Durante la época de vacaciones y el verano, numerosas personas visitan las albercas locales para refrescarse y disfrutar de sus seres queridos. Las familias pueden aprovechar para nadar o simplemente chapotear y jugar dentro el agua. Sin embargo, si pasa mucho tiempo dentro o cerca del agua, no es necesario regresar a casa con una situación inesperada.
Desafortunadamente, las albercas y los jacuzzis públicos pueden causar situaciones indeseadas. El Children's Hospital de Filadelfia advierte que los niños pueden desarrollar impétigo, dermatitis pseudomonas y pie de atleta debido a las albercas. El EHA Consulting Group añade al Escherichia coli, cryptosporidium (crypto) y shigella a este grupo.
Los parásitos y bacterias en esta lista (Escherichia coli, cryptosporidium y shigella) desencadenan diarrea infecciosa, la cual puede ser mortal en aquellas personas con un sistema inmunológico comprometido. En especial, los CDC advierten que el cryptosporidium es la causa principal de brotes de diarrea relacionados con el agua y la tercera relacionada con el contacto con animales.
Los casos de cryptosporidium van en aumento, es la tercera causa principal de diarrea
En junio del 2019, los CDC informaron que los brotes de cryptosporidium aumentaron, hasta un 13 % al año entre el 2009 y el 2017. Durante este período, se registraron 444 brotes de cryptosporidiosis, entre los cuales 7 465 casos se encontraron en 40 estados del país y Puerto Rico.
Los CDC definen un brote como dos o más infecciones vinculadas a una fuente común por ubicación y tiempo. Estos informes de cryptosporidium se crean de manera voluntaria a través del National Outbreak Reporting System. En el 2009, se registró el primer brote, y fue el primer año de los reportes de la NORS. Dentro de las infecciones reportadas, se registraron 287 hospitalizaciones y una persona fallecida.
Los brotes registrados con mayor frecuencia relacionados con infecciones acuáticas provenían de albercas y parques acuáticos. De los 444 brotes, el 35 % se relacionó con albercas tratadas; el 15 % con el ganado (en especial, los terneros lactantes); el 13 % con centros de cuidado infantil y el 3 % con el consumo de leche sin pasteurizar o sidra de manzana.
Al igual que con cualquier producto alimenticio, es probable que la leche cruda contenga microorganismos. Cuando el ganado se cría en operaciones concentradas, la leche necesita pasteurizarse para reducir la posibilidad de enfermedades transmitidas por los alimentos, aunque no se elimine dicha posibilidad.
Según los datos de los CDC, un estudio reciente reportó una disminución de hasta el 74 % de los brotes por la leche cruda desde el 2005, mientras que los vegetales verdes representan el 46 % de todas las enfermedades transmitidas por los alimentos.
El riesgo de exposición al cryptosporidium se presenta al tragar el parásito por medio de agua contaminada o alimentos crudos. También puede interactuar con estos parásitos si toca superficies como accesorios de baño, mesas y botes para pañales para después tocarse la boca.
Aunque normalmente no es una situación grave en aquellas personas que tienen un sistema inmunológico fuerte, puede ser potencialmente mortal para aquellos que tienen un sistema inmunológico comprometido.
Aquellas personas con mayor riesgo incluyen a las personas con VIH/SIDA, con enfermedades hereditarias que afectan el sistema inmunológico o cáncer y los pacientes de trasplantes que consumen medicamentos que suprimen el sistema inmunológico.
Los CDC advierten que la exposición durante la temporada alta de verano de una fuente de agua tratada puede resultar en cientos o miles de casos, ya que una persona infectada puede excretar hasta 108 ooquistes en un incidente de diarrea.
Los ooquistes sobreviven siete días o más, incluso en concentraciones recomendadas de cloro. El riesgo se multiplica cuando las personas visitan múltiples piscinas.
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¿Cómo se desarrolla el cryptosporidium?
El parásito cryptosporidium comienza como un oocisto esporulado que ingresa al medio ambiente a través de las heces de un huésped infectado. Los ooquistes son resistentes al tratamiento con cloro y se pueden encontrar en los suministros de agua potable. También pueden soportar temperaturas de congelación.
