen de repente, ya que podrían ser un signo de un pequeño derrame cerebral, conocido como ataque isquémico transitorio.

Aunque sea breve, es importante revisarse para descartar un padecimiento subyacente y grave que pueda originar un episodio más grave en el futuro. Un acrónimo útil que es recomendable memorizar es FAST (o rápido, en español):

F: Facciones caídas

A: Agotamiento de la fuerza en los brazos

S: Sin habilidad de lenguaje

T: ¡Tiempo de llamar al 911 (línea de emergencia)!

Publicidad
Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimoSabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo

Factores que pueden elevar el riesgo de un derrame cerebral en adultos jóvenes y de mediana edad

Según el Dr. Lee H. Schwamm, director del centro de atención integral de accidentes cerebrovasculares en el Hospital General de Massachusetts, y el Dr. Lawrence R. Wechsler, presidente del departamento de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, los factores de riesgo de derrame cerebral entre los pacientes menores de 50 años difieren de los pacientes de mayor edad, e incluyen a los siguientes:

Disección arterial que origina un coágulo de sangre. Las causas de la disección arterial, que es cuando el revestimiento de una arteria se desgarra, podrían ocurrir durante los movimientos repentinos del cuello, por algún impacto y lesión atlética en el cuello, que pueden suscitarse cuando sube en una montaña rusa

Orificio en el corazón (foramen oval permeable). Alrededor de 1 de cada 4 personas presenta este padecimiento, lo que puede incrementar la probabilidad de algún derrame cerebral, ya que podría permitir que un coágulo de sangre pueda acceder al corazón y cerebro.

Coágulos de sangre

Defectos cardíacos o alteración en la frecuencia cardíaca

Contracción arterial causada por estimulantes o medicamentos, que puede causar la falta de oxígeno repentina en el cerebro

Aneurisma o malformación arteriovenosa.

Las deficiencias de vitamina D y magnesio pueden incrementar el riesgo de derrame cerebral

Ciertas deficiencias de nutrientes también podrían estar involucradas en este padecimiento. La vitamina D y magnesio son dos nutrientes importantes.

Según la investigación presentada en las Sesiones Científicas Anuales de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) del 2010, la deficiencia de vitamina D duplicó el riesgo de derrame cerebral en los caucásicos, al contrario de los afroamericanos.

Dicho lo anterior, los bajos niveles de vitamina D han estado relacionados con la rigidez arterial en adolescentes de piel oscura, que es un factor de riesgo de los derrames cerebrales.

Los investigadores chinos también encontraron una correlación entre el consumo de magnesio y riesgo de derrame cerebral. Después de analizar a más de 1 millón de personas en nueve países, las personas que consumían la mayor cantidad de magnesio presentaban un riesgo 12 % menor de derrame cerebral. Según ese estudio:

"No se observó una relación significativa entre el incremento del consumo alimenticio de magnesio (100 mg/día) y el riesgo de CVD total [enfermedad cardiovascular] o CHD [cardiopatía coronaria].

Sin embargo, el mismo aumento adicional en el consumo de magnesio se relacionó con una disminución del 22 % en el riesgo de falla cardíaca y del 7 % en el riesgo de derrame cerebral".

El autor principal del estudio, Fudi Wang, Ph. D., señaló que, aunque las directrices actuales de los Estados Unidos recomiendan un consumo diario de magnesio de 300 mg para los hombres y 270 mg para las mujeres, aún es común observar deficiencias.

De hecho, las investigaciones sugieren que el 45 % de los adultos en los Estados Unidos no obtiene la cantidad recomendada (RDA, por sus siglas en inglés) de magnesio de su alimentación, y las estadísticas de adolescentes publicadas en 2014 sugieren casi el 92 % de los adolescentes entre las edades de 14 a 18 años no cumple con el requerimiento promedio estimado de magnesio por medio de los alimentos.

La razón más probable es que no consumen vegetales frescos de forma regular.

Estrategias de prevención de derrames cerebrales

Si consideramos que la gran mayoría de los derrames cerebrales tienen su origen en factores de estilo de vida modificables, le recomiendo encarecidamente que tome el control de su salud para disminuir este riesgo.

Desde el punto de vista convencional, muchos de los mismos factores de riesgo que pueden elevar el riesgo de enfermedades cardíacas también podrían incrementar el riesgo de derrames cerebrales, como por ejemplo:

Presión arterial alta

Obesidad

Triglicéridos altos

Niveles elevados de homocisteína

Bajos niveles de colesterol HDL y altos niveles de colesterol LDL

Niveles elevados de TMAO

Tabaquismo

Falta de actividad

Para abordar estos y otros factores de riesgo, considere implementar las siguientes estrategias de prevención:

Coma alimentos reales — Una alimentación a base de alimentos enteros sin o mínimamente procesados puede proteger su salud cardíaca y cardiovascular al minimizar los niveles de toxinas e ingredientes sintéticos, mientras al mismo tiempo le proporciona nutrientes de alta calidad.

Se ha demostrado que ciertos conservadores, como el nitrito y nitrato de sodio que se encuentran en las carnes ahumadas y procesadas pueden dañar los vasos sanguíneos, lo que podría elevar el riesgo de derrames cerebrales. Recomiendo evitar todas las carnes procesadas, y optar por carnes orgánicas, de animales alimentados con pastura o pastoreados.

Consuma muchos alimentos ricos en probióticos — Los metabolitos producidos por ciertas bacterias intestinales se han relacionado con un mayor riesgo de arterioesclerosis, ataques cardíacos, derrames cerebrales y muerte prematura.

Incluso entre las personas con factores de riesgo convencionales, al parecer tener bajo recuento de metabolitos podría protegerle de incidentes relacionados con coágulos sanguíneos. Los probióticos presentes en vegetales fermentados y productos lácteos sin procesar y cultivados, como el yogur y kéfir, podrían ayudar a disminuir estos metabolitos.

También se ha encontrado que los probióticos podrían disminuir el riesgo de presión arterial alta, que es otro factor de riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales. Aparentemente, el beneficio más significativo se presentó entre las personas cuya presión arterial era superior a 130/85.

En los estudios, los probióticos que contenían diversas bacterias disminuyeron la presión arterial mucho más que los que contenían solo un tipo de bacteria.

Otro estudio realizado con animales encontró que el probiótico Lactobacillus marinus podría prevenir eficazmente la hipertensión sensible a la sal al modular las células TH17. (Otra investigación halló que consumir grandes cantidades de sal puede inhibir el Lactobacillus marinus, lo que podría contribuir a la hipertensión).

Aumente su consumo de fibra — Los investigadores han descubierto que por cada 7 gramos de fibra al día, podría disminuir en un 7 % su riesgo de derrames cerebrales. Esta conclusión se obtuvo de los datos de ocho estudios observacionales. La fibra es la parte indigerible de las plantas, que puede ser soluble o insoluble. Se encontró que la fibra hidrosoluble era la que podría disminuir más el riesgo de derrames cerebrales.

Evite las sodas "de dieta" — Las investigaciones presentadas en la Conferencia Internacional sobre Accidentes Cerebrovasculares de American Stroke Association en 2011 demostró que una sola soda de dieta al día podría aumentar en un 48 % el riesgo de derrames cerebrales.

Lo ideal es esforzarse por evitar las sodas de dieta para mantener una buena salud y prevenir enfermedades, ya que tan solo una lata de soda regular puede contener el doble de la cantidad diaria recomendada de fructosa.

Haga ejercicio con regularidad — El entrenamiento de fuerza podría ser particularmente importante para la salud cardíaca. La investigación demuestra que menos de una hora de entrenamiento de fuerza por semana podría disminuir entre un 40 % y 70 % el riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales, independientemente del ejercicio aeróbico.

El hecho de que los beneficios cardiovasculares del levantamiento de pesas sean independientes de los ejercicios aeróbicos, como caminar y correr, significa que el entrenamiento de fuerza es suficiente por sí solo, ya que podría disminuir el riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales, aun si no cumple con las directrices recomendadas de actividad aeróbica.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos recomiendan hacer al menos 2.5 horas de ejercicio aeróbico de intensidad moderada a la semana, 75 minutos de actividad de intensidad vigorosa o una combinación de ambos ejercicios. También, le recomiendo encarecidamente mantenerse de pie y caminar la mayor cantidad de tiempo posible, todos los días.

Optimice sus niveles de vitamina D — Lo ideal es evaluar sus niveles de vitamina D dos veces al año, así como asegurarse de mantener un nivel saludable, entre 60 y 80 ng/mL (150 y 200 nmol/L) durante todo el año, ya sea por medio de la prudente exposición a los rayos del sol, algún suplemento por vía oral, o ambas medidas.

Optimice sus niveles de magnesio — Evalúe sus niveles de magnesio RBC y monitoree los signos y síntomas de insuficiencia de magnesio para determinar sus requerimientos de magnesio. Los bajos niveles de potasio y calcio también son típicas señales clínicas que podrían indicar una deficiencia de magnesio.

Para incrementar sus niveles, consuma alimentos ricos en magnesio o tome un suplemento de magnesio, balanceado con vitaminas D3, K2 y calcio. Si bien, la dosis diaria recomendada de magnesio es de alrededor de 310 a 420 mg por día, en función de su edad y sexo, algunos expertos consideran que podría necesitar alrededor de 600 a 900 mg por día.