Después de que una persona haya consumido las esporas y estas ingresen en el tracto intestinal, el oocisto libera esporozoitos, que es la forma asexual móvil del parásito, la cual se desarrolla dentro del oocisto.
Los esporozoitos se introducen en el revestimiento epitelial de los pulmones (si se inhalaron) o en los intestinos tras el consumo de las esporas. Las células se someten a una reproducción asexual que conduce a una etapa reproductiva sexual.
Tras la fertilización, el cigoto resultante se convierte en uno de los dos tipos de ooquistes. Un oocisto de pared gruesa brota de la persona al medio ambiente o un oocisto de pared delgada autoinfecta a la persona. Los ooquistes infecciosos de pared gruesa pasan a través de las heces de la persona para comenzar de nuevo el ciclo.
¿Cuáles son los síntomas del cryptosporidium?
Una infección con cryptosporidium puede provocar diferentes síntomas, y el más característico es la diarrea. En una persona inmunocompetente, la diarrea es auto limitada y generalmente se resuelve dentro de tres semanas.
La enfermedad puede presentarse con fiebre o fatiga, y mientras que el intestino delgado está muy debilitado. El cryptosporidium se ha encontrado en el tracto pulmonar y biliar.
Especialmente, la diarrea acuosa puede volverse explosiva. La diarrea explosiva es una forma grave de esta enfermedad durante la cual la persona pasa líquido y gas cuando el recto se cubre hasta rebasar su capacidad.
Normalmente, el intestino grueso es el final del trayecto para los productos de desecho que se trasladan a través del tracto gastrointestinal y es el lugar de absorción del exceso de líquido. Sin embargo, durante un episodio de diarrea, se acelera el movimiento de los intestinos para que el intestino grueso absorba el líquido.
Tome precauciones en la alberca
Es importante tomar precauciones antes de visitar una alberca pública o privada. Las enfermedades diarreicas pueden transmitirse a través del agua de la alberca.
Cualquier persona con diarrea o que haya estado enferma en los últimos dos meses correrá el riesgo de contaminar la alberca con bacterias o parásitos. Las heces microscópicas pueden contaminar una alberca o jacuzzi completos, y pueden contagiar a otras personas si consumen un poco de agua.
Aunque numerosos propietarios de albercas públicas y privadas buscan mantener un ambiente saludable, es importante recordar que el cryptosporidium esporulado puede soportar el tratamiento con cloro. La giardia es otro parasito que puede sobrevivir hasta 45 minutos en albercas cloradas.
Las medidas que todas las personas deberían implementar antes de ingresar al agua, incluyen ducharse para eliminar la suciedad y las bacterias antes de ingresar. Es importante destacar que no se debe orinar, defecar en la alberca ni tragar el agua. Los CDC recomiendan que los niños visiten el baño cada hora, así como cambiar los pañales lejos del área y consumir muchos líquidos para mantenerse hidratado.
La primera línea de defensa es evitar que las personas con alguna enfermedad entren a la alberca pública o privada. Aunque es difícil evitar que los niños consuman agua de la alberca, es mucho más fácil evitar que utilicen juguetes como tazas y cubetas que podrían alentarlos a tragar agua.
Evalúe el agua e informe sus síntomas
Otra medida que puede implementar es verificar las calificaciones de inspección publicadas por el departamento de salud. Es una práctica similar a las publicaciones de las puntuaciones de las prácticas de saneamiento de los restaurantes.
Mientras que numerosas albercas públicas se encuentran sujetas a evaluaciones, las albercas privadas generalmente no lo están. Para realizar las evaluaciones usted mismo, se recomienda adquirir las tiras de prueba en los supermercados.
En una encuesta realizada para el Water Quality and Health Council (WQHC, por sus siglas en inglés), se informó que el 25 % de los adultos afirmó que nadaría tan solo una hora después de haber tenido diarrea, mientras que el 50 % nunca se ducharía antes de visitar la alberca y el 60 % había consumido agua de la alberca.
La misma encuesta informó que el 72 % de los adultos desconocía que el crypto era un parásito que se transmite por medio del agua.
En un comunicado de prensa de los CDC en el 2016, la agencia publicó información recopilada de los cinco estados del país con mayor cantidad de parques acuáticos en el 2013, incluyendo albercas y jacuzzis públicos.