En lo personal, considero que muchas personas podrían beneficiarse de cantidades tan altas como 1 a 2 gramos (1000 a 2000 mg) de magnesio elemental por día. La razón por la que creo que se justifica esta dosis más alta es porque la mayoría de nosotros estamos expuestos a una cantidad de EMF que no podemos disminuir, y el magnesio adicional podría ayudar a reducir el daño provocado por tal exposición.

Disminuya su estrés — El estrés es un factor de riesgo general de derrames cerebrales, y cuanto mayor sea su nivel de estrés, mayor será su riesgo.

Un estudio realizado en 2008 encontró que, por cada disminución en el nivel de bienestar mental de una persona, aumentaba en un 11 % su riesgo de derrames cerebrales. No es de extrañar que la relación entre la angustia psicológica y derrame cerebral fuera más pronunciada cuando el derrame cerebral era fatal.

Mi herramienta general favorita para abordar los niveles de estrés es el método EFT (Técnica de Libertad Emocional). Es una herramienta práctica y gratuita para eliminar la carga emocional de forma rápida y sin dolor, y es tan fácil que incluso los niños podrían aprenderla. Otras herramientas comunes para disminuir el estrés con una alta tasa de éxito incluyen, por ejemplo, la oración, meditación y yoga.

Aborde sus niveles elevados de TMAO — Los estudios han demostrado que los altos niveles de N-óxido de trimetilamina (TMAO) pueden estar relacionados con un mayor riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales, por lo que medir los niveles de TMAO en la sangre podría ser una poderosa herramienta predictiva para evaluar su riesgo de derrame cerebral.

En un análisis, los niveles elevados de TMAO en la sangre incrementaron cuatro veces el riesgo de morir por cualquier causa en los próximos cinco años.

Un artículo dirigido por James DiNicolantonio, Pharm. D., quien también es el coautor de mi último libro, Superfuel (disponible solo en inglés aquí), explica cómo la resistencia a la insulina hepática podría ser la posible causa verdadera de los niveles elevados de TMAO.

Además, el artículo demuestra que el aceite de kril, astaxantina, aceite de pescado y berberina podrían ser algunas de las mejores medidas complementarias para las personas con altos niveles de TMAO después de optimizar su alimentación, ya que simplemente es un reflejo de la resistencia a la insulina en el hígado.

Limite su consumo de alcohol — Las investigaciones demuestran que beber alcohol en exceso durante la mediana edad podría ser un factor de riesgo de derrame cerebral. Se encontró que las personas que tomaban un promedio de más de dos bebidas al día presentan un riesgo 34 % más alto de derrame cerebral, en comparación con quienes promediaron menos de la mitad de una bebida por día.

Según este estudio, “los bebedores asiduos de mediana edad exhibían un riesgo elevado desde el inicio hasta la edad de 75 años, cuando la hipertensión y diabetes mellitus se convirtieron en los factores de riesgo más significativos. En los análisis realizados con la participación de parejas de gemelos monocigóticos, el consumo excesivo de alcohol disminuyó el plazo de derrame cerebral en cinco años".

Deshágase del hábito de fumar — Ya que es uno de los principales factores de riesgo de derrame cerebral, si le preocupa este riesgo es importante que considere dejar de fumar.

Activar la neuroplasticidad después de padecer un derrame cerebral

Si usted, algún miembro de su familia o amigo cercano no pueden implementar las recomendaciones de prevención que he comentado, entonces necesitará saber lo que debe hacer inmediatamente después de ingresar a un hospital.

En los Estados Unidos, cada año casi 800 000 personas presentan un derrame cerebral, por lo que existe una gran posibilidad de que conozca personalmente a alguien que haya sufrido alguno.

En fechas recientes, entrevisté a Bob Dennis sobre su excelente libro, Stroke of Luck: NOW! Fast and Free Exercises to Immediately Begin Mastering Neuroplasticity Following Stroke—Right Now!, y les recomiendo a todos descargar un ejemplar de inmediato.

Este es el libro que debe tener cuando se encuentra en la sala de urgencias para que pueda comenzar rápidamente el proceso de activación de su neuroplasticidad y recuperar la mayor cantidad de funciones perdidas por el derrame cerebral.

Al igual que es importante obtener asistencia médica rápida cuando tiene un derrame cerebral, cuanto antes comience a tomar medidas para sanar su cerebro después de un derrame cerebral, más rápida y completa será su recuperación. Esta entrevista será publicada próximamente, por lo que, si le interesa este tema, asegúrese de mantenerse atento.

+ Fuentes y Referencias
Haga clic aquí y sea el primero en comentar sobre este artículo
Publique su comentario