La información de 84 187 inspecciones rutinarias encontró que 1 de cada 8 resultó en una clausura inmediata del lugar por infracciones graves, mientras que casi el 80 % identificó al menos una infracción. Las infracciones más comunes fueron un incorrecto nivel de pH, problemas con el equipo de seguridad y problemas con la concentración de desinfectantes.
Los CDC recomiendan que, al visitar una alberca, es necesario completar una inspección para detectar algunos de los problemas de salud y seguridad más comunes, incluyendo el uso de tiras reactivas para determinar las concentraciones de cloro y bromo.
Es necesario que el drenaje de la parte inferior profunda sea visible y que las tapas de drenaje se encuentren aseguradas y en buenas condiciones.
Si un socorrista no se encuentra bajo servicio, es necesario que exista un equipo de seguridad en el área, como un salvavidas.
Ya que el cryptosporidium puede permanecer en el intestino delgado durante dos meses, tiempo en el cual puede contagiar la infección, si ha experimentado diarrea, es importante mantenerse fuera de la alberca e informar sus síntomas al departamento de salud local o estatal, el cual reporta directamente a los CDC.
Evite el uso excesivo de cloro
Tras un brote de cryptosporidium en Ohio, durante el cual se identificaron numerosos casos vinculados a una alberca, los investigadores informaron que dicha alberca fue posteriormente hiperclorada. Se inició un estudio de casos y controles para encontrar la fuente del brote; en donde se identificaron 150 casos confirmados y probables relacionados a la alberca.
Los investigadores descubrieron a través de dicha investigación que las medidas anticipatorias pueden disminuir la transmisión y prevenir el brote. Sin embargo, aunque se utilizó cloro de manera excesiva en esta situación, existen compuestos peligrosos que se forman por la mezcla de cloro con compuestos a base de carbono como la orina, las heces y la suciedad.
En un estudio, los investigadores mezclaron ácido úrico derivado de la orina con cloro y descubrieron la creación de cloruro de cianógeno y tricloramina, los cuales son dos subproductos de detergentes altamente tóxicos (DBP).
El cloruro de cianógeno se clasifica como un agente de armamento químico con una toxicidad conocida para el sistema nervioso central, así como para el sistema cardiaco y pulmonar. La tricloramina se ha relacionado con el daño pulmonar en los trabajadores de mantenimiento de las albercas.
La combinación de compuestos de cloro y carbono crea otros elementos además de estos dos DBP. En un estudio, los investigadores encontraron que permanecer por tan solo 40 minutos en una alberca tratada con cloro estaba relacionado con el daño al ADN por dichos químicos. El riesgo de desarrollar cáncer provocado por los DBPS es mayor por la exposición cutánea que por el agua potable.
La falta de conocimiento sobre el cryptosporidium puede aumentar el riesgo
El cryptosporidium se ha convertido en una de las causas más comunes de enfermedades transmitidas por medio del agua. Este parásito se puede encontrar en los Estados Unidos y alrededor del mundo.
Lavarse bien las manos después de utilizar el baño o cambiar pañales se vuelve más importante a medida que se conocen las causas de las enfermedades por los parásitos propagados por la exposición a las heces.
La propagación comienza por medio del contacto entre las manos contaminadas y la boca Esta contaminación sucede después de entrar en contacto con objetos que quizás fueron tocados por manos infectadas. Tales como barandales, botones de elevadores, perillas de puertas y juguetes para bebés.
Es difícil saber si algún objeto ha entrado en contacto con la materia fecal, ya que solo se necesita una cantidad mínima de ella para transferir las esporas de cryptosporidium. Para reducir la propagación del parásito, es importante difundir este mensaje y compartir las razones por las cuales las duchas antes de ingresar a la alberca son un método preventivo.
El parásito es conocido por su resistencia al cloro. Para eliminarlo o desactivarlo en el agua potable, es necesario hervir el agua durante un minuto. Si reside en algún lugar que rebasa los 1980 metros de altura sobre el nivel del mar, es necesario hervir el agua durante tres minutos.
Asimismo, es necesario refrigerar el agua después de enfriarse y almacenarse en un recipiente de vidrio limpio y esterilizado con una tapa hermética